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«Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión…»
Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)
Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana
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¿Qué significa el Sacramento del Bautismo? ¿Quién es el ministro? ¿Cuál es la materia, la forma, quién lo puede recibir? El Padre Escobita da un catequésis completo del este sacramento… (Escuche el catequésis del Padre Escobita…)
¡La misericordia es el atributo más grande del Sagrado Corazón de Jesús! Santa Faustina Kowalska y san Juan Pablo II fueron celosos promotores de la Divina Misericordia. Dado que todavía estamos en el Año de la Misericordia, aprendamos a ser misericordiosos para obtener la misericordia de Dios. Jesús dijo: “Sean misericordiosos como es misericordioso vuestro Padre Celestial” ¡Vivamos este Mandamiento!
LA ORACIÓN. Imploremos a nuestro Señor Jesucristo la gracia de ser misericordiosos cuando se nos presente la oportunidad. En este mundo caído, es demasiado común sentirse herido o lastimado, es difícil perdonar, pero cuan necesario hacerlo y perdonar inmediatamente. Para perdonar necesitamos la gracia de Dios. Recibimos su gracia por medio de la oración; la oración alcanza todas la gracias. La oración es el medio por el que nos “conectarnos” al poder de Dios; Dios de la infinita misericordia.
CRISTO ESTÁ PRESENTE EN LOS POBRES: LAS OBRAS DE MISERICORDIA CORPORALES. Jesús dijo con claridad: «Cualquier cosa que hagas al más pequeño de mis hermanos, lo haces a mí.” Mire su vida y las circunstancias y las oportunidades que Dios le presenta para practicar estas obras de misericordia. Puede dar de comer al hambriento? De beber al sediento? ¿Vestir al desnudo? Visitar al enfermo o al encarcelado? O quizás acoger al extranjero? Todo aquello que hacemos por nuestro hermano, la hacemos por Jesús. En todo pobre está Jesús agonizante; en todo enfermo está Jesús sufriente. Pidamos a Dios que nos abra nuestros ojos para reconocerlo.
LAS OBRAS DE MISERICORDIA ESPIRITUALES. O quizás Dios nos llama a acciones caritativas ayudándo a las necesidades espirituales de nuestro prójimo: Instruir, aconsejar, consolar, confortar o perdonar y sufrir con paciencia. Podemos corregir al pecador, instruir al ignorante, aconsejar al que duda, aliviar al afligido, soportar las injurias con paciencia, perdonar todas las ofensas, y orar por los vivos y los muertos. Reflexione sobre cuál de estás obras Dios le pide que desempeñe.
EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. No desaproveches el gran sacramento de la confesión, responde a la llamada del Señor, especialmente en este Año de la Misericordia. Jesús anhela ardientemente inundarnos con la gracia de su misericordia por medio del sacramento de la reconciliación. Si confesamos con humildad y honestidad nuestras faltas al sacerdote – representante de Cristo – Dios perdona misericordiosamente todos nuestros pecados y podemos empezar una vida nueva en Cristo, es nacer de nuevo, somos una nueva creación. Dice el Señor en el Libro de Isaías: “Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve.” El enemigo de nuestras almas intentará llenarnos de temor, pero Jesús quiere que confiemos sin límites en su infinita misericordia. ¡JESÚS EN TÍ CONFÍO!
APÓSTOL DEL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. No nos quedemos ahí, tomemos un paso más… invite a alguna oveja perdida, a un hijo o hija pródiga, a un alma extraviada a que regrese al sacramento de la Confesión. Prepare el camino, lléveles una copia del boletín de la iglesia con el horario de confesiones; o incluso, ofrezca llevarlos a la Iglesia, enséñeles en dónde se encuentra el confesionario y dónde está el sacerdote. Dé el buen ejempo y confiésese usted primero. También es importante darles un buen examen de conciencia para que se preparen antes de entrar al confesionario. Estos pasos concretos pueden ser medidas para traer a una alma perdida de nuevo a la fe y a la salvación de su alma. Todo el cielo se regocijará cuando la oveja perdida vuelve a los brazos amorosos del Buen Pastor! Este Año de la Misericordia, apreciemos, acerquémonos y promovamos el sacramento de la misericordia de Dios – el Sacramento de la Confesión.
PALABRAS MISERICORDIOSAS Y AFABLES. Consideramos que la ababilidad y la amabilidad son fundamentales para condimentar el tejido social; de modo especial, en nuestra forma hablar. Una palabra amable o una palabra de afirmacion dicha en el momento oportuno, pueden alentar un corazón quebrantado. Jesús nos enseñó la regla de oro: “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a tí.” Siga la regla de oro en su forma de hablar: “Diga de otros lo que le gustaría que digan de usted.” El trato bondadoso de palabra y obra es otra forma de vivir la misericordia. San Francisco de Sales lo expresó así: “Se cazan más moscas con una gota de miel que con un hiel.” Palabras cortantes no convierten pero palabras dulces venden y convencen.
NUESTRA SEÑORA DE MISERICORDIA. La oración final en el rezo del santo Rosario, oración compuesta por el beato Hermann el Paralítico, monje de Reichenau, es la Salve Regina. En esta hermosa oración dedicada a Nuestra Madre rezamos: “Dios te Salve, Reina y Madre, Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra…” Una de las mas grandes obras dedicadas jamás escrita es “Las Glorias de María” escrita por san Alfonso María Ligorio. En esta obra maestra es una explicación y comentario de la oración “Salve Regina”. En conclusión, esforcémonos por conocer la misericordia de Dios y pidamos que seamos misericordiosos para que al morir podamos experimentar la infinita misericordia del Sagrado Corazón de Jesús. Que Nuestra Señora, Reina de misericordia, nos alcance esta gracia singular. “Dios te salve, Reina y Madre, madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra…”El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.
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El Padre Escobita nos da ideas prácticas para vivir la fe en la vida cotidiana.
(Escuche el audio….)