Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Feb 22 2013

¿POR QUE DEBO HACER PENITENCIA? ¿POR QUE AYUNAR?

Para agradar a Dios no sólo debemos
«hacer» lo que es correcto, sino también debemos tener buena
intención; en la espiritualidad, se le llama «pureza de intención» o
«rectitud de intención». 
 
San Pablo nos exhorta, «Sea que coman o
beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.»  El lema Ignaciano se conoce por la
abreviatura: A.M.D.G.– que significa, hagamos todo para la mayor gloria de
Dios.

Santa Faustina Kowalska se esforzaba
constantemente por agradar a Jesús, y no a las personas en su alrededor.  Algunos pensaban que sus acciones eran extrañas
y le criticaban.  Una de dos,
buscamos  «agradar a las
personas» o «agradar a Dios». 
Elija, y conforme sus acciones según su elección.  Ahora con respecto al ayuno, la oración y la
limosna, Jesús repite la advertencia que estas acciones no se deben hacer para
ser vistas, alabadas o elogiadas por los hombres, o hechas simplemente por
nuestro propio engrandecimiento.  Por el
contrario, debemos actuar en secreto, sólo para agradar a Dios, y Él que ve en
lo secreto, ¡dará una justa recompensa! (Mt. 6)

Dicho esto, se expondrán razones del por qué
debemos tomar en serio nuestra vida ascética, de sacrificio, de negación y
autodisciplina, y de que forma esta disciplina puede ser agradable a Dios
nuestro Padre celestial. 
 
1.  Imitación
de Cristo
— La vida del cristiano debe ser imitar celosamente a Cristo con
toda nuestra fuerza de voluntad, hasta el grado de decir como que san Pablo,
«Ya no soy yo quien vive, sino Cristo que vive en mí.»  Desde luego, la mayoría de nosotros no
podríamos ayunar como Jesús en el desierto, por cuarenta días y cuarenta
noches, ¡pero sí podemos renunciar a algo con generosidad! 

2. Reparación por nuestros pecados
—  Estamos obligados por justicia, a
hacer reparación por el daño que hemos hecho por nuestros pecados.  El Papa Juan Pablo II da cinco efectos
negativos de nuestro pecado, que son:  El
efecto teologal, personal, social, eclesial y cósmico.  San Pablo dice, que el día del juicio,
cosecharemos lo que sembramos.  Había un
comercial de una compañía Midas que decía, «¡Paga ahora o paga más
tarde!»  Es mejor pagar en esta vida
con nuestro sacrificio, que en el purgatorio, o peor aun, ¡después que nuestra
vida haya terminado!

 
3.  Reparación
por los pecados de nuestra familia
— Estamos conscientes que hay miembros
de nuestras familiares que se han alejado de la Iglesia, de Dios y del camino
al cielo.  Y aunque no lo reconozcan,
ellos sufren; peor aún, su salvación está en peligro. Con el ayuno y la
penitencia, podemos rogar a Dios por la conversión, santificación y eterna
salvación de las almas de nuestros familiares. 
Santo Tomás de Aquino enseña: Una sola alma, vale más que el conjunto de
todo el universo creado.  ¡Porque fue
redimida por la Sangre Preciosa del Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo! 

4. Conversión de los pecadores —   En ambas apariciones Marianas aprobadas —
Lourdes, Francia y Fátima, Portugal — Nuestra Señora insistió en que se
hiciera oración pero igual repitió la importancia de hacer sacrificios por la
salvación de los pecadores.  En Fátima,
Nuestra Señora dijo que muchas almas se pierden porque no hay quien ofrezca
sacrificio por ellas.  La visión del
infierno del 13 de julio de 1917, impulsó a los niños a que ofrecieran
sacrificios a grado heroico por la conversión de los pecadores.


5.  Solidaridad
con los pobres
—  Esta noche en todo
el mundo, muchos irán a cama sin algo que comer; muchos niños morirán de
hambre.  El sufrimiento de tantas
personas y naciones que mueren de hambre, es una desvergüenza, sobre todo a las
naciones que tienen una sobreabundancia de víveres.  Sentir que el estómago vacío gruñe, puede
servir para que nos identifiquemos con millones de nuestros hermanos y hermanas
que sufren hambre diariamente.  Esto es
«¡solidaridad con los pobres!»

6.  El
espíritu vence la carne
—  A
consecuencia del pecado original, hay una batalla en el interior de cada uno de
nosotros.  Santo Tomás le llama
concupiscencia; san Pablo le llama la batalla entre la carne y el espíritu.  Una de dos, la carne vencerá al espíritu y lo
esclavizará con el pecado o el espíritu vencerá a la carne, abriéndole paso a
la verdadera libertad de los hijos e hijas de Dios.  Pero para vencer el lobo dentro de nosotros,
se necesita oración, penitencia y ayuno.

7.  Libertad
— Cuando decimos «no» a nuestros deseos—incluso cuando es lícito–
experimentamos verdadera libertad.  Es
decir, las cosas no ejercen control sobre nosotros.  Podemos poner un «alto» a comer
simplemente por comer.  Esto es autodominio,
y el autodominio produce una verdadera libertad interior.  Jesús dice claramente que el pecado es una
forma de esclavitud.  Alcohólicos,
drogadictos, los adictos a la pornografía, los adictos al juego— aunque no lo
reconozcan, no tienen libertad, ¡más bien su adicción es una forma moderna de
esclavitud!

8.   Vencer
al diablo
—  Después de que Jesús
expulsó al demonio de un muchacho, los apóstoles le preguntaron a nuestro
Señor, por qué no habían podido ellos expulsar al demonio.  Jesús replicó claramente: «Esos demonios
sólo pueden ser expulsados con la oración y el ayuno».  En un exorcismo formal, el exorcista debe
orar por la persona poseída, pero igual debe ayunar.  El santo Cura de Ars (san Juan María Vianney)
pudo expulsar los demonios de su parroquia, y lograr la conversión de sus
feligreses por medio  de ferviente
oración y fuerte ayuno.
 
9. Crecimiento en la oración —  Santa Teresa de Ávila dijo, que la
sensualidad (darle paso a la carne) y la oración, no encajan bien juntos.  La verdadera, auténtica y creciente vida de
oración, sin duda abrasará la penitencia o el ayuno.  En el desierto Jesús oró, pero también ayunó
y venció al diablo.  La primera novena de
la Iglesia fue Pentecostés.  En estos
nueve días, los apóstoles en unión con la Santísima Virgen María, oraron y
ayunaron.  Y se produjo, un terremoto, un
fuego, un viento y la transformación de los Apóstoles en verdaderos soldados de
Cristo.

10.  Gracias
singulares
  — San Ignacio de Loyola
nos invita a que enlacemos la penitencia a la oración, especialmente si estamos
necesitados de aluna gracia especial.  En
la sexta regla de discernimiento, san Ignacio nos sugiere cuatro prácticas para
superar el estado de desolación, y son: la oración, la meditación, el examen de
conciencia y una forma conveniente de penitencia …. (Sexta regla de
discernimiento de espíritus, San Ignacio de Loyola).

 
En Resumen, en la moderna, sensual,
materialista, hedonista y consumista sociedad americana, es algo ajeno
practicar penitencia y ayuno.  Es como si
se estuviese hablando un idioma raro y desconocido.  Sin embargo, la Biblia al igual que los
santos (los grandes héroes de Dios) fomentan esta práctica.  Por consiguiente, por qué no, en imitación de
Cristo, emprende alguna forma de penitencia y ayuno, consúltelo con su confesor
o director espiritual.  ¡Hágalo en
reparación por el pecado, para pedir por la conversión de los pecadores y para
experimentar la libertad de los hijos e hijas de Dios!
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 22 2013

LA ESPERANZA

La esperanza esta relacionada con la
confianza, la confianza con la fe y la fe y la certeza.

Fe Humana—  Un sinnúmero de veces
cada día, ponemos nuestra fe y confianza en personas, empresas, instituciones e
incluso ideas.  De forma sencilla y
constante nos ponemos en manos de otros. 
¡Hay un sinfín de ejemplos! 

Cuando vamos en un avión, confiamos que el piloto
sabe a dónde va y que ha recibido la debida capacitación.  Nunca dudamos de su pericia en el aire.

Un cirujano — Cuando nos sometemos a alguna cirugía, confiamos en que el doctor
es cirujano y no carnicero.  Confiamos en
que el cirujano sabe dónde hacer la incisión, cómo hacer la incisión, lo largo de la
incisión, cuándo parar y cuando hacer las suturas y cuando llamar al
anestesiólogo.

Al conducir un auto — … cuando se sienta al lado del conductor.  Depositada su confianza en el chofer, usted confía
que él sabe cuándo acelerar, cuándo frenar, cuándo girar a la izquierda y cuándo
girar a la derecha ¡y que sabe a dónde va!

 La cocina — Se sienta usted a comer, y come sin pensarlo dos veces, no
piensa que la cocinera (su esposa o su tía) talvez puso arsénico o veneno para
ratas en la comida. ¿Por qué?  Porque
usted confía en sus habilidades culinarias.

Por lo tanto, si ponemos nuestra fe y
confianza en personas e instituciones, y sabemos que son falibles, ¿por qué no
confiar en el cuidado de Dios y en su amorosa y bondadosa providencia?  Sabemos en verdad y en todo momento, ¡que
Dios es digno de nuestra confianza total!

Entonces, ¿de que forma podemos fortalecer
nuestra fe y confianza en Dios?

1. La Palabra de Dios —   Lea, medite y asimile en oración la Palabra
de Dios, porque la Palabra de Dios es lámpara par nuestros pies y luz para
nuestro camino.  Abajo encontrará algunos
pasajes claves:

»Si Dios está con nosotros, ¿quién contra
nosotros?

»Nuestra ayuda está en el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.»

»El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién
temeré?

»El Señor es mi Pastor, nada me puede
faltar.» (Salmo 23)

»El Señor es la roca firme, sobre Él edifico
mi casa.» (Mt 7)

»Observad los lirios del campo, las aves del
cielo.  Si Dios cuida sobre ellos, ¿no lo
hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?»

»En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de
vuestra cabeza están todos contados.

Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra
sin el consentimiento de vuestro Padre.»

»Busca primero el reino de Dios, y su
justicia, y todo lo demás se te dará por añadidura.»

»Señor, yo creo, pero aumenta mi fe.»

2. Devoción de la Divina Misericordia
— »La Divina Misericordia», promovida por el Papa Juan Pablo II, es una de
las devociones de mayor crecimiento en los últimos años.  Santa Faustina María Kowalska fue la primera
santa canonizada en el nuevo milenio. 
Fue canonizada el mismo día que el Papa Juan Pablo II instituyó la
Solemnidad de la Divina Misericordia. 
Esta Solemnidad cae el primer domingo después de Pascua del Señor, que
es la corona y la culminación de la Octava de Pascua, cuando celebramos la «Solemnidad
de las Solemnidades», la Resurrección de Jesucristo, nuestro Señor y
Redentor.  Por lo tanto, para realmente
fomentar la fe, la confianza y la virtud de la esperanza, es menester aplicarse
a la lectura, o más bien, a la meditación del Diario: La Divina Misericordia en mi Alma de Santa Faustina
Kowalska.  La lectura orante de esta obra
maestra, nos conducirá a una creciente confianza en la Divina Providencia de
Dios.

3.  Visitas
a Jesús Eucarístico y un diálogo sincero
— Amistad con Cristo le conducirá
a mayor confianza y esperanza en sus designios providenciales . Desde el inicio
de su pontificado, el Papa Benedicto XVI ha insistido que Jesús sea para
nosotros, nuestro amigo íntimo y real. 
Una característica propia de una verdadera amistad es la confianza.  Si a nivel humano podemos confiar nuestra
vida a un amigo, cuánto más deberíamos confiar nuestra vida al mejor de los
amigos, al amigo que nunca falla, ¡Jesús nuestro Señor!  Lea y asimile en oración Mateo 11:28-30.  »Vengan
a mí todos los que estéis fatigados y sobrecargados, y yo os daré
descanso.  Tomad sobre vosotros mi yugo,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas.  Porque mi yugo es suave
y mi carga ligera.»
  Tengamos fe,
una confianza firme, un amor ardiente, en Él quien sabemos sufrió intenso dolor
y sufrimiento por nosotros. ¡Eso es el verdadero amor! 

Sabemos teológicamente y quizás en teoría que
Jesús nos vino a salvar.  También hemos
escuchado, quizás repetidas veces que Jesús sufrió por nuestra salvación.  Aún más, si hemos hecho los Ejercicios
Espirituales Ignacianos, hemos contemplado la pasión de Jesús, sabemos que
Jesús sufrieron «todo» por mí. 
Sin embargo, interiormente es probable, que no estemos convencidos que
Jesús verdaderamente sufrió los azotes por mí;  fue coronado de espinas por mí;  Cargó su cruz por mí;  Fue despojado de sus vestiduras abriendo de
nuevo sus llagas por mí;  Fue
clavado en la cruz por mí;  Sufrió
su amarga agonía por casi tres horas por mí;  Derramó cada gota de su Preciosa Sangre por
mí
;  aun después de su muerte,
permitió que su Sagrado Corazón fuese traspasado con una lanza por mí
….  Con este profundo conocimiento del
amor personal y la amistad personal de Jesús por mí, mi fe, mi confianza
y mi esperanza en el Señor florecerá.

4.  Fe,
Esperanza y Confianza — ¡Incluso en los sufrimientos y las pruebas!
  — Lo más difícil es cuando Dios nos manda
pruebas, que implican gran sufrimiento. 
No siempre es fácil decir lo que dijo el santo Job, «Desnudo salí del vientre de mi madre,
desnudo volveré allí.  El Señor da, el
Señor quita;  Bendito sea el nombre del
Señor.»
Es en esta
circunstancia que nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra confianza, está
puesta a prueba.  Es en estos momentos
que debemos recordar el amor de Dios por nosotros y por mí individualmente –
¡El amor de Dios es firme, es inalterable, constante y permanente!
 Un pasaje bíblico que ha sido sumamente
valioso para mí, especialmente en tiempos de prueba y angustia, es el pasaje
cuando Jesús y Pedro caminan sobre el agua.(Mt 14:22-33)  Lea y medite este pasaje en forma de
oración.  ¡Imagínese los apóstoles!  Cansados de un arduo día de trabajo, con
hambre, con frío, el viento y el agua fría les golpeaba, y todavía más, estaban
aterrorizados cuando vieron  «un
fantasma» que se acercaba caminando sobre el agua, Jesús intentaba
tranquilizarlos, asegurándoles que era Él! 
Pedro, quien quería estar seguro, le dice al Señor que le ordene a salir
del barco y caminar sobre el agua hacia él. Jesús le dice:
«¡Ven!»  Y Pedro empieza a
camina sobre el agua, ¡pero se hunde! 
¿Por qué?   Sencillamente porque
Pedro se centró más en el problema que en Él quien podría resolver el
problema– Jesús el Señor. 

Y en verdad, ¡éste es nuestro problema!  En los problemas de la vida, en vez de fijar
la mirada en Jesús, quitamos la mirada de Él y nos centramos más en el
problema, que como un tsunami, ¡nos abruma y nos envuelve!  Igual que Pedro, en medio del problema,
llamemos: ¡Señor Jesús sálvame!

5.  Confiar en María:  Nuestra Señora de la Divina Providencia  — Como cuando una madre ve que su hijo va a
caer, y corre inmediatamente a su auxilio, le toma en brazos, le besa, le
abraza y cura sus heridas, igual María nuestra Madre celestial acude a nuestra
auxilio, y más cuando nuestra debilidad es grande, ¡cuando somos más
vulnerables y estamos por hundirnos en el peligro moral de las arenas
movedizas!

El santo que más confió en la Divina
Providencia de Dios y en nuestra Señora de la Divina Providencia Divina fue san
José Cottolengo, él fue contemporáneo de san Juan Bosco y san José
Cafasso.  San José Cottolengo, confiando
plenamente en Dios, abrió casas para minusválidos, con el único requisito que
el centro operara con el dinero recibido de 
contribuciones diarias.  Han
pasado cerca de 150 años desde su fundación, y el centro sigue operando en el
centro de Turín, bajo el nombre de «Piccola Casa».  El santo en todo confiaba en Dios, en toda
circunstancia y en todo momento.

 Se escribe de él, un incidente extraordinario
en donde se ve su gran confianza en Jesús y María (Madre de la Divina
Providencia).  Tenía él una gran deuda,
como siempre solía tener este santo, le pidió a uno de sus ayudantes que fuera
a comprar pan para los pobres.  El
ayudante le pidió dinero para pagar, al lo cual el santo le respondió que no
tenía pero que de igual manera fuera! 
Sin entender, el hombre va por los alimentos sin dinero en su
bolsillo.  En camino a comprar los
alimentos, una mujer hermosa y majestuosa se le aparece y suavemente le entrega
una bolsa llena de dinero, con dinero suficiente para pagar la deuda y para la
comida de ese día –«Danos hoy el pan de cada día…»   La identidad de esta hermosa y majestuosa
mujer era Nuestra Señora bajo el título Madre de la Divina Providencia. 

Recuerde la oración de san Bernardo, el
Acordaos, «Jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestro
auxilio, haya sido desamparado…»
  
Para concluir, Jesús anhela que confiemos en Él plenamente, en todo
momento y en toda circunstancia.  Cuando
hacemos estas cosas:  Meditar la Palabra
de Dios, asimilar la devoción de la Divina Misericordia y el texto de santa Faustina,
cuando visitamos y hablamos con Jesús Eucaristía (nuestro mejor amigo), cuando
aceptamos la voluntad de Dios, cuando ponemos nuestra vida en las manos y el
corazón de María, Madre de la Divina Providencia – nuestra fe crecerá, nuestra
confianza será fortalecida y nuestra esperanza aumentará, hasta que llegar al
cielo.

 
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 16 2013

EN LA UNIDAD ESTA LA FUERZA

  
 

Hay un dicho que dice, «la fuerza de la
cadena depende del eslabón más débil». Otro dicho dice: «La unidad
hace la fuerza».  En un ejército,
los soldados buscan el punto más débil para atacar, y así vencer.  Una de las estrategias principales que el
diablo utiliza para destruir es, la división. 
Mientras que, la naturaleza de nuestro Dios Trino es la unidad y el
amor.  El Padre ama al hijo, el Hijo ama
al Padre, y el Espíritu Santo es el vínculo de amor entre Padre e Hijo.

 

En toda circunstancia de la vida, para tener
éxito, es indispensable aprender a trabajar en colaboración con otros, con
armonía y unidad.  Este concepto se puede
aplicar a toda área de interacción humana. 
Para tener éxito, es necesario que haya unidad en los propósitos y las
metas!  Esto se puede aplicar a distintos
círculos: a una comunidad parroquial, un grupo parroquial, una comunidad
religiosa de las monjas, sacerdotes o hermanos, un coro, un equipo de béisbol,
una empresa o corporación con su director ejecutivo, su presidente y el
personal y por último, a la familia y quienes la integran.  Todos estos círculos, si pretenden tener
éxito en sus iniciativas, deben lograr la unidad en sus objetivos y propósitos,
e igual deben saber colaborar juntos con orden y armonía.
 
El Diablo —  ¡La estrategia
principal que utiliza el diablo para destruir es la división, la separación!
¿Cómo?   El diablo, que es muy astuto,
mañoso, tramposo y malicioso, sabe cómo sembrar discordia.  Dios permite que el diablo presente
pensamientos e imágenes en nuestra imaginación que son contrarios a la voluntad
de Dios Todopoderoso.

Envidia y celos, sospechas,
desconfianzas y rivalidades
— ¿Cuáles son algunas de las
armas más comunes que utiliza el diablo? 
A través de los tiempos, vemos las huellas feas del enemigo, vemos como
causa destrucción!  En una comunidad o
círculo, el diablo tienta a uno de ellos, lo tienta a que se centre o fije en
otro miembro del grupo, y la persona empieza a hacer comparaciones – puede
suceder en cualquier grupo o en los grupos mencionados anteriormente.  El fruto feo de compararse con los demás es
la envidia, ¡porque de los celos nace la envidia!  Una vez que se le da paso a la envidia, ¡el
diablo ha ganado la batalla! 

La persona envidiosa es capaz de actos
atroces.  Mencionemos algunos:
habladurías negativas, maledicencia, chismes que llevan a la calumnia, dar la
espalda, amargura, odio e incluso asesinato. 
A menudo se difama o se mata la reputación de otro, y a veces incluso la
violencia y el asesinato como con Caín a Abel!

 
Ejemplo de deportes:  ¡Béisbol!  Imagínense un equipo de béisbol, están en un
empate con el equipo contrario, y están en la 9a entrada; van 5 a 5.  Miguel, el bateador pasa al plato, el
lanzador lanza una bola rápida a 95 millas por hora. 
 Miguel fija sus ojos en la bola, y con todas
sus fuerzas le tira con el bate, le pega, y la bola como un cohete, ¡navega
hacia las gradas!  ¿Quién ganó el
partido? ¿Fue sólo Miguel o el equipo de Miguel?  Cierto es, que fue Miguel quien hizo el
jonrón, ¡pero todo el equipo gana el partido!  
En términos deportivos, a esto se le llama «Trabajar en
equipo».

 

Observación de baloncesto —  Cabe mencionar uno de
los más destacados jugadores del baloncesto que por muchos años jugó para los
Chicago Bulls, Michael Jordan.

Cuando Michael Jordan tiraba entre 50 o 60
puntos, y su equipo ganaba, sucedía que ese no había sido su mejor
partido.  Al contrario, fue cuando Jordan
pasaba la bola, y animaba a otros jugadores a que tiraran la bola e hicieran un
punto, que el equipo estaba verdaderamente jugando bien!

 

Ejemplo familiar —  La familia es el
cimiento principales de la sociedad.  El
beato Papa Juan Pablo II, le llama «la Iglesia Doméstica», »la
célula básica de la sociedad», y como va la familia, va la sociedad y el mundo
en general.  La familia debe esforzarse
por «trabajar en equipo», y en imitación de la Santísima Trinidad,
aspirar a la unidad entre sus miembros en donde el amor es la fuerza vinculante.  La familia debe tener unidad de meta y propósito.  Por supuesto, esta meta debe ser amar a Dios
en esta vida, para que esta familia temporal, esté siempre unida en el cielo
con la familia eterna!

El secreto del éxito familiar
«Un equipo de sus sueños
!»
—  Cuando oficio la Misa de una boda, en
mi homilía hago esta pregunta a la novia y el novio: ¿Qué es lo mejor que ella
puede hacer por él en su matrimonio, y que es lo mejor que él puede hacer por
ella? Tomados completamente por sorpresa, se me quedan viendo con una mirada de
»¿Yo no se?»  ¡Entonces les doy yo la
respuesta! 

 Lo mejor que Juan puede
hacer por María, es enamorarse con Jesús cada día; y lo mejor que María puede
hacer por Juan es enamorarse con Jesús cada día!  Si ambos tienen una constante «relación
de amor» con el mejor de los amantes, Jesucristo nuestro Señor y Salvador,
entonces podrán dar y compartir su amor de la manera más completa, entre ellos
mismos y con los hijos que Dios les ha dado! 
En otras palabras, la transformación de la familia como un equipo
exitoso depende en que Jesús sea Gerente del equipo — no como ayudante o en
segundo plano, sino Jesús como «administrador».  ¡Jesús es el que debe organizar, formar,
educar, animar e incluso a veces corregir a los miembros del equipo! 

¡El ejemplo de un santo!  — San Juan Berchmans murió joven, cuando aún
era seminarista jesuita en camino al sacerdocio.  Un acontecimiento el la vida de este santo
podría ser de mucho valor, para edificar familias llenas de armonía, unidad y
amor.  Juan vivía en comunidad con otros
jesuitas, algunos hermanos, otros seminaristas y otros sacerdotes.  Por inspiración del Espíritu Santo, Juan
escribe una lista de todos los nombres de su comunidad.  Al lado del nombre de cada persona, Juan
anotó una virtud específica (cualidad loable de esa persona), y en oración le
daba gracias a Dios por él y su virtud. 
Por ejemplo:  Por el P. Juan un
gran predicador, gracias a Dios; Por el P. Andrés, un excelente catequista,
gracias a Dios; Hermano Pedro, el mejor cocinero, gracias a Dios; El P. Mateo,
quien tiene el mejor sentido de humor, gracias a Dios.  Y para concluir, una nota interesante: en la
lista faltaba solamente un nombre.  ¿De
Quién?  Era el nombre del único miembro
en esa comunidad que fue canonizado santo- san Juan Berchmans, S.J.

 
Amigos y hermanos en Jesús – Jesus, nuestro
Hermano mayor y nuestro ejemplo – esforcémonos con todas nuestra fuerzas y
nuestra voluntad, para formar buenos equipos, especialmente en nuestras
familias, imitando a la Sagrada familia y la Santísima Trinidad.  Con san Pablo, vivamos las palabras del
pasaje bíblico – edifiquemos y no derrumbemos: «Alegraos con los que se
alegran; llorar con los que lloran!»  
Unidos con el mismo objetivo y propósito, unidos en el amor del Espíritu
Santo, bajemos las redes para una gran pesca, todos unidos en el amor Sagrado
Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María! 

 

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 12 2013

VIVIR LA CUARESMA


¡La Cuaresma comienza con el Miércoles de
Ceniza!  En la Misa, del Miércoles de
Ceniza, el Evangelio nos presenta pasos prácticos para que la Cuaresma sea un
tiempo fructífero y eficaz en auto conocimiento, amor a Cristo y conversión de
vida.
El pasaje bíblico es tomado del Sermón de la
Montaña.  La iglesia toma dos partes del
capítulo 6 de san Mateo, que son: Mt 6:1-6 y Mt 6: 16-18.  En estos versículos, la Iglesia esboza tres
prácticas específicas que debemos poner en práctica con generosidad.  Porque de ponerlos en práctica, los frutos
recibidos en esta Cuaresma serán abundantes, anhelando que esta Cuaresma sea la
más fructífera, y luego culmine con el triunfo de la Resurrección del Señor el
día de Pascua!  El clave para vivir
intensamente la alegría de Cristo resucitado el día domingo de Pascua es vivir
intensamente la temporada de Cuaresma. 
La Cuaresma es un extraordinario don que la Iglesia nos ofrece cada
año.  O si le parece esta comparación, el
secreto del éxito de una fiesta, ¡es la preparación previa!

De forma concreta y sencilla, Jesús nos
exhorta a emprender tres prácticas específicas. Si se llevan a cabo seriamente
estas tres prácticas, nos conducirán a una verdadera «metanoia» —
¡una verdadera conversión de mente, voluntad, corazón, cuerpo y vida!
¡Generosidad!  La clave es, un corazón
dispuesto y generoso.

Estas tres prácticas específicas son – la
oración, el ayuno y la limosna.  El
propósito de este breve ensayo es presentar cinco sugerencias para cada
práctica (oración, ayuno y limosna), con el deseo que usted acoja por lo menos
una de cada categoría.  Pida al Espíritu
Santo que le ilumine, que ilumine su intelecto y fortalezca su voluntad, para
que elija la mejor práctica, y para que obre con una determina determinación
(santa Teresa de Ávila).  Después de
haberse decidido, presénteselo a su confesor o director espiritual, para que
ratifique y afirme su decisión.  Nuestro
obrar tienen mucho más mérito cuando se hace bajo obediencia. Esto se ve
constantemente en las vidas de los santos, especialmente en el Diario: La Divina Misericordia en mi Alma,
en la persona de santa Faustina Kowalska. 
Jesús mismo dijo: «Prefiero obediencia que sacrificio».  ¡Empecemos!
Oración —   Para animarnos a ser
generosos en la oración, empezamos por meditar una enseñanza sublime de san
Pedro de Alcántara, sobre los frutos de una fuerte vida de oración.  Él dice: 
«En la oración mental, el
alma
se purifica de sus pecados, se alimentada en la caridad, se confirma
en la fe y se fortalece en la esperanza; la mente se expande, los
afectos se intensifican, el corazón se purifica, la verdad se revela; la
tentación
se vense, tristeza se disipa; los facultades son renovados; las
fuerzas que decaen vitalizadas; la tibieza cesa; los escombros de los vicios
desaparecen.  De la oración mental
emanan, como vivo resplandor, los anhelos del cielo que el alma percibe cuando
inflamada con el fuego del amor divino. Sublime es la excelencia de la oración
mental; grandes son sus privilegios; a la oración mental se abre el cielo; a la
oración mental se manifiestan los secretos celestiales y el oído de Dios está
siempre atento.»

Cinco prácticas específicas que
podemos implementar para vivir una Cuaresma de abundante frutos

1.  Meditación diaria de la Palabra de Dios
—   Una y otra vez, los santos, los
Doctores de la Iglesia, y los documentos de la Iglesia nos exhortan a que
leamos y meditemos la Biblia, la Palabra viva de Dios.  San Jerónimo nos recuerda, «Ignorancia
de la Sagrada Escritura es ignorancia de Cristo».  ¡No podemos amar a quien no conocemos!   Haga tiempo para meditar la Palabra de Dios,
encuentre un lugar y tenga buena voluntad. 
María es nuestro ejemplo.  En el
Evangelio de san Lucas, vemos dos veces que María guardaba y meditaba las cosas
en su corazón.  ¡Que María sea nuestro
modelo, guía e inspiración!

2.  Visitas
al Santísimo
—   Jesús anhela tu
amistad.  El Papa Benedicto XVI en su
carta apostólica, «Porta Fidei» (Puerta de la fe) insiste en que
lleguemos a conocer a Jesús de manera íntima y personal – de la misma manera
que dos amigos se visitan con frecuencia y se se llegan a conocer.  Jesús debe ser tu «mejor amigo».  Visitarlo y hablar con Él.  ¡Cuéntale todo lo que está sucediendo en tu
vida!  Tome como ejemplo la película, Marcelino Pan y Vino, y la profunda y
creciente amistad entre el pequeño niño huérfano y Jesús. ¡Usted puede ser el
pequeño «Marcelino»!

3.  Lectio-Divina
—  El Santo Padre Benedicto XVI, en su
Exhortación Apostólica Verbum Domini (sobre La Palabra de Dios), sugiere otra
forma de orar llamada «Lectio Divina».  Él delinea pasos específicos en este
método/proceso.

 a)  Lectio — Lea lentamente, ponga
atención a lo que lee, medite con esta disposición de corazón: «Habla
Señor que tu siervo escucha.»

b)  Meditatio
—  Considere el texto lentamente,
piense con reflexión, guárdelo en su corazón, rumie al palabra (La vaca rumia
cuando mastica su comida, masticando por segunda vez).

c)  Contemplatio
— Use su imaginación al orar.  Imagínese
que está presente a la escena. Los Ejercicios
Espirituales
de san Ignacio denominan esto como «Composición de
Lugar».  ¡Usted está verdaderamente
presente con Jesús en la escena!

d)  Oratio
— Abra su corazón, emprenda un coloquio, un diálogo con Dios sobre el texto.

e)  Accio
— La oración debe conducir a la acción. 
Sois llamado a ser contemplativos en acción, igual que la Santísima
Virgen María, quien meditó la palabra en su corazón y después salió para
compartir a Jesús con santa Isabel y san Juan Bautista.

 f)  Transformacio
— Si en verdad estamos orando bien y uniéndonos con Dios, entonces habrá una
transformación de vida, tanto que, como san Pablo, podremos decir:  «Ya no soy yo quien vive, sino Cristo
quien vive en mí».

4.  El
Santo Sacrificio de la Misa
— En verdad, la oración más sublime y eficaz
en el universo es, el Santo Sacrificio de la Misa, vivida plenamente,
activamente y conscientemente – ¡La Misa culmina cuando se recibe la Sagrada
Comunión, que es el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo!  Ninguna otra oración supera o se puede
compara con la Santa Misa y la Sagrada Comunión.  Por lo tanto, por qué no proponerse durante
la temporada santa de Cuaresma, asistir diariamente a Misa, ¡y traiga consigo a
su familia!; y si no es posible todos los días, por lo menos varios días
durante la semana.  ¡Nunca se arrepentirá
de esta práctica, en el tiempo y la eternidad!

5.  Santo
Rosario
— Nuestra Señora de Fátima se apareció a los niños seis veces en
Fátima.  En cada aparición, pedía que se
rezara el Santo Rosario.  El Beato Papa
Juan Pablo II, en su documento sobre la Virgen María y el Rosario, imploró que
mundo rezara el Rosario, por dos intenciones en particular: La paz del mundo y
la salvación de la familia.  Recuerde las
palabras del sacerdote del Rosario, el P. Patrick Peyton: «» Un mundo
en oración es un mundo en paz» y «La familia que reza unida,
permanece unida.»

En este artículo de tres partes, hemos dado
cinco sugerencias sobre el tema de la oración. 
La oración es indispensable para nuestra santificación, conversión,
perseverancia y nuestra salvación y la del mundo entero. Seamos generosos con
Dios, que Dios es infinitamente más generosa con nosotros!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 12 2013

LA PENITENCIA

¡La penitencia!  La segunda práctica que debemos emprender
generosamente esta Cuaresma, ¡es la penitencia! 
Cuando se une la penitencia a la oración, se produce un poderoso
guerrero de oración.
 

Recuerde cuando en la cima de la montaña, con
vistas a la batalla entre los judíos y los Amalecitas, Moisés elevó sus brazos
en oración.  Cuando dejaba caer sus
brazos, los judíos perdían la batalla; pero cuando Moises elevaba sus brazos
hacia el cielo, ¡los judíos resultaban victoriosos con su capitán Josué!  Moisés hizo dos cosas, oró y sacrificó su
comodidad.  Aunque él necesitó ayuda para

mantener sus brazos en alto, fue un sacrificio generoso.  Su sacrificio resultó en la victoria de los
israelitas sobre sus enemigos.

Sucede a menudo, que nuestra oración es de
poca fuerza, débil, insípida, anémica y sin ningún efecto en nuestra vida, así
como en la vida de otros.  Una de las
razones de esta debilidad e ineficacia en la vida de oración, es la falta de
generosidad en la esfera de la penitencia.

Nuestra Señora de Fatima insistió en oración,
especialmente el Santo Rosario, pero también el sacrificio es importante —
sacrificio es otra forma de decir penitencia.
 

Jesús mismo dijo, que si alguien quiere ser
su discípulo, tendrá que renunciar a sí mismo, tomar su cruz, y seguirlo.  Igual pasó una vez, después de la Transfiguración,
cuando Jesús resolvió una situación tensa, los apóstoles le preguntaron por qué
no habían podido ellos expulsar el espíritu maligno.  Jesús les respondió, que algunos demonios
sólo pueden ser expulsados con la oración y la penitencia (el ayuno).

El ejemplo de Jesús — Jesús no sólo predicó la importancia de la penitencia y el
ayuno, sino también lo vivió.  Jesús pasó
cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, orando y ayunando.  Fortalecido en el espíritu, con la oración y
el ayuno, ¡Jesús venció fácilmente al diablo y sus artimañas!

Por consiguiente, igual que en el escrito
sobre la oración, se presentarán cinco sugerencias concretas para vivir este
llamado a la penitencia, ¡para así vivir la Cuaresma y ganar muchos frutos!

 Formas de penitencia:  ¡Decir »no» a si mismo para así decir
»sí» a Jesús
!
 

1.  Ayunar
del enemigo mortal número uno:  El pecado
! Primeramente y ante todo, en nuestra vida
espiritual, debemos hacer un esfuerzo decidido y debemos tener una determinada
determinación de renunciar al pecado. 
Entre los santos hay muchas 
diferencias, por ejemplo: edad, talentos, temperamento, habilidades,
cultura e idioma.  Sin embargo, todos
tienen una cosa en común: rechazan, con una firme determinación, y de forma total,
el pecado.  El lema de santo Domingo
Sávio era, «Morir antes que pecar.» 
La virgen-mártir Sta. María Goretti vivió verdaderamente este lema,
prefirió morir por 13 puñaladas, que pecar. 
Estos son nuestros modelos y ejemplos — ¡los santos!

 

2.  Custodiar los sentidos — ¡Empezando con
los ojos
!  El proverbio suena verdad,
«¡Los ojos son el espejo del alma!» 
Recordemos al rey David!  En forma
espiral decreciente, avanzó su depravación moral — el adulterio, el asesinato
y su negación de su evidente culpa — todo comenzó cuando dejó que sus ojos
vagaran y se fijaran en una hermosa mujer llamada «Betsabé».  Un sinnúmero de escritores espirituales nos
recuerdan una y otra vez, que guardemos custodia de los ojos.  Siga esta dinámica por favor.  Lo que los ojos ven, se filtra a la mente; de
la mente al corazón; y del corazón pasan a expresarse en la vida como actos o
hechos concretos.  Es decir, «¡El
pensamiento engendra el hecho!» (otro aforismo digno de mencionar)   Esta Cuaresma, ¿por qué fijarse como meta,
«ejercer control sobre los ojos». 
Fijemos nuestros ojos en todo que sea agradable a Dios, y vivamos la
Bienaventuranza: «Dichosos los limpios de corazón porque verán a
Dios». (Mt 5:8)

 

3.  Que
la lengua abstenga — ¡Cuidado con lo que diga
! —   Comience por leer el Libro de Santiago,
capítulo 3.  Es uno de los mejores
capítulos de la Biblia sobre los pecados de la lengua.  Santiago nos advierte, que debemos ser lentos
para hablar y prontos para escuchar. 
También nos recuerda que con la misma lengua que alabamos a Dios,
¡maldecimos a nuestro prójimo!  ¡Esto
claramente no debe ser!  El Doctor
Franciscano de la Iglesia – contemporáneo de Sto. Tomás de Aquino – lo expresó
con estas palabras claras: «¡Debemos abrir la boca para alabar a Dios,
acusarnos a nosotros mismos y para edificar a nuestro prójimo!»   Escojamos esto como nuestro lema esta
Cuaresma y ¡primeramente para el resto de nuestra vida!

 

4. ¡Domar el paladar! —  El Miércoles de Ceniza y Viernes Santo son
días de ayuno obligatorio. Sin embargo, ¡toda la temporada de Cuaresma
es tiempo penitencial! ¡Escudriñe sus hábitos alimenticios!  Si tiende a comer en exceso, entonces la
Cuaresma es tiempo preciso para frenar y vencer al «goloso» que tiene
por dentro!  A consecuencia del pecado
original, la gula es una tendencia dominante. 
Esto significa, que muchos tendemos a comer excesivamente, demasiado
rápido y a menudo comer alimentos que nos gustan pero que no son buenos para
nuestra salud.  Recuerde también, que
nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y es menester mantenerlo fuerte
para el servicio de Dios y la salvación de las almas.  Los atletas frenan sus impulsos, sacrifican y
dominan sus tendencias para alcanzar la victoria en un plano meramente
humano.  Nosotros somos atletas y
soldados de Cristo, luchando por alcanzar el premio de la vida eterna.
¡Emprendamos la batalla y conquistemos nuestra gula y así alcanzaremos y
experimentaremos la verdadera libertad de los hijos e hijas de Dios.

 

5. Obligaciones diarias hechas con pureza
de intención y perfección
: —  Una
vez, Lucia le preguntó a nuestra Señora de Fátima, ¿qué penitencia es más
agradable a Dios?  Nuestra Señora le
respondió, que ofreciera todo como sacrificio, pero que empezara por esforzarse
en hacer sus deberes cotidianos, sus obligaciones diarias de su estado de vida,
con mayor perfección.  La santidad
depende de ello.  La clave de la santidad
de santa Teresita de Lisieux, no era en hacer grandes cosas, sino en hacer
«las cosas ordinarias con extraordinario amor.»  ¡Ahí está! 
¡El secreto de la santidad!  Por
lo tanto, en la Cuaresma, tal vez no tiene que agregar más cosas a su horario,
sino lleve a cabo sus obligaciones diarias — como madre y esposa, esposo y
trabajador, hijo y estudiante — con mayor pureza de intención y mayor
eficiencia.  No olvide, Dios ve el
corazón de cada persona, y le recompensará según lo que ha dado.  San Pablo nos recuerda con la mayor claridad:
«¡Lo que sembremos en este mundo, es lo que cosecharemos en la eternidad!»

CONCLUSION.  Con esto concluye la
segunda parte, en una serie de tres, sobre cómo «Vivir la Cuaresma para
lograr abundantes frutos.»  La
oración es de suma importancia para llegar a una profunda vida espiritual.  Sin embargo, la oración debe caminar mano a
mano con la «penitencia». 
Tenga presente las palabras de uno de las grandes santas modernas, la
Beata Madre Teresa de Calcuta, «¡Hay que dar hasta que duela!»  Como ejemplo supremo y sublime, levantemos
los ojos y contemplemos el amor de Jesús, colgado en una cruz, ¡y que murió por
amor por ti y amor a mí!
 

 

 
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

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