Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Jun 14 2013

SEÑOR, CONCÉDEME SABIDURÍA — ¡Un corazón que discierne!


Cuando Dios escoge a Salomón como rey de Israel, después de su padre el rey David, Salomón le pide a Dios algo. 
No pide riquezas, fama o honores, sino pide sabiduría, pide un corazón que discierne para poder
gobernar a a su pueblo con justicia.



Por medio del sacramento del Bautismo, recibimos los siete
dones del Espíritu Santo: Sabiduría, Ciencia, Entendimiento, Consejo, Piedad, Fortaleza y
Temor de Dios.  La Confirmación confiere la gracia que robustece estos siete dones.  Según santo Tomás de Aquino, el Doctor angélico, la Sabiduría es el mayor de estos dones.

Imitando al rey Salomón, debemos también rogar por una efusión del Espíritu Santo y que en nuestra vida se manifieste en forma
plena, los siete dones, como lo ha sido en forma patente en las vida de los
santos.  El beato Papa Juan XXIII dijo
que los santos son las «obras maestras del Espíritu Santo.» 
Nosotros también somos llamados a ser
«obras maestras del Espíritu Santo.»  Jesús así lo mandó con esta exhortación desafiante: «Sed santos como es santo vuestro Padre
Celestial» (Mt 5:48).
 

En este breve ensayo, se desarrollará el primero y más grande don del Espíritu Santo: el don de Sabiduría.  «Ven Espíritu Santo, llena los
corazones de tus fieles, enciende en ellos el fuego de tu amor
divino».  Señor, ¡sopla sobre nosotros tu Espíritu de sabiduría!

Entre los nombres más hermosos y sublimes dados a
la Santísima Virgen está »Trono de Sabiduría».  Pidamos la poderosa intercesión de María para que ella nos alcance la
sabiduría celestial.  Que la esposa mística del Espíritu Santo, ¡corra a nuestro auxilio!

DEFINICION — Una definición breve y fácil de memorizar de lo que es
Sabiduría es — »Saborear las cosas
de Dios».
  Igual que un niño, que entra a la nevería en un día caluroso, y se sienta y saborea lentamente su barquillo
de nieve de 3 sabores, los que están llenos y enamorados del este
don, gozan y se deleitan con todo lo relacionado a Dios.

Pasajes bíblicos que ilustran el don de
Sabidur
ía…

»Gustad y ved cuán bueno es el
Señor…»   El Sermón en
la Montaña:  »Buscad primero el Reino de Dios, y su
justicia divina, y todo lo demás se os dará por añadidura.»  Y
vemos a los discípulos
en el camino a Emaús quienes dijeron, »¿Qué no ardían nuestros corazones mientras nos explicaba la
palabra de Dios..?» (Lc 24:13-35)

MANIFESTACIONES DEL DON DE SABIDURIA
— Si poseemos los dones del Espíritu Santo, estos dones deben
operar, estar activos y manifestarse en nuestra vida.  Jesús mismo dijo que el árbol se conoce por sus frutos.  Entonces, ¿cuáles son algunos signos visibles que la Sabiduría rige en la vida de una persona?  Por consiguiente, se presentarán manifestaciones de persona verdadera sabia.  Una persona verdaderamente sabia, tiene el
deseo de rezar y no se cansa o se aburre con la oración, más bien tiene hambre y sed de
orar más.  «Como el ciervo anhela las corrientes de
agua, así mi alma te anhela a ti Señor.»  ¡CONOCER MÁS!  La persona tiene un gran deseo de conocer y
crecer en su fe.  En este Año de la fe (11 de octubre 2012 al 24 de noviembre de 2013)
tiene un fuerte anhelo de crecer en su fe. 
Además, la persona manifiesta un
deseo insaciable de beber de la fuente de gracia más abundante: 
asistir, participar y recibir el Santísimo Sacramento del Altar en
la Santa Misa.  No tiene mayor deseo en
el corazón que recibir el Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  El asistir a eventos como congresos
espirituales, retiros, conferencias religiosas, sintonizar programas de radio y
televisión que enriquecen
espiritualmente y el escuchar una homilía, ¡le produce un gran consuelo, paz y alegría en el corazón!



LO OPUESTO DE LA SABIDURIA:
¡LA INSENSATEZ!  En una de las parábolas cortas pero fuertes, Jesús enseña claramente lo que es la
falta de «sabiduría» (Lc 12: 16-21).  ¡Es la parábola del Rico Insensato! 
A causa de la abundante cosecha, se derribaron los graneros y se
construyeron unos más grandes.  La actitud del «rico insensato»
fue: «Ahora ya tengo muchas cosas buenas almacenadas por muchos años, ahora descansaré, comeré, beberé y me daré buena vida.»  
Pero Dios le dijo: «Insensato, esta misma noche vas a morir, ¿y para quién será lo que has amontonado?  
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios”.   Jesús claramente dice que vivir sólo para los placeres pasajeros
de este mundo es el colmo de la insensatez. 
Porque no sabemos ni el día ni la hora, ni la manera en
que el Señor nos llamará de esta vida para ser juzgados y entonces se determinará nuestro destino por toda la eternidad, ya sea la salvación o la condenación.  San Ignacio retó a Francisco Xavier con las
mismas palabras sabias de Jesús: «¿De qué le sirve al hombre ganar el
mundo entero si pierde su alma en el proceso? 
¿Qué puede dar el hombre a cambio de su alma inmortal?

¡Cinco maneras cortas pero
eficaces de cultivar el don de sabidur
ía!







1. EN EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD —  Es necesario meditar sobre lo transitorio, lo
efímero y lo fugaz que es esta
vida para alcanzar la sabiduría.  El salmista concisamente lo expresa así: Nuestra vida es como la flor del campo que se abre en la
mañana y se marchita y muere de
noche!  Una persona sabia tiene sus pies
en la tierra, ¡pero su mirada fija en la
eternidad!

2. EL CIELO — Además, con respecto a la
eternidad, una persona imbuida con el don de sabiduría, constantemente recuerda que su objetivo es el
cielo.  Esto le motiva a usar todos los
medios a su disposición para alcanzar tan noble
objetivo — y este objetivo es nada menos que la unión con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.







3. MORIR ANTES QUE PECAR — ¡A veces nos encontramos con viejos tontos y jóvenes sabios!  Santo
Domingo Savio, que ni quince años de edad tenía cuando murió, estaba lleno de sabiduría a una tierna edad. 
Para su Primer Comunión, antes de que cumpliera ocho
años, su lema era:  ¡Morir antes que pecar!
La verdadera sabiduría es amar lo que Dios ama y
odiar lo que Dios aborrece.  Dios odia sólo una cosa: ¡el pecado!

4. COMPARTIR LA SABIDURIA
— Una persona verdaderamente sabia, no guarda para si misma esta «perla
de valor infinito».  Más bien actúa según la exhortación de san Pablo, ¡lo que gratis has recibido, dadlo gratis !   El sabio comparte su tesoro ¡y ese tesoro es Dios y los tesoros de Dios!  El compartir los tesoros celestiales y la
sabiduría, no lo empobrece sino lo
enriquecido aún más!  Recuerde las
palabras de san Pablo: «Hay más alegría en dar que en recibir».

5.  MARIA TRONO DE SABIDURIA —  Acerquemos a otros a Jesús por medio de la Santísima Virgen María.  ¡EL ENCUENTRO ENTRE DOS SANTOS!   Después de la muerte de santo
Domingo Savio (a la edad de 14 años, 11 meses), el adolescente
se le apareció a san Juan Bosco.  Santo Domingo Savio le dijo que la mayor
alegría que experimentó en su vida fue su amor y devoción a María, y el propagar esta devoción.  Y le dijo, que ¡hiciera lo mismo!  La
verdadera sabiduría se puede alcanzar cultivando
una profunda y tierna devoción a Nuestra Señora, «Trono de Sabiduría».



Como el rey Salomón, roguemos hoy por este gran
don.  »Señor, concédenos sabiduría y un corazón que discierne.» 
Fijemos siempre la mirada en el Señor y estemos radiantes de
alegría.  ¡Esto es la verdadera Sabidurí
a! 
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jun 14 2013

Santidad a través del crecimiento en la oración.

En nuestra búsqueda de la santidad, una de las herramientas más eficaces para alcanzar la santidad de vida, es esforzándose a diario, de forma constante, por crecer en nuestra vida de oración.  Las siguientes son diez sugerencias de cómo crecer en la vida de oración.
1. DESEO Y DETERMINACION — Si deseamos alcanzar alguna meta importante en la vida, cualquiera que sea, una condición indispensable es tener un firmeza en el propósito y determinación.   ¡Esto mismo se debe aplicar a la oración! Una de las cuatro doctoras de la Iglesia, «la Doctora de la oración», santa Teresa de Ávila, afirmó: «Debemos tener una determinada determinación de nunca dejar la oración»

2.  PURIFICACION —  La Palabra de Dios llama a Dios «fuego ardiente o fuego que consume».  Cuando en el templo, Isaías por estar en presencia de un Dios tres veces santo, fue impulsado a  purificarse.  Un ángel vino y con un carbón encendido, tocó sus labios, purificando así al gran profeta de su iniquidad.  Una buena confesión puede purificar nuestra mente, nuestros recuerdos y nuestra voluntad de las escorias del pecado, para poder contemplar el rostro de Dios. «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.» (Mt. 5:8)   El  medio más eficaz de purificación es a través de la Sangre Preciosa de Jesús, que nos purifica cada vez que frecuentamos el sacramento de la Confesión.  ¡Jesús, confío en tu misericordia!
               
3. TIEMPO Y LUGAR — El hombre es un ser de hábitos o costumbres.  Es interesante ver, todos tenemos ciertos hábitos o costumbres, hábitos al levantarse, bañarse y ritmos del ejercicio.  Sin embargo, el hábito más grande y más importante que podemos formar es el hábito de la oración.  Dicho esto, debemos apartar un tiempo y lugar fijo todos los días, y no dejarse llevar por el va y ven de nuestros ¡caprichos o sentimientos!  El mejor lugar para rezar es ante el Santísimo, donde Jesús está verdaderamente presente.  Si es imposible, encuentre un lugar tranquilo donde el ruido no lo distraiga!  Si es posible, fije su tiempo de oración lo más temprano posible. El primer capítulo del Evangelio de san Marcos nos presenta a Jesús levantándose muy de mañana antes del amanecer, absorto en oración —«¡muy de madrugada!»
4.  ¡MENDIGOS ANTE DIOS!  Desde el inicio de su tiempo de oración, pida a María Santísima su poderosa intercesión. Las oraciones de María por usted traspasan los cielos y tocan el corazón mismo de Dios.  Implore al Espíritu Santo por su intercesión.  San Pablo nos recuerda, «No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos inefables, por lo que podemos decir ‘Abba’, Padre (Romanos 8).  No hay peligro de equivocación si acudimos a María y al Espíritu Santo que es el Maestro Interior de la oración.

5.  LA BIBLIA — Sin duda, el libro por excelencia que enciende el fuego de una vida de oración es la Palabra de Dios, la Biblia.  San Jerónimo nos exhorta con estas palabras: »Desconocer la Sagrada Escritura es desconocer a Cristo.»  Los Padres Conciliares y los santos a menudo nos animan a que sondemos las riquezas de la Palabra de Dios. 

6.  JESÚS — El corazón mismo de la Biblia son los cuatro Evangelios — Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Santa Teresa de Ávila dice que contemplar la humanidad de Cristo es uno de los mejores medios de sondear las profundidades de la oración.  San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales insiste que cuando contemplemos la vida de Jesús, debemos pedir la gracia singular de »conocer más íntimamente a Jesús, para amarlo más ardientemente y seguirlo con más fidelidad.»

7.  LECTURA SOBRE LA ORACIÓN  —  Como ayuda suplementaria, se recomienda altamente leer libros sobre la oración.  Estos son tiempos difíciles, pero no ha habido mejor época que ofrece tantas oportunidades de buenos libros sobre la espiritualidad.  Son incontables los libros que tratan sobre la oración, pero el primer lugar lo debería ocupar el Catecismo de la Iglesia Católica, 4a Parte — del 2558 a 2865.  Esta cuarta parte del Catecismo de la Iglesia Católica es una obra maestra sobre la oración.  Toda persona que toma en serio su vida de oración debería conocer esta joya literaria. 

8.  DIRECCIÓN ESPIRITUAL —  En toda rama profesional, es indispensable estar en constante capacitación, orientación, adaptación, corrección y recibir palabras de aliento.  Tanto maestros como doctores, abogados o músicos, escritores o atletas profesionales saben bien que el mejoramiento y crecimiento personal es necesario.  Esta es una ley universal: ¡Si no hay crecimiento, hay estancamiento!  Un remador, en medio de las aguas corredizas, tiene que remar contra corriente, porque de lo contrario las aguas lo arrastran hacia bajo.  Para crecer en la oración, es muy necesario poner empeño, pero sobre todo, la gracia de Dios.  Asimismo, la ayuda de un director espiritual competente puede resultar de gran beneficio.  San Juan de la Cruz lo expresó de esta forma:  »El que se tiene a si mismo como director espiritual, tiene a un tonto como un discípulo.»  Todos tenemos puntos ciegos en nuestra vida espiritual y estamos necesitados de un guía que nos ¡señale estos puntos! 

9.  PENITENCIA —  Jesús dijo que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con oración y ayuno. En una ocasión, cuando iba yo caminando, me acerqué a un pájaro negro (un cuervo).  Algo interesante pasó, ¡el pájaro no emprendió vuelo!  De primero pensé que yo poseía algún carisma Franciscano latente o inactivo!  ¡Pero no fue así!  ¡El pájaro no voló porque tenía un ala quebrada!  Mi reflexión me llevo a esta conclusión: para volar alto en la vida espiritual, ¡necesitamos dos alas!  La oración debe ser fervorosa y constante, pero igual debemos ver de qué forma practicamos alguna penitencia o sacrificio.  Nuestra Señora de Fátima dijo al mundo que orara — de forma especial, el santo Rosario.  Aparte de la oración, Nuestra Señora insistió en que se ofreciera sacrificio para consolar el Sagrado Corazón de Jesús y por la conversión de los pecadores.

10.  RETIROS —  Como forma segura para crecer en la vida de oración, se recomienda altamente un retiro, ya sea por ocho días, un fin de semana o por lo menos un día para dedicarse completamente a la vida interior, a su vida espiritual, y así tener un espacio de tiempo prolongado para rezar. Cuando Jesús vio que sus apóstoles estaban absortos en su trabajo y agotados, les dijo que se apartaran y descansaran por un tiempo.  Esto se puede interpretar en que dejemos nuestra vida sumamente activa y nos demos tiempo para hacer un retiro.  En el mundo moderno, muchos tenemos la tendencia de ser más como »Marta» que »María», ser más »activos» que »contemplativos», estamos fijos en lo »horizontal» que en lo »vertical».  Jesús nos invita con estas tiernas palabras: »Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.  Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.  Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» (Mt 11:28-30)

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 27 2013

Soldados de Cristo, firmes y adelante, camino al cielo

En esta corta vida en la tierra, la finalidad del hombre es
conocer a Dios, amar a Dios y servir a Dios. 
Esta es una verdad clara e inequívoca que enseña el Catecismo de
Baltimore.   


En Principio y Fundamento de los Ejercicios Espirituales, san
Ignacio expresa la misma verdad usando palabras ligeramente distintas: «El
hombre es creado para alabar a Dios, hacer reverencia y servir a Dios, y
mediante esto, salvar su alma.» (Ejercicios Espirituales de san Ignacio de
Loyola, # 23) 
Hoy, muchos viven en una perpetua crisis de identidad, crisis en
que no saben quiénes son, cuál es su destino final y ¡cómo llegar!

La Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium,
quinto capítulo, expresa otro enfoque a este problema existencial y da la
respuesta, y es — la llamada universal a la santidad.  Expresa de forma concreta: Todos somos
llamados a ser santos.   Nada menos que
Jesús enseñó esto en el Sermón de la Montaña (Mt 5: 7)  «Bienaventurados los que tienen hambre y
sed de santidad, porque serán saciados» (Mt 5:6).  Y más adelante Jesús dice: «Sed santos
como es santo vuestro Padre Celestial» (Mt 5:48).

San Pablo, en su carta a los Tesalonicenses, reitera lo mismo:
«Esta es la voluntad de Dios, que se hagan santos, vuestra
santificación.» 
Los santos en forma unánime han vivido y enseñado el llamado a la
santidad.  ¡Y no nos sorprende que en
verdad son santos!



La beata Madre Teresa de Calcuta daba una condición inalterable
para ingresar y formar parte de Las Misioneras de la Caridad — el deseo
ardiente de ser santo.   Con convicción
firme afirmó: «La santidad no es el privilegio de unos pocos, sino el
deber de todos».  Esta es
simplemente otra manera de expresar el mismo concepto de Vaticano II, el
llamado universal a la santidad. 



San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, quien
recientemente fue canonizado, lamentaba sobre las muchas crisis modernas.  Viendo el mundo entero lleno de crisis,
afirmó que la crisis más grande y grave es la ¡falta de santos!





En las distintas clases de Catecismo que imparto, con frecuencia
reto a niños, adolescentes y adultos a que busquen y sigan la santidad de vida
y a que tengan un  anhelo ferviente de
santidad.  Hago esta simple pregunta:
«¿Cuántos quieren ir al cielo?» 
¡Todos alzan la mano inmediatamente! 
Entonces pregunto: «¿Cuántos de ustedes quieren ser
santos?»  Se alzan muy pocas manos,
¡o más bien ninguna!  Desarrollando este
concepto, les señalo que Dios está en el cielo, María está en el cielo, los
ángeles están en el cielo, y los santos están en el cielo.  La conclusión se impone: para llegar al
cielo, todos debemos ser santos — ¡a esta regla no hay excepción!  Por supuesto es necesario mencionar, que la
mayoría de los santos no son santos canonizados sino santos anónimos, sin
embargo son santos. 



Por lo tanto, a partir de hoy, por qué no hacer el firme
propósito: Me esforzaré con todas las fuerzas de mi alma, y con la gracia de
Dios, por ser santo.  Que Nuestra Señora
María Santísima, Reina de todos los ángeles y santos, interceda por mí y me
ayude a ser el santo ¡que Dios me llama que sea!














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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 08 2013

MURMURACIONES ¡Aprendamos a Controlar la lengua!

El chisme es veneno verbal que puede
contaminar y destruir un hogar, un grupo parroquial, una familia, una
asociación, una empresa.  El Santo
Padre, el Papa Francisco, en su reciente corta y conmovedora homilía, nos
advierte sobre el peligro moral de entregarse al chisme.  ¡Dijo que el chisme es «golpear
despiadadamente» a otros!  Es
cierto, ¡moralmente es golear sin piedad! 

»La
mansedumbre tiene muchos enemigos y el primero es el chisme. Cuando uno
prefiere chismear, despellejar a otro, es como darle puñetazos
despiadadamente.  Esto le pasa a todos, y
me incluyo yo, es algo que sucede, pero es una tentación del maligno.  Las habladurías siembran cizaña en las
parroquias, las familias, los vecindarios y entre amigos.  Pero esto no es la vida nueva prometida en el
bautismo, porque cuando el Espíritu Santo desciende, da a luz a una nueva vida
en nuestro interior, nos hace humildes y caritativos.»
(Homilía del Papa Francis, el martes, 9 de abril 2013, Peligros
del chisme). 
Dado que el chisme es tan común y
generalizado, y sin darnos cuenta podemos ser arrastrados por sus aguas
corredizas, todos debemos estar conscientes de su presencia, huir del chisme
como huir de la plaga y animar a otros que ya están inmersos en él, a que huyan
de esta fosa séptica, ¡para así evitar consecuencias eternas!  Dicho esto, ¿cómo podemos alejarnos del
chisme, huir de la plaga del chisme?  Se
presentarán cinco pasos concretos para evitar, vencer y cerrarle el paso al
chisme, para no dejarle entrar en nuestra alma, para que no contamine nuestra
vida. 
Primero, el ESPIRITU SANTO.  Recemos con fervor al Espíritu Santo.  Como vemos en los Evangelios, los Apóstoles
muchas veces cayeron al hablar; esto es especialmente evidente en Simon
Pedro.  Trató de impedir que Jesús vaya a
la cruz; le profesó lealtad hasta la muerte; y luego le negó tres veces.  Falló miserablemente con su lengua.  ¡UNA EXPERIENCIA DE CONVERSIÓN!  No fue hasta después de una novena de nueve
días y el descenso del Espíritu Santo en Pentecostés que Pedro logró la
conversión total de su persona, incluyendo su lengua.  Después de Pentecostés, con la predicación de
su lengua, ¡convirtió a 3000 almas en una sola homilía!  ¡Roguemos al Espíritu Santo que nos ayude a
controlar nuestra lengua! 
Segundo, PENSAR ANTES DE HABLAR!  La impulsividad, el actuar sin reflexión, el
abrir la boca e insertar el pie — es una falta de autocontrol del corazón y
se manifiesta en la falta de autocontrol en el discurso!  Tomás Kempis en Imitación de Cristo, dice, que pocos son los que han lamentado
haber controlado su lengua en el discurso, pero muchos han hablado cuando
hubiesen guardado su lengua! 

Tercero, ¡la REGLA DE ORO EN EL
DISCURSO!  ¿Por qué no intentar aplicar
la famosa Regla de Oro dada por Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a nuestra
forma de hablar.  La Regla de Oro es
simple y fácil de entender: «Cuanto queráis que os hagan los hombres,
hacédselo también vosotros a ellos.» 
Ahora aplique esto a su discurso: «Cuanto queráis que digan los
hombres de ti, decid de ellos».  No
nos gustaría escuchar que alguien habla a nuestras espaldas y nos critica,
hablando mal de nosotros, señalando nuestras faltas y exagerándolas.  Que la afirmación de san Buenaventura sea
nuestra regla en el discurso: «Debemos abrir la boca en tres ocasiones:
para alabar a Dios, para acusarnos a nosotros mismos y para edificar a nuestro
prójimo.»  Si seguimos estos
principios, emprenderemos el camino de santidad en nuestro discurso.  

Cuarto, LEA LA CARTA DE SANTIAGO CAPITULO
3!!!  La Carta de Santiago capítulo tres,
¡es probablemente el mejor capítulo en toda la Biblia sobre los pecados de la
lengua!  ¡Léalo!  Es muy claro y preciso.  El Apóstol Santiago dice que debemos ser
lentos para hablar y prontos para escuchar. 
Nos hace una severa advertencia, que la lengua es como una chispa de
fuego — aunque muy pequeña puede causar daños irreparables.  ¿Con qué frecuencia empieza un devastador
incendio forestal con la más pequeña chispa, cerillo, o un pequeño
cigarrillo.  Con algo tan pequeño como es
una chispa, una gran conflagración, un enorme incendio forestal se extiende,
devorando terreno, quemando casas, devastando ciudades y pueblos y vidas
inocentes.  Santiago dice que el hombre
puede domar a todo tipo de animal, ¡pero no puede domar la lengua! 

Quinto, JESUS EUCARISTIA Y MARIA.   Por último, pero no menos importante, para
poder controlar la lengua, debemos recurrir a Jesús y a María.  Jesús y María, nunca pronunciaron palabras
que fueran ofensivas o desagradables a Dios o a sus prójimos! Siempre con un
autodominio en todos los aspectos, sus palabras siempre fueron para servir y
alabar a Dios Todopoderoso, y para la santificación y salvación de los hombres.
(Principio y Fundación de san Ignacio de Loyola).  La Santa Comunión nos ayudara y nos hará
recordar que debemos controlar la lengua y evitar el chisme en todas sus
formas.  ¿Dónde es que recibimos la
Sagrada Comunión, que es el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor y
Salvador Jesucristo?  ¡En la lengua!  La lengua se convierte en el trono del Rey de
reyes y Señor de señores.  Por lo tanto,
nada indigno, feo o perjudicial debe de salir de la misma lengua que recibe a
Dios mismo.  Recuerde también que Jesús
dijo que seremos juzgados sobre toda palabra que sale de nuestra boca; Jesús
también dijo que de la abundancia del corazón habla la boca.  Que el Jesús Eucarístico nos conceda la
gracia de controlar nuestro corazón y nuestras palabras, para que nuestro
juicio no termine en condenación sino salvación.  Que Nuestra Señora, quien alabó a Dios con
todo su ser, su cuerpo, su mente, su alma y sus palabra, nos inspire a que
seamos un cántico viviente, alabando a Dios con nuestras vidas y nuestras
palabras.  María dijo, »Proclama mi alma
la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador..»  Que las oraciones y la presencia de Nuestra
Señora nos inspire a huir de toda murmuración, y a que utilicemos nuestra
lengua para alabar al Dios Trino, y para ser instrumentos de santificación y
salvación para nuestros hermanos!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 07 2013

Pescador de Hombres

He aquí una serie de meditaciones y
contemplaciones sobre uno de los capítulos más cautivadores, inspiradores y
desafiantes en el Nuevo Testamento: ¡Juan capítulo 21!  La palabra de Dios es como una espada de
doble filo que separa médula de los huesos. 
La palabra de Dios consuela y conforta, reprende y corrige, ilumina y
motiva.  Jesús al diablo respondió:
«El hombre no sólo vive del pan, sino de toda palabra que sale de la boca
de Dios» (Mt. 4:4).  Que cada día
aumente nuestra hambre y sed por el «¡Pan de la Palabra de Dios!» 
1. ¡Pesca!  Algunos de los apóstoles eran pescadores de
profesión.  Pedro en vez de entregarse al
ocio, la vagancia y la pereza, trabajaba arduamente!  Es bueno trabajar.  El libro del Génesis dice que debemos ganar
el pan con el sudor de la frente.  Porque
¡la ociosidad es el taller del diablo! 
Muchos de nuestros pecados los cometemos por nuestra inactividad, por
estar en un estado de inercia…  San
Juan Bosco decía — En la temporada de vacaciones, el diablo cosecha la
tierra.  ¿Por qué?  Los jóvenes tienen demasiado tiempo libre.  Si no tienen nada que hacer, el diablo les da
mucho que hacer.  La experiencia
demuestra esta verdad: Si no tenemos nada que hacer, el diablo nos dará mucho
que hacer! 

2. Nada — No pescaron nada.  ¿Por qué? 
Ellos eran expertos pescadores; conocían el lago y pescaban de noche que
era justo la hora de pescar!  La razón es
obvia –Jesús no estaba en el barco con ellos. 
Esto es símbolo del pecado mortal. 
Otro pasaje paralelo es el de la vid y los sarmientos (Jn 15).  La rama separada de la vid, se seca y muere y
será echada al fuego.  Si no estamos
unidos a Jesús, como la rama separada de la vid, y viviendo en pecado mortal,
entonces no habrá ningún fruto espiritual. 
  
3. Un Desconocido en la orilla del mar
—  María Magdalena no reconoció a
Jesús.  Los discípulos en el camino a
Emaús no reconocieron a Jesús.  De nuevo,
Jesús se encuentra en la orilla del mar, muy de mañana, los ve y se preocupa
por ellos, pero ellos no lo reconocen. 
¿Con qué frecuencia nosotros no lo reconocemos?  Con qué frecuencia vemos en las narraciones del
Evangelio que no reconocen a Jesús.  Uno
de los problemas más grandes en la Iglesia Católica hoy día, es que los
católicos – aproximadamente 75% en los Estados Unidos—no reconocen a Jesús en
la Eucaristía. Lo mismo pasa hoy como pasó en Juan capítulo 6 en el »Discurso
del Pan de Vida», cuando muchos dejaron a Jesús.  Muchos católicos no reciben la Santa
Eucaristía; incluso no van a la Santa Misa. 
Vemos que Judas estaba presente y se hace una profecía de él, que era un
diablo.  Y así pasó, cuando Judas se
levantó y salió de la Última Cena; él salió corriendo de la Misa. 

4.  La
hora
: temprano — El Sol naciente — Jesús es el «el Sol
que nace».  Debemos despertarnos
temprano para rezar, para encontrarnos con Jesús, y no dejar que el diablo de
la pereza nos ate a la cama! 

5.  ¡Obediencia!   En obediencia a Jesús, lanzaron las redes al
otro lado del barco.  ¡Y que gran
pesca!  Si obedecemos a Jesús, al Papa, a
la Iglesia y los Mandamientos, Dios dará éxito al trabajo de nuestras manos.
«Señor, da éxito a la labor de nuestras manos».

6.  ¡Abundancia!  ¡Pescaron 153 grandes peces!!!  Todo lo que hace Jesús, como en las Bodas de
Caná, resulta ser siempre lo «mejor». 
Si dejamos que Jesús obre, ¡todo resultará perfecto!

7. «Trabajar en equipo«.   Pedro no pudo haber jalado tan grande pesca
solo; necesitaba de la ayuda de sus compañeros; porque pescó 153 enormes
peces.  Las familias, las parroquias y
los grupos parroquiales, deben aprender la importancia de trabajar en
equipo.  La unidad hace la fuerza.  La fuerza de la cadena depende del eslabón
más débil; si la cadena de hierro tiene un eslabón de cartón, con un simple
tirón se romperá!  ¿Cuáles son los
típicos enemigos?  Los celos, la envidia,
la rivalidad, la competencia despiadada y por supuesto, el orgullo es la raíz
de todo pecado — esto puede destrozar cualquier grupo.  Con san Pablo, deberíamos alegrarnos con los
que gozan, y llorar con los que lloran. 
Somos del mismo equipo, ¡no somos rivales! 

8.  Juan:
Ojos de místico, ojos de águila! 
Él fue el que vio a Jesús primero. ¿Por qué?  Era el discípulo amado, recostó su cabeza
sobre el Sagrado Corazón de Jesús en la Última Cena, estuvo al pie de la cruz,
cuidó de María y era el discípulo puro y virgen — mucho material para meditar.

9. Pedro nada —  Pedro se zambulló y con entusiasmo nadó los
100 metros!  Se estaba preparando para
los próximos juegos Olímpicos de natación en Galilea, ¡los 100 metros!  ¡ENTUSIASMO! 
Debemos estar listos y  dispuestos
para saltar en el agua fría para encontrarnos con Jesús.  Como católicos, debemos tener entusiasmo —
como tienen entusiasmo los pentecostales y cristianos renacidos.  ¡Hay demasiados católicos inútiles!
10.  ¡Modestia!  Pedro se ciñe.  Se debe practicar la modestia en la iglesia
ante Jesús y en todo momento.  ¿Por
qué?  ¡Somos embajadores y representantes
de Cristo en todo momento!  El guardián
de la virtud de la castidad es la modestia (CIC). 

11. La ternura y cuidado de Jesús —
Jesús sabía que tenían hambre, y les prepara un desayuno de pan y pescado.  ¡Jesús es el Pan de vida!  En el Padre Nuestro rezamos: «Danos hoy
nuestro pan de cada día…»  Hay
tres interpretaciones para «el pan de cada día».  Pedimos que Dios nos provee para nuestras
necesidades físicas, mentales y más importante, ¡las necesidades del alma! 

12.  ¡Gozo!  Todos estaban llenos de alegría por estar en
la presencia de Jesús.  ¡Porque Jesús es
la razón de nuestra alegría!  Con el
dinero se puede comprar el placer, pero la verdadera alegría es fruto del
Espíritu Santo y viene de Dios.  En
verdad es «Jesús resucitado» que vino a traernos vida, y vida en
abundancia. 

13. El paseo por la orilla del mar —
Jesús hablaba y caminaba con Simón Pedro. 
Esta es una descripción de lo que es la oración — hablando con el
Señor.   ¿Por qué no emprender un paseo
con Jesús a la orilla del mar de tu vida y hablar con Él.  Háblale de todo lo que está sucediendo en tu
vida porque Él realmente él cuida de ti. 

14. La triple pregunta sobre
el amor
— Jesús le preguntó a Pedro tres veces si le amaba.  Le preguntó «tres» veces porque
Pedro le había negado tres veces.  Fue
como un experiencia en el confesionario en donde Jesús «sacerdote»
daba a Pedro su penitencia — justa en proporción y clase perfecta — para
reparar por su pecado.  Una buena
penitencia debe ser proporcional, práctica, medicinal y pedagógica. 

15. Dolor  — ¡Le dolió a Pedro!  Hacemos penitencia para reparar por nuestro
pecados, y esto nos causa alguna especie de dolor.  Si lo aceptamos voluntariamente, el
dolor  nos purifica como el oro en el
fuego, nos santifica y nos hace más semejantes a Cristo que sufrió en la cruz
por nosotros.

16. Apacienta mis ovejas/corderos
— Jesús no sólo perdona a Pedro, sino también lo comisiona.  Jesús le llama para que deje su oficio de
pescador de peces y se convierta en un verdadero «pescador de
hombres».  ¡Pedro fue llamado a ser
el primer Papa!   ¡La misericordia del
Sagrado Corazón de Jesús no tiene límites! 

17. La muerte — Jesús también hace la
profecía sobre el tipo de muerte por la cual Pedro glorificaría a Jesús — la
crucifixión.  Más tarde Pedro sería
crucificado boca abajo. 

18. La conversión de Pedro (3) — 1)
Después de la triple negación, Pedro ve los ojos de Cristo;  2) La triple afirmación de amor de Pedro a
Jesús a la orilla del lago de Galilea (Jn 21); 3) Pentecostés, la venida del
Espíritu Santo (Hechos 2).  Nuestra
conversión quizás tenga aspectos similares. 
Debemos contemplar la mirada amorosa de Jesús e igual mirar con atención
los ojos de Jesús; decirle que lo amamos de forma total y pedir una efusión del
Espíritu Santo.

19 ¡Sígueme!  Estos palabras desafiantes que Jesús dirigió
a Pedro también están dirigidas a mi y a ti. 
¿De qué forma específica y concreta crees que Jesús quiere que le sigas
hoy?   ¿Cuál podría ser el mayor
obstáculo para seguir a Jesús en este momento? ¿Cuál es tu mayor obstáculo?
20. De pescadores a »pescadores de
hombres»
—  Siguiendo con la
meditación anterior en donde Jesús dice «sígueme», ¿qué obra
apostólica y dónde podrías ejercer esto? 
¿En el apostolado de la familia? 
¿Qué puedo hacer para evangelizar en mi familia?  ¿En el trabajo?  ¿Hay un compañero en el trabajo o colega que
Dios me inspira traer al Él?  ¿Algún
miembro de la familia que se ha distanciado? 
¿Quizás hay un primo o un tío que traerle al Señor? ¿Un amigo? ¿Tal vez
se está tambaleando y necesita que lo motives? 

21. Maria es la Reina de los Apóstoles
(Pentecostés)
— Entre los hermosos títulos dados a la Santísima Virgen
María está «Reina de los Apóstoles». 
María estuvo presente en la primera novena de Pentecostés, a lo largo de
nueve días.  Ella oró, ayunó y esperó
pacientemente por la venida del Espíritu Santo. 
¡Y el Espíritu Santo vino!  El
viento, un terremoto, y fuego — estos tres fenómenos naturales abrieron el
paso a la presencia del Espíritu Santo, transformando a hombres débiles y
temerosos en soldados valientes de Cristo. 
Todos ellos, a excepción de san Juan, derramaron su sangre por Cristo en
el martirio. 
 
Conclusión — 
Lea de forma orante, el último capítulo del Evangelio – ¡Juan 21!  Permita que el Espíritu Santo le
inspire.  Use estos puntos como punto de
partida en su meditación, y sondee el océano infinito del espíritu de Dios.  »Habla Señor que tu siervo escucha.»  »¡He aquí que estoy Señor, vengo a hacer tu
voluntad!»
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

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