En el quinto capítulo del Evangelio de san Lucas, Jesús se encuentra en su labor apostólica predicando la Palabra de Dios.  Los Apóstoles pescaban sin éxito.  Jesús entonces le pide a Pedro que le permita entrar al barco.  Jesús sigue predicando desde la barca de Pedro y cuando acaba, le manda tirar las redes para la pesca.  Toda la noche Pedro había estado pescando sin éxito y aunque no pensaba pescar nada en ese momento y ese lugar, obedece a Jesús y tira la redes.  Cuán grande fue el resultado que Pedro llamó a sus compañeros para que le ayudarán a jalar la abundante pesca.  ¿Por qué pescó tanto?  Porque Jesús estaba en la barca y porque había obedecido la Palabras de Jesús.

Igual que Pedro, tu y yo somos llamados de ser pescadores.  Jesús dijo, »Serás pescadores de hombres.»  Y esto es la finalidad de la vida apostólica — pescar hombres; tirar las redes y salvar almas.

Por consiguiente, presentaremos quince cosas concretas que podemos hacer para ser »pescadores de hombres»,verdaderos apóstoles que colaboran con Jesús para salvar almas para el Reino de Dios.  Lea y medite estas sugerencias.  Vea cuál le inspira el Espíritu Santo a llevar a cabo, comuníqueselo a su director espiritual y tire las redes!

1.  ORACIÓN EN FAMILIA.  ¡Anime a su familia a bendecir los alimentos antes de comer!

2.  ROSARIO EN FAMILIA.  »La familia que reza unida permanece unida.»

3.  IMÁGENES RELIGIOSAS.  Reemplace imágenes mundanas (como un calendario o almanaque) con imágenes de Jesús, María, los ángeles y los santos.

4.  ENTRONICE.  Entronice la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, el Inmaculado Corazón de María y la Divina Misericordia en su hogar.  Que Jesús reine en su hogar y María sea su Reina.

5.  BIBLIA. Entronice la Biblia en un lugar prominente, colocándolo en medio de dos veladoras.   Pero procure que nos sea sólo un adorno sino léalo y medítelo.  Cuan cierto es el dicho:  »Aquel cuya Biblia se esté desbaratando no tendrá una vida que se está desbaratando.»

6.  BIBLIOTECA/COLECCIÓN DE LIBROS RELIGIOSOS.  Tenga una biblioteca con buenos libros:  la Biblia, la vida de los santos, manual de examen de conciencia, los escritos de los papas, los escritos de los Doctores de la Iglesia y buenas revistas y diarios católicos.  Un alma se puede salvar leyendo un buen libro! (Como es el ejemplo de san Ignacio)

7.  COLECCIÓN DE VIDEOS.  Debemos mantenernos al día.  En los últimos diez a quince años, Ignatius Press ha hecho un trabajo maravilloso no sólo publicando buenos libros católicos sino sacando al mercado muy buenas películas en video y en dvd, como lo son la vida de los santos.  Vale mencionar la vida de san Juan Bosco, Padre Pío, Bakhita, Madre Teresa de Calcuta, Molokai y el P. Damián, santa Rita de Cascia, san Agustín y los Papas: el Papa Juan XXIII, Papa Pablo VI, Papa Juan Pablo I y por supuesto, el beato Papa Juan Pablo II — estos son sólo algunos cuantos de los numerosos que hay.

8.  ¡NOCHE DE CINE!  Estos vídeos no son sólo para agarrar polvo.  Organice una noche de familia cada semana, compre pizza, vean la película de la vida de un santo e y al final platíquen sobre lo que vieron.  Esto podría ser un medio muy eficaz de evangelizar a su familia usando los nuevos medios de comunicación.  ¡Hágalo!

9.  CONFESIÓN MENSUALMENTE.  Que el padre de familia organice y lleve a todos a confesarse cada mes.  ¡Y que todos vayan!  ¿Por qué?  Todos somos pecadores, ¡menos Jesús y María!  Que mamá y papá pasen primero para dar el buen ejemplo a sus hijos.  El ejemplo arrastra.  

10.  APOSTOLADO EN LA FAMILIA.  ¿Por qué no hacer algún apostolado en familia?   ¡Las opciones son muchas!  Puede caminar en frente de una clínica de aborto rezando el Santo Rosario por los niños no nacidos.  Este apostolado dejará una huella indeleble en sus hijos.  Que nuestra vida contemplativa se desborde a nuestra vida activa y nuestro apostolado.

11.  APÓSTOL MARIANO.  Antes que nada, sea fiel y fervoroso en su rezo diario del Rosario.  Ahora, en el ámbito apostólico trate de que otros recen el Rosario.  Empiece con su propia familia que es la »Iglesia doméstica».  Anime el rezo del Rosario en su parroquia y promuévalo cada vez que la situación se presente.

12.  REZO DEL ROSARIO EN LA COMUNIDAD.  Organice a otras familias a rezar el Rosario para que cada semana se turne una familia.  Arregle un altar con una imagen de María, con veladoras y los rosarios en un canasta.  Prenda la veladora y que comience la oración.  Tenga también folletos y rosarios para regalar.

13.  NOVENARIO DE ROSARIOS.  Cuando alguien fallezca, es tiempo oportuno de rezar.  Rece con no creyentes y con católicos que se han distanciado del rebaño — el número supera millones — son vulnerables y se abren a la oración para pedir por sus seres queridos.  Incluso puede visitar esa casa y rezar el Rosario por nueve días consecutivos.  Esto puede fortalecer la fe de aquellos que ya tienen fe y a los que están débiles en su fe a recuperarla.

14.  APÓSTOL DEL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN.  El Papa Pío XII dijo: »El pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado.»  El llamado es urgente, la conciencia de los creyentes se debe formar.  No hay mejor forma de hacerlo que invitarlos a hacer una confesión sacramental.  Tenga a la mano un Boletín de la Iglesia para regalar.  Consiga quizás un buen manual de Examen de Conciencia.  Si gusta, he escrito un Nuevo Manuel de Examen de Conciencia y esta disponible gratuitamente en el internet en FrEdBroomblogitospot.com.  Con que frecuencia sucede que muchos al repasar un examen de conciencia detallado dicen »Yo no sabia que eso era pecado…»  ¿Y por que es esto?  Por que hoy en día hay una carencia en cuanto a la formación de la conciencia.  La Escritura nos dice que en el tiempo de Jonas la gente no sabia distinguir entre su mano izquierda y su mano derecha.  Igual hoy, muchos no saben distinguir entre su mano izquierda y su derecha respecto a la vida espiritual.  Seamos entonces un apóstoles del sacramento de la Confesión.

15.  APÓSTOL DE LA DIVINA MISERICORDIA.  Jesús nos comunicó mediante su »Apóstol de la Divina Misericordia», santa Faustina Kowalska, que Su más grande atributo es su infinita misericordia.  El beato Papa Juan Pablo II reitera este mismo concepto cristiano en su encíclica Dives Misericordia — Dios es rico en misericordia.  Quizás usted esté llamado a ser apóstol de la misericordia.  ¿Cómo?  ¡Lea el diario de santa Faustina y vívalo!  Una forma concreta de ser apóstol es animar y alentar a otros a que recen al coronilla de la Divina Misericordia a las 3 de la tarde, la hora de la misericordia.  Pero igual se podría rezar la coronilla a cualquier hora.  Pero hay una hora especial y un lugar especial de promover esta hermosa practica de la Divina Misericordia.  Es al lado del lecho de muerte de un moribundo lecho de muerte, antes de encontrarse con Jesucristo nuestro Salvador y Redentor.  Cargue consigo estampas de la Divina Misericordia y repártalas para que los que estén alrededor del moribundo puedan rezar.  Jesús hizo esta maravillosa promesa, el alma de esa persona por morir alcanzará la misericordia de Dios y la salvación eterna cuando se rece la Coronilla de la Divina Misericordia.  ¡Sea entonces Apóstol de la Divina Misericordia!  ¡Qué forma tan excelente de expresar celo apostólico!

Cuentan las crónicas que, cuando San Ignacio envió a San Francisco Javier al Oriente a salvar almas, le dijo: “¡Id, inflamad todas las cosas!”  Estos dos gran amigos no se volverían a ver hasta el día que se reencontraran en el cielo!

Los santos tienen dos cualidades (como una arma de doble filo):  un amor ardiente a Dios que les consumía y hambre y sed insaciable por la salvación de las almas.

El P. John Hardon, S.J. afirma que el Sacramento de confirmación es una llamada ardiente al apostolado.  Al recibir una efusión del Espíritu Santo, ¡una pasión ardiente de amor a Dios y la salvación de las almas nos debiera consumir!

San Alberto Hurtado, sacerdote Jesuita, chileno y santo moderno, amó a Dios y las almas hasta el punto de una entrega y agotamiento total.  Una de las frases retadoras que decía era: »Hay dos lugares para descansar, el cementerio y el cielo.»  En una ocasión un amigo suyo pensaba que se le estaba pasando la mano, que estaba trabajando demasiado, otro santo Jesuita, San Pedro Canisio le replicó: »Tendremos toda la eternidad para descansar, ahora es tiempo de trabajar.» 

¿Qué motivaba a estos santos?  Un amor ardiente a Dios les motivaba al igual que el perfecto conociemiento del valor de una sola alma inmortal.  Santo Tomás de Aquino lo afirmó: »Una sola alma inmortal vale más que todo conjunto de la creación.»  Y si eso fuera poco para motivarnos en celo apostólico, pensemos en la Preciosa Sangre de Jesús.  Cada gota de la Sangre Preciosa que Jesús derramó el Viernes Santo en el Calvario la derramó por la salvación de todas las almas y en particular por ¡mi alma y tu alma!

San Pedro afirma: »Habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo» (1 Pe 1, 18-19)

En la oficina de san Juan Bosco se encontraba escrito sobre la pared en latín.  Decía: »Dame almas y quítame todo lo demás.»  Esto fue el lema que motivó la vida de este gran santo quien trabajo incansablemente para salvar a tantos jóvenes cuya salvación corría peligro.

San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales, nos conduce primero en un ejercicio sobre el pecado, estas meditaciones culminan con la Confesión General y la contemplación del »Llamamiento del Rey temporal».  En esta meditación, pedimos la gracia de no ser sordos a su llamamiento.  Esta contemplación Ignaciana es para infundir en nosotros una hambre insaciable y celo por la salvación de las almas. 

El Doctor místico de la Iglesia, san Juan de la cruz, dijo que el celo apostólico es manifestación de una caridad autentica porque cuando se ama a Dios también se ama lo que Dios ama.  ¿Qué es lo que Dios más ama en toda su creación?  Sin lugar a dudas, ¡la salvación de las almas!

Si el testimonio de estos santos fuese poco para prender en vuestro corazón el fuego del amor y celo por las almas, que las palabras de Jesús nuestro Salvador, Dios y Señor le mueva!  Veamos estos tres versículos alentadores: «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?  Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?»  Estas palabras se las repetía san Ignacio a san Francisco Xavier para llegar a su corazón y moverlo a la conversión.  También Nuestro Señor dijo: «He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!»  Ahora, en este tercer versículo, Jesús nos da un ejemplo de la naturaleza y nos desafía a vencer la pereza y a que despertemos de la autocomplacencia. «La mies es abundante y los obreros son pocos, rogad pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Lc 10, 1-12)

El arzobispo Fulton J. Sheen, predicaba una vez sobre Jesucristo nuestro Salvador y Señor y dijo que Jesús era el más grande de todos los maestros.  Pero su misión principal y fundamental y la razón de su venida a la tierra fue para ser nuestro ¡SALVADOR!!!!

Jesús fue concebido en el vientre purísimo de María, nació, vivió, sufrió y murió en la cruz para salvar a la humanidad, y en forma más específica, a ti y a mí de las garras del diablo, de la esclavitud del pecado y del fuego del infierno.  Es por esto que su Nombre, que fue dado por el arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María en la Anunciación fue JESÚS.  ¿Por qué?  »Porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.» (Lc 1, 31)

Tengamos siempre el más grande respeto por el Nombre que está por encima de todo nombre:  ¡JESÚS!  ‘‘Al Nombre de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.» (Flp 2,10)

CONCLUSIÓN:  En su oración, ofrezca esta reflexión a Jesús y al Espíritu Santo.  Pregúntese, ¿en verdad amo a Dios?  Si lo amo, ¿le demuestro mi amor con hechos?  ¿Tengo un celo ardiente como los amigos de Dios, los santos?  ¿En mi corazón arde la pasión que me consume para oír la voz de Cristo Rey y para trabajar arduamente con Él por la salvación de las almas?  Medite sobre esto.  Pida a María Santísima, la Reina de los apóstoles, quien con celo llevó a Jesús en su vientre a santa Isabel y Juan Bautista, para que prenda en su corazón un fuego insaciable y celo.   “Id, inflamad todas las cosas”

Como seguidores de Cristo siempre estamos llamados a dar el buen ejemplo y evitar todo escándalo — evitar dar mal ejemplo.  Jesús dijo de forma clara y fuerte cual era el castigo para quien pongan una piedra de tropiezo a los pequeños. Es el proverbial »¡Premio Piedra de Molino!»  Imagine una enorme rueda de concreto que pesa cientos de kilos.  Imagínese ahora que se le obliga embarcar un gran buque.  Una vez en el barco, navegan mar adentro y le colocan una enorme piedra alrededor de su cuello.  Con esta piedra alrededor de su cuello, sucede lo inimaginable, le tiran al mar con todo y piedra para que se hunda en las profundidades del mar.  No hay escape, se hunde, se ahoga, no hay esperanzas.  De todo premio que pudiésemos ganar, el menos deseado es el premio Piedra de Molino.  Jesús usa fuertes palabras para hacernos pensar de la gravedad de causar daño a quien Él ama con especial amor, los niños inocentes.

Dicho esto, examinemos nuestra vida con la mayor honestidad posible y reconozcamos las cosas que hemos hecho que pudiesen haber causado daño a los pequeños.  Recemos y ofrezcamos actos de reparación y penitencia por el daño que hemos causado y a partir de hoy hagamos todo lo que está en nuestro alcance para ser ese faro de luz resplandeciente por nuestro buen ejemplo.  Jesús dijo que Él es la luz del mundo; pero también dijo que nosotros somos la luz del mundo.  Que la luz de nuestro buen ejemplo brille para todos y de gloria a Nuestro Padre Celestial!

1.  »MENTIRA PIADOSA».  Con qué regularidad sucede que recibimos llamadas telefónicas en el momento más inoportuno.  Y tristemente los padres le dicen a sus hijos: »¡Dile que no estoy!»  Claro que no es el peor pecado del mundo, pero mentir sigue siendo pecado.  Jesús nos recuerda que quien es fiel en lo pequeño, ¡también lo será en lo grande!»

2.  FALTAR A MISA.  Quizás los padres de familia ignoran el tremendo escándalo que dan a sus hijos- el malísimo ejemplo – al faltar a Misa.  Con qué frivolidad dejan de asistir a la Misa dominical por razones meramente sociales e insignificantes, colocando a sus amistades por encima de Dios.  Eso es idolatría en su máxima expresión.  Porque idolatría es colocar a personas, lugar o cosas por encima de Dios.  Cuando se hace costumbre faltar a Misa, los padres están enseñando a sus hijos que la Misa no es importante y que otras actividades ocupan un lugar más importante.  A estos padres no les debe sorprender que cuando sus hijos lleguen a la edad de la adolescencia, se revelen y no quieran ir a Misa.  No asistir a la Santa Misa es sembrar cizaña en el corazón de los hijos y sólo cosecharan maleza en la adolescencia. Y es más, con la avalancha de hormonas, presiones sociales, moderna secularización militante y ateísmo desenfrenado, ¿cómo podrán salir indemne los jóvenes de este ambiente moderno que busca acabar con Dios?

3.  BROMAS DE MAL GUSTO / MALAS PALABRAS.  Jesús dice que el día del juicio seremos juzgados sobre cada palabra que pronunciamos.  Debemos ser lentos para hablar y prontos para escuchar.  Jesús también nos dice que nuestro sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio.  ¡Nuestras palabras perduran!  San Juan Bosco tristemente recordaba que cuando era niño escuchó que un hombre ya grande contó una historia de muy mal gusto.  Habían pasado años y Juan Bosco ya era sacerdote, pero no podía borrar esa mancha de su memoria!  Nuestros actos tienen consecuencias!

4.  MALOS PROGRAMAS DE TELEVISIÓN.  Hoy en día es tan común que los padres de familia permiten que sus hijos vean cualquier cosa en la televisión.  O incluso sucede que los padres acompañan a sus hijos al cine a ver películas con escenas impuras.  Los padres están dando escándalo, están permitiendo que sus hijos vean eso que es pecaminoso.  Usemos este criterio, preguntese usted:  ¿Jesús, María y José aprobarían que yo vea esto?  ?Se sentaría la Sagrada Familia a ver esto conmigo?  Si en verdad somos seguidores de Cristo, debemos ser contra culturales, debemos nadar contra la corriente del mundo.

5.  ¡CAMBIARSE LA EDAD PARA PAGAR MENOS!  Quizás usted ha ido a un parque de diversiones o al zoológico en donde el costo del boleto de entrada varia según la edad.  Y como su hijo aparenta menos edad, usted le miente a la cajera en frente de su hijo sólo para conseguir pagar menos.  ¡Esto también es un escándalo!  Cuando este niño crezca y tenga sus propios »pequeñitos» se acordará con qué facilidad sus padres mentían para ahorrarse un quinto.  Sin embargo, ¡cuánto tiempo más no pasaran en el purgatorio!

6.  LA INMODESTIA EN EL VESTIR.  Quizás haya madres que visten vestidos inmodestos que cubren poco, dándole así el ejemplo a sus hijas para que cuando ellas crezcan vistan de la misma manera.  El mensaje que dan a sus hijas es: »Hay que vestirnos según la moda, hay que estar al día.»  Esta actitud sin embargo podría poner en peligro la salvación eterna de madre e hija.  ¡Piénselo y medítelo dos veces!  

7.  EMBRIAGARSE EN LA CELEBRACIÓN DEL DÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS O NAVIDAD. En estos días festivos de Acción de Gracias y Navidad es muy común pasarse de copas, ponerse agresivo o peor aún manejar en estado de ebriedad con los niños en el carro.  Esto también es dar escándalo a sus hijos.  Pero peor aún sería tener un accidente automovilístico y matar a inocentes.  ¡Beber y conducir es una amenaza para todos!

8.  HABLAR MAL DE LA IGLESIA.  Aunque la Iglesia esté pasando por tiempos dificiles y ha estado pasando por tiempos dificiles por los últimos 2000 años, criticar al Papa, los obispos, los sacerdotes no es forma de edificar a los niños, más bien es animarlos a que le den la espalda a la Iglesia.  En vez de hablar mal por que no reza y hace ayuno por la iglesia y hágase santo usted!  Que nuestras palabras siempre sirvan para edificar en vez de destruir!

9.  MALOS POSTERS.  La familia está llamada a ser la »Iglesia doméstica».  Es decir, todo en el ambiente familiar debe reflejar la presencia de Jesús, María y José.  Colocar almanaques sugestivos o otras imágenes sugestivas es dar escándalo a los niños que los ven de día y noche.  Estas imágenes se graban en las mentes de los pequeños.  También es malo tener malas revistas en casa.  La basura pertenece en la basura.  ¡La porquería moral debe descartarse en la basura!

10.  PERMITIR QUE SU HIJO O HIJA VIVA CON SU NOVIO/NOVIA.  Padres de familia que permiten esto están dando escándalo y en verdad merecen el premio Piedra de molino!  ¿Por qué?  La razón es más que obvia.  Es el colmo del mal ejemplo dejar que los hermanos pequeños vean que su hermano o hermana vive con gran descaro en un estado de fornicación.  No le sorprenda que cuando estos pequeños crezcan, también hagan lo mismo.  Si su hijo mayor a decido cohabitar con su novia y rechaza a Dios, déjelo que lo haga fuera del nucleo familiar y que no dañen a inocencia de sus hermanos!

El Papa Benedicto XVI nos anima a que profundicemos en la oración haciendo el ejercicio de Lectio Divina.  El Papa Emérito exhorta a los seguidores de Cristo que usen Palabra de Dios como material fértil para sondear las profundidades de la oración.

Este breve ensayo presentará y enumerará los pasos dados por el Santo Padre para hacer Lectio Divina, y a la vez animando a todos a no dejar de crecer en unión con Dios por medio de una profunda vida de oración.  Dado que la oración es unión con el Dios eterno e infinito, ¡la oración no tiene límites!  He aquí los pasos:

A.)  LECTIO.  Tome el Texto Sagrado y decida que parte va a meditar.  Antes de iniciar su lectura, invite al Espíritu Santo, al Maestro Interior, que le enseñe a rezar.  Haga suya la oración del joven Samuel:  »Habla Señor que tu siervo escucha.»  Qué dichosos y privilegiados somos, que Dios desea hablar con nosotros, ¡de corazón a corazón!

B.)  MEDITATIO.  Ahora apliquemos el uso de nuestra memoria y entendimiento para entender lo que Dios quiere decirnos por medio del Texto Sagrado.  Alégrese, porque Dios en este momento tiene algo especial que comunicarle por medio de esta lectura y meditación.  Abra su corazón a Dios: piense y medite.  Sin timidez diga al Señor: »Señor, ¿qué deseas comunicar a mi corazón y a mi vida en este momento?  ¡El Espíritu Santo le escucha y le responderá!

C.)  CONTEMPLATIO.  Utilice ahora otra de las facultades que Dios le ha dado, ¡su IMAGINACIÓN!  Todos tenemos una imaginación, quizás una viva imaginación.  Pero la imaginación es como una espada de doble filo: la podemos usar para el bien o para el mal.  Por ejemplo, una persona casada puede usar su imaginación para el mal si se la pasa soñando y pensando en su ex-novio o ex-novia, cometiendo así adulterio en su mente y abriendo paso al adulterio en el corazón.  También podemos usar la imaginación para el bien.  Podemos imaginar que caminamos lado a lado con el Buen Pastor (Salmo 23 / Juan 10).  Podemos contemplar su mirada amorosa, sus hermosos y amorosos ojos mirándonos a los ojos, podemos escuchar su dulce y reconfortante voz y podemos experimentar su fuerte y cálido abrazo alentándonos en nuestro cansancio.  En resumen, debemos adiestrar nuestra imaginación en el buen uso.  

D.)  ORACIO.  Hemos llegado al verdadero corazón y a la esencial de Lectio Divina — ORACIO significa oración.  Cuando en su mente o su imaginación brote una idea como una pequeña chispa y esta chispa prenda fuego al corazón, ábrale el corazón a Dios por medio de la oración.  Ábrase a Dios y hable con Nuestro Señor íntimamente, hable con Él con sencillez y gran confianza.  Cuan grande es Nuestro Dios, siempre está presto para escuchar todo lo que queremos contarle.  Este diálogo con Nuestro Señor puede durar unos cuantos minutos, media hora o quizás una hora — tómese todo el tiempo que Nuestro Senor le inspire.

E.)  ACCIO.   Cuando la oración es auténtica se debe hacer visible en nuestra vida diaria.  Santa Teresa de Ávila, Doctora de la Iglesia, hizo esta observación:  »La verdadera prueba de la autenticidad de la oración es su fuerza transformadora en nuestra vida.  Jesús mismo nos recuerda que el árbol se conocerá por sus frutos.  Un buen árbol dará buen fruto; un árbol malo dará fruto malo.  Quién reza con verdadera sinceridad, honestidad, rectitud de intención y por amor a Dios, dará buenos frutos y vivirá virtuosamente.  De este árbol (de su vida) brotará y florecerá: la fe, la esperanza, la caridad, la humildad, la pureza, la mansedumbre, la paciencia, la obediencia, el autodominio, la mortificación y la fortaleza.  Nuestra Señora es nuestro modelo.  En la Anunciación contemplamos a María Santísima en oración, en contemplación.  Y al concluir su oración, en la Visitación María sale de prisa para dar los frutos de su oración a su prima santa Isabel.  Que el ejemplo de Nuestra Señora nos motive a ser »contemplativos en acción.»

F.)  TRANSFORMACIO.  Si nuestra meditación de la Palabra (Lectio Divina) es real y auténtica gradualmente transformará nuestra vida.  Hay un dicho: »Dime con quién andas y te diré quién eres.»  Deberíamos esforzarnos por vivir las palabras del gran apóstol san Pablo: »Ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mi.»  Esta la meta de Lectio Divina y de toda oración — imitar a Jesús, seguir en sus pasos y transformarnos en el.

¿Qué espera?  ¡Empiece hoy a meditar la Palabra de Dios mediante el método Lectio Divina!  Elija el texto de la Sagrada Escritura, léalo, medítelo, contémplelo, ore, y vívalo. Permita que el Espíritu Santo le transforme en el gran santo que Dios quiere que sea!

El más grande y último mandamiento que Jesús nos dio el Jueves Santo cuando celebraba la Última Cena e instituyó la primera Misa fue: ‘‘Ámense los unos a los otros como yo los he amado.»

San Juan de la cruz dijo: »En el ocaso de nuestra existencia seremos juzgados sobre el amor.»   San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia y conocido por su humildad y caridad nos da estas  sabias palabras sobre la virtud de amor:  »La medida del amor a Dios es amarlo sin medida.»  Santo Tomás de Aquino, Doctor angélico y el más grande teólogo de la Iglesia católica dice que la caridad (el amor sobrenatural) es la reina de todas las virtudes.  Y por último, el apóstol san Pablo dice que la caridad es el lazo de perfección:  »Aunque entregue mi cuerpo al fuego, si me falta el amor nada soy.» (1 Cor 13)

Convencidos de la realidad y carácter sublime del amor, presentaremos prácticas concretas para vivir la caridad en el seno familiar.  Porque la caridad debe empezar en casa.  No seamos candil de la calle y oscuridad en la casa.

FORMAS CONCRETAS PARA VIVIR LA CARIDAD EN EL SENO FAMILIAR:

1.  PALABRAS AMABLES.  Al hablar con su familia, forme el hábito de adornar su vocabulario con palabras amables.  Una palabra amable y oportuna puede ayudar a disipar de la tristeza o desolación, puede dar ánimo, puede dar aliento a esa persona para que cargue su cruz.  San Francisco de Sales con creatividad dijo: »Se atraen más moscas con una cucharada de miel que con un barril de vinagre.»

2.  ¡MANOS A LA OBRA!  En casa, si nota algo fuera de lugar, platos sucios, la habitación en desorden, en vez de quejarse, ¡ponga manos a la obra!  A veces nos desgastamos y cansamos más quejándonos que si hubiesemos atendido el desorden.

3.  ¡SONRIA!  ¡DIOS LE AMA!  El gozo es una señal auténtica de un seguidor de Cristo.  Y el gozo se manifiesta con una sonrisa.  El sonreír no cuesta nada, no ocupa tiempo ni esfuerzo físico.  Una sonrisa en el momento oportuno logra mucho.  Es interesante, fruncir el ceño es contagioso, pero más contagiosa es la sonrisa.  San Pablo nos dice: »Dios ama al que da con alegría.»


4.  GOZO.  En la caridad abunda el gozo.  El gozo no es sólo un hábito natural sino es uno de los frutos del Espíritu Santo.  ¿Cómo se alcanza el gozo verdadero?  Para alcanzar el gozo en el alma y en el corazón debemos seguir esta orden:  Jesús debe ocupar el primer lugar en nuestra vida, segundo nuestro prójimo y por último nosotros.  Si lo hacemos así, abundará el gozo en nuestra alma.  San Pablo nos exhorta »Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.» ( Flp 4:4)

5.  NOS SANTIFICAMOS MEDIATE EL SUFRIMIENTO.  El sufrimiento puede hacernos una persona mejor o dejarnos un amargo rencor.  Cuando el sufrimiento nos visite, con paz aceptemoslo de las manos de la Divina Providencia.  Unamoslo a la cruz de Cristo y coloquemoslo sobre el altar en el Santo Sacrificio de la Misa.  Por último, ofrezcamos el sufrimiento por la conversión, la santificación y la salvación de los miembros de nuestra familia y por una persona en particular de la familia quien queremos reciba abundantes gracias.

CONCLUSIÓN:  ¡Empecemos hoy!  A partir de este momento, vivamos el más grande mandamiento, el mandamiento de amar.  No es necesario salir fuera y atravesar grandes caminos para vivir el Evangelio del amor. Empecemos a vivir este mandamiento en el contexto de la »Iglesia domestica» y procuremos la vida familiar adornándola con lo más grande, ¡el AMOR!