
es bueno, porque es eterno su amor».
Jesús tomó pan y dio gracias… Cuando el leproso fue curado, regresó y
dio gracias a Jesús… Pablo exhorta a
los Tesalonicenses que den gracias a Dios en todo momento y en todo
lugar… El teólogo místico Meister
Eckhart dijo que si la única oración que hacemos es la oración dando gracias, eso bastaría.
con el cielo es la Misa. A la Misa
también se le llama «Eucaristía» que significa «Acción de
gracias». Cada día debemos esforzarnos
para crecer en amor y agradecimiento por la Eucaristía. Se presentarán algunas pautas para fomentar
una actitud de agradecimiento a Jesús por el don de dones – la Santa Eucaristía. »¡Den gracias al Señor porque Él es bueno,
porque es eterna su misericordia!»
EUCARISTÍA. Tan a menudo no valoramos
las cosas, no apreciamos algún don recibido, no apreciamos a los que nos
rodean, a nuestros hijos e incluso a nuestro esposo(a). Peor aún no valoramos la grandeza y la dignidad
de nuestro Señor en su »Presencia Real»
– la Eucaristía. Señor tu
prometiste que estarías siempre con nosotros hasta el fin de los tiempos. Tú estás verdaderamente con nosotros en la
Misa, la Eucaristía, en el Santísimo Sacramento del altar. Señor, por el don de la Eucaristía, te
alabamos y te damos gracias.
SOBRE LA EUCARISTÍA. Lea lentamente y
medite Juan 6: 22-71. En el capítulo 6
del Evangelio de san Juan, Jesús hace dos milagros extraordinarios—la multiplicación
de los panes y Jesús camina sobre el agua.
Luego, mientras predicaba en la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús da uno de
los discursos más grandes en la historia del mundo: «El discurso del pan
de vida». Su mensaje fue una
preparación para lo que sucedería en la Ultima Cena – la institución del
Sacerdocio y la Santa Eucaristía. Jesús
da su discurso del «Pan de vida».
La esencia de su mensaje es: «Yo soy el pan de vida; quien coma mi
cuerpo y beba mi sangre tendrá vida eterna.» ¡El significado! El pan de vida se hace presente en la Misa en
el momento de la consagración — «Tomad y comed, este es mi Cuerpo; tomad
y bebed esta es mi Sangre. Haced esto en
memoria mía.» Jesús se une a un
alma sedienta en la Sagrada Comunión de una forma íntima y profunda. La promesa de Jesús para quien reciba la
Comunión con fe, fervor y frecuencia es la vida eterna en el cielo. Expresemos nuestra gratitud al Señor
anhelando y meditando el »Discurso del pan de vida».
debemos anhelar unión con Jesús Sacramentado.
Por medio de la Comunión Espiritual esta unión se puede hacer las veces
que el corazón lo desee. ¿Cómo?
Sencillamente pidiéndolo en la oración de la siguiente manera: «Señor
Jesús, en este momento no puedo recibirte en la Santa Eucaristía, pero ven a mí
espiritualmente.» Del fondo de su
alma, alabe y agradezca a nuestro Señor Jesús.
Haciendo Comuniones Espirituales con frecuencia es un medio eficaz para
mantener el fuego del amor a Jesús ardiendo en nuestra alma!
amor verdaderamente presente. Él dijo:
«Estaba en la cárcel y vinisteis a visitarme.» En muchos lugares Jesús está solo, abandonado
y con frío en el tabernáculo. Igual
nosotros a veces sufrimos de soledad y nos agrada recibir una visita
jovial. ¡Con Jesús es lo mismo! ¿Por qué no formar el hábito de visitarlo con
frecuencia; el Sagrado Corazón de Jesús se alegrará.
GENUFLEXIÓN. Los saludos
cordiales difieren según la cultura. Un
abrazo, un beso o un apretón de manos cálido expresan distintas formas de
saludo entre amigos. Con Jesús el
saludo es diferente. ¿La razón? Él es
Rey de reyes y Señor de señores; Él es Dios.
Cómo hacer la GENUFLEXIÓN: La
rodilla derecha hasta el suelo cada vez que pase delante del Santísimo
Sacramento. «Alabemos y demos
gracias en cada instante y momento / Al santísimo y divínisimo
sacramento.»
SANTÍSIMO. «La hora de poder»
(Fulton Sheen). El Arzobispo Fulton
Sheen atribuye su éxito como radio y telepredicador a una cosa—su unión con
Jesucristo en su hora santa diaria.
Fulton Sheen, quien ya es «Venerable» no anduvo con rodeos. Al final de su vida en los muchos retiros que
dio a sacerdotes y obispos, insistió que se hiciera un propósito de vida en el
retiro: la importancia de la hora santa diaria. Este excelente comunicador comentó que en
sus 50 años de sacerdocio y luego como obispo, nunca descuido ni por un solo
día su hora santa— «La hora de poder» ¡Si quieres tener más fuerza espiritual en tu
vida, visita a Jesús, presente en el Santísimo Sacramento y haz tu propia «hora
del poder»!
amor y gratitud a Jesús, presente en la Eucaristía, es asistir al Santo
Sacrificio de la Misa con la máxima frecuencia posible. Deberíamos proponernos asistir a Misa diariamente. Como el sol que brilla al mediodía e irradia
luz y calor, cada vez que asistimos a Misa y recibimos el Pan de vida con
fervor, Jesús da luz y calor a nuestros corazones.
SAGRADA COMUNIÓN. Es inconcebible pensar
que algún invitado después de la cena el día de Acción de Gracias »¡coma y
corra»! Lamentablemente, es muy común
que al comer el «Pan de vida» la persona sale corriendo de la iglesia
como si lo estuviesen persiguiendo. El
momento más precioso de nuestra semana, de nuestro día o de nuestra vida debe
ser el momento después de haber recibido a Jesús en la Sagrada Comunión. Este es el momento preciso para decirle a
Jesús con el amor más íntimo y tierno: gracias, te amo, te necesito, quédate
con migo en todo momento y por toda la eternidad. Cuantas son las preciosícimas gracias que
perdemos porque estamos de prisa cuando deberíamos sumergirnos en Èl. «Vengan a Mí todos… Descansen en Mí…
Soy manso y humilde de corazón… (MT. 11:28-230)
FORMA DE ACCIÓN DE GRACIAS. Hoy más que
nunca debemos ser misioneros. El Papa
Benedicto XVI insiste en que la Misa debe transformarnos en misioneros. Esto
significa que debemos sentir la fuerza del Espíritu Santo que nos insiste en
traer a otros a Jesús Eucaristía presente en la Santa Misa. ¡Deberíamos sentir
la misma santa inquietud y necesidad que san Andrés sintió cuando acerco a su
hermano san Pedro a Jesús!
EUCARISTÍA. En la Anunciación con el »sí»
de María al Arcángel Gabriel »El Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros». En cierto sentido podemos
decir que la Anunciación fue la Primera Comunión de María porque en la Sagrada
Comunión se recibe a Jesús en el corazón, y María en verdad recibió a
Jesús. Inmediatamente después de
recibirlo, impulsada por el espíritu de caridad, María va apresuradamente a
llevar a Jesús a los demás –en particular a su prima santa Isabel quien estaba
por dar a luz a san Juan Bautista. Por
lo tanto, María es nuestro modelo. María
es la fusión de acción y contemplación o «una contemplativa en
acción». Su amor y gratitud hacia
Dios le impulsó a llevar a Jesús a otros.
Sigamos el ejemplo de María y cultivemos a diario esta «actitud de
gratitud». «Demos gracias al
Señor porque Él es bueno, porque su amor perdura para siempre». ¡Que
nuestra fe, amor y gratitud por la Eucaristía crezca cada día más hasta el fin
de nuestra vida y lleguemos a contemplar a Jesús cara a cara en el reino de los
cielos!