
«Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.» »Si la única oración que brota del corazón es una oración de agradecimiento, en verdad esto bastaría,» así lo expresó Meister Eckhart. En si la palabra »Eucaristía» significa »acción de gracias». Leemos en el evangelio que Jesús se entristeció cuando los nueve leprosos no regresaron después de haber sido sanados para darle gracias. Fue uno solo, un forastero, un samaritano que regresó y le dio gracias. San Pablo en su carta nos recuerda que demos siempre gracias a Dios. Porque en verdad, todo lo bueno que hemos recibido viene de nuestro Padre bueno, amoroso y generoso. La letanía que sigue, es una letanía de acción de gracias por todos los dones y gracias que recibimos el día de nuestro bautismo. Esta letanía se puede rezar en cualquier momento, pero sería especialmente oportuno rezarla en ciertas ocasiones importantes como lo son: el día de la celebración litúrgica del bautismo de Jesús, cuando se bautiza un niño, cuando se nos pide que seamos padrinos, y de forma muy especial el día del aniversario de nuestro propio bautismo — todas estas son ocasiones para arrodillarnos y darle gracias a Dios por las gracias recibidas.
1. Por mi filiación de hijo adoptivo de Dios, ¡te doy gracias Señor!
2. Por ser llamado a ser hermano de Cristo Jesús, ¡gracias Señor!
3. Por la profunda amistad con el Espíritu Santo, ¡infinitamente te doy gracias Señor!
4. Por que haz infundido en mi alma la virtud teologal de la fe para creer con firmeza en Ti, ¡te alabo Señor!
5. Por la virtud de la esperanza, por esperar contra todo obstáculo, ¡Santísima Trinidad te alabo!
6. Por derramar en mi alma la caridad/el amor, ¡cuánto te amo y te alabo Dios mío!
7. Por adornar mi alma con justicia, prudencia, templanza y fortaleza (las cuatro virtudes cardinales), ¡eternamente de doy gracias Señor!
8. Por acogerme dentro de una nueva familia, la familia de la Iglesia, el pueblo de Dios, ¡te agradezco Señor!
9. Por imbuir e infundir en mi alma la gracia santificante (amistad con Dios), ¡mi corazón se desborda de agradecimiento Señor!
10. Por liberarme de la cruel atadura del maligno y darme la verdadera libertad de los hijos e hijas de Dios, ¡gracias Señor!
11. Por acogerme en la barca de Pedro que es la Iglesia Católica en medio de las tormentas del mundo (el arca de la salvación), ¡gloria a Tí Señor!
12. Por abrir mi corazón para poder recibir tu gracia, con verdadera humildad y un corazón agradecido, ¡gracias Padre por todos tus dones!
13. Por abrir el pórtico para recibir el más grande de los sacramentos – la Santísima Eucaristía- ¡gracias Padre por tu providencia!
14. Por abrirme las puertas para un día alcanzar la vida verdadera en la patria celestial, ¡te doy infinitas gracias Señor!
15. Por darme a mi Madre Celestial, María Santísima, que es nuestra vida, dulzura y esperanza – todo comenzó con el Sacramento del Bautismo, ¡gracias, gracias, gracias Padre, Hijo y Espíritu Santo!