Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

  • LECTURAS DEL DIA
  • ARTICULOS
  • Audios
  • MINI CATECISMO
  • Videos
  • P. Escobita
    • P. Escobita
    • San Pedro Chanel
  • English

Jun 02 2022

MARIA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS

http://media.blubrry.com/amdg_es/p/fatherbroom.com/es/wp-content/media/sites/3/mp3/51096S-MARIA-AUXILIO-DE-LOS-CRISTIANOS-Lecturas-May-24-2022.mp3

Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar

Suscríbete: Apple Podcasts | RSS

El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), cariñosamente conocido como el Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El Padre Broom presenta con regularidad diversos temas en EL SEMBRADOR TV y Radio e organiza e imparte un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by elvira325 · Categorized: Uncategorized

May 30 2022

LECTURAS DEL DIA | 30 DE MAYO 2022

Lunes de la 7ma. Semana de Pascua.

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

LUNES, 30 de mayo Jn 16, 29-33 Verso de aleluya: «Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad lo de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios».

Ayer meditamos sobre la realidad de la eternidad. La muerte es simplemente la puerta de entrada a nuestra vida eterna: el cielo o el infierno. Elegimos cuál de ellos es por la forma en que vivimos nuestra vida aquí en la tierra cada día. Porque cualquier día puede ser nuestro último día, nuestra última hora, nuestro último momento. Esta meditación del P. Ed nos ayuda a prepararnos bien.

PREPARARSE PARA ENCONTRARSE CON EL SEÑOR JESÚS por el P. Ed Broom, OMV

Sin lugar a dudas, el momento más importante de nuestra vida es el momento en que morimos.  Cómo morimos, de hecho, determinará para toda la eternidad nuestro destino eterno: ¡salvados o perdidos, en el cielo o en el infierno! No hay otra posibilidad.

Entre los temas más comunes predicados por los santos está el de la Escatología: la meditación sobre las últimas cosas: La MUERTE, el Juicio, el Cielo, el Infierno, el Purgatorio y la realidad de la eternidad.

De hecho, el Doctor de la Iglesia San Alfonso de Ligorio, que fue un escritor muy prolífico, escribió una obra maestra espiritual sobre el tema con el título Preparación para la muerte.

El más importante de todos los maestros y predicadores es Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Él es, en efecto, el Camino, la Verdad y la Vida, así como nuestro eterno Maestro.  

Una y otra vez, Jesús nos exhorta a estar preparados utilizando diversas imágenes, palabras e incluso parábolas. El Maestro nos recuerda la muerte, comparándola con un ladrón en la noche. También dice que vendrá como en el tiempo de Noé, cuando todos estaban comiendo y bebiendo y el diluvio descendió repentinamente, engullendo y ahogando a todas las criaturas vivientes -tanto hombres como bestias- que no se refugiaron en el Arca de seguridad.

En sus parábolas, Jesús habla de los amigos del Esposo que no están preparados y dejan que se agote el aceite de sus lámparas. También pinta con profusión la imagen del agricultor rico que almacena el grano en su granero más amplio, sólo para que la muerte le sorprenda esa misma noche. Al morir, ¿a dónde irá a parar todo lo que ha acumulado? En términos muy claros, Jesús nos advierte recurrentemente que debemos estar preparados para nuestra propia muerte, porque no sabemos el día, la hora ni la forma en que el fantasma de la muerte llamará a la puerta de nuestras vidas.

Una de las pocas mujeres doctoras de la Iglesia, la gran Santa Catalina de Siena, afirmó la verdad inequívoca del asunto con estas palabras: «Los dos momentos más importantes de nuestra vida son ahora y en la hora de nuestra muerte». Qué semejantes son estas palabras a las últimas del Ave María, y qué importante es invitar a María a nuestra vida, especialmente cuando estamos a punto de morir y hacer el paso de esta vida a la vida eterna. Nunca debemos olvidar, además, que al morir vamos inmediatamente ante Jesús en su Tribunal. Como rezamos en el Credo: «Él vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos».

Por lo tanto, teniendo en cuenta la seriedad del tema de la muerte, y lo más importante, la realidad de nuestra propia muerte, vamos a exponer las medidas prácticas que todos deberíamos tomar para estar preparados para el momento más importante de nuestra vida: el momento mismo de nuestra muerte. Irónicamente, siempre nos estamos preparando para algo: invitados, ceremonias de graduación, bodas, vacaciones, ensayos e incluso nuestra cena. Desgraciadamente, ¡le damos muy poca importancia a nuestra preparación para nuestro destino eterno precedido por nuestra muerte!

Esperamos y rezamos para que estos puntos de meditación práctica sirvan de estímulo para tomar en serio la salvación de tu alma inmortal haciendo un esfuerzo concertado para estar verdaderamente preparado para tu muerte que muy posiblemente llegará como un ladrón en la noche.

FORMAS PRÁCTICAS DE ESTAR PREPARADO PARA LA MUERTE

1. VIVE CADA DÍA COMO SI FUERA EL ÚLTIMO.      

Cada mañana que te levantes del sueño da gracias a Dios y reza tu Ofrenda Matutina. Pero luego reflexiona sobre la posibilidad real de que éste sea el último día de tu vida. Vive cada día que Dios te da como un regalo, como si realmente fuera a ser tu último día. Eso significa en concreto hacer todo para agradar a Dios. Como dice San Pablo: «Ya sea que comas o bebas, hazlo todo para el honor y la gloria de Dios». (1 Cor 10,31)

2. HUIR DEL VENENO.  

Las dos peores cosas que podrían ocurrir en nuestra vida serían cometer un pecado Mortal, pero peor sería morir en estado de pecado Mortal. Visualiza el pecado, especialmente el pecado mortal, como un veneno. Lo que el veneno es para el cuerpo, así es el pecado mortal para el alma: ¡es fatal y mortal!

3. ARREPENTIRSE Y CONVERTIRSE. 

Si de hecho nos encontramos en el estado de pecado mortal, debemos esforzarnos con toda la fibra de nuestro ser y la fuerza de nuestra voluntad para salir de ese estado. ¿Cómo? Primero, pidiendo la gracia de hacer un Acto de Contrición perfecto; luego, lo antes posible, recurriendo a hacer una Confesión Sacramental bien preparada. Una vez hecho, hemos vuelto al estado de gracia santificante y de Amistad con el Señor Jesús.

4. MEDITAR A MENUDO SOBRE LAS ÚLTIMAS COSAS.  

En efecto, es muy saludable, por decirlo suavemente, meditar a menudo, incluso a diario, sobre las últimas cosas. Si quieres, para que te sirva de guía: Un día moriré y no sé cuándo; entonces Jesús me juzgará por todo lo que he hecho.  Es el momento de la verdad. ¿El resultado neto? Iré al cielo o al infierno y por toda la eternidad. Meditar sobre estas verdades eternas, con la ayuda de la gracia de Dios, puede convertir al más endurecido de todos los pecadores de vuelta a la gracia y la amistad de Dios.

5. RECORDAR LAS MUERTES INTEMPESTIVAS Y REPENTINAS.  

Diariamente las noticias nos bombardean con noticias de muertes, a menudo repentinas e inesperadas.  Colócate en la página de ese Periódico porque, tarde o temprano, será tu nombre el que esté escrito en letras grandes en la sección de Obituarios del Periódico.

6. MEDITA SOBRE LA PARÁBOLA DEL RICO INSENSATO. 

Después de una cosecha abundante y de construir nuevos y amplios graneros, se relaja y disfruta de la vida. Jesús llama a este hombre necio, y la razón de ser un necio de primera clase es que esa misma noche su vida será cortada y sus posesiones no le servirán de nada. Aunque breve y aleccionadora, esta Parábola va al grano y nos muestra el carácter efímero y transitorio de la difícil existencia humana.

7. EL DISCURSO DEL PAN DE VIDA: LA MISA Y LA EUCARISTÍA  

Lee y medita a menudo el «Discurso del Pan de Vida». (Jn 6,25-70) Pide la gracia de ser movido a asistir a la Misa diaria, en la medida en que sea posible según tu estado de vida. Luego, estando en estado de gracia, recibe la Sagrada Comunión con gran fe, amor, devoción y hambre. La promesa de Jesús es muy consoladora: «Yo soy el Pan de Vida. Quien coma mi Cuerpo y beba mi Sangre tendrá vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.» La recepción frecuente de la Sagrada Comunión en estado de gracia y la salvación eterna son sinónimos.

8. PEDIR LA GRACIA.   

San Agustín afirma que todos nosotros somos verdaderos mendigos ante Dios. Necesitamos desesperadamente la ayuda y la gracia de Dios en todo tiempo y lugar, y muy especialmente en la hora y el momento de nuestra muerte. Suplica a María, a los ángeles, a tu Ángel de la Guarda y a todos los ángeles y santos la gracia de todas las gracias, en palabras de San Alfonso de Ligorio, para morir en estado de gracia. Jesús nos manda: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá la puerta». (Mt 7,7) ¿Por qué no pedir, buscar y llamar para obtener la gracia de una muerte santa y feliz y la salvación de tu alma inmortal?

9. ÚLTIMOS SACRAMENTOS Y EL PERDÓN APOSTÓLICO.  

Hazlo constar por escrito e informa a tus seres queridos, a tus parientes y amigos, que en tus últimos momentos deseas recibir los tres últimos sacramentos: La confesión, la unción de los enfermos y el viático, la Sagrada Eucaristía. Especifica también que deseas recibir del sacerdote el Perdón Apostólico. Con ello, recibirás una Indulgencia Plenaria en la que se te perdonan todos tus pecados, así como se te remite cualquier pena temporal debida por tus pecados. Si lo haces, estarás preparado para encontrarte con Jesús que no será tanto tu Juez, sino tu amoroso Salvador y Redentor.

10. NUESTRA SEÑORA: EL AVEMARÍA Y EL SANTO ROSARIO   

Acostúmbrate desde ahora a rezar el Ave María, y mejor aún, reza el Santísimo Rosario. En efecto, cada vez que rezas el Rosario te estás preparando para la muerte ¡¡¡50 veces!!! Así es, ¡preparación para la muerte 50 veces en cada Santo Rosario rezado! ¿La prueba? Decimos con cada Avemaría: «Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén». Si formamos seriamente el hábito del rezo diario del Santísimo Rosario a la Santísima Virgen María, entonces, cuando estemos muriendo, María misma se acercará a nosotros y nos ayudará a morir arrepentidos de nuestros pecados, confiando en la Infinita Misericordia de Jesús, y amándolo hasta el final. La Virgen nunca fallará a sus amigos fieles, a los que han rezado fielmente el Santísimo Rosario.

En conclusión, recemos unos por otros para obtener la gracia de todas las gracias, que es morir en estado de gracia santificante. Si lo hacemos, nuestra alma se salvará y viviremos para amar, alabar y adorar a Dios con los ángeles y los santos por toda la eternidad. «Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén».

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by dvillanueva · Categorized: Uncategorized

May 05 2022

LECTURAS DEL DIA | 5 DE MAYO 2022

Jueves de la Tercera Semana de Pascua

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES, 5 de mayo Jn 6, 44-51 Jesús dijo: «Nadie puede venir a mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae, y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito para los profetas: Todos serán enseñados por Dios».

UNA REPETICIÓN IGNACIANA:  

Fue la voluntad de Dios Padre, que Dios Hijo se hiciera hombre nacido de la Virgen María, por la sombra de Dios Espíritu Santo, para que tuviéramos vida eterna con ellos en el cielo. ¡¡¡También, para que conozcamos el amor de Dios por nosotros a través del amor de Jesús y María que podemos leer en cada página de los Evangelios!!!

¡Que la contemplación del P. Ed nos ayude a entrar en una amistad más profunda con nuestros dos mejores amigos, Jesús y María! ¡Esta es una MEDITACIÓN DE DOS DÍAS debido a la extensión y profundidad del contenido!

HABLANDO CON MIS MEJORES AMIGOS, JESÚS Y MARÍA por el P. Ed Broom, OMV 

AMIGOS FIELES SIEMPRE.  Jesús y María son tus mejores amigos en todo lugar y en todo momento. Puedes hablar con ellos y confiar en ellos siempre. Jesús y María están siempre listos y dispuestos a escucharte y a hablarte como lo hacen los amigos. En la Última Cena, Jesús dijo a los Apóstoles (así como a ti y a mí) «Os llamo AMIGOS». Su amistad no ha cambiado en 2000 años y nunca cambiará. Jesús y María tienen un gran anhelo, un gran deseo, en este preciso momento de entrar en una conversación de Amistad contigo.

ENTRA EN ESTA CONVERSACIÓN DE AMISTAD CON JESÚS Y MARÍA.

UNA AYUDA PARA EMPEZAR: IMAGEN/PINTURA, ESTATUA DE JESÚS Y DE MARÍA.

Ahora ponte en presencia de Jesús y María. Imagina que te miran con gran ternura, bondad y amor. Eleva tus ojos, así como tu corazón, hacia las imágenes de Jesús y María. Ahora abre tu corazón y habla con Jesús y María. Cuéntales todo lo que tienes en mente, todo lo que hay en tu corazón. Ellos son los mejores oyentes.

ALGUNAS AYUDAS PARA ENTRAR EN CONVERSACIÓN CON JESÚS Y MARÍA  Como medio de ayuda, imagina que Jesús y María, con gran amor por ti, te hacen unas preguntas muy sencillas. Responde a estas preguntas con tus propias palabras. Tus palabras pueden ser sencillas, sin complicaciones, humildes y sinceras. ¡Aquí vamos con nuestra conversación amorosa con Jesús y la Santísima Virgen María, su Madre y tu Madre!

1. ¿QUIÉN ERES TÚ?  ¿Por qué no empezar por lo más básico? Jesús pregunta «¿quién eres tú? Es una buena pregunta. ¿Quién eres a los ojos del mundo? ¿Eres hombre o mujer, joven o mayor, soltero o casado, padre o madre, hermano o hermana? ¿Trabajas, vas a la escuela, te quedas en casa con los niños, o posiblemente estás jubilado? Ahora, ¿quién eres a tus ojos? ¿Qué piensas de ti mismo? ¿Estás contento con lo que eres? Si pudieras cambiar una cosa de ti mismo, ¿qué sería? Ahora, ¿quién eres a los ojos de Jesús y María? ¿Piensas en el hecho de que Jesús sufrió y murió en la cruz y María sufrió bajo la cruz, todo por amor a ti? ¿Sabes realmente lo valioso que eres a sus ojos? Ellos escuchan con mucha atención tus respuestas, tus palabras, incluso los movimientos de tu corazón. Puedes hablar con Jesús y María todo el tiempo que quieras. Ellos no tienen prisa. En este momento eres la persona más importante del mundo para ellos.

2. ¿QUÉ TIENES EN MENTE AHORA?  En todo momento y lugar algo pasa por tu mente. En este momento, ¿por qué no expresas a Jesús y a María los pensamientos que cruzan o pasan por tu mente? Habla con ellos de estos pensamientos. ¿Estos pensamientos te producen alegría o tristeza, paz o ansiedad? Habla con sinceridad sobre tu mundo de pensamientos. Quizás cosas que no puedes hablar con nadie más. Jesús y María no pretenden que lleves tus cargas solo.

3. ¿TIENES MIEDO?  Todos pasamos por momentos de miedo y sobre muchas cosas. Quizás en los últimos días, o quizás en un pasado lejano, ha habido algo en tu vida que te ha hecho entrar en un estado de miedo. Este es un excelente tema de conversación entre tú y Jesús y María. A menudo los Apóstoles tenían miedos; todas las personas tienen miedos en su vida. Tú también y yo también. Trae esos miedos a los Corazones de Jesús y María. Jesús, que calmó los miedos de los Apóstoles en la tormenta, ¡puede calmar tus miedos también!

4. ¿CUÁLES PUEDEN SER ALGUNOS MIEDOS?  Los miedos pueden tener muchas formas, colores y matices. No olvides nunca que tanto Jesús como María te quieren siempre y están dispuestos a escucharte y ayudarte. Aquí tienes algunos que podrían ser tus miedos en este momento. ¿Tu futuro? Tal vez tengas miedo de tu futuro. Estamos viviendo tiempos difíciles. Tal vez tu futuro es incierto y esto te causa miedo. Habla con Jesús y María sobre esto. Pídeles que te ayuden a poner tu futuro en sus manos amorosas y cuidadosas. O puede ser que tú o un miembro de tu familia tenga un problema de salud grave y eso te haga sentir miedo. Pide al Médico Divino la curación de la mente y del cuerpo. Confiando siempre en Su Divina Providencia para saber qué es lo mejor para cada persona. Recordando que cuando Él da una cruz, promete ayudarnos a llevarla. Tal vez tus temores sean por el bienestar espiritual, el tuyo o el de otra persona. En este caso lo que se necesita es un médico del alma y una buena confesión. Si es por ti mismo, ¡no lo dejes para después! El enemigo quiere robar tu alma, y así es como lo hace. Nos paraliza con el miedo. Pide a un amigo que te acompañe para que no te eches atrás. Si tu miedo es por otra persona que está posponiendo la confesión y la conversión, la oración y la penitencia son tus armas. ¡Jesús dice que algunos demonios sólo se expulsan con la oración y la penitencia! 

5. ¿OTROS MIEDOS?  Tensiones y problemas familiares. Tus miedos pueden estar en tu casa, en 

tu propia familia. Tal vez haya tensión, agitación, ira y amargura entre algunos miembros de la familia, tal vez incluso tú estés involucrado, y esto es una causa constante de miedo y ansiedad en tu mente y corazón. Abre tu corazón a Jesús y a María y háblales de esas tensiones y temores familiares. Habla con Jesús y María sobre los miembros de tu familia. Lo más probable es que haya un miembro de la familia que esté más necesitado de oraciones. Ruega a Jesús y a María que te ayuden a rezar por ellos y que traigan la paz a tu corazón. Jesús y María están siempre atentos a tus oraciones y dispuestos a ayudarte a llevar la cruz.

6. HERIDAS DEL PASADO/HERIDAS EN EL PRESENTE  A causa del Pecado Original de nuestros primeros padres, Adán y Eva, vivimos en un mundo profundamente herido. Y eso significa que nosotros también estamos heridos, y muy probablemente hemos herido a otros. Tal vez incluso ahora lleves una herida (o varias) en tu corazón. Ya sea en el pasado o en el presente, el hecho de haber sido maltratado de cualquier manera deja heridas enormes y profundas. Ser golpeado físicamente, abusado emocionalmente, rechazado, quizás abandonado – todas estas experiencias dejan heridas que pueden ser muy profundas. 

Ahora es el momento de llevar tus heridas al Sagrado Corazón de Jesús, herido por la lanza que atravesó su Sagrado Corazón haciendo brotar sangre y agua, así como al Inmaculado Corazón de María, que sufrió en su corazón todo lo que Jesús sufrió en su cuerpo mientras estaba bajo la cruz. Todo por amor a ti y a mí y para que nos cure en cuerpo y alma.

7. JESÚS, EL SANADOR HERIDO  En la oración podemos llevar estas muchas y quizás enormes heridas a Jesús. La Biblia dice: «Por sus heridas somos curados». (Is 53,5) No tengas miedo de abrirte y hablar con Jesús de tus heridas porque por sus heridas somos curados. Recuerde a los muchos enfermos, sufrientes y heridos que vinieron a Jesús suplicando que los sanara mientras él caminaba por la tierra. El corazón de Jesús se compadeció de ellos y los sanó gracias a su fe y confianza en Él. Imagina que eres uno de esos heridos y enfermos en tiempos de Jesús: el ciego, el sordo, el mudo, el leproso, el paralítico. Como ellos, acude ahora a Jesús y pídele la curación. Acude también al Corazón Inmaculado de María, conocida como Refugio de los Pecadores, Salud de los Enfermos y Madre de la Misericordia y del Consuelo. Dirígete a María, tu amorosa Madre, y ábrele tu corazón herido; háblale, deja que te consuele. Un paso más es necesario. Suplica a Jesús y a María la gracia de rezar por los que te han herido, reza por su salvación eterna. Algo tan sencillo como tres avemarías cada vez que te vengan a la mente. Rezar por ellos traerá paz a tu alma, pues la misericordia que les muestres será derramada sobre ti por tus pecados por tu amoroso y misericordioso Salvador.  

8. TUS TENTACIONES.  He aquí otro tema para hablar con Jesús y María: ¡tus tentaciones! No te avergüences en tu conversación con Jesús y María de hablarles de tus tentaciones. Todos en el mundo estamos sujetos a tentaciones y hasta el final de nuestras vidas. El diablo nunca se va de vacaciones. Recuerda siempre que una tentación no es un pecado si no cedemos a ella. Lleva a Jesús y a María las tentaciones que estás experimentando. Éstas pueden ser algunas. Tentaciones de ceder al desánimo: llévalo al Corazón de Jesús, que dijo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar.» (Mt 11,28) Las tentaciones de ceder a la impureza, llévalas al Corazón Inmaculado de María, porque los demonios de la impureza huyen de ella. Tentaciones de ira e impaciencia: acudid a Jesús, que dijo: «Tomad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.» (Mt 11,29) Tentaciones de pereza -puede tratarse de evitar el trabajo o de hacerlo mal- habla con María, que se apresuró a ayudar a su anciana prima Isabel, embarazada de Juan el Bautista. Las tentaciones de mentir: dirígete a Jesús, que dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». (Jn 14,6) ¡Tentaciones de desobedecer, de hacer nuestra voluntad en lugar de la de Dios! Dirígete a María, que dijo: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu voluntad». (Lc 1,38). Luego, corre hacia Jesús, que fue obediente hasta la muerte y la muerte en la cruz: «Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». (Mt 26,39) ¡Llevar tus tentaciones a Jesús y a María son las mejores formas de vencerlas y derrotar al demonio!

9. ¡INCLUSO TUS PECADOS!  Este es un tema de conversación muy importante: ¡tus pecados! Jesús no vino por los perfectos; vino a salvar a los pecadores. ¡El nombre JESÚS significa que Dios salva! ¡Lo peor que podemos hacer es no CONFIAR en Jesús, no CONFIAR en su amor y misericordia por nosotros en todo momento y en toda circunstancia! Por eso, en cuanto seas consciente de que has pecado, lleva tu fracaso, tus pecados, a los Corazones Misericordiosísimos de Jesús y de María. Dile a Jesús que le amas y que te arrepientes de tus pecados. Dile que quieres cambiar. Suplica a Jesús la gracia y la fuerza para cambiar. A continuación, comunica a Jesús y a María tu deseo de confesarte lo antes posible. El profeta Isaías nos anima con estas palabras «Aunque vuestros pecados sean como la grana, yo los haré blancos como la nieve». (Is 1,18) Di estas palabras a menudo a Jesús, palabras que dan gran consuelo al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María: JESÚS, ¡CONFÍO EN TI! Además, ninguno de nosotros sabe el día ni la hora en que va a morir. Por eso, no te acuestes nunca sin hacer un examen de conciencia y hacer un acto de contrición perfecto -es decir, una contrición de amor, contrición por herir a Quien amas y a Quien más te ama en el mundo- con la firme intención de confesarte cuanto antes. Si murieras en ese estado, ¡tus pecados serían perdonados!

10. TUS PLANES, TUS METAS, TUS SUEÑOS.  En cada etapa de la vida, debemos tener planes, metas e incluso sueños. Debes tener metas a largo plazo, metas a corto plazo y sueños que cumplir. Jesús y María están muy interesados en ellos. Abre tu corazón y habla con Jesús y María sobre estas nobles aspiraciones y metas. A medida que envejecemos, las aspiraciones de esta vida deben empezar a dar paso a las aspiraciones y anhelos de la vida eterna. ¡Jesús y María están muy interesados en tus metas y sueños, en tu futuro aquí y en la eternidad! ¡Ábrete y habla con ellos sobre tu futuro!

11. ACCIÓN DE GRACIAS: UNA ACTITUD DE GRATITUD.  Jesús y María se alegran cuando les decimos estas dos palabras: ¡GRACIAS! Por lo tanto, trata de adquirir el hábito de agradecer cada día a Jesús y a María los muchos regalos que te han hecho ese día. En resumen, ¿qué tenemos que no hayamos recibido de Dios? Nada. Salvo nuestros pecados, que hemos elegido libremente. Cada día, mira a Jesús y a María y derrama tu corazón en agradecimiento. 

12.  IMITAR AL LEPROSO AGRADECIDO  En una ocasión, diez leprosos se acercaron a Jesús y Él los curó a los diez, pero sólo uno volvió para darle las gracias a Jesús. Que tú seas ese leproso agradecido. Da gracias a Jesús por todo lo que eres y por todo lo que tienes. ¡Da gracias por tu salud-Señor Jesús, gracias! ¡Por tu familia-Señor, levanto mis manos en señal de agradecimiento! Por la libertad-Señor Jesús, ¡una vez más gracias! Por mi fe católica-Señor, ¡¡¡desde lo más profundo de mi corazón gracias!!! ¡Y por tantas otras gracias y regalos que Él ha derramado sobre ti y que sólo tú conoces!

13. HAZTE MENDIGO ANTE JESÚS  Los mendigos a veces se acercaban a Jesús y Él a menudo les concedía lo que pedían. Ahora te toca a ti convertirte en mendigo. Jesús dijo: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá la puerta». (Mt 7,7) Cualquier necesidad que haya en tu corazón, ábrete ahora y conviértete en mendigo ante Jesús. ¡A Él le encanta ayudar a los mendigos humildes y confiados!

14. PIDE POR LOS DEMÁS.  No limites tus oraciones a ti mismo. Más bien, sal de ti mismo y ruega por las intenciones de los demás, por las necesidades de los demás. Ruega por los miembros de tu familia, ciertamente. Luego ruega por la paz del mundo; ruega por los niños hambrientos; ruega por los enfermos y los moribundos; ruega por los sin techo y los huérfanos. Ruega también por las almas que sufren en el Purgatorio para que sean liberadas al Cielo. Suplica por la conversión de los pobres pecadores, de los pecadores moribundos. ¡Muchas gracias descienden sobre el mundo gracias a las oraciones de los mendigos como nosotros!

15. ¡AMA A JESÚS Y A MARÍA, PUES ELLOS TE AMAN A TI!  El sentimiento más importante que puede brotar de nuestro corazón es el del amor. Jesús dijo que el mayor mandamiento es amar a Dios con todo nuestro corazón, mente, alma y fuerzas. No olvides nunca lo mucho que te quieren Jesús y María. Diles con tus propias palabras cuánto los amas de verdad. El amor es el vínculo de la perfección. San Juan de la Cruz dice: «En el ocaso de nuestra vida, seremos juzgados por el amor». Ruega a Jesús y a María la gracia de saber cuánto te aman de verdad. Luego, ruega a Jesús y a María la gracia de amarlos cada día más. Por último, ruega a Jesús y a María la gracia de amarlos ahora, mañana y siempre en el cielo. Amén.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by dvillanueva · Categorized: LECTURAS DEL DIA, Uncategorized

Mar 19 2022

NAMAN

El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), cariñosamente conocido como el Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El Padre Broom presenta con regularidad diversos temas en EL SEMBRADOR TV y Radio e organiza e imparte un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: Uncategorized

Oct 06 2021

EL PADRE NUESTRO

http://media.blubrry.com/amdg_es/p/fatherbroom.com/es/wp-content/media/sites/3/mp3/2286B-MASS-EL-PADRE-NUESTRO.mp3

Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar

Suscríbete: Apple Podcasts | RSS

El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), cariñosamente conocido como el Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El Padre Broom presenta con regularidad diversos temas en EL SEMBRADOR TV y Radio e organiza e imparte un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by elvira325 · Categorized: Uncategorized

  • « Previous Page
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • …
  • 13
  • Next Page »

© Copyright 2016 Oblates of the Virgin Mary · All Rights Reserved