Lunes de la XXVIII semana del Tiempo ordinario
LECTURAS DEL DIA | 10 DE OCTUBRE 2021
XXVIII Domingo ordinario
«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)
Domingo, 10 de octubre Mc. 10, 17-30 Verso del aleluya: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos».
Jesús dijo a sus discípulos: «Qué difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios». Hoy revisaremos dos meditaciones de los Ejercicios Espirituales: el pecado capital de la avaricia y el remedio.
PRIMERA PARTE:
PARÁBOLA DEL RICO NECIO – EJEMPLO DE AVARICIA Y EL TENER -Por el P. Ed Broom, OMV
Te invitamos a leer y meditar sobre esta Parábola del Rico Necio (Lc 12,13-21) con el propósito de buscar si algo de esta parábola está presente en tu propia vida.
1. PUNTO ANTERIOR A LA PARÁBOLA. Incluso antes de que Jesús enseñe esta corta pero poderosa parábola relacionada con el pecado capital de la avaricia, un hombre se acerca a Jesús. ¿Qué le pide a Jesús? El hombre quiere que Jesús le diga a su hermano que reparta una herencia con él. Esta petición desencadena la intervención de Jesús para enseñar esta Parábola del Rico Necio.
2. DERRIBAR LOS GRANEROS Y CONSTRUIR OTROS MÁS GRANDES. Después de que el hombre de la parábola ha tenido una cosecha muy abundante y se da cuenta de que ya no hay suficiente espacio en sus graneros, se le ocurre una idea brillante: derribar los viejos y construir graneros más grandes.
3. ¿POR QUÉ? La razón es clara: para poder almacenar su abundante cosecha en estos graneros más espaciosos. En otras palabras, si podemos decirlo así, tendrá más posesiones almacenadas, para el futuro. Se consume por poseer más y más.
4. CONSECUENCIA: UNA VIDA DE FACILIDAD Y PLACER. Entonces, como consecuencia de la abundante cosecha y de los graneros más grandes con almacenes rebosantes, puede simplemente sentarse, tomarse las cosas con calma y disfrutar de la vida al máximo.
5. SU MONÓLOGO: HABLAR CONSIGO MISMO. Este hombre no se refiere a Dios en lo más mínimo, sino que entra en conversación consigo mismo, con estas o similares palabras «Alma mía, te esperan muchos y largos años; descansa, come, bebe y alégrate». En otras palabras: ¡Vive bien!
6. LA CODICIA Y EL MATERIALISMO CONDUCEN AL HEDONISMO La codicia, expresión de la falsa filosofía del Materialismo, conduce con demasiada frecuencia al Hedonismo, que no es otra cosa que la filosofía del placer: el propósito de la vida es maximizar el placer.
7. EGOÍSMO-AUTOCOMPLACENCIA. En esta parábola, el Tonto Rico nunca hace ninguna referencia a Dios, ni a su esposa, ni a su familia, ni a nadie más que a sí mismo. Cómo puede disfrutar de sus posesiones materiales?
8. EL EFECTO DOMINÓ DEL PECADO. Observa cómo un pecado puede abrir fácilmente la puerta a otro pecado y a otro, y es como la pendiente resbaladiza que lleva a la perdición. El materialismo, que se manifiesta en la codicia, lleva al hedonismo, la filosofía del placer. Estos dos conducen al Egoísmo/Egotismo en el que tal persona se hace a sí misma el centro del mundo-todo gira alrededor de él y de sus deseos.
9. UNA SORPRESA CHOCANTE Y UN BRUSCO DESPERTAR. Poco se da cuenta este Rico Tonto de que antes de que salga el sol al día siguiente, ya estará muerto y será juzgado por Dios Todopoderoso. Jesús señala con cruda realidad que el hombre morirá, y entonces ¿a dónde irán todas sus posesiones? Y lo que es más importante, ¿a dónde irá él?
10. CONCLUSIÓN. Jesús señala con suma claridad que tener muchas posesiones no puede asegurar a nadie sobre la faz de la tierra una larga vida. Y la experiencia humana en la tierra es breve en comparación con la eternidad. Además, nadie sabe el día, ni la hora, ni siquiera el modo en que pasará de esta vida a la otra, para presentarse ante el Tribunal de Dios, para ser juzgado por Jesús, que juzgará a los vivos y a los muertos.
SEGUNDA PARTE:
UN REMEDIO SEGURO PARA EL PECADO CAPITAL DE LA AVARICIA: CONFIAR EN LA PRESENCIA AMOROSA DE DIOS Y EN LA DIVINA PROVIDENCIA. -Por el P. Ed Broom, OMV
Para remediar el Pecado Capital de la Codicia/Avaricia en nuestra vida diaria hay una actitud clave y esencial que debemos entender, abrazar y esforzarnos por alcanzar e inculcar en nuestros procesos de pensamiento, para luego traducirlo en nuestras acciones diarias.
Esta actitud se puede resumir en tres palabras: ¡¡¡CONFIANZA EN DIOS!!! O si quieres transformar esta actitud en una oración corta y concisa es esta ¡¡¡JESUS, CONFIO EN TI!!! Por supuesto, esta es la esencia misma y el corazón de las enseñanzas de Jesús a través de la Secretaria de la Divina Misericordia-Santa Faustina Kowalska en el clásico espiritual, «Diario: La Divina Misericordia en mi alma».
LA ENSEÑANZA DE JESÚS CONTRA LA PREOCUPACIÓN Y UNA LLAMADA A LA CONFIANZA (Mt 6,25-34)
Lee y reza sobre este pasaje tomado del corazón mismo del Sermón de la Montaña. Deja que estas palabras de Jesús penetren y calen hasta lo más profundo de tu alma. Los siguientes son puntos para complementar nuestra reflexion.
1. 1. LA PREOCUPACIÓN. Muchas veces en estos pocos versículos Jesús nos dice que no nos PREOCUPEMOS. Entra en tu corazón: ¿estás siempre preocupado por las cosas?
2. ¡EL TIEMPO Y LA PREOCUPACIÓN! ¿Revives y te preocupas por tu pasado? ¿Te preocupa el futuro? ¿Vives con constante tensión y preocupación en el presente? Aunque sea un reto, Jesús te manda dejar de preocuparte y ¡Confiar en Él!
3. EJEMPLOS DE DIOS Y DE LA NATURALEZA Para inculcar la confianza y vencer esta actitud dominante de preocupación, Jesús utiliza ejemplos de la naturaleza como medio para motivarnos a cultivar una mayor confianza en Él. Nos ofrece dos ejemplos muy sencillos y claros que cualquiera puede entender, incluso un niño.
4. LAS AVES DEL CIELO. Jesús nos invita a contemplar las aves del cielo. Cuando tengas la oportunidad, puedes contemplar a los pájaros por la mañana, volando, aterrizando y saltando en el suelo, tomando su simple comida. No perdieron el sueño la noche anterior preocupándose por la comida que Dios les proporcionaría a la mañana siguiente. Si Dios provee a las aves del cielo, ¿no proveerá a nosotros, sus amados hijos? Has visto alguna vez a un pájaro volando al psicólogo o renovando una receta para hacer frente a la ansiedad y la depresión?
5. LOS LIRIOS DEL CAMPO Es de esperar que todos hayamos tenido la edificante experiencia de un paseo por la naturaleza en el que nuestros ojos se posaron en un prado o campo engalanado y esparcido con una enorme variedad de flores, ya sean lirios, margaritas, rosas, narcisos, girasoles, etc. Había algo en común entre este vasto conjunto de flores primaverales: sus diferencias, pero también su elegante belleza. Jesús dice que ni siquiera Salomón, con toda su riqueza, poder y elegancia, podía compararse con los lirios del campo. Es Dios quien los provee y es Dios quien los adorna con una belleza celestial.
6. PREOCUPARSE POR LA COMIDA. A continuación, Jesús nos reprende suavemente por preocuparnos por los alimentos que vamos a comer. Los paganos se preocupan por eso. Dios, en efecto, proveerá. No moriréis de hambre.
7. PREOCUPARSE POR LA ROPA. A continuación, Jesús nos ataca con otra preocupación: la preocupación por nuestro atuendo. ¿Cuántas veces nos hemos preocupado por nuestra ropa, por lo que nos pondremos? ¿Cuántas veces, fruto de la codicia y del deseo insaciable de tener más, nos hemos lanzado a comprar y comprar cuando ya tenemos demasiado?
8. ABARROTADOS DE COSAS: SIN ESPACIO PARA DIOS Jesús continuará diciendo que no podemos servir a Dios y servir al dinero al mismo tiempo. Un corazón lleno de deseos de cosas y posesiones no tiene espacio para Dios.
9. AUTOEXAMEN. ¿Está tu vida dominada por la codicia, la avaricia, tus posesiones y el deseo de más, aunque ya tengas mucho? ¿Has permitido que tus posesiones te posean? ¿Las cosas en tu vida están haciendo a un lado a Dios? A menos que lleguemos a una admisión humilde y honesta de nuestros fracasos, ¡nunca podrán ser corregidos!
10. LA CLAVE PARA SUPERAR LA AVARICIA: ¡LAS PALABRAS DEL SEÑOR JESÚS! Estas palabras de Jesús en este mismo pasaje son la clave. «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura». (Mt. 6: 33) Medita profundamente estas palabras de Jesús. Reza sobre ellas de corazón.
UN COLOQUIO/CONVERSACIÓN FINAL CON JESÚS Puedes sentirte movido a concluir con esta oración:
Señor Jesús, admito humildemente que el deseo de cosas, una actitud de materialismo, ha dominado en el pasado mi visión de la vida. Me he centrado más en tener cosas que en poseerte a ti y dejar que tú me poseas a mí.
Querido Señor, concédeme el deseo ardiente de poner en práctica tus palabras: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura». Señor, ¡que tú seas el verdadero sentido y el deseo ardiente de mi corazón, de mi alma y de mi vida!
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LECTURAS DEL DIA | 9 DE OCTUBRE 2021
Memoria Opcional de San Dionisio, obispo, y compañeros, mártires
«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)
Sábado, 9 de octubre Lc. 11, 27-28 «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos en los que amamantaste». Jesús respondió: «Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la observan».
Sólo hubo una discípula perfecta de Jesús, ¡y fue su Madre María! Preservada del pecado original en el momento de su concepción en el vientre de su madre, Santa Ana, María permaneció impecable (es decir, sin pecado) toda su vida.
Así escribió de ella el poeta Wordsworth
Madre, en cuyo seno virgen no hubo ni una sola sombra de pecado.
Mujer! por encima de todas las mujeres glorificadas, el alarde solitario de nuestra naturaleza manchada.
10 MANERAS DE AMAR A LA MADRE MARÍA por el P. Ed Broom, OMV
A menudo discutimos sobre quiénes pueden ser los mejores atletas, los mejores artistas, los mejores escritores, los mejores músicos; también, hay que decirlo, están las mejores madres. La Santísima Virgen María fue, es y será siempre la mejor de todas las madres.
Dicho esto, las madres deben reconocer el hecho de que María es la mejor de todas las madres y contemplar las palabras, las acciones, los gestos, las miradas, las intenciones y la vida de María para ser cada vez mejores madres.
Para nuestro gran consuelo, María es la Madre de Dios y es la Madre de la Iglesia, pero también María es nuestra Madre más querida. Tratemos de complacer a María, nuestra Madre, y como consecuencia, ¡las muchas madres del mundo darán grandes pasos para ser mejores madres todos los días de su vida!
A continuación presentaremos diez maneras diferentes en las que podemos demostrarle a María, nuestra Madre, nuestro gran amor por ella y sin duda, a través de su poderosísima intercesión, nos alcanzará las más selectas gracias para ayudarnos a ser los santos que estamos llamados a ser, y muchos de nosotros como madres.
1. HABLAR CON MARÍA
En primer lugar, tenemos que acostumbrarnos a hablar con María, nuestra queridísima Madre, muy a menudo. Confiar en Ella, hablarle de corazón, amarla y confiarle toda nuestra vida es lo más agradable para Ella, así como para su Hijo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de la Santísima Virgen María. María es nuestro modelo, nuestra guía, nuestra amiga y la más querida de las madres. Ella nos quiere mucho y desea tener conversaciones frecuentes con nosotros. ¡Empecemos hoy mismo! Los buenos amigos piensan el uno en el otro y hablan con frecuencia. María es nuestra Madre, pero también es nuestra amiga y confidente.
2. EMPEZAR EL DÍA CON MARÍA
Al despertarnos cada mañana, nuestra primera acción debería ser la oración, ¿y qué oración? ¿Por qué no empiezas el día entregándote totalmente a Jesús -todo lo que piensas, dices y haces- a través del Corazón Inmaculado de María? Entrega a Jesús, por medio de María, tus ojos, tus oídos, tu mente, tu corazón, tu cuerpo y hasta tus intenciones; en una palabra, dale todo a Jesús por medio de la Madre María. ¡Qué importante es empezar bien el día a través del Corazón de María!
3. AMARLA
Una Madre nunca se cansa de escuchar a su hijo decir: «¡Mamá, te quiero mucho; eres lo más!». La tentación podría ser decir: «Bueno, ella ya lo sabe, por qué decirle algo que ya sabe». Es cierto, lo más probable es que una buena madre ya lo sepa. Sin embargo, hay que expresarlo con palabras. Diciendo: «Mamá, te quiero de verdad», el corazón de tu madre saltará de alegría. Lo mismo hay que decir de la Madre María. Con las palabras más sencillas cuando decimos: «Madre María, te quiero», entonces María, Madre de Dios y nuestra Madre amorosa, experimenta una gran alegría en su purísimo e Inmaculado Corazón. Por eso, en el transcurso del día, debemos decir simplemente: «¡Madre María, te amo!».
4. CAMINAR CON ELLA
Hay una canción muy conocida, tanto en español como en italiano, dedicada a María y relacionada con este tema, cuyo título es Santa María del Camino. Por eso, cuando viajemos, y puede ser un viaje corto o muy largo, debemos invitar a la Madre María a que nos acompañe. Ella es una buena compañera de viaje y puede protegernos de muchos peligros en nuestros viajes, peligros tanto físicos como morales. ¡Cuántos accidentes, físicos y morales, se han evitado seguramente viajando con María-Santa María del Camino!
5. IMITAR A MARÍA
Si llegamos a conocer a alguien de manera muy profunda, eso suele llevar a la imitación, y la imitación al seguimiento, y el seguimiento a un profundo amor por esa persona. San Luis de Montfort subraya las diez principales virtudes de María que debemos esforzarnos por imitar: su profunda humildad, su fe viva, su obediencia ciega, su oración incesante, su abnegación constante, su pureza sobrecogedora, su amor ardiente, su paciencia heroica, su bondad angélica y su sabiduría celestial. (Verdadera Devoción a María, San Luis de Montfort #108) ¿Qué virtud necesitas más? ¡Por qué no empiezas por ahí y le pides a María que te ayude a practicar esa virtud!
6. CONFIAR Y ENCOMENDAR A MARÍA
Si realmente tenemos confianza en una persona, podemos confiarle nuestros cuidados, sabiendo que esa persona especial nos cuidará y protegerá. Dios Padre confió a su Hijo unigénito al cuidado de María. Por lo tanto, podemos confiar nuestra vida totalmente al cuidado de María, nuestra Madre más querida y amorosa. «Nunca se supo que alguien que huyera a tu protección quedara sin ayuda». (El Memorándum, San Bernardo)
7. CUÉNTALE A MARÍA TUS PENAS Y FRACASOS
Podríamos ser tentados por el enemigo, el demonio, que verdaderamente odia a María, a sentirnos inhibidos para contarle a la Madre María nuestras penas y profundos sufrimientos. Debería ser todo lo contrario. La mejor de las madres, María, sabe muy bien que cuando un hijo está más herido y lastimado, es cuando necesita el amor y los cuidados más tiernos. ¡Así debería ser con nosotros! Cuando los días parecen ser los más nublados, sombríos, desolados y francamente deprimentes en el fondo de nuestra alma, es entonces cuando realmente necesitamos abrirnos y hablar con María, nuestra Madre. María es a la vez refugio de los pecadores y salud de los enfermos: ¡dos títulos para María en sus famosas letanías!
8. INVOCAR A MARÍA EN LA TENTACIÓN
Nuestra vida es un combate constante; somos soldados de Jesús y de la Madre María. Eso significa que estamos en un campo de batalla constante. Nuestros enemigos son tres: el demonio, nuestra propia carne débil y el mundo. Conscientes de esta intensa realidad del combate espiritual, debemos invocar el Santo Nombre de María en medio de la batalla y la victoria será nuestra. La famosa batalla de Lepanto (1571) supuso una sorprendente victoria de los católicos contra los musulmanes, gracias a la invocación de María y al rezo del Santísimo Rosario, por insistencia del Papa San Pío V. ¡Que confiemos nuestras batallas a María, más poderosa que todo un ejército en formación de batalla! ¡El mero nombre de María causa miedo y terror en todo el infierno!
9. PROMOVER EL AMOR A MARÍA COMO MADRE
Si realmente hemos experimentado el amor, el cuidado y la ternura de María en nuestra vida diaria, entonces sin duda querremos dar a conocer a la Madre María por todas partes. María no es amada y honrada por una razón principal: ¡no es conocida! ¿Cómo se la puede dar a conocer? De muchas maneras. Animad a la lectura de buenos libros sobre María como Las Glorias de María de San Alfonso de Ligorio y La verdadera devoción a María de San Luis de Montfort. También, para lecturas más breves, la Encíclica Mater Redemptoris, y la Carta Apostólica La Santísima Virgen María y el Rosario, ambas del Papa San Juan Pablo II. Fomentar el rezo del Santo Rosario y rezarlo diariamente, o repartiendo rosarios con folletos sobre cómo rezar el Rosario. Por último, fomentar el uso del Escapulario Marrón de Nuestra Señora del Carmen.
10. MORIR EN LOS BRAZOS DE MARÍA
El momento más importante de nuestra vida es el momento en que morimos. Este momento determinará para toda la eternidad nuestro destino eterno: el cielo o el infierno. ¿Por qué no prepararse para morir santamente al menos 50 veces al día? ¿Cómo? Simplemente rezando el Santísimo Rosario. Cada vez que rezamos el Ave María, nos estamos preparando para una muerte santa y feliz: Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Por eso, alegrémonos con la viva conciencia de que todos tenemos una Madre celestial, María la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y nuestra querida Madre. Ella nos conoce, nos cuida, nos protege, pero sobre todo, ¡nos ama! En efecto, en medio de las pruebas, de las luchas y de los intensos combates de la vida, encontremos nuestro refugio en el Corazón Inmaculado de María y en el Sagrado Corazón de Jesús.
LECTURAS DEL DIA | 8 DE OCTUBRE 2021
Viernes de la XXVII semana del Tiempo ordinario
«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)
Viernes, 8 de octubre Lc. 11,15-26 «El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo desparrama».
La pregunta que deberíamos hacernos es: «¿Cómo puedo asegurarme de estar «con Cristo» y no contra Él? El P. Ed nos da la respuesta de manera audaz y completa en la siguiente meditación.
MANTENGA EL FUEGO DEL AMOR DE DIOS ARDIENDO EN USTED! por el P. Ed Broom, OMV
Jesús dijo: «He venido a echar fuego en la tierra; no estaré tranquilo hasta que ese fuego arda». (Lc 12,49) Ahora mismo, ese fuego debería estar ardiendo en tu corazón. Es el fuego del Espíritu Santo. Una hoguera que se mantenga encendida debe ser alimentada constantemente. Hay que echar constantemente al fuego leña, hojas, maleza, papeles viejos. Si no, el fuego se apaga y pronto sólo queda un montón de cenizas.
Como resultado del entorno social y espiritual en el que vivimos, qué fácil es que el fuego del Espíritu Santo, el fuego del amor divino, decaiga, disminuya y se apague. Demasiados católicos de hoy son como mechas o brasas que arden, que han perdido su fuego, su celo, su entusiasmo, su alegría de vivir. Como escribió poéticamente T.S. Elliot: «No se apagarán con una explosión, sino con un gemido».
UNA SERIA ADVERTENCIA. El último libro de la Biblia, el Apocalipsis, nos advierte: «Has perdido tu primer amor». (Apocalipsis 2:4) Y, «No eres ni frío ni caliente, ojalá lo fueras, pero eres tibio; así que te vomitaré de mi boca». (Ap 3,16) Por sorprendentes e incluso chocantes que parezcan estas palabras, proceden del Espíritu Santo, que es el Autor de toda la Sagrada Escritura. ¡Que Dios nos salve de la mediocridad!
UNA ORACIÓN FERVIENTE. Hagamos una sincera y ferviente oración desde lo más profundo de nuestro corazón para que el fuego del amor de Dios no se apague nunca en nuestra alma. Sin embargo, si se ha apagado, roguemos al Espíritu Santo que reviva ese fuego. Luego, pidamos la gracia de encender muchos fuegos -el fuego del amor de Dios- dondequiera que vayamos, con quienquiera que nos encontremos, en cualquier circunstancia que Dios nos coloque.
EL FUEGO DEL AMOR DE DIOS ES EL QUE HACE ARDER NUESTRO CORAZÓN. Así pues, utilicemos todas las herramientas, todos los medios que Dios ha puesto en nuestro camino para encender la llama del amor de Dios en nuestro corazón. Que sigamos las huellas del Maestro, Jesús, haciendo nuestras sus palabras: «He venido a echar fuego en la tierra, y no estaré tranquilo hasta que ese fuego se encienda». (Lc 12,49)
¡LOS DIEZ GRANDES SALTOS DE LA VIDA!
1. REAVIVAR LA LLAMA. ¡Confiésate! Si hemos perdido la gracia de Dios por el pecado mortal, entonces el fuego de Dios se ha apagado en nosotros. No te desanimes, sino confía en Dios. Como el Hijo Pródigo (Lc 15,11-32) levántate y vuelve al abrazo amoroso del Padre a través de una buena Confesión Sacramental. Los brazos amorosos del Padre están abiertos de par en par para recibirte. ¡Él espera pacientemente tu regreso!
2. CONSAGRACIÓN A MARÍA Y AL ESCAPULARIO Al amanecer, al despertar cada mañana, consagra todo tu ser, tu día y todas tus actividades al Corazón Inmaculado de María, y luego besa tu Escapulario. Las pinturas representan al Corazón Inmaculado de María con el fuego que brota de su corazón -el fuego del amor, el fuego del Espíritu Santo- por ti y por tu salvación eterna.
3. ASPIRACIONES CORTAS EN EL DÍA. Durante el transcurso del día eleva tu corazón en oraciones cortas, como flechas que atraviesan el cielo, como por ejemplo «Jesús, María y José, os amo; salvad las almas» Siempre que se te ocurra un dardo corto y ardiente, lánzalo al cielo como un acto de amor. ¡Mantén el fuego encendido!
4. RECONOCE TU DIGNIDAD. Por el Bautismo nuestras almas fueron transformadas radicalmente: ¡nos convertimos en Templos del Espíritu Santo! Entre los muchos títulos bellos, místicos y poéticos para el Espíritu Santo en la Secuencia del Espíritu Santo está el de «Dulce huésped del alma». Como nos recuerda el Papa San León Magno en su homilía de Navidad «¡Cristianos, reconoced vuestra dignidad!» Con una conciencia constante de tu dignidad y destino – «Soy un hijo de Dios, un Templo del Espíritu Santo, y el Cielo es mi destino»-, ¡el fuego salta sin cesar!
5. EL CIELO: A LA VUELTA DE LA ESQUINA. La virtud de la Esperanza enciende el interior de tu alma. Con los pies en la tierra y los ojos espirituales levantados en lo alto, hacia el Cielo que te espera, las llamas ardientes de Dios encenderán tu alma. La vida es corta, como la flor del campo que nace por la mañana y se marchita y muere cuando el sol oculta su rostro. (Sal 103,15-16) La vida tiene sus contradicciones. Pero si llevas tu cruz con paciencia y amor, ¡el Cielo te espera!
6. APAGA EL FUEGO DE LA JUSTICIA DE DIOS CON EL FUEGO DE TU AMOR: ¡EL PURGATORIO! Las oraciones frecuentes, los sacrificios y las limosnas -actos de amor ofrecidos por las almas del Purgatorio- pueden mitigar el Fuego de la Justicia de Dios que purifica a las almas del Purgatorio. Es decir, el fuego de su caridad puede hacer que estas almas lleguen antes a su destino final: el Cielo. ¡A su vez, sus oraciones desde el cielo servirán para encender el amor ardiente de Dios dentro de ti!
7. EL AMOR ARDIENTE POR DIOS Y POR EL PRÓJIMO. El fuego del amor que arde en tu corazón hacia Dios, a quien no ves, debe precipitarse impetuosamente hacia tu prójimo, a quien sí ves, y que ha sido creado a imagen y semejanza de Dios. «Tuve hambre, sed, desnudez, era extranjero, estaba enfermo y en la cárcel, ¡y me atendiste!» (Mt 25,31-46) Cada vez que sirves a Jesús en los demás, ya sea en las Obras de Misericordia Corporales o Espirituales, el fuego del amor de Dios se enciende y arde con fuerza en ti. Lee las vidas de los santos como modelo.
8. LA HORA SANTA: ¡LA HORA DEL PODER, LA HORA DEL FUEGO! Si entras en casa en una noche fria de invierno y te sientas donde arde el fuego, te descongelarás. Las llamas que salen de la chimenea de ladrillos incluso secarán tu ropa mojada y empapada por la lluvia. Del mismo modo, es fácil que la mundanidad y los valores mundanos impregnen nuestro interior con una indiferencia que empapa todo. Es precisamente la Hora Santa, la Hora del Poder, la Hora del Fuego, la que enciende nuestra mente, nuestro corazón y nuestra voluntad. En el Sagrario vive el Señor de los Señores y Rey de los Reyes en toda su majestad, fuego y poder. El Papa San Juan Pablo II afirmó que el Sagrario es el latido vivo de la Iglesia. ¡Que su Corazón ardiente encienda nuestros corazones a través de la fidelidad a nuestra Hora Santa diaria!
9. LECTURA ESPIRITUAL/LECTIO DIVINA. Para que podamos lanzar dardos ardientes a las mentes y corazones de los demás, es necesario que tengamos convicciones firmes en nuestra mente que se traduzcan en acciones. Demasiadas personas son perezosas, letárgicas, anémicas y están medio dormidas en su vida espiritual. Les falta el fuego de la motivación que se enciende con una sólida lectura espiritual. Consulta a tu director espiritual o a tu confesor habitual sobre tu elección de lecturas bíblicas. Que la elección te ayude a revestirte de la mente de Cristo, en palabras del ardiente Apóstol San Pablo. Entonces podrás decir: «Tengo la mente de Cristo». (1 Cor 2,16)
10. LA SANTA COMUNIÓN Y EL FUEGO Siempre que sea posible, recibe la Santa Comunión. En un sentido muy real la Santa Comunión resulta en un Trasplante de Corazón Espiritual. Recibes verdaderamente el Cristo total: el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesús. Esto significa que recibes el Sagrado Corazón de Jesús. Si contemplas cualquier imagen del Sacratísimo Corazón de Jesús, verás que de Su Corazón brota un fuego abrasador. Sufre tanto, como le dijo a Santa Margarita María Alacoque: «Contempla el Corazón que tanto ama y sólo recibe frialdad, indiferencia e ingratitud.» ¡¡¡Si tu recepción de la Sagrada Comunión es realmente ferviente, entonces el Corazón de Jesús toma tu corazón y lo inunda con el fuego de su Divino Amor para que puedas compartirlo con todo el mundo!!!
Oración de acción de gracias después de la Santa Comunión:
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, fortaléceme. Oh Buen Jesús, escúchame. Dentro de tus heridas escóndeme. No permitas que me separe de Ti. Del enemigo maligno, defiéndeme.En la hora de la muerte, llámame, Y mándame venir a Ti,para que con tus santos pueda alabarte por los siglos de los siglos Amén.
LECTURAS DEL DIA | 7 DE OCTUBRE 2021
Memoria de Bienaventurada Virgen María del Santo Rosario
«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)
Jueves, 7 de octubre Lc. 11, 5-13 «Y yo os digo: pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá la puerta».
La Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se complace en conceder las peticiones de la Santísima Virgen María -¡Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre de todos y cada uno de nosotros!
El Rosario es un arma poderosa para vencer a los tres terribles enemigos de nuestra salvación: el demonio, el mundo y nuestra propia carne débil.
Nuestra Señora se identificó como Nuestra Señora del Santo Rosario cuando se apareció a los tres niños de Fátima y les pidió que rezaran el rosario diariamente con pequeños actos de penitencia para la salvación de las almas que caen en el infierno porque no hay nadie que rece y ofrezca sacrificios por ellas. ¡Algunas de esas almas podrían ser nuestros propios familiares!
FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO por el P. Ed Broom, OMV
Cada año, al llegar el 7 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. El motivo de esta Fiesta Litúrgica Mariana-y del Rosario se debe a una de las Victorias Navales más importantes de la Historia de la Iglesia, ¡de la Historia del mundo!
LA BATALLA DE LEPANTO. La batalla de Lepanto tuvo lugar a finales del siglo XVI en el golfo de Patras, en el mar Jónico (Ionian Sea). La batalla consistió en un combate naval en el mar entre musulmanes y católicos. La formación de batalla del Islam era muy superior y en todos los aspectos: preparación, número de barcos, cañones, armas y mano de obra. En un sentido muy real, era imposible que los pocos católicos -de hecho, una tripulación diverse armada con trapos en comparación con los musulmanes- pero salieran victoriosos.
LA VICTORIA MILAGROSA: NUESTRA SEÑORA DEL SANTÍSIMO ROSARIO. Uno de los testimonios más estupendos del poder de Dios Todopoderoso, pero por la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María bajo el título de Nuestra Señora del Rosario, es la victoria de Lepanto. Para abreviar la historia, la batalla estalló en el Golfo de Patras, cerca de Lepanto. Al tener menos naves, ser menos numerosos en mano de obra y tener menos experiencia en la batalla, al principio los cristianos católicos estaban perdiendo la batalla. Parecía que la victoria iba a ser para la flota turca, la de los musulmanes. Pero algo sucedió que cambió las cosas y se produjo de esta manera. En ese período de tiempo dentro de la Iglesia (el siglo XVI) uno de los Pontífices reinantes era el Papa Pío V, ahora San Pío V. Antes de ser elegido como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica perteneció a la Orden de Predicadores, es decir, a los dominicos. Su fundador, Santo Domingo, empuñaba el Santísimo Rosario y lo predicaba con fervor y fidelidad contra la herejía albigense. Como resultado, esta perniciosa y errónea secta religiosa fue conquistada y muchos que estaban contaminados por sus errores volvieron a la Iglesia Católica. En efecto, ¡esto fue un milagro del Rosario!
LA TÁCTICA DE SAN PÍO V. Por lo tanto, incluso como Papa, siendo un fiel hijo de Santo Domingo y amante del Rosario, el Papa Pío V tuvo una fuerte inspiración. Por qué no convocar una cruzada del Rosario en Europa, es decir, animar a los católicos de todo el mundo a sacar su arma espiritual, su espada espiritual, que no es otra que el Rosario, y utilizarla como arma de victoria. Así sucedió, liderados por el Papa Pío V un gran número de católicos comenzaron a rezar el Rosario sin parar por la flota naval católica. Sucedió algo curioso; los vientos cambiaron a favor de los católicos; ¡pudieron capturar al general jefe de los musulmanes! Esto lanzó a la flota musulmana a una total desorganización y confusión. En ese momento, los católicos, a pesar de su escasez de barcos, hombres y experiencia, aplastaron a los musulmanes. Desde lo alto, el Papa Pío V recibió la inspiración interior de que los católicos habían ganado la batalla. Pero en realidad, la victoria no se debió a la pericia naval de los católicos, sino a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María bajo el título de ¡Nuestra Señora del Rosario! Las fuerzas enemigas eran poderosas, amenazantes y despiadadas, pero la Santísima Virgen María, a través del rezo ferviente, humilde y fiel del Santo Rosario, demostró ser mucho más poderosa. La victoria fue de Dios por la intercesión de su Santísima Madre.
7 DE OCTUBRE – NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO. Por lo tanto, para conmemorar la victoria de los cristianos católicos sobre los musulmanes, el Papa instituyó una nueva memoria litúrgica: NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, que celebramos todos los años en el mes de octubre, concretamente el 7 de octubre.
DAVID Y GOLIAT La mejor comparación podría ser recordar la batalla que tuvo lugar en el Antiguo Testamento entre David y Goliat. David era un mero joven con sólo una honda y algunas piedras en la mano; no tenía experiencia en la batalla, ni arma, ni armadura que usar. En cambio, Goliat lo tenía todo. Su estatura era espantosamente enorme, su arma una enorme espada de media luna, llevaba un casco y su escudero iba delante de él. Goliat era posiblemente uno de los guerreros más peligrosos y feroces del mundo. Su intención era matar al pequeño pastor David, del que se burló y se mofó, y luego arrojar su cadáver a las aves del campo. Todos conocemos el final de la historia. La gloriosa victoria fue para David; ¡la catastrófica derrota para Goliat!
EL ROSARIO: LA HONDA VICTORIOSA MODERNA Más que nunca, estamos rodeados no por un Goliat, sino por una multitud de feos Goliats, horrible monstruos empeñados en buscarnos y perseguirnos con el único propósito de atraparnos, esclavizarnos y destruirnos.
IDENTIFICANDO A LOS GOLIATS MODERNOS. Si queremos derrotar a los Goliats modernos, primero debemos identificarlos. Los siguientes son algunos: Materialismo, Consumismo, Hedonismo, Racionalismo, Agnosticismo, Ateísmo Dogmático y Práctico. Todos los mencionados son sistemas filosóficos erróneos que se extienden como un reguero de pólvora por todo el país y otras partes del mundo. Nuestra Señora de Fátima había profetizado que Rusia extendería sus errores -el ateísmo, la negación de la existencia de Dios- por todo el mundo.
EL REMEDIO: LA HONDA ESPIRITUAL MODERNA Si queremos ganar la batalla en nuestro país, en nuestro estado, en nuestra ciudad, en nuestra comunidad eclesial, en nuestra familia y en nuestra propia vida personal contra los numerosos GOLIATAS modernos que pueden ser exteriores o incluso interiores, debemos sacar la poderosa arma que tanto agrada a Dios, el rezo del Santísimo Rosario de la Santísima Virgen María.
OCTUBRE: EL MES DEL ROSARIO. Mayo es para María; junio es el mes del Sagrado Corazón de Jesús; julio honramos y alabamos la Preciosa Sangre de Jesús. El mes de octubre es el mes dedicado a promover, rezar y amar este gran regalo para el mundo: el Santísimo Rosario de la Santísima Virgen María. En efecto, estamos en un combate espiritual mortal. Sin embargo, con Jesús como nuestro Rey y María como nuestra Reina Celestial estamos seguros de ganar la batalla. ¡¡¡Así que, a partir de ahora, empuña tu Rosario; recógelo fielmente y podrás vencer a los muchos Goliat que te acechan buscando la destrucción de tu alma!!!
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