Memoria de San León Magno, Papa y doctor de la Iglesia
«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)
MIÉRCOLES, 10 de noviembre Lc. 17, 11-19 «Diez quedaron limpios, ¿no? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha vuelto ninguno más que este extranjero a dar gracias a Dios?»
Es importante entender por qué Jesús está decepcionado, incluso triste. ¿Crees que buscaba la gloria? ¿O al menos los buenos modales de un «gracias»? Para encontrar la respuesta debemos entender por qué fuimos creados.
Fuimos creados por Dios con un propósito: entrar en relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, una relación de amor, de amistad, de familia. ¡Esta es la verdad que define quiénes somos!
¡Esto lo cambia todo! Esto cambia cómo vemos a Dios y cómo nos vemos a nosotros mismos. Cómo vemos la vida, cómo vemos la muerte y cómo vemos la eternidad. El P. Ed nos ayuda a entender cómo crecer en la amistad con Jesús.
CINCO FÁCILES PASOS PARA EMPEZAR A VER A JESÚS COMO TU SEÑOR Y AMIGO por el P. Ed Broom, OMV
Buen Pastor; Pan de Vida; Cordero de Dios; Camino, Verdad y Vida; Luz del mundo; Alfa y Omega; Principio y Fundamento; Cristo, Hijo de Dios vivo; Redentor y Salvador; Amigo fiel; Hijo del Padre; Hijo de la Virgen María: todos ellos son títulos cristológicos. Cada uno de estos títulos refleja un aspecto único y glorioso de Jesús. Él es Señor, Dios y Salvador y anhela ardientemente ser nuestro amigo en el tiempo y en la eternidad.
Por lo tanto, nos gustaría ofrecer algunos pasos concretos que podemos dar de inmediato para construir una Amistad fuerte, dinámica y permanente con Jesús, que sí es el Amigo que nunca nos falla, y que anhela ser nuestro Amigo en el Cielo por toda la eternidad.
El sentido común nos enseña que es totalmente imposible amar a una persona si esa persona es totalmente desconocida para nosotros. Por eso, en la composición de los Ejercicios Espirituales, el retiro de un mes completo, San Ignacio anima al ejercitante a pasar de 11 a 12, o incluso 13 días, con el único propósito de contemplar la vida de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Así, el ejercitante puede pasar de cuatro a cinco horas diarias contemplando la vida pública de Jesús durante cerca de dos semanas. La gracia que San Ignacio insiste en que los ejercitantes pidan es la siguiente: «Conocimiento íntimo de Jesús, para que le amemos más ardientemente, y le sigamos más de cerca».
Imagínate pasar de 50 a 60 horas durante dos semanas contemplando la Vida Pública del Señor Jesús en silencio y con el corazón abierto. ¿Cuáles serían los frutos de tal ejercicio espiritual? Sin duda, sería una amistad personal y dinámica con Jesús.
Dicho esto dejemos caer las redes en el abismo infinito de la Persona de Jesús el Señor, Jesús nuestro Dios, Jesús nuestro Salvador, Jesús nuestro Redentor, Jesús el Hijo de María, y Jesús que desea ser y de hecho será nuestro Mejor Amigo en el tiempo y por toda la eternidad.
1. Conocer los Evangelios
El punto de partida para conocer al Señor Jesús debe ser con los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y San Juan. No deben ser leídos como literatura, poesía o como una mera búsqueda pagana o secular de conocimiento. Todo lo contrario, los Evangelios deben ser leídos, o mejor aún, meditados y rezados para llegar a conocer, amar y seguir a Jesús.
2. ¿Un método de oración?
Sí, hay muchos métodos de oración, pero nos gustaría sugerir un método breve, sencillo y práctico para abrir la puerta al conocimiento y a la amistad con Jesús a través de la meditación de la Palabra de Dios en nuestro corazón, como la Virgen María.
a) REZAR PRIMERO. Antes incluso de abrir el Evangelio, pide al Espíritu Santo luz y amor en tu meditación bíblica.
b) LEER. Lee despacio con la docilidad de Samuel en el Templo: «Habla, Señor, que tu siervo te escucha».
c) PIENSA. Como la Santísima Virgen María piensa, reflexiona, rumia la Palabra de Dios. En otras palabras, acepta la lucha que supone comprender la Palabra de Dios.
d) ABRE TU CORAZÓN: HABLA. Abre tu corazón y habla con el Señor Jesús. Deja que los sentimientos de tu corazón fluyan libremente mientras hablas con el Señor.
e) AMIGOS. Santa Teresa de Ávila compara la oración con la amistad. Habla con Jesús sobre lo que tienes en tu mente y en tu corazón relacionado con la Palabra de Dios que estás leyendo.
f) NOTAS: Cuando hayas terminado tu tiempo de oración, anota durante unos minutos en tu diario de oración las luces, pensamientos, intuiciones, inspiraciones, consuelos que Dios te ha dado.
g) ACCIÓN. A continuación, trata de poner en práctica lo que Dios te ha dado. En otras palabras, pasa del corazón y la mente a los pies: ¡pon en práctica la Palabra!
3. Comentarios bíblicos
Otra herramienta muy útil para conocer mejor a Jesús y amarlo con gran pasión es hacerse con un buen comentario bíblico. Hay muchos, pero me gustaría ofrecer simplemente una fuente ¡¡¡PATRÍSTICA!!! Con esto se quiere decir, profundizar en lo que algunos de los Padres de la Iglesia han predicado y escrito sobre la Vida de Cristo. ¿Quiénes son los Padres de la Iglesia? Existen tanto los Padres occidentales (latinos), como los Padres orientales de la Iglesia. Algunos nombres importantes entre los Padres occidentales: San Agustín, San Ambrosio, San Jerónimo, San Gregorio Magno. Algunos nombres importantes entre los Padres orientales: San Juan Crisóstomo, San Basilio, San Gregorio de Nicea, San Atanasio. Estás en un terreno sólido y seguro con los Padres de la Iglesia -tanto de Occidente como de Oriente-.
4. Un clásico moderno
En Sinu Jesu-Cuando el corazón habla al corazón: El Diario de un Sacerdote en Oración, un Monje Benedictino. Este clásico moderno puede encender un fuego en tu corazón por el amor a Jesús el Señor como tu
mejor amigo. Escucha y medita un breve pasaje de este texto tan inspirador:
«Escúchame. Ábreme el oído de tu corazón y te hablaré como te he prometido. Mi Corazón tiene mucho que decirte. Te instruiré. Te enseñaré. Te mostraré el camino que debes seguir. Mi corazón te anhela. Deseo tanto tu compañía». (En Sinu Jesu: página 21)
Sin duda, una meditación lenta y orante de este texto te ayudará a conocer a Jesús como un Amigo íntimo, y empezarás a enamorarte de verdad del Señor Jesús. En el prólogo, el autor deja claro que este libro no es sólo para los sacerdotes, ¡sino para toda persona que desee sinceramente una creciente amistad con Jesús!
5. María: El atajo hacia el Sagrado Corazón de Jesús
Jesús es feliz cuando llegamos a conocer y amar a los que Él conoce y ama mejor. El primero de los amigos y amantes de Jesús es su propia Madre, la Santísima Virgen María. Conociendo a María, reflexionando sobre sus palabras y su vida ejemplar, nos sentiremos motivados a acudir a Jesús. La Virgen nunca impide la unión con Jesús, sino que fomenta una profunda unión con él. De hecho, las últimas palabras registradas de María en la Biblia están en el contexto de las Bodas de Caná. Las últimas palabras de María fueron: «Haced lo que Él os diga». (Jn. 2:5) El mejor consejo del mundo.
En resumen, creced en el conocimiento y el amor a María, y ella os colocará en el Sagrado Corazón de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en el tiempo y para toda la eternidad.