Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Ene 20 2022

LECTURAS DEL DIA | 20 DE ENERO 2022

Jueves de la II semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES 20 DE ENERO Mc. 3, 7-12 «Dijo a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca a causa de la multitud, para que no le aplastaran. Había curado a muchos y, por eso, los que tenían enfermedades le apretaban para tocarle».

Acuden a Jesús porque les cura. Pero, ¿creerán en Él cuando ya no esté para curarlos? Es fácil para nosotros creer en Jesús cuando las cosas van bien en nuestras vidas, pero ¿seguimos creyendo en Él cuando las tormentas de la vida descienden sobre nosotros?

LA FE QUE PUEDE MOVER LAS MONTAÑAS por el P. Ed Broom, OMV

Una película encantadora y cautivadora que se estrenó hace varios años fue la de Little Boy. Una de las escenas más memorables e impresionantes era cuando el Little Boy se enfrentaba a una situación milagrosa en la que había que mover la montaña. De hecho, el propio Jesús dijo que la fe puede mover las montañas. Con fervor, entusiasmo y toda la energía de su alma, el Niño hizo señas para que se moviera la montaña y, de hecho, la montaña se movió realmente, para sorpresa y conmoción de todos, excepto del Niño. Las palabras de Jesús son verdaderas: «Si tienes una fe tan pequeña como un grano de mostaza, puedes decirle a esta montaña: «Muévete de aquí a allá», y se moverá». (Mt 17,20) O bien, «Si tienes fe tan pequeña como un grano de mostaza, puedes decir al árbol: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y te obedecerá». (Lc 17,6)

Ya que Este es el caso, hablemos de la virtud de la fe, qué es, de dónde viene, y cómo podemos cultivarla y ser como el Little Boy, capaces de mover las montañas y desarraigar y trasplantar los árboles.

1. DEFINICIÓN DE FE.  

Una de las formas más sencillas de definir la fe es la siguiente: «Creer en un Dios al que no podemos ver y confiar en su Palabra». Jesús resucitado reprendió suavemente a Santo Tomás, dándole el apodo de Tomás el Dudoso, porque se negó a creer el testimonio de los otros Apóstoles cuando le dijeron que Jesús resucitado se les había aparecido. Jesús se aparece de nuevo a los Apóstoles y esta vez Tomás está presente. Con las siguientes palabras, Tomás ofrece a Jesús y al mundo en general una de las profesiones de fe más sencillas y profundas: «Señor mío y Dios mío». (Jn. 20:28) El Señor reprende suavemente al Apóstol diciendo: «Dichosos los que no han visto y han creído.» (Jn 20-29)

2. ORIGEN DE LA FE.  

La fe es una de las tres virtudes teologales que con la Esperanza y la Caridad se plantan en lo más profundo de nuestra alma en el momento del Bautismo. Cuando fuiste bautizado por el sacerdote, diácono u obispo, utilizando la fórmula trinitaria:  «______________» (insertar nombre), te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», no sólo se limpió el Pecado Original de tu alma, y no sólo te convertiste en un Templo vivo del Espíritu Santo, sino que también recibiste estos tres Dones tan especiales, las virtudes teologales de la Fe, la Esperanza y la Caridad.

3. LA FE COMPARADA CON UNA SEMILLA PLANTADA EN UN JARDÍN. 

Una de las mejores imágenes para entender el proceso dinámico de crecimiento necesario para la virtud de la Fe es la de una semilla plantada en un jardín. Puede ser la mejor semilla del mundo. Sin embargo, si esa semilla no se cultiva con cuidado y no se riega, puede marchitarse y morir. Lo mismo ocurre con la virtud de la Fe: debe ser cultivada o también puede marchitarse y morir.

4. LA FE DEBE SER PRACTICADA.

La virtud de la fe no sólo debe cultivarse, sino que también debe ponerse en práctica. Un levantador de pesas, un jugador de béisbol, un nadador, un corredor… todos estos atletas pueden ser potencialmente los mejores en su campo. Sin embargo, si no practican, nunca conocerán ni exhibirán los talentos de los que han sido dotados. Este breve refrán resuena como una verdad: «La práctica hace al maestro». Las generaciones más jóvenes han acuñado esta frase: «Si no lo usas, lo pierdes». A continuación se expondrán formas prácticas en las que podemos cultivar y crecer en nuestra fe realizando actos de fe concretos.

5. ORACIÓN. 

El santo jesuita-teólogo fallecido en el año 2000 y ya siervo de Dios, el padre John Hardon, hizo esta aguda observación relacionada con la oración y la fe o la pérdida de la fe. Afirmó que su observación era que casi siempre, aquellas personas que abandonaban la práctica esencial de la oración, perdían su fe. Es lógico porque cada vez que rezamos, estamos haciendo un acto de fe; estamos hablando con un Dios que es invisible, al que no podemos ver con nuestra vista física, pero seguimos creyendo que nos escucha.

6. LA SEÑAL DE LA CRUZ.  

Otro acto clave de fe es cuando hacemos la Señal de la Cruz, diciendo las palabras: «En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén». Este gesto y estas palabras expresan nuestra fe en el Misterio más profundo de la Fe Católica, la Santísima Trinidad, que creemos en un solo Dios y en Tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

7. LA GENUFLEXIÓN.

Otro acto corporal clave de fe es la genuflexión, en la que tu rodilla derecha toca el suelo cada vez que pasas por delante del Santísimo Sacramento. Tu fe se dirige hacia El Misterio de la Fe, que es Jesús verdaderamente presente en Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en el Santísimo Sacramento del altar.

8. INCLÍNATE AL OÍR EL NOMBRE DE JESÚS. 

Dice San Pablo: «Por esto, Dios lo exaltó en gran manera y le concedió el nombre que está por encima de todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla, de los que están en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre». (Flp 2,9-11) Estas palabras del gran Apóstol San Pablo expresan la grandeza de la Persona y del Nombre de Jesús. Por eso, debemos adquirir el hábito de inclinar la cabeza al escuchar el Nombre de Jesús. Al hacerlo, nuestra fe se verá reforzada.

9. PRUEBAS ENVIADAS POR DIOS.

Como Abraham, como Pedro y los Apóstoles, como la Santísima Virgen María y los santos, nuestra fe tiene que ser probada, purificada y perfeccionada por medio de muchas pruebas. Santiago expresó esta verdad con estas palabras «Considerad, hermanos míos, que es una alegría cuando os encontráis con diversas pruebas, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce la perseverancia. Y que la perseverancia sea perfecta, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada». (St 1,2-4). Dios debe permitir que las pruebas, de una u otra forma, purifiquen, fortalezcan y fortifiquen nuestra fe. Como el hierro oxidado se purifica y perfecciona en el crisol del fuego, así nuestra fe se perfecciona en el crisol de las distintas pruebas. El episodio de Pedro, primero caminando sobre el agua y luego hundiéndose en las olas, en el que gritó «Señor, sálvame», suscitó estas palabras y este gesto de Jesús «Hombre de poca fe, ¿por qué has dudado?» y Jesús extendió su mano y se agarró a la de Pedro». (Mt 14,30-31) ¡Entonces Pedro volvió a caminar sobre el agua hasta que subieron a la barca! Como Pedro, a veces estamos llamados a dejar la zona de confort de nuestra barca y caminar sobre las aguas frías, movedizas e inciertas, todo ello poniendo nuestra fe y confianza totalmente en el Señor Jesús.

10. COMPARTE TU FE CON LOS DEMÁS. 

De manera material, cuando damos algo nos empobrecemos. No es así cuando compartimos nuestra fe. Al compartir nuestra fe en Jesús, en Dios, en la Iglesia católica, crecemos, y cuanto más generosamente compartimos, mayor crecimiento experimentamos. San Pablo nos recuerda: «Hay más alegría en dar que en recibir». (Hechos 20:35) ¡Comparte tu fe y crecerás en tu fe! 

Roguemos a la Virgen, que nunca perdió su fe y su total confianza en Dios, incluso en los momentos más dificiles de su vida, que rece fervientemente por nosotros para que, como el niño de la pelicula, nuestra fe sea tan fuerte que podamos mover las montañas más altas.  

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Ene 19 2022

LECTURAS DEL DIA | 19 DE ENERO 2022

Miércoles de la II semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MIÉRCOLES, 19 DE ENERO Mc. 3, 1-6 «Entonces dijo a los fariseos: «¿Es lícito hacer el bien en sábado antes que hacer el mal, salvar la vida antes que destruirla?». Pero ellos guardaron silencio. Mirándolos con ira y apenado por su dureza de corazón, Jesús dijo al hombre: «Extiende tu mano». Él la extendió y su mano fue restaurada».

¿Hasta qué punto estamos dispuestos a ver una necesidad y hacer lo que podamos para satisfacerla? Hoy, el P. Ed nos ofrece una meditación para el autoexamen y la reflexión.

SERVIR ES REINAR; REINAR ES SERVIR por el P. Ed Broom, OMV

Estamos construyendo sobre la sólida estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, Principio y Fundamento: Hemos sido creados para alabar a Dios, reverenciar a Dios y servir a Dios, y por este medio salvar nuestra alma. Jesús deja muy claro en Mateo 25 que todo lo que hagamos al más pequeño de nuestros hermanos, se lo hacemos a Él. En otras palabras, Principio y Fundación nos desafía a salir de nuestra zona de confort, a dejar nuestra manta de seguridad, a salir de la barca al agua fría a la orden del Señor para poder servir de verdad. Que María, la humilde sierva del Señor, nos ayude en nuestra verdadera vocación -la vocación que lleva al cielo-, la vocación de auténtico servicio.

REFERENCIAS BÍBLICAS SOBRE LA LLAMADA VOCACIONAL AL SERVICIO

1. SATANÁS: LA ANTÍTESIS DEL SERVICIO.  Hay que decir que Satanás/Lucifer alzó su voz en un clarín de rebeldía contra la voluntad de Dios Todopoderoso con el rotundo NO a la obediencia a Dios-¡NO SERVIAMOS! ¡No serviré a Dios! A partir de lo cual se desató una batalla contra los ángeles que, debido a su propia voluntad y determinación, decidieron que no servirían a Dios, ni Le obedecerían, ni se someterían a su santa voluntad. Dios convocó a San Miguel Arcángel, el Príncipe de las Huestes Celestiales, cuyo nombre significa quien es semejante a Dios. Esos ángeles rebeldes, transformados en horrendos y espantosos demonios, fueron expulsados del cielo y arrojados al pozo de fuego del infierno. (Leer Apocalipsis 12 e Isaías 14: la caída de los ángeles). En resumen, todas las tragedias comenzaron, y aún comienzan, cuando se falla en servir a Dios, en obedecer a Dios, y en someter la propia voluntad a la voluntad de nuestro Señor Dios, nuestro Padre y Creador. A veces, debido a la concupiscencia y a los efectos del Pecado Original, luchamos dentro de nuestro propio corazón dividido para someter nuestra voluntad en obediencia y servicio a nuestro Padre Celestial.

2. EL SÍ DE NUESTRA SEÑORA A DIOS Y AL SERVICIO  No puede haber un contraste más marcado y significativo que el NO SERVIAM de Lucifer/Satán y el SÍ de la Santísima Virgen María. Al escuchar la invitación del Arcángel Gabriel a obedecer a Dios, a someter su voluntad a la voluntad de Dios y a servir a Dios, María da su total consentimiento a la voluntad del Padre Celestial y se convierte, entre sus muchos y hermosos títulos, en la Humilde Sierva del Señor. El Sí de María a Dios para ser su sierva en todo tiempo y lugar transformó radicalmente el mundo. María dijo a Dios por mediación del Arcángel Gabriel: «He aquí la esclava (la sierva) del Señor, hágase en mí según tu voluntad». (Lc 1,38) Como resultado del sí de María, «la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros». (Jn 1,14) A nosotros nos corresponde, a imitación de María y de su poderosa intercesión, dar nuestro Sí a Dios en el servicio; si lo hacemos, estaremos viviendo verdaderamente el Principio y el Fundamento en nuestras vidas en el ámbito de la llamada universal al servicio. ¡Que el ejemplo y las oraciones de María vengan en nuestra ayuda!

3. SERVIR DE DOS MANERAS COMPLEMENTARIAS: MARTA Y MARÍA… (Lc 10,38-42) A veces Jesús se detenía en Betania para visitar a tres de sus buenos amigos, dos hermanas y su hermano: María, Marta y Lázaro. Jesús disfrutaba enormemente de su amistad. En una ocasión, Jesús estaba en su casa de Betania, un pueblo cercano a la ciudad de Jerusalén, y María y Marta estaban presentes ante Jesús, pero de dos maneras diferentes. Marta estaba ocupada con los detalles de la hospitalidad; podemos imaginarla limpiando, preparando la comida, la mesa, etc. María estaba simplemente sentada a los pies de Jesús. ¿Qué hacía? Escuchando las palabras de Jesús, hablando con Él, mirando a Jesús y simplemente amando al Señor como su Mejor Amigo. Tensa, nerviosa y algo frustrada, Marta le dice a Jesús que le diga a María que la ayude. Jesús sale en defensa de María con estas palabras «Marta, Marta, te preocupas por muchas cosas; María, por su parte, ha elegido lo único necesario y no se privará de ello». (Lc 10, 41-42)

Con respecto a nuestra llamada a servir en nuestra consideración de Principio y Fundamento, este pasaje con María y Marta nos enseña una lección muy importante. Como Marta, estamos llamados a servir a Jesús y a servir a los demás, ¡muy cierto! ¡Sin embargo, debemos tener mucho cuidado de no caer en la herejía moderna del Activismo, o como el Papa San Juan Pablo II lo llamó Horizontalismo, o como el Papa León XIII lo denominó Americanismo, o si se quiere, el peligro de transformarse en el llamado Workaholic! Debemos servir a nuestros hermanos y hermanas. Sin embargo, nunca debemos anteponer el servirlos a dar a Dios nuestras primicias, a dar a Dios lo mejor de nosotros, a dar a Dios todo en este sentido. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y luego, Amarás a tu prójimo como a ti mismo». (Lc 10,27) En resumen, si bien es cierto que estamos llamados a servir a nuestros hermanos y hermanas, debemos poner siempre a Dios en el centro de nuestra vida. Recuerda, como criaturas de Dios estamos llamados primero a alabar a Dios, ¡luego viene nuestra actitud y aplicación de servicio amoroso!

4. MT. 25: 31-46 NUESTRO JUICIO FINAL SOBRE EL AMOR Y EL SERVICIO. ¿CÓMO TE IRÁ?  Profundizando de nuevo en el tema del servicio, visitamos y meditamos sobre la última Parábola que Jesús nos ofrece en el Evangelio de San Mateo: «La Parábola de las Ovejas y los Cabritos, también llamada «Juicio Final». El Pastor separará las cabras de las ovejas, las cabras a la izquierda y las ovejas a la derecha, los condenados y los salvados. Nuestro juicio final y nuestro destino eterno dependerán de nuestro amor a Dios manifestado por el amor que mostremos hacia nuestros hermanos y hermanas necesitados. Jesús no pudo hablar con mayor claridad: «Todo lo que hicisteis por el más pequeño de ellos, eso hicisteis por mí». Examina tu Principio y Fundamento y el término clave en este SERVICIO de meditación relacionado con la forma en que estás viviendo las clásicas Obras Corporales de Misericordia (sólo del uno al seis). ¿Cómo te va? Para Jesús, el amor y el servicio son casi intercambiables. ¡Examina tu vida!

1) «Tuve hambre y me diste de comer…»  ¿Has dado de comer a los hambrientos en tu casa o fuera de ella o en cualquier lugar donde haya habido oportunidad? La Santa Madre Teresa, San Vicente de Paúl, Santa Catalina Drexel, San Alberto Hurtado, San Juan Bosco, San José Cottolengo y otros innumerables santos vieron a Jesús en los hambrientos. Para vivir el Principio y el Fundamento sobre el Servicio, ¿cómo puedes alimentar a los hambrientos?

2) «Tuve sed y me diste de beber…»  Desde la cruz, Jesús gritó: «¡Tengo sed!»   En el pozo, Jesús pidió a la samaritana: «¡Dame de beber!» En la parábola del pobre Lázaro (Lc 16,19-31), el rico Dives no dio de comer ni de beber al pobre Lázaro y, en consecuencia, sufrió la pérdida de su alma. Sobre los altares de las hermanas de la Madre Teresa, las Misioneras de la Caridad, están inscritas las palabras que Jesús pronunció desde la cruz ¡Tengo sed! Esta sed también puede ser de amor y atención. La Madre Teresa veía y trataba a la persona en su totalidad. ¿Cómo puedes vivir el Principio y el Fundamento y el Servicio saciando la sed de los que te rodean?

3) «Estaba desnudo y me vestisteis…»  Desnudo puede interpretarse como carente o necesitado de algo. Muchos carecen de dignidad, de respeto, de aprendizaje y educación, de doctrina y catecismo, de conocimiento de la fe. Son los solitarios, los abandonados, los olvidados y los que literalmente carecen de comida, ropa, vivienda y atención médica adecuadas. ¿Cuál es tu respuesta al grito de Jesús en los pobres del mundo? Recuerda que la conversión de San Martín de Tours fue provocada por ver a un soldado romano cortando por la mitad y compartiendo su capa con un pobre hombre medio desnudo y tembloroso que yacía en el frío y duro suelo. Reza sobre esto: ¿de qué manera puedes aliviar la situación de los muchos desnudos del mundo? ¡Esto también es vivir el Principio y el Fundamento y nuestra vocación o llamada al Servicio!

4) «Fui extranjero y me acogisteis…»  Jesús, María y San José eran extranjeros; eran exiliados e inmigrantes. Muchos de nosotros somos inmigrantes o venimos de padres o familiares que fueron inmigrantes. Recordemos la Regla de Oro y la llamada a vivir el Principio y el Fundamento en el Servicio: «Haced en todo lo que queráis que os hagan a vosotros». (Mt 7,12) Jesús está presente en estas personas: el inmigrante, el condenado al ostracismo, el insultado, el marginado, el incomprendido, el sordo y el mudo en lo que respecta a la sociedad porque no tienen voz. Recordad las palabras de Jesús, nuestro Señor, Dios y Salvador: «El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a SERVIR y a dar su vida en rescate por muchos». (Mt 20:28) Seremos juzgados por la forma en que tratemos y sirvamos a los demás imitando al Señor Jesús, nuestro modelo.

5) «Estuve enfermo y me visitasteis».  Todos sabemos por experiencia personal lo difícil que es realmente sufrir. Todos sabemos por experiencia lo desafiante y duro que es estar enfermo. Muchos de nosotros sabemos lo duro que es pasar tiempo, días o tal vez semanas en una cama de hospital. Pero al mismo tiempo, todos sabemos lo consolador, reconfortante, alentador y solidario que es cuando Dios pone en nuestro camino a un buen samaritano para ayudarnos en nuestra enfermedad. Una palabra amable, una sonrisa cálida, una mano extendida para un apretón de manos o un abrazo cálido, una oración ferviente: todos estos son gestos que pueden elevarnos desde el valle de lágrimas y la oscuridad hasta la cima de la montaña de la esperanza. Al visitar a los enfermos, al cuidar de ellos, estás viviendo el Principio y el Fundamento en el ámbito del Servicio. «Servir es reinar y reinar es servir».

6) «Estuve en la cárcel y viniste a visitarme».  El Venerable Arzobispo Fulton Sheen en una ocasión hizo una visita a una Prisión. Tuvo la oportunidad de hablar con cerca de 1000 reclusos.  Hizo este sorprendente comentario: «Todos somos prisioneros de una manera u otra. La única diferencia entre vosotros, presos, y yo es que a vosotros os han cogido y a mí no». Lo que el santo arzobispo estaba diciendo realmente era el hecho de que todos somos pecadores, todos somos a veces prisioneros de nuestras propias esclavitudes morales. El hecho de que no estemos encarcelados en alguna cárcel del condado o prisión es la gracia de Dios. San Felipe Neri, al ver a un hombre tirado en las cunetas de Roma comentó: «Ahí voy a salvar la gracia de Dios». Santa Teresita, la Pequeña Flor, comentó con gran humildad: «La única razón por la que no cometí el más atroz de los crímenes fue porque Dios me despejó el camino». Y continuó diciendo que todos somos capaces de cometer el más atroz de los crímenes si la gracia de Dios no nos sostuviera, apoyara y protegiera. Demos un paso atrás y observemos nuestra vida, nuestro entorno social, las personas que Dios puso en nuestro camino: las que nos ayudaron, posiblemente algunas que nos desviaron, y quizás algunas que nosotros desviamos. Demos gracias a Dios por sus gracias que nos protegieron y pidamos su perdón cuando le fallamos a Él y a los demás. Pidamos ahora la gracia de reconocer a los que realmente están en PRISIÓN… los que son esclavos de algún vicio: la bebida, la pornografía, las drogas, el juego y los casinos, las compras o las comidas compulsivas. Estos son los prisioneros modernos; son prisioneros y esclavos de sus propias pasiones, de sus propios pecados. Con respecto al Principio y al Fundamento y, una vez más, al Servicio, ¿qué puedes hacer para ayudar a estas personas? ¿Qué puedes hacer para liberar a los cautivos? ¡Reconociendo que nosotros también somos ese cautivo!

Que el Señor Jesús, la Santísima Virgen María y los santos nos ayuden a mirar en nuestras vidas y a tomar conciencia de las muchas oportunidades que Dios nos ofrece para servirle en aquellos con los que nos encontramos, con los que vivimos, con los que trabajamos, con los que chocamos. Estas personas son realmente Jesús disfrazado.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Ene 18 2022

LECTURAS DEL DIA | 18 DE ENERO 2022

Martes de la II Semana del Tiempo ordinario

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Ene 17 2022

LECTURAS DEL DIA | 17 DE ENERO 2022

Memoria de San Antonio, abad

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

LUNES 17 DE ENERO Mc. 2, 18-22 «¿Pueden los invitados a la boda ayunar mientras el novio está con ellos?»

Encontramos al Esposo en las páginas de los Evangelios. Recibimos al Esposo en cada Santa Comunión. Lo adoramos expuesto en el Santísimo Sacramento. Nos encontraremos con Él cara a cara cuando entremos en el cielo. 

Algunos pocos tienen la bendición de cerrar los ojos en la tierra y abrirlos en el Cielo para ser recibidos en los brazos de su Amado Señor y Salvador Jesús. Otros pasaremos un tiempo en el Purgatorio y ¿quién estará allí para visitarnos y darnos un poco de alivio? Nuestra amorosa Madre María.

¡María, la humilde esclava del Señor! «El más grande entre vosotros será vuestro servidor. Porque los que se enaltecen serán humillados, y los que se humillan serán enaltecidos». ¡Hoy veamos cómo El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo exaltaron a María, la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y nuestra Madre amorosa! 

MARÍA COMO REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA por el P. Ed Broom, OMV

Cuando Cristóbal Colón acudió a la Reina Isabela para viajar al Nuevo Mundo, la poderosa Reina le dotó de tres regalos, tres poderosos medios de transporte, enormes barcos: la Nina, la Pinta y la Santa María.

La Reina tenía poder, prestigio y recursos económicos casi ilimitados, y decidió de buen grado regalar al navegante y su tripulación tres enormes naves para facilitar el largo viaje a lo que se consideraba el «Nuevo Mundo».

La última de las naves fue bautizada en realidad en honor a la persona que queremos honrar de manera especial en nuestra exposición -Santa María-Santa María-, es decir, María, la Madre de Dios.

Los títulos dados a María, la Madre de Dios, son muchos. Como un diamante expuesto al sol, a través del reflejo emanan e irradian del diamante varios colores, así sucede con los títulos marianos. Cada título refleja alguna gloria resplandeciente de María. En palabras de San Luis de Montfort María es la Hija de Dios Padre, es la Madre de Dios Hijo y es la Esposa Mística del Espíritu Santo. Además, María es la Obra Maestra de la creación de Dios.

Uno de los títulos más exaltados y sublimes dados a María es el de MARÍA REINA. Ahora bien, si una Reina terrenal, como la de la Reina Isabel, pudo enriquecer a Colón con tres majestuosas y poderosas naves para cruzar al Nuevo Mundo, cuánto más poderosa es María, que es la Reina del Cielo y de la tierra, la Reina de todo el universo.

En las tradicionales letanías de la Virgen, entre los muchos títulos bíblicos, místicos y poéticos que se atribuyen a María, se encuentran los siguientes  relacionados con su condición de Reina. Y son muchos, manifestando la diversidad, multiplicidad y riqueza de la relación de María con los ángeles como su Reina. En las letanías tradicionales hay doce en total… Son los siguientes:

1. Reina de los ángeles; 2. Reina de los patriarcas; 3. Reina de los profetas; 4. Reina de los apóstoles; 5. Reina de los mártires; 6. Reina de los confesores; 7. Reina de las vírgenes; 8. Reina de todos los santos; 9. Reina concebida sin pecado original; 10. Reina asunta al cielo; 11. Reina del santísimo Rosario; 12. Reina de la paz. Se podrían añadir otras dos: Reina, belleza del Carmelo, y Reina de todos nuestros corazones.

Sin duda, la condición de Reina de María es universal, omnipresente, extensa y ciertamente sublime. Meditemos brevemente sobre estos títulos marianos relacionados con María como REINA. Seamos muy conscientes del inmenso poder que María tiene en el cielo, en la tierra y en la amplia extensión del mundo, en el tiempo y extendiéndose hasta la eternidad.

1. REINA DE LOS ÁNGELES.  Contempla el Cielo y todos los ángeles, desde los simples ángeles, los coros de ángeles, hasta el más alto rango de ángeles, los Serafines, honrando a María como su Reina por toda la eternidad.

2. REINA DE LOS PATRIARCAS.   Por la palabra Patriarca se entiende nuestros Padres espirituales… María es Reina incluso de nuestros Padres espirituales. En el Antiguo Testamento serían Abraham, Isaac y Jacob. San José es efectivamente un Padre espiritual. También, en la Patrística, tenemos a los Padres de la Iglesia entre los que estarían: San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio Magno. Estos grandes hombres de Dios elevan su mirada a María y la honran como su Reina.

3. REINA DE LOS PROFETAS.  Por Profeta se entiende la persona que predica la Palabra de Dios. En el Antiguo Testamento, Elías sería uno de los más destacados. Juan el Bautista, que fue santificado en el vientre de su madre por la palabra de María y la presencia de Jesús encarnado en su seno, fue el más grande de todos los Profetas. María enseña a los Profetas a predicar con la palabra, pero también con el ejemplo de su vida.

4. REINA DE LOS APÓSTOLES.  Jesús eligió a los Apóstoles como sus amigos íntimos y predicadores del mensaje evangélico. Jesús ascendería al cielo, pero dejaría a su Madre María para que rezara, además de asistir, acompañar, apoyar y fortalecer a los Apóstoles en su labor de salvación de las almas. Ahora los Apóstoles en el Cielo contemplan a María como su Reina, a quien honran con la mayor reverencia y amor.

5. REINA DE LOS MÁRTIRES.  María no derramó su sangre como lo hizo Jesús en el Calvario, pero María sufrió intensamente en su alma. Cuando la lanza atravesó el costado y el Corazón de Jesús, del que brotó sangre y agua, esa lanza atravesó espiritualmente hasta lo más profundo, el Corazón de María. Por eso, según San Alfonso, María recibe el título de Mártir. Lo que Jesús sufrió en su Cuerpo; María lo sufrió en lo más profundo de su alma.

6. REINA DE LOS CONFESORES.  Por confesor no se entiende simplemente el sacerdote que escucha las confesiones y reconcilia a los pecadores, sino que un confesor es una persona que confiesa valientemente su fe con palabras y obras. La Virgen como Reina inspira a los hombres y mujeres de todas las edades a ser valientes confesores de su fe, incluso a los niños, como vemos en los niños de Fátima y en Santa Bernardita de Lourdes.

7. LA REINA DE LAS VÍRGENES  La historia de la vida de los santos señala con toda claridad que para alcanzar una vida de gran pureza, la presencia de María con sus poderosas oraciones e intercesión es una fuerza motivadora clave. Santa Faustina fue dotada con el don de la castidad perfecta al darle Jesús la faja de la pureza, pero sólo después de que esta santa hubiera estado rogando a María durante mucho tiempo por este gran don. María, Reina de las Vírgenes, puede ayudarnos a vivir la Bienaventuranza: «Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios». (Mt 5,8)

8. REINA DE TODOS LOS SANTOS  Santo Domingo Savio, después de haber muerto e ido al cielo, se le apareció a San Juan Bosco y le dijo que su mayor alegría mientras estuvo en la tierra fue su gran y tierno amor por la Santísima Virgen María. El joven santo exhortó a Bosco a promover el amor a María por todas partes.

9. REINA CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL.  Entre los muchos privilegios concedidos a María está el de su Inmaculada Concepción. Es decir: María fue concebida en el seno de su madre, Santa Ana, sin la mancha del pecado original. Como escribió el poeta inglés Wordsworth (aunque no era católico), «María es el alarde solitario de nuestra naturaleza manchada». Quienes se acercan a María como Reina, se alejan del veneno del pecado: ¡el único y verdadero mal del mundo! 

10. REINA ASUNTA AL CIELO.  Otro de los dogmas y privilegios marianos es el de la Asunción de María al Cielo, que la Iglesia celebra cada año el 15 de agosto. ¿Su significado? Al final de la peregrinación terrenal de María en la tierra, ésta fue llevada al Cielo en cuerpo y alma por el poder de Dios. Este título anima a todos los dedicados y consagrados a María a respetar sus cuerpos como templos del Espíritu Santo y a utilizarlos, no para el pecado, sino para glorificar y alabar a Dios, y para salvar almas.

11. REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO.  Cuando Nuestra Señora se apareció a los niños de Fátima -Lucía, Francisco y Jacinta- seis veces consecutivas, cada vez les dijo que continuaran rezando el Santo Rosario todos los días. Ella nos dio su título en Fátima como NUESTRA SEÑORA ¡¡¡DEL ROSARIO!!! Cada Rosario rezado es una corona colocada en la cabeza de María.

12. REINA DE LA PAZ.  Una vez más, Nuestra Señora se apareció en Fátima durante la Primera Guerra Mundial. Ella dijo inequívocamente que la guerra es una consecuencia del pecado. Que para detener las guerras tendríamos que esforzarnos por dejar de pecar y rezar más, especialmente el Santo Rosario. En las palabras inmortales del sacerdote del Rosario, el Ven. Padre Patrick Peyton: «La familia que reza, unida, permanece unida» y «Un mundo en oración es un mundo en paz». 

En conclusión, un Rey o Reina terrenal tiene mucho poder. Este poder se extiende a la economía, el entorno social, la familia, las artes y la música, la literatura y la poesía, así como la defensa militar. La Reina Isabel legó a Colón tres enormes y majestuosas naves para navegar hacia el Nuevo Mundo.

En el ámbito espiritual, María tiene muchos y hermosos títulos, como se reza en sus letanías. Su poder, su dominio, su presencia, su aura majestuosa no tienen comparación con ningún rey o reina terrenal. En efecto, es la Hija de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa Mística del Espíritu Santo. Ella es el Tabernáculo viviente de la Santísima Trinidad. Dios no puede negar nada a María, Reina y Madre, nada en absoluto. Incluso todos los demonios del infierno tiemblan simplemente ante el Santo Nombre de María. 

Resolvamos, pues, formar el hábito de rezar con fervor las Letanías de la Santísima Virgen María, y centrémonos a veces en las diversas invocaciones a María como REINA. 

Oremos: 

Que María, que es la Belleza del Carmelo, extasíe nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras almas con su belleza y su gracia. Y pidamos la gracia muy especial de que María sea la Reina de todos los corazones, pero muy especialmente, la Reina de tu corazón y de mi corazón.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Ene 16 2022

LECTURAS DEL DIA | 16 DE ENERO 2022

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

DOMINGO 16 DE ENERO Jn. 2, 1-11 «Su madre dijo a los servidores: «Haced lo que El os diga»».

Para toda nuestra vida, éste es el mejor consejo posible de nuestra Santísima Madre María respecto a su Hijo Jesús: «Haced lo que Él os diga».

Este fue el primer milagro realizado por Jesús, que dijo a su Madre: «Todavía no ha llegado mi hora». Aunque no se pronunciaron palabras, María sabía que Él no rechazaría esta petición de caridad. El Padre Ed abre este pasaje clave de la Escritura con las últimas palabras de María registradas en los Evangelios.

MARÍA Y LA FIESTA DE LA BODA DE CANA por el Padre Ed Broom, OMV    

Trata de imaginar ahora que estás en una fiesta de bodas en Caná. Estás presente con Jesús, María y algunos de los Apóstoles.

El ambiente es festivo, alegre y pacífico como puedes imaginar en la mayoría de las bodas. Los novios se aman de verdad y esperan y rezan por lo mejor para su futuro. Los novios conocen a la Virgen, a su Hijo Jesús y a algunos de los amigos de Jesús, los Apóstoles, y podemos imaginar que están allí para compartir la alegría del banquete de bodas.

Luego, en medio de la alegría, hay una crisis en la boda que nos hablará a todos los que hemos asistido a una boda. El vino era un elemento clave de la celebración bodas, pero por alguna razón el se acabó. En efecto, sería muy embarazoso que los amigos y familiares se presentaran a la celebración y que la pareja no pudiera ofrecerles al menos una pequeña copa de vino.

Siendo muy consciente del ambiente, de la celebración, de la situación y de la vergüenza resultante, la Virgen reacciona para ayudar. La Virgen desea la alegría y la felicidad de esta pareja en el día de su boda y tratará de asegurarla. María se dirige a Jesús y le dice que no tienen más vino. Jesús responde diciendo que aún no ha llegado su hora. María y Jesús están unidos en todo momento y circunstancia, en corazón, mente y alma. María se dirige a los camareros y les dice: «Haced lo que Él os diga». Estas fueron las últimas palabras que se registran de María en los Evangelios, en toda la Sagrada Escritura. Podemos decir, sin lugar a dudas, que estas palabras contienen el mejor consejo de todo el mundo. María le decía al mozo, como al mundo entero, que obedeciera a Jesús en todo.

¡Un primer milagro gozoso!

Como resultado de la poderosa intercesión de María, Jesús realiza su primer milagro público en las Bodas de Caná, evitando así una situación muy embarazosa en el día de la boda de esta joven pareja.

Los Apóstoles son testigos de ello y su fe en Jesús crece.

Profundicemos ahora en este misterio del primer milagro público de Jesús, por intercesión de María, y dejemos que Dios hable a nuestros propios corazones, mentes y almas. Pidamos la gracia de conocer a Jesús, amar a Jesús y seguir a Jesús más de cerca a través de la presencia e intercesión de María, la Madre de Dios y nuestra querida Madre. Para ayudar, nos gustaría ofrecer cinco sugerencias para la meditación sobre María, Nuestro Señor, y este milagro en Caná y lo que podemos aprender de este maravilloso episodio en las escrituras.

1. María nos lleva a Jesús.

Aprendemos una lección muy clara en las Bodas de Caná: María nos lleva a Jesús. Nunca hubo nadie en la tierra tan cerca de Jesús como María. Por eso, si quiero acercarme a Jesús, conocerlo mejor, amarlo más ardientemente y seguirlo más de cerca, debo dirigirme a María. Habla con María con mucho amor y confianza, y pídele la gracia de conocer mejor a Jesús. María implora la intercesión de Jesús, y luego dirige a otros a seguir a Nuestro Señor, para que puedan seguir experimentando la alegría.

2. María nos consigue la alegría.

El banquete de bodas fue una ocasión de alegría y María estuvo allí. María quiere que estés alegre en esta vida y siempre alegre en el cielo. La verdadera alegría viene de compartir nuestra vida con Jesús y María. Todas las personas del mundo quieren ser felices, pero muchas no lo son porque buscan la felicidad en los lugares equivocados: a menudo en el pecado, separados de Jesús y María.

3. María nos ayuda a resolver nuestros problemas.

En las Bodas de Caná se produjo un grave problema: se acabó el vino. Fue gracias a la intercesión de María ante Jesús que este problema se resolvió, rápida y fácilmente. Nuestra vida está llena de problemas, desde el principio hasta el final. A menudo, cuando tratamos de resolver nuestros problemas por nuestra cuenta, nuestros problemas empeoran cada vez más. Nuestros problemas se convierten en una bola de nieve o nos enredamos en ellos.

Uno de los títulos de María es Desatador de nudos. Nudos, aquí, significa problemas. Todos tenemos problemas con nudos en nuestras vidas. La Virgen puede ayudarnos, desea sinceramente ayudarnos, pero espera que se lo pidamos. ¿Qué tipo de problemas podemos tener? Muchos. Algunos de ellos pueden ser los tuyos: problemas dentro de tu familia o con la familia extensa, problemas en el trabajo con un jefe o un compañero, dolores de cabeza financieros, tal vez incluso un problema de salud -el tuyo o el de un miembro de la familia-. Mira tu vida y pídele a la Virgen que te ayude a ver el problema más grande que estás viviendo en este momento. Habla con la Virgen sobre esto. Por su intercesión, Jesús convirtió el agua en vino en Caná. Ella puede interceder por ti ante Jesús para que convierta tu agua (problema) en vino (una solución al problema).

4. Los milagros pueden ocurrir.

Este fue el primer milagro que realizó Jesús y fue gracias a la presencia e intercesión de María. Gracias a este poderoso milagro, la fe de los Apóstoles en Jesús se fortaleció. Pídele a la Virgen que fortalezca tu propia fe en Jesús cada día. La fe es creer en Jesús realmente presente en nuestras vidas sin verlo. Reza para que nunca pierdas la fe. Reza para que crezcas en tu fe cada día. Reza para tener la gracia de poder compartir tu fe con otros que han perdido su fe o que nunca la han tenido. ¡Una de las mejores maneras de crecer en nuestra fe es compartirla generosamente con otros!

5. El matrimonio y el noviazgo

Este pasaje bíblico tuvo lugar en el contexto de un matrimonio. El Ven. Arzobispo Fulton J. Sheen escribió un libro llamado «Tres para casarse» – ¡un gran libro para leer si estás contemplando la vida matrimonial e incluso si ya estás casado! Si estás casado, no te sorprendas si a veces descubres que tu amor disminuye. Acude a María. Ella le pedirá a Jesús que esté presente en su matrimonio y convierta su agua en vino, para que su amor mutuo crezca y siga creciendo con el paso de los años. Si eres soltero y te sientes llamado a la vida matrimonial, es muy importante que reces para que Dios te ayude a elegir a la persona adecuada, una que comparta tu vida contigo y te ayude a llegar al cielo. Esta será, con mucho, la decisión más importante de toda tu vida. 

Ahora imagina que estás sentado frente a Jesús y María en este maravilloso banquete de bodas. Contempla los ojos, los rostros y la belleza de Jesús y María. Para los que están casados, pedid a María y a Jesús la gracia de vivir vuestra vocación matrimonial con gran amor a Dios, al otro y a los hijos que Dios os envíe. Si todavía estáis discerniendo vuestra vocación, pedid a María y a Jesús la gracia de saber cuál es vuestra vocación en la vida y de seguirla fielmente hasta que lleguéis sanos y salvos al cielo. Amén. 

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

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