Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Feb 25 2022

LECTURAS DEL DIA | 25 DE FEBRERO 2022

Viernes de la VII semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

VIERNES 25 DE FEBRERO Mc 10,1-12 «Jesús les dijo: «Desde el principio de la creación, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Así que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún ser humano debe separarlo».

A menudo hemos oído decir al P. Ed: «¡Nunca hemos vivido en un mundo con tanta información y, al mismo tiempo, con tanta confusión!». El P. Ed aclara la confusión con un razonamiento claro y convincente, basado en las verdades bíblicas, sobre la mayor mentira de todas.

¡¡EVITEMOS LA CRISIS DE IDENTIDAD SEXUAL!! Por el P. Ed Broom, OMV

Todo lo que Dios creó en el mundo es bueno. Después de crear, en el Libro del Génesis, Dios dice que era bueno. Las estrellas, la luna, la tierra, los mares, los animales, la noche y la luz: todo lo que Dios creó era y es bueno.

Ahora bien, la cumbre o ápice de la creación fue cuando Dios decidió crear al hombre y a la mujer, y los creó a su imagen y semejanza. De todo lo que Dios creó, las personas humanas, el hombre y la mujer, son lo más grande del mundo natural. Tanto es así que Dios creó a todos los demás seres subordinados a las personas humanas, el hombre y la mujer. Además, Dios creó a todos los demás seres inferiores como medio para ayudar al hombre y a la mujer a llegar a su destino final, que es la dicha eterna del Cielo.

En otras palabras, toda la realidad creada fue creada por Dios para que las personas humanas -hombre y mujer- pudieran utilizar la creación como una escalera para ascender al Cielo. En pocas palabras, el hombre y la mujer deben utilizar la creación para su propio fin y propósito a fin de llegar al Cielo, y no abusar de la realidad creada.

Nunca hemos vivido en un mundo con tanta información. Con el uso adecuado de Internet, podemos aprender sobre casi cualquier cosa en cuestión de pocos segundos. Sin embargo, también hay que decir que nunca hemos vivido en un mundo con tanta confusión.

Por ello, este breve artículo presentará una explicación clara y concisa de la identidad, el propósito y el destino de las personas humanas. Debemos saber de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos en nuestra corta estancia terrenal. La claridad del propósito, la identidad y el destino es indispensable para las personas humanas.

LA CREACIÓN ES BUENA.  Como ya hemos dicho, todo lo que sale de la mano creadora de Dios es bueno, desde lo más sencillo de la creación hasta lo más elevado: las personas: 

el hombre y la mujer. El mal proviene del abuso de los dones buenos de Dios; ¡a esto lo llamamos pecado!

DIOS CREÓ AL HOMBRE Y A LA MUJER A SU SEMEJANZA.  La Biblia afirma inequívocamente que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza. Simplemente piensa en lo siguiente: hay vestigios en las personas humanas -hombre y mujer- que reflejan atributos que son cualidades de Dios. Tres serían los siguientes: intelecto, voluntad y alma. Las personas humanas tienen intelecto para conocer la verdad; tienen voluntad para amar a Dios; tienen un alma inmortal para vivir más allá de la tumba y estar unidos a un Dios Inmortal por toda la eternidad.

DOS IDENTIDADES SEXUALES DISTINTAS Y DIFERENCIADAS.  Ahora, en medio del caos y la confusión de la crisis de la identidad sexual, hay que afirmar con la mayor claridad que desde el principio Dios creó dos personas humanas diferentes con identidades sexuales distintas. No hay mezcla ni confusión.

HOMBRE Y MUJER.  La distinción es muy clara: hombre y mujer. Dios creó al varón y a la mujer, al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza.  (Leer Gn. 3:18-25). «Entonces, el Señor Dios echó un sueño profundo sobre el hombre, y mientras dormía, le sacó una de sus costillas y cerró su lugar con carne. El Señor Dios construyó una mujer con la costilla que había tomado del hombre. Cuando la trajo al hombre, éste dijo: ‘Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta se llamará mujer, porque fue sacada del hombre'». (Génesis 2:21-23)

NOMBRES DEL PRIMER HOMBRE Y DE LA PRIMERA MUJER: La Biblia da los nombres del primer hombre y de la primera mujer: el nombre del primer hombre, Adán, que significa sacado de la tierra; el de la primera mujer, Eva, que significa madre de todos los vivientes.

EL MATRIMONIO: ¡NATURALEZA Y FINALIDAD!  Desde el principio, Dios, que es el autor, el origen y el amante de la vida, deseó la vida y la multiplicación de la vida, especialmente la vida humana. El medio por el que Dios, desde el principio, deseó que la nueva vida tuviera su origen es a través de la unión amorosa del hombre y la mujer, del varón y la mujer (dos sexos separados y distintos). Esto realiza su propósito y perfección en la más antigua de las instituciones de la Biblia: el Santo Matrimonio. El vínculo del Santo Matrimonio tiene lugar entre el hombre y la mujer, y la primera unión fue la de Adán y su unión con Eva. Adán, el esposo, y Eva, la esposa.

PASAJE BÍBLICO CLAVE: DISTINCIÓN DE SEXOS Y UNIÓN MATRIMONIAL.  Un pasaje clave para la distinción de los sexos y el propósito de la unión marital es el siguiente: «Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer y los dos se convierten en una sola carne». (Gen. 2:24) Jesús lo confirma y añade «Y lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre». (Mt. 19:6) Estas pocas palabras fundamentan tanto el Santo Matrimonio como su carácter indisoluble y su permanencia.

LOS DOS SEXOS DIFERENTES Y DISTINTOS Y LA COMPLEMENTARIEDAD  Dios creó al varón y a la mujer, a Adán y a Eva como personas humanas distintas. Sin embargo, hay que afirmar con toda claridad que no hay superioridad entre el hombre y la mujer. Más bien, hay igualdad pero complementariedad. Es decir, tanto el hombre como la mujer son diferentes física, biológica, emocional, afectivamente y en sus diferencias se complementan y completan por su unión amorosa.

HAY QUE NOMBRARLO, REIVINDICARLO, DOMESTICARLO Y CORREGIRLO.  Hay que afirmar con toda claridad que hoy en día existe una crisis de identidad sexual que, lamentablemente, se está extendiendo como un reguero de pólvora. Esta se manifiesta promoviendo la práctica de la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, la transexualidad. No sólo eso, sino también la aprobación legal y la promoción de los cambios de sexo quirúrgicos. Todo esto va totalmente en contra de la explicación bíblica anterior, así como de la Ley Natural escrita en el corazón de toda persona humana, y del mero sentido común. Más aún, si esta aberrante y errónea agenda sexual crece, militará fuertemente contra la familia que es la célula básica de la sociedad, la institución primaria y fundacional de la sociedad. La historia lo ha demostrado: cuando la familia se deshace en una sociedad, entonces esa sociedad y la civilización se ponen en peligro, y declinarán y terminarán en la debacle y la ruina. Así que debemos nombrarla, reclamarla, domesticarla y corregirla.

 ACEPTA EL DISEÑO Y LA VOLUNTAD DE DIOS PARA TI.  Dios te ama con un amor eterno e infinito y Su amor nunca cambia. Debemos aceptar humildemente y con gran gratitud la forma en que Dios nos creó. Él nos creó hombre o mujer, niño o niña. No hay otra opción. Agradezcamos a Dios su amor y su bondad y sintámonos orgullosos de nuestra identidad sexual diferenciada. En palabras de San Pablo, esforcémonos por glorificar a Dios con todo nuestro ser, con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma en esta vida para glorificarlo para siempre en el cielo.

En conclusión, amigos míos, hermanos y hermanas en Cristo, pidamos la gracia de tener la máxima claridad en cuanto a nuestra propia identidad sexual distintiva -nuestra identidad masculina o nuestra identidad femenina- y vivamos de acuerdo con esta identidad. Como adultos y padres, hagamos también todo lo que esté en nuestras manos para ayudar a nuestros hijos, a nuestros adolescentes, a no caer en esta perniciosa, venenosa y tóxica crisis de identidad sexual. Aprendamos la Verdad sobre Dios y sobre nosotros mismos: nuestra identidad sexual diferenciada. Vivamos la verdad, amemos la verdad y enseñemos la verdad. De hecho, Jesús es «EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA Y LA VERDAD NOS LIBERA».

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Feb 24 2022

LECTURAS DEL DIA | 24 DE FEBRERO 2022

Jueves de la VII semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES 24 DE FEBRERO Mc 9,41-50 «Quien haga pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una gran piedra de molino y lo arrojaran al mar». 

Nuestra Señora de Fátima reveló Cinco Pecados contra el Corazón Inmaculado de María, uno relacionado con «estos pequeños» -blasfemias contra los niños. El P. Ed nos ofrece esta meditación sobre los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María. ¡Que nos esforcemos por consolar a la Virgen! 

CONSOLAR EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA por el P. Ed Broom, OMV

La Virgen está triste, con el profundo dolor de su doloroso e Inmaculado Corazón, mientras dice estas palabras que todos nosotros deberíamos tomar en serio y poner en práctica:

«Sacrifícate por los pecadores y di muchas veces, especialmente cuando hagas algún sacrificio: ‘Oh Jesús, es por tu amor a la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Corazón Inmaculado de María'». (Nuestra Señora de Fátima a los niños y al mundo entero).

Con estas palabras como introducción, entremos en el tema de esta temática mariana específica para nuestra reflexión, meditación y oración.

Nuestra Señora reveló que había cinco Pecados contra su Corazón Inmaculado. Los enumeraremos brevemente y exhortaremos a todos a esforzarse por reparar debidamente estos pecados que hieren tan profundamente el Corazón Inmaculado de nuestra Madre celestial. Cuando se produce un daño moral debido al pecado, en justicia debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para reparar el daño causado.

LOS CINCO PECADOS CONTRA EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA

BLASFEMIA CONTRA LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

BLASFEMIAS CONTRA LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARÍA.

BLASFEMAS CONTRA LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA, y al mismo tiempo, no reconocerla como Madre de toda la humanidad.

LOS NIÑOS. Blasfemias contra los niños: todos aquellos que tratan de sembrar en el corazón de los niños la frialdad, la indiferencia, el rechazo o incluso el odio hacia su Inmaculada Madre María.

IMÁGENES SANTAS. Las ofensas de quienes agreden a la Inmaculada Madre María dañando y ultrajando sus santas imágenes.

La Virgen se apareció seis veces a tres niños pastores en Fátima, Portugal, en 1917. Lucía era la mayor de los tres, con 10 años de edad. Los dos más jóvenes, Francisco y Jacinta, murieron dos años y medio después de las apariciones de la Virgen. Estas palabras sobre los cinco pecados contra el Inmaculado Corazón de María fueron pronunciadas a Sor Lucía cuando vivía en el convento como monja. Las palabras fueron pronunciadas en realidad por Jesús, que desea ardientemente que se realicen actos de oración y reparación. ¿El motivo? Para que los que han ofendido tan gravemente a María, la Madre de Jesús, pidan perdón por esos graves pecados y reciban así la misericordia del Corazón de Jesús.

El sentido común nos dice que ninguno de nosotros quiere presentarse ante el Señor Jesús el día de nuestro juicio habiendo ofendido gravemente a su Madre María. El pensamiento de esto debería llenarnos de un temor reverencial al Señor y de un ardiente deseo de reparar nuestros pecados, así como los del mundo entero. «Por su dolorosa pasión y por los sufrimientos del doloroso e inmaculado Corazón de María, ten piedad de nosotros y del mundo entero».

Procedamos ahora a tomar todas y cada una de estas ofensas marianas, esforzarnos por comprender la ofensa y considerar qué podemos hacer de nuestra parte para ofrecer dignos actos de reparación al Corazón de María y al Corazón de Jesús, cuyo Sagrado Corazón se formó en el seno de María.

I. BLASFEMIAS CONTRA LA INMACULADA CONCEPCIÓN 

La Inmaculada Concepción, uno de los cuatro dogmas marianos de la Iglesia, proclama que la Santísima Virgen María desde el momento de su concepción en el seno de su madre, Santa Ana, fue preservada de la mancha del Pecado Original que todos contrajimos de nuestros primeros padres, Adán y Eva. Para reparar a los que se burlan y se mofan de este profundísimo, sublime y santo don que Dios dotó a María, sugerimos estos actos concretos de reparación.

1) ¡Alabad a Dios constantemente por haber dotado a María de este don tan sublime! Al reflexionar sobre la Inmaculada Concepción, la pureza y la virginidad de María, recuerda las palabras del poeta inglés Wordsworth: «¡Mujer! Por encima de todas las mujeres glorificadas, el alarde solitario de nuestra naturaleza manchada».

2) CELEBRACIÓN LITÚRGICA. Cada año, celebra y participa con gran alegría y gratitud en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre. Es el día en que la Iglesia ensalza y exalta a María como Inmaculada Concepción. ¿Sabías que María es la Patrona de los Estados Unidos de América bajo su título de la Inmaculada Concepción?

3) SANTA COMUNIÓN DE REPARACIÓN. Ofrece ese día tu Santa Comunión especialmente en reparación por todos los pecados y blasfemias contra María, la Inmaculada Concepción.

4) LA MEDALLA. Lleva con gran alegría y orgullo, la medalla con el título de La Medalla de la Inmaculada Concepción, también conocida como La Medalla Milagrosa debido a los muchos milagros atribuidos a su uso con confianza en María. Intenta comprar y leer el hermoso e inspirador folleto sobre La Medalla Milagrosa llamado Prenda de Gracia. 

5) Reza con frecuencia esta oración en reparación por los pecados cometidos contra María, la Inmaculada Concepción: «Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti». (Palabras inscritas en el anverso de la Medalla Milagrosa).

II. BLASFEMIAS CONTRA LA VIRGINIDAD PERPETUA DE MARÍA. 

Otro de los dogmas marianos de la Iglesia, la Virginidad Perpetua de María, es lo que expresan las palabras. María siempre fue virgen. Fue virgen antes del nacimiento de Jesús, durante el nacimiento de Jesús y después del nacimiento de Jesús. ¡Perpetua significa SIEMPRE! ¿Cómo podemos reparar los pecados contra la Virginidad Perpetua de María?

1) CLARIDAD DE EXPRESIÓN. Estar preparados y dispuestos a explicar a todos el significado de este maravilloso privilegio concedido a María por Dios mismo.

2) MODESTIDAD. A imitación de la sublime pureza de María, esforcémonos todos por llevar una vida de gran modestia en la forma de vestir, caminar, hablar y actuar. Este es un gran medio para reparar los pecados contra la Virginidad Perpetua de María.

3) PUREZA. Jesús dijo: «Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios». (Mt. 5:8) En nosotros mismos y en nuestros hijos, esforcémonos por llevar una vida de gran pureza. Si así lo hacemos, podremos contemplar los Rostros de Jesús y de María en el tiempo y para siempre en el cielo.

III. BLASFEMIAS CONTRA LA DIVINA MATERNIDAD DE MARÍA. 

Este es el mayor de todos los privilegios de María: su divina maternidad. Esto significa que María es verdaderamente la Madre de Dios. Esto fue proclamado dogmáticamente en el Concilio de Éfeso en el año 431 d.C. María fue proclamada como la THEOTOKUS-ella que era el vaso que llevaba a Dios dentro de ella como Su Madre.

1) SOLEMNIDAD LITÚRGICA. Una vez más invitamos a todos a reparar debidamente los pecados y blasfemias contra María, esta vez contra la Divina Maternidad de la Santísima Virgen María, celebrando con preparación, atención, devoción y alegría la Solemnidad Litúrgica de la Divina Maternidad de María. En realidad, el día de Navidad celebramos el nacimiento de nuestro Salvador, Jesús el Señor, pero al mismo tiempo, no podemos separar el nacimiento de Jesús del de María, la madre que lo dio a luz, es decir, la Divina Maternidad de María. María, como Madre de Dios, también se celebra al entrar en el nuevo año. El 1 de enero celebramos tanto a María, la Santa Madre de Dios, como la Jornada Mundial de la Paz.

2) COMUNIÓN DE REPARACIÓN. En estos dos días procura hacer fervientes comuniones y ofrecerlas en reparación por todos los pecados contra María como Madre de Dios.

3) EL AVEMARÍA. Reza a menudo el Ave María con el fin de reparar los pecados del mundo, pero sobre todo los pecados contra María como Madre de Dios. Recordamos específicamente nuestro deseo de reparación al rezar estas palabras en la segunda parte del Ave María: Santa María, Madre de Dios….

4) EL ABORTO Y LA REPARACIÓN. En un sentido real, la Divina Maternidad de la Santísima Virgen María nos desafía a ofrecer el SÍ de María a la vida en su Divina Maternidad para reparar los innumerables abortos -la destrucción de la vida inocente en el vientre materno-. ¿Cómo lo hacemos? Apoyando la vida desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte natural.

IV. BLASFEMIA CONTRA LOS NIÑOS. 

Todos aquellos que intentan sembrar en el corazón de los niños la frialdad, la indiferencia, el rechazo o incluso el odio hacia su Inmaculada Madre María. Que resuenen en nuestros corazones las palabras de Jesús que expresan su tierno amor por los niños «Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque el reino de los cielos es de los que se encuentran en esta situación». (Mt. 19,14) Este escándalo de blasfemias contra los niños lacera los Corazones de Jesús y de María, especialmente cuando los adultos, sobre todo los que tienen autoridad, hablan de forma negativa, sarcástica y burlona al rebajar, mofarse y burlarse de la persona de la Santísima Virgen María. 

Cuánto ama realmente María a todos, pero a los niños de manera especial, y cuánto desea María su pureza, su inocencia y la salvación de sus almas inmortales. No es casualidad que la Virgen de Fátima se haya aparecido a tres sencillos niños pastores -¡Lucía, Francisco y Jacinta! Aquellos que causan frialdad, indiferencia, rechazo o, peor aún, odio hacia la Santísima Virgen María en los corazones de los niños, están cometiendo una ofensa escandalosa. Debemos ofrecer la debida reparación al doloroso e Inmaculado Corazón de María. A continuación, algunas sugerencias.

1) BAUTIZO. Haced que vuestros hijos se bauticen lo antes posible, transformándolos así en hijos de Dios y de María.

2) NOMBRE. ¿Por qué no nombrar a tu hijo o hija en honor a la Santísima Virgen María? Los nombres marianos son abundantes: María, María, Maryanne, Fátima, Lourdes, Guadalupe, Lupe, Concepción, Dolores, etc. Tener el nombre de María conlleva una bendición especial.

3) CONSAGRACIÓN A MARÍA. En la celebración del Sacramento del Bautismo, hay un rito final de consagración del niño a María. ¡Hazlo!

4) MEDALLA MARIANA. Coloca a tu hijo, incluso a los más pequeños, una hermosa medalla de María.

5) CATEQUESIS. En el contexto de la catequesis de tus hijos, o siendo profesor de catequesis, dile a los niños quién es María. Dígales que además de ser la Madre de Jesús, es su Madre Celestial. Dígales cuánto los ama realmente. Enseña a los niños a amar a María y a hablar con ella con mucho amor, devoción y confianza.

V. ESCÁNDALO Y BLASFEMIA POR LAS IMÁGENES DE MARÍA 

En los últimos tiempos, ha habido una serie de blasfemias contra las imágenes de la Santísima Virgen María. Se han rociado o destruido estatuas. Se han arruinado cuadros y pinturas. Posiblemente aún peor, ha habido películas y programas que se han burlado y blasfemado de la Santísima Virgen María. ¡Cómo hiere esto profundamente al Corazón Inmaculado de María y al Sagrado Corazón de Jesús! Es cierto que el demonio odia y teme mortalmente a la Santísima Virgen María y hará todo lo posible para blasfemar contra ella, a menudo utilizando agentes o instrumentos humanos. Ofrezcamos la debida reparación; he aquí algunas sugerencias.

1) IMÁGENES. Compre cuadros o imágenes atractivas de María y expóngalos en su casa. ¿Por qué no uno en cada habitación?

2) CONSAGRACIÓN DEL HOGAR. Compra una bella imagen del Corazón Inmaculado de María y pide a un sacerdote que la bendiga y la entronice en tu casa.  

3) CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA. Cuando entronices la imagen de María en tu casa, ¿por qué no invitas al sacerdote a entronizar formalmente a toda tu familia al Corazón Inmaculado de María y al Sagrado Corazón de Jesús? Hazlo público; invita a otras familias a la celebración. Y hazlo en reparación por las blasfemias contra las imágenes marianas.

4) IGLESIAS. Animad a los sacerdotes y párrocos a tener bellas imágenes, cuadros y estatuas de María para honrar y embellecer sus iglesias.

5). TARJETAS SAGRADAS DE MARIA. Compren un buen número de atractivas estampas de María y en el reverso hagan escribir estas palabras de reparación: «Sacrifícate por los pecadores y di muchas veces, especialmente cuando hagas un sacrificio: ‘Oh Jesús, es por tu amor a la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Corazón Inmaculado de María'». Luego, reparte esto a tus familiares y amigos e invítalos a rezar esta oración diariamente.

Esperamos y rezamos para que todos tengan un mayor amor, respeto, devoción y confianza ilimitada en el poder, la presencia y las oraciones del Corazón Inmaculado de María en nuestra vida diaria. Por lo tanto, ¡hagamos todo lo que esté en nuestras manos para mostrar nuestro gran amor y ternura hacia nuestra Madre Celestial, ofreciendo la debida reparación por los muchos pecados cometidos contra su gran honor y su singular papel en nuestra salvación eterna!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Feb 23 2022

LECTURAS DEL DIA | 23 DE FEBRERO 2022

Memoria de San Policarpo, obispo y mártir

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Feb 22 2022

LECTURAS DEL DIA | 22 DE FEBRERO 2022

Fiesta de la Cátedra de San Pedro, Apóstol

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MARTES 22 DE FEBRERO Mt 16, 13-19 Fiesta de la Cátedra del Apóstol San Pedro «Te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.»

CIC 881. El Señor hizo que sólo Simón, al que llamó Pedro, fuera la «roca» de su Iglesia. Le dio las llaves de su Iglesia y lo instituyó pastor de todo el rebaño. «El oficio de atar y desatar que le fue dado a Pedro fue asignado también al colegio de los apóstoles unidos a su cabeza». Este oficio pastoral de Pedro y de los demás apóstoles pertenece a la fundación misma de la Iglesia y es continuado por los obispos bajo el primado del Papa.

Dicho esto, nuestra formación catequética y la recepción de los sacramentos como laicos proviene en gran medida de los sacerdotes que nos sirven. Intentemos comprender y apreciar aún más el sacerdocio y a nuestros sacerdotes con esta meditación y ¡RECEMOS POR ELLOS!  

PODER POTENCIAL EN EL PATRIMONIO SACERDOTAL por el Padre Ed Broom, OMV

«Hombre de Dios», «Hombre para los demás», «Alter-Cristo», «Jesucristo en la tierra», «La víctima que ofrece la VÍCTIMA» (Ven. Arzobispo Fulton Sheen), «Embajador de Cristo» (San Pablo), éstas son sólo algunas de las definiciones para la persona del sacerdote. En estos tiempos tempestuosos, revolucionarios, tumultuosos y críticos, es indispensable que hagamos todo lo que podamos para reforzar la Iglesia apoyando a los sacerdotes al máximo de nuestra capacidad. Es cierto que los sacerdotes han fracasado y escandalizado a los hombres; sin embargo, hay muchos sacerdotes trabajadores, humildes, orantes, celosos, fervientes y santos. Deberíamos hacer todo lo posible para apoyar a los sacerdotes en su búsqueda de la santidad y en su afán diario por alcanzar la perfección en la caridad: un amor más noble a Dios manifestado en el celo y el amor por la salvación de las ovejas que se les confían.

¿Cuáles son, pues, los medios o herramientas que los sacerdotes deben tomar en sus manos para vivir su sacerdocio, su paternidad espiritual, con el mayor potencial que tienen a su disposición? Nos gustaría ofrecer estas sugerencias, consejos y asesoramiento para los sacerdotes, seminaristas, diáconos, así como para los futuros sacerdotes que Dios ya tiene en su Corazón desde toda la eternidad. Podríamos llamarlos los QUINCE GRANDES que un sacerdote debe esforzarse por comprender y vivir para poder responder a la nobilísima llamada o vocación que le ha sido asignada por Jesús, el Modelo de todos los sacerdotes.

LOS QUINCE GRANDES PARA VIVIR LA SANTIDAD COMO SACERDOTE -EL HOMBRE DE DIOS Y EL HOMBRE PARA LOS DEMÁS

1. LA AMISTAD CON JESÚS: EL MEJOR DE LOS AMIGOS. En la Última Cena, donde Jesús instituyó tanto la Santísima Eucaristía como las Órdenes Sagradas, el Sacerdocio, en el largo e inspirador Discurso de la Última Cena (Jn. 13-17), Jesús llamó a los Apóstoles AMIGOS, ¡¡¡SÍ, AMIGOS!!! Hoy más que nunca, un sacerdote debe estar firmemente convencido de que Jesús le ha llamado a la amistad con Él. Además, esta Amistad con Jesús debe ser dinámica, es decir, debe estar en constante crecimiento, en alza, ascendiendo a lo alto. Hay un principio básico en la espiritualidad: no hay estado estático; o hay crecimiento o hay estancamiento. Por lo tanto, un sacerdote debe esforzarse diariamente por hacer todo lo que esté a su alcance para crecer en la Amistad con Jesús.

2. MISERICORDIA. Algunos laicos, siendo simples y posiblemente ingenuos, creen que el sacerdote confiesa a los demás en el Sacramento de la Reconciliación, pero que el propio sacerdote no necesita confesarse. Nada más lejos de la realidad. La Carta a los Hebreos lo expresa con gran concisión y verdad: «Todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres y hecho su representante ante Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Es capaz de tratar con paciencia a los ignorantes y a los descarriados, pues él mismo está acosado por la debilidad y, por eso, debe hacer ofrendas por el pecado, tanto por sí mismo como por el pueblo». (Heb. 5: 1-3) Siendo parte de la humanidad pecadora debido al Pecado Original y al pecado personal, un sacerdote debe tener el hábito de confesarse frecuentemente, con fervor y bien preparado, con otro sacerdote. Por cierto, hasta el Papa tiene que confesarse con otro sacerdote que, por supuesto, representa a Cristo. De hecho, uno de los secretos para que un sacerdote sea un buen confesor es que primero debe ser él mismo un buen penitente y experimentar la infinita misericordia del Sagrado Corazón de Jesús. El sacerdote debe experimentar el abrazo amoroso y misericordioso de Dios Padre (la Parábola del Hijo Pródigo) antes de poder administrar el amor y la misericordia de Dios a sus propios penitentes. ¡Habiendo experimentado la Infinita Misericordia de Jesús al ser él mismo perdonado y perdonada, el sacerdote puede administrar el Sacramento de la Reconciliación con mayor misericordia, amor y eficacia!

3. LA AMISTAD A TRAVÉS DE LA ORACIÓN. Al final de su vida, después de haberse retirado de su ejercicio episcopal como Obispo de Rochester, Nueva York, el Venerable Arzobispo Fulton J. Sheen, este gran hombre de Dios y modelo para los sacerdotes y los Obispos, decidió dedicar sus últimos años y sus últimos días a la misión más importante: dar retiros a los sacerdotes y a los Obispos. En estos retiros, que se pueden escuchar on-line, este santo hombre de Dios hizo una propuesta concreta que insistió en que todos los sacerdotes y obispos llevaran a cabo con fidelidad: LA HORA SANTA DIARIA. ¡En sus largos años de sacerdocio y años como Obispo, Fulton Sheen afirmó que nunca dejó de hacer su Hora Santa diaria en más de 55 años!

4. LUGAR DE HONOR Y PRIVILEGIO PARA SU HORA SANTA. Fulton Sheen 

recomendaba encarecidamente que esta Hora Santa, que él llamaba La Hora del Poder, se hiciera ante el Santísimo Sacramento, es decir, ante la Presencia Real de Jesús en la Hostia Consagrada. Qué cierta es la máxima: «¡Te haces como aquellos con los que te asocias!». En efecto, si el sacerdote pasa diariamente un tiempo delante de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar, empezará a imitar y a parecerse cada vez más a Jesús, el Sumo Sacerdote.

5. CONVERSIÓN DEL SACERDOTE. Como todos, el sacerdote debe trabajar denodadamente en su propia conversión personal. Como continuación de la Hora Santa ante el Santísimo Sacramento, Sheen afirmó que si un sacerdote es fiel a la Hora Santa diaria, Jesús le ayudará a crecer en santidad. Si un sacerdote es fiel a la Hora Santa, pero vive en pecado, Jesús le ayudará a vencer el pecado. Más aún, si un sacerdote es mediocre, tibio, desganado, entonces Jesús encenderá su corazón. Si un sacerdote es bueno, entonces irá de bueno a mejor. Por último, si un sacerdote es ferviente, la Presencia Eucarística de Jesús, a quien encuentra como Amigo y Modelo, inspirará a este sacerdote a llegar a las alturas de la santidad; en otras palabras, ¡a desear ardientemente convertirse en un verdadero santo!

6. EL SACERDOTE Y LA SANTA MISA Como seguimiento o incluso extensión del compromiso que el sacerdote hace para llevar a cabo la Hora Santa diaria, está la importancia primordial de que el sacerdote lleve a cabo la mayor acción bajo el sol: ¡la celebración del Santo Sacrificio de la Misa! Ni los Profetas de la antigüedad, ni los Arcángeles, ni los Querubines y Serafines, ni siquiera la Santísima Virgen María tienen el poder de celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Sólo el hombre que ha sido ordenado al sacerdocio tiene la capacidad, a través del Orden Sagrado, de celebrar el Santo Sacrificio de la Misa. Sólo el sacerdote puede traer a Jesús del Cielo a la tierra. Sólo el sacerdote puede introducir a Jesús en el corazón de los fieles como resultado de la consagración en la Misa y la Sagrada Comunión. ¡Qué sublime es el sacerdote que en la Santa Misa actúa como un puente, como un arco iris, uniendo el Cielo con la tierra! Hay que animar a los sacerdotes a ver un breve YouTube de San Padre Pío celebrando el Santo Sacrificio de la Misa. Qué fe, amor, devoción y sobrecogimiento demostró este santo sacerdote al llevar a cabo su misión más importante: ¡la celebración del Santo Sacrificio de la Misa! 

7. EL CONSEJO DE SAN ALFONSÍN. No siempre es posible cumplir al pie de la letra este consejo del santo sacerdote, Obispo, prolífico escritor y Fundador, San Alfonso María Ligorio con respecto a la Misa. Su consejo es sublime, pero desafiante. ¡¡¡San Alfonso sugiere que el sacerdote dedique al menos media hora a la preparación de la Santa Misa y luego media hora a la acción de gracias después de la Santa Misa!!! El sacerdote maronita contemplativo, canonizado por el Papa San Pablo VI, San Charbel Maklouf pidió permiso a su superior local para celebrar la misa a las 12 del mediodía. La razón de esta elección específica del mediodía fue por esta simple razón, relacionada con la sugerencia de San Alfonso. San Charbel quería dedicar toda la mañana a la preparación de la Santa Misa; luego quería dedicar toda la tarde y la noche a la acción de gracias por la Misa que celebraba. En una palabra, este santo, santo y contemplativo sacerdote-monje quería que toda su vida estuviera centrada y enfocada en Jesús en el Santo Sacrificio de la Misa. Como el sol derrama rayos de luz y calor sobre la tierra al mediodía, así Jesús, la Luz del mundo desea, a través del sacerdote que celebra la Santa Misa, derramar luz en nuestras mentes y el fuego del amor en nuestras almas. Que las palabras y los consejos de estos dos santos canonizados motiven a los sacerdotes a dedicar, al menos, un tiempo a la preparación de la Santa Misa, y algún tiempo después a dar gracias a Jesús por el mayor de todos los Dones: ¡Él mismo en la Santa Misa! No es una exageración decir que toda la eternidad no sería suficiente para preparar una Santa Misa, ni toda la eternidad suficiente para dar gracias por una Misa. La palabra EUCARISTÍA significa en realidad AGRADECIMIENTO. Que las oraciones del salmista resuenen en el fondo de nuestros corazones: «Dad gracias al Señor porque es bueno; su amor es eterno». (Sal. 136, 1)

8. FORMACIÓN PERMANENTE. Los médicos, los abogados, los maestros y profesores, los ingenieros, los deportistas profesionales, los arquitectos, todos tienen esto en común: la necesidad imperiosa de un proceso de formación permanente. Si se quiere, ¡¡¡la imprescindible necesidad de FORMACIÓN PERMANENTE!!! Un jugador de béisbol que no rinde desciende a las ligas menores hasta que mejora su actuación y rendimiento. En un sentido paralelo pero muy real, un sacerdote, al igual que un obispo, debe hacer un esfuerzo concertado para trabajar en su propia FORMACIÓN PERMANENTE. El dicho es universalmente cierto: ¡TRABAJO EN PROGRESO! Todos nosotros somos un trabajo en progreso; esto también se aplica al crecimiento y desarrollo personal del sacerdote. La formación permanente puede llevarse a cabo a través de conferencias, seminarios, estudios bíblicos y, a veces, incluso años sabáticos para recargar las batallas espirituales, intelectuales, culturales y físicas de uno mismo.

9. DIRECCIÓN ESPIRITUAL. Todos nosotros, aunque no nos guste admitirlo, tenemos puntos ciegos en nuestras vidas. Los demás ven ciertas áreas de crecimiento, ciertos defectos o incluso virtudes que tenemos, mientras que nosotros podemos cegarnos fácilmente ante ellos. Los laicos que persiguen sinceramente una vida de perfección en la búsqueda de la santidad necesitan urgentemente un director espiritual bien formado. Esto se aplica aún más a la persona del sacerdote. Como sacerdote, los puntos ciegos pueden ser muchos. Sin embargo, la esencia de la dirección espiritual no es simplemente señalar o resaltar los puntos ciegos, sino ayudar al sacerdote a crecer en su vida espiritual. ¡Para ser franco y directo, uno de los sellos esenciales de la buena dirección espiritual es ayudar a la persona que está siendo dirigida a crecer más profundamente en su vida de oración, a crecer más profundamente en su relación con Jesús que debe ser su MEJOR AMIGO! (¡Hemos dado vueltas al primer punto o número de este ensayo!) San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila, San Ignacio de Loyola, Santa Francisca de Sales, Santa Faustina, Santa Margarita María Alaqoque, y muchos otros santos pregonaron la importancia de la dirección espiritual. ¡Que todos los sacerdotes del mundo recurran a la dirección espiritual periódica como un paso en el Camino de la Santidad y la perfección!

10. EN DEFENSA DE LA VIRTUD DE LA PUREZA/CASTIDAD  En el Sermón de la Montaña, una de las Bienaventuranzas que Jesús enseñó destaca la importancia de la pureza: «Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios». (Mt. 5: 8) Debido al clima o ambiente inmoral del mundo moderno, todas las personas, pero de manera especial, el sacerdote consagrado a Dios en mente, espíritu y cuerpo, debe hacer un esfuerzo concertado para guardar su mente, sus ojos, su corazón, su cuerpo y todo su ser. La consagración a la Santísima Virgen María y a su purísimo e Inmaculado Corazón es, sin duda, uno de los medios más poderosos y eficaces para alcanzar la protección de la virtud de la pureza y la perseverancia en tan difícil pero importante virtud. ¡Que todos los sacerdotes se consagren al purísimo Corazón Inmaculado de María!

11. LA ORACIÓN Y LA PENITENCIA, ¡PODER EN EL DESEMPEÑO SACERDOTAL!  Jesús afirmó: «Algunos demonios sólo pueden ser expulsados con la oración y la penitencia». (Mt. 17: 21) Como se ha dicho, un sacerdote debe ser un hombre de oración. La Hora Santa diaria es un buen ejemplo. Sin embargo, eso no es suficiente. Para vencer al demonio, a la carne y al mundo en su propia vida, un sacerdote debe aplicarse a una vida de penitencia, a una vida ascética, a una vida de mortificación, a una vida de abnegación. En el año del Sacerdocio en el Pontificado del Papa Benedicto XVI, este santo Pontífice tomó y nombró como modelo para los sacerdotes a San Juan María Vianney, conocido como el Santo Cura de Ars. Es muy difícil encontrar un sacerdote más santo, celoso, orante, pero también penitente que este verdadero hombre de Dios, ¡este santo! 

12. CELO POR LAS ALMAS.  Otra nota o virtud característica del sacerdote. El verdadero hombre de Dios debe tener un ardiente celo y pasión por la salvación de las Almas Inmortales. Santo Tomás de Aquino afirmaba que un alma vale más que todo el universo creado. El lema del santo y celoso sacerdote San Juan Bosco era: «¡DAME ALMAS Y LLÉVATE TODO LO DEMÁS!». Es lógico que si el sacerdote tiene una relación profunda y dinámica con Jesús como su Mejor Amigo, entonces el sacerdote debe amar lo que Jesús ama y eso es la salvación de las Almas Inmortales. De hecho, la razón de la Encarnación, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús fue precisamente esta: SALVADOR-¡PARA SALVAR ALMAS POR TODA LA ETERNIDAD!

13. EXAMEN DIARIO.  San Ignacio de Loyola, al legar al mundo tantas joyas espirituales, tantas prácticas espirituales, nos dejó lo que se llama EL EXAMEN DIARIO. Consta de cinco pasos: 1) Acción de gracias a Dios por sus abundantes bendiciones; 2) Pedir la gracia de revisar el día objetivamente; 3) Ver dónde ha estado tu corazón en el transcurso del día; 4) Admitir humildemente los fallos; 5) Renovación/Propuesta para el día siguiente como resultado del autoconocimiento para no caer en los fallos del pasado. Si un sacerdote puede llevar a cabo esta práctica todos los días durante diez minutos, esto será de inmenso valor para que sea consciente de la Presencia de Dios, así como del enemigo. Se estará entrenando para reconocer y rechazar las tentaciones del enemigo, y abrir su corazón a las inspiraciones del Espíritu Santo.

14. EL CULTIVO DEL ESPÍRITU DE ALEGRÍA EN EL CORAZÓN SACERDOTAL.  El Papa Francisco ha insistido una y otra vez en la importancia primordial de cultivar la alegría y vivir la alegría para llevar la Alegría del Evangelio a un mundo roto y herido. En efecto, si el sacerdote está firmemente convencido de su amistad con Jesús, si el sacerdote está profundamente arraigado en su relación con Jesús, entonces necesariamente en el fondo de su corazón experimentará los frutos del Espíritu Santo, muy especialmente una profunda paz, así como una alegría desbordante. San Pablo nos exhorta: «Alegraos en el Señor; lo repito, alegraos en el Señor». (Fil. 4: 4)

15. MARÍA: MADRE DE DIOS, MADRE DE LA IGLESIA Y MADRE DE LOS SACERDOTES  Bajo la cruz del Viernes Santo estaban los dos mayores amantes de Jesús en la tierra: la Santísima Virgen María y San Juan Evangelista, también conocido como San Juan el Amado. Este Apóstol, que se apoyaba en el Sagrado Corazón de Jesús, era realmente el mejor amigo de Jesús. Sin embargo, Jesús pronunció estas palabras desde la cruz a San Juan y a todos los sacerdotes del mundo hasta el fin de los tiempos «Mujer, he aquí a tu hijo; hijo, he aquí a tu Madre». Desde ese momento el discípulo amado acogió a María en su casa». (Jn. 19: 26-27) Llevar a María a la casa de Juan significa para el sacerdote que debe llevar a María a lo más profundo de su corazón. El sacerdote debe hablar frecuentemente con María en todas las ocasiones de todo lo que pasa en su vida, su corazón, su trabajo, sus alegrías y sus penas, sus victorias y sus fracasos, sus miedos y sus sombras, sus deseos, sus aspiraciones y sus sueños. Como San Juan, la Santísima Madre que lleva al sacerdote a Jesús siempre, debe ser para el sacerdote su Madre de la Misericordia, su vida, su dulzura y su esperanza.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Feb 21 2022

LECTURAS DEL DIA | 21 DE FEBRERO 2022

Lunes de la VII semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

LUNES 21 DE FEBRERO Mc 9, 14-29 Carta de Santiago (3,13-18) «Amados: ¿Quién de vosotros es sabio y entendido? Que muestre sus obras con una vida buena en la humildad que proviene de la sabiduría». 

¡Un signo de verdadera humildad es la PACIENCIA!

PACIENCIA: ¡¡¡LA VIRTUD QUE TODOS NECESITAMOS!!! Por. P. Ed Broom, OMV

No hay una sola persona en el mundo que pueda decir que no necesita la virtud de la paciencia. Jesús dijo: «Por tu paciencia, salvarás tu alma». (Lc. 21:19-21) Dado que esta virtud es universalmente necesaria pero no es fácil de alcanzar, ¡este será nuestro tema de conversación en este breve artículo!

¿PACIENCIA PARA QUIÉN?  Podrías detenerte a mirar tu vida y hacerte la pregunta: «¿Para quién, dónde y cuándo necesito la virtud de la paciencia?». No quiero ser demasiado simplista, pero creo que podemos reducir esta pregunta a tres categorías distintas. En primer lugar, tenemos que ser pacientes con los demás: con los que nos encontramos, con los que vivimos, con los que trabajamos, con los que nos asociamos, con los que entramos en contacto, ya sea con frecuencia o con menos frecuencia. En segundo lugar, hay otra categoría o persona muy importante con la que debemos ejercer una paciencia constante e infinita, y es con nosotros mismos, sí, con nosotros mismos. Finalmente, y esta última Persona con la que debemos practicar la paciencia puede no ser tan obvia, ¡¡¡esta Persona es Dios!!!

Dicho esto, debemos ser muy conscientes del duro y cruel hecho de que las personas nos harán daño, nos pondrán de los nervios, nos provocarán, nos exasperarán y, a veces, simplemente nos volverán locos, para decirlo sin rodeos. Al leer este artículo, estoy seguro de que tienes en mente a alguna persona, más bien, a algunas personas. Ciertas idiosincrasias de los demás, su tono de voz, el ritmo al que se mueven, su expresión facial, las palabras que usan o dejan de usar, te ponen de los nervios, ¡o casi te vuelven loco! Todos conocemos a estas personas y hemos tenido contacto con ellas, y probablemente lo hagamos incluso ahora mismo. ¿Qué vamos a hacer entonces para remediar esta situación?

Es más fácil decirlo que hacerlo: ¡Cual es la solución a este problema de paciencia con la persona o personas que parecen ser simplemente intolerables!? Vamos a ofrecer algunas sugerencias que pueden ser inestimables:

PRIMERO, ¡ORAR!  Jesús dice que tenemos que rezar y no simplemente por aquellas personas que vemos como encantadoras, atractivas, simpáticas, santas y sin problemas -¡como si estas personas realmente existieran de todos modos! ¡No! Debemos rezar por todas las personas porque fueron creadas por un Dios amoroso, y Dios quiere que toda la humanidad forme una familia en la que la virtud del amor, la compasión, la misericordia y el respeto reinen de manera suprema. Jesús dice muy claramente que incluso tenemos que rezar por nuestros enemigos, como nos enseñó en la cruz: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». (Lc. 23:34)

SEGUNDO, ¡HUMILDAD!  Sé humilde en medio de tu aversión a esa persona que te pone contra las cuerdas por los muchos defectos que observas en ella. Recuerda y recuerda tus propios defectos, que pueden ser más graves a los ojos de Dios que los defectos de la persona que realmente no soportas. Dios ama a los humildes, pero rechaza a los arrogantes y orgullosos. Cuando tengas la tentación de despreciar a esa persona, recuerda uno de tus fallos o pecados más atroces y la misericordia de Dios hacia ti. Esto te ayudará a ser más compasivo, amable y PACIENTE con esta persona intolerable.

TERCERO, ¡AGERE CONTRA!  Pon en práctica lo que San Ignacio de Loyola enseña en el curso de los Ejercicios Espirituales y es el concepto de ¡¡¡AGERE CONTRA!!! Es una frase corta en latín que significa literalmente ¡ir en contra! Por lo tanto, cuando tengas la tentación de ser impaciente, antipático, frío o directamente malo con esa persona que te presiona, haz lo contrario. Sonríe, di una palabra amable, haz un gesto simpático, o incluso haz un regalo; todo esto es difícil pero muy agradable a Dios. Esto no es hipocresía, sino virtud heroica. Esta conquista del yo, aunque difícil, es posible, y hacerla es un verdadero signo de la victoria de la gracia de Dios en tu vida.

CUARTO, ¡LA PACIENCIA CON UNO MISMO!  ¿Qué hay de la paciencia con uno mismo? Los llamados perfeccionistas siempre acaban defraudándose a sí mismos. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que vivimos en un mundo muy imperfecto, mejor dicho, ¡un mundo muy pecador! Sólo Dios es perfecto y toda la humanidad está compuesta por pecadores, ¡ojalá en el camino de la conversión!  La Biblia nos enseña que el justo cae siete veces al día. Jesús dice que debemos perdonar a los que nos ofenden no siete veces, sino 70 veces siete, ¡lo que significa siempre! ¡A menudo, somos nosotros mismos los que tenemos que perdonar 70 veces siete veces!

En otras palabras, aunque tengamos que luchar constantemente para superar nuestras tendencias pecaminosas, así como el propio pecado en nuestra vida, debemos esforzarnos por no ceder nunca a la impaciencia ante nuestras numerosas faltas y defectos. De hecho, los santos nos enseñan que, después del propio pecado, el desánimo es el enemigo mortal número uno. Por eso, aplica el concepto ignaciano Agere Contra, que significa actuar intensamente contra nuestra impaciencia con nosotros mismos y nuestra tentación de tirar la toalla y rendirnos. 

QUINTO, ¡NUNC COEPI!  El Fundador de los Oblatos de la Virgen María, el Venerable Bruno Lanteri, lo expresó en dos breves palabras, pero estas dos palabras lo dicen todo. ¡NUNC COEPI! ¡AHORA EMPIEZO! Después de caer o fracasar de una manera u otra, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo y lanzarnos a los brazos amorosos de Dios Padre (la imagen de Santa Teresa de Lisieux); entonces, ¡simplemente, empezamos de nuevo! Debemos confiar más en la gracia de Dios que en nuestra debilidad humana, recordando las palabras del gran Apóstol San Pablo: «¡Cuando soy débil, es cuando soy fuerte!»(2 Cor. 12:10) El Ven. Bruno Lanteri dijo: «Aunque me caiga mil veces al día, mil veces me levantaré y diré: «Ahora empiezo».

El santo recientemente canonizado (2015), el Misionero de California, San Junípero Serra acuñó esta frase inmortal: «¡Siempre Adelante, siempre Adelante y nunca atrás!». Por lo tanto, cuando caigamos (y sin duda caeremos) no debemos ceder al desánimo, sino confiar menos en nosotros mismos y más en el poder de Dios en nuestras vidas. Es decir, ¡menos confianza en nosotros mismos y más confianza en Dios! Con el salmista exclamemos: «¡Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra!». (Sal. 124:8)

SEXTO, ¡PACIENCIA CON DIOS!  La última y más importante Persona con la que debemos tener paciencia es Dios mismo. Esto puede sorprender a muchos que podrían pensar: «¡Nunca he sido impaciente con Dios!» ¡Oh, de verdad! ¿Has rezado alguna vez a Dios y no te ha respondido según tu criterio? ¿Has pedido alguna vez a Dios que te ayude en una enfermedad y sufrimiento y te ha parecido que Dios no te escuchaba, o que era totalmente indiferente a tu situación? ¿Te ha sucedido alguna vez que has hecho una novena a Dios, a María o a alguno de los ángeles y santos de Dios y la petición realizada no fue atendida, sino que tu situación pareció empeorar? ¿Te ha sucedido alguna vez que has rezado por la conversión de alguien y no parecía suceder absolutamente nada? ¿Te ha sucedido alguna vez en tu vida que has rogado a Dios con fe para que se mueva la montaña y cuando te levantaste a la mañana siguiente la montaña no se había movido ni cedido un milímetro?  

Ante estas llamadas oraciones o peticiones sin respuesta, estos problemas sin resolver o circunstancias agravantes, en las que parece que a Dios no le importa, es indiferente o incluso no le interesa tu penosa situación, es muy probable que te impacientes con Dios, hasta el punto de enfadarte con él. ¡¡¡Esto es más común de lo que sabemos!!!

¿Cuál es entonces la respuesta a esta situación? ¡Sencillamente lo siguiente! ¡Nuestro Dios es un Dios de Amor Infinito! ¡Nuestro Dios es un Dios de Sabiduría Infinita! Sin embargo, la mente de Dios no es la mente del hombre. Sus caminos trascienden y superan con creces los nuestros en conocimiento, sabiduría, amor y planificación. Apenas podemos ver más allá de nuestra propia nariz y sólo vivimos en un momento concreto del tiempo. ¡No es así con Dios! ¡Él vive en el Eterno Ahora! Para un Dios Infinito y Eterno, ¡el pasado, el presente y el futuro son uno!

Dicho esto, por el bien de nuestra conversión, santificación, perseverancia en la gracia y nuestra salvación eterna, los planes y decisiones de Dios no siempre coincidirán con nuestros criterios. Sin embargo, debemos creer en el designio amoroso y providencial de Dios. Todo lo que Dios haga por ti individual, personal, social y espiritualmente será siempre -en la perspectiva amplia y panorámica y a la luz de la eternidad- para tu bien. Por eso, procura no impacientarte nunca con Dios, sino confiar, confiar total y humildemente en su infinito amor por ti y en su providencial cuidado. Suplica a la Virgen, que estuvo bajo la cruz viendo a Jesús sufrir y morir, que te ayude a tener una gran confianza y paciencia en el plan de Dios para tu vida.

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