SAN JOSÉ: MI ESCUDO Y PROTECTOR ¿Espejo de paciencia, Amante de la pobreza, Modelo de obreros, ornamento de la vida doméstica, Guardián de Vírgenes, Pilar de las familias, Consuelo de los afligidos, Esperanza de los enfermos, Patrono de los moribundos, Terror de los demonios, Protector de la Santa Iglesia—A Quien todas estas alabanzas, se refieren? Todas ellas hacen referencia, al más grande Santo, de la Santa Iglesia Católica, aparte de Jesús y María, pero relacionado con ambos — el Glorioso San José! Una de las grandes mujeres en la iglesia, Doctora de la Oración, reformadora de las Carmelitas, una prolífica escritora, maravilla de persona, Santa Teresa de Ávila, experimento un amor especial y protección de San José, como podemos leer en su autobiografía. Hizo tres observaciones cortas pero, importantes sobre el poder de San José. En primer lugar, San José, nunca la defraudó, cuando le encomendó, siempre obtuvo su solicitud. En segundo lugar, San José actuó con prontitud, rápidamente; mientras que, otros Santos se retrasarían — por así decirlo, ellos se toman tiempo allí! Por último, San José es el patrón universal! Por ejemplo, San Antonio, como todos hemos experimentado, llega a la ayuda para «encontrar objetos perdidos, o incluso encontrar un buen «novio». Mientras que San José es el Santo, que nos puede ayudar, en absolutamente todas nuestras necesidades. San José nos oye, se mueve rápidamente y en todas las ocasiones! Gracias Teresa por tus percepciones!
La Iglesia honra, al glorioso San José dos días específicos del año, e indirectamente en otras dos temporadas. 19 de Marzo, se celebra la solemnidad de San José, bajo el título de «Esposo de María». Y el 1ro de Mayo, el comienzo del mes de María, se honora a San José. Sin embargo, implícitamente, San José es honrado en la temporada de Adviento, así como la Navidad y la temporada de Navidad. La preparación para el nacimiento de Jesús, en el nacimiento actual y los relatos de la infancia, San José desempeña un papel clave! En el tesoro de la salvación, San José fue elegido para un papel más sublime!
Los Teólogos enseñan, San Bernardina de Siena y San Francisco de Sales, que con la específica vocación, que Dios le da a cada individuo, hay una gracia correspondiente, suficiente para llevar a cabo las demandas de esa vocación. Las personas casada sacramentalmente, está dotados de la gracia de ser buenos y fieles cónyuges; cálidos, cariñoso y firmes padres, humildes y obedientes niños de Dios. Este siendo el caso, San José, fue llamado a la misión y vocación más sublime, realmente una doble vocación, de ser elegido, para ser el esposo de María la madre de Dios, así como el Padre Adoptivo de Jesús, el Hijo del Padre Eterno. Exaltada llamada que San José recibió, serían comunicadas gracias súper-abundantes, para llevar a cabo, con la máxima fidelidad esa misión, que de hecho, el Glorioso San José hizo! Hubo sólo una familia perfecta en la tierra — ni la tuya, ni la mía; más bien fue la Sagrada familia de Jesús, María y San José. Por lo tanto, José fue una clave y una persona fundamental en este «Trinidad Terrenal». ¿Qué sorprendente, santificante y digno de imitación, la contemplación de la vidas de Jesús, María y Glorioso San José! Por lo tanto, vamos a describir los diversos «Títulos» dados a San José, con la esperanza, que tu conocerás José, le oraras, lo amaras y le confiaras tu vida y experimentaras — como Santa Teresa de Ávila y muchos de los Santos su poderosa intercesión.
Primero, MAESTRO DE LA VIDA INTERIOR. Un título dado por la misma, Santa Teresa. Es decir, que para crecer en nuestra vida interior, nuestra vida espiritual, nuestra unión íntima con Dios, San José puede desempeñar un papel indispensable! Un paralelo muy interesante es, que el Catecismo de la Iglesia Católica también da otra «Persona» ese mismo nombre: el Espíritu Santo —«Maestro de la vida interior». Por lo tanto, por qué no, rogarle al buen San José, por la gracia de hacer grandes progresos en su vida interior; él está esperando, listo y dispuesto, para concederle esta excelente petición!
Segundo, MAESTRO DE LA ORACIÓN. Relacionados con ser el «Maestro de la vida Interior» es el de ser el «Maestro de oración». José adquirió una vida interior más profunda de la oración y sin lugar a dudas vivió el mandamiento de Jesús: «Es necesario orar siempre, sin perder el animo». (LC. 18:1). Oraciones de la mañana, oraciones con Jesús antes de trabajar, oraciones antes de las comidas, oraciones en la sinagoga, oraciones en el camino al templo en caravana, oraciones en familia, los Salmos con Jesús y María, privada y espontánea oración—todas estas, fueron ofrecidos por el buen San José con fervor, la humildad y la pureza de intención. Mentalmente emocionante, escalonar la imaginación humana, inefable y más allá de las palabras es lo siguiente: José también le enseño a orar, a Jesús! En la naturaleza humana, Jesús creció en sabiduría, edad y gracia ante Dios y los hombres. Aprendió a caminar, comer, trabajar y hablar. Por lo tanto, fueron ambos, María y José quienes le enseñaron a Jesús palabras humanas, las cuales Él podía hablar con Dios, el Padre. «Abba» —que quiere decir Papacito, fue lo mas posible una de las primeras palabras que San José le enseño a Jesús, para que Él pudiera empezarle a hablar con estas palabras humanas, a Su Padre y eventualmente enseñar a la humanidad entera a decir, “Padre Nuestro, que estas en el Cielo…”
Tercero, PATRONO DE LOS CÓNYUGES (ESPOSOS). En un mundo en el que la infidelidad es rampante y se ha estado propagando rápidamente, sus maligno veneno y causando estragos en la familia, que debería ser el «componente básico de la sociedad», la «Iglesia doméstica», San José enseña a los maridos la extrema importancia, de ser fieles a sus esposas y vivir los votos que se hicieron, el día de su boda ante Dios, la Iglesia y su cónyuge. «Me comprometo a serte fiel, en los buenos tiempos y en los malos, en la salud y enfermedad, riqueza y pobreza, hasta que la muerte nos separe…»
San José, ayuda a los hombres a apreciar y amar a sus esposas, como la «Niña de sus ojos». Cuarto, PATRONO DE LOS PADRES. Igualmente importante fue el papel que jugó San José como «Padre-Adoptivo» de Jesús, el «hijo de Dios vivo». Un verdadero padre debería cumplir los requisitos de las «tres 3 P!» ¿Cuáles son los «3» P «Vamos A ver! Primero y ante todo, “Poderoso guerrero de Oración». Un verdadero padre, debe tener una conexión íntima con el Padre Celestial. En realidad, uno de los principales roles del padre terrenal es reflejar el amor, la compasión, la presencia, la firmeza y la sabiduría del «Padre Celestial».
Eso significa, en concreto, que los niños deben ver la visión de Dios el Padre, reflejado en su padre terrenal. Sin duda, un objetivo muy difícil; por eso volteamos a ver a José, quien refleja la presencia amorosa de Dios Padre, perfectamente. Que nuestros padres terrenales tomen al buen San José, como su modelo! También para mantener a su familia, igual que San José por su trabajo constante y vigoroso. Por último, para proteger a la familia de peligros físicos, morales y espirituales. Por lo tanto, nosotros admiramos, al buen San José, levantándose temprano y escapándose a Egipto, por lo tanto, salvando a Jesús de ser sacrificado por un inseguro, celoso y sanguinario tirano–Rey Herodes! Quinto, PATRONO DE LOS TRABAJADORES. Como consecuencia del pecado Original, todos debemos de trabajar y ganarnos el pan con el sudor de la frente. (Gen 3).
Tedioso, por momentos aburridor, exigente hasta el punto de agotar, quebrantando, todos estos pueden ser notas del trabajo diario! San José, pasó por todo! Levantándose antes de amanecer, abriendo la tienda, comenzando con la oración, trabajando desde el amanecer hasta el anochecer, esto sería el ritmo diario de José, así como Jesús! Suficiente para el horario, pero qué pasaba con el contenido de la obra? Duro, exigente y agotador, el trabajo manual de un carpintero! Martillando las puntillas, aserrado pedazos de madera, lijando hacia el tamaño necesario, levantando muebles pesados, San José hizo todo! Al final del día, probablemente llegó a casa, adolorido hasta el punto del agotamiento, bañado con sudor, el pelo lleno de aserrín, la manos grabadas con callos profundos — esto sería el «Diligente trabajador” y fiel trabajador, Saint José! Que nosotros podamos redescubrir la importancia del trabajo duro, dedicado y concentrado! La ociosidad es el taller del Diablo! Nada de eso en el taller de San José! Por el contrario, nuestra actitud debe ser las sobrias, pero motivadoras palabras, de San Pablo: «Trabajar por nuestra salvación en temor y temblor!»
Sexto, PATRONO DE LAS FAMILIAS. Interconectados con el papel de Jose como cónyuge y «padre adoptivo» es su importancia fundamental, su trabajo-bisagra en la cohesión de «La Sagrada familia». Un punto concreto: la importancia de la «mera-presencia» de Jose a su familia y la necesidad de padre, estar «presente» en su familia. El estar presente quiere decir, no simplemente una presencia física- aunque esto es clave-, pero también emocional, moral, espiritual, psicológica, alegre y concernida presencia! Sencillamente, el Buen San José estuvo totalmente disponible a Dios, en todo momento y al mismo tiempo, él estaba totalmente disponible para María y Jesús.
Muchas familias sufren debido a la «deserción papás». Bien estos «papas holgazanes» se han abandonado sus familias físicamente, también se han rendido a la inmoralidad como, la pornografía, la bebida, las drogas, prioridad a sus amigos, juegos y deportes, sobre el bien de su familia! No es así con «El ornamento de la vida Domestica», San José, su mera presencia era total y sobrecogedora. Él fue, una unión que ligo, que mantuvo la paz, la unidad y la armonía de la «Sagrada familia».
Séptimo, TERROR DE LOS DEMONIOS. Un sorprendente homenaje al glorioso San José. San Ignacio de Loyola, en las dos Banderas, representa un fuerte contraste, Jesús elevando su estandarte e invitando a todos a seguirlo; entonces Satanás, feo, en Babilonia, la ciudad de confusión sentado en una Basurero! En nuestra batalla contra «el enemigo de nuestra salvación» (San Ignacio); el león rugiente, buscando para devorarnos (San Pedro), Satanás o Príncipe de este mundo (Jesús), debemos reunir mucha munición en nuestro arsenal, para derrotar al diablo. San José puede correr rápidamente, a nuestra ayuda. En el Rito de Exorcismo oficial, se invoca el Santo nombre de San José! En el mero nombre de poderoso San José, las ligas de los enemigos de Dios, darán la media vuelta y desaparecerán!
Octavo, PATRONO DE LA PUREZA Y EL CORTEJO CHRISTIANO. De hecho, las ambas decisiones más importantes en la vida de uno, son la profesional y aún más importante la vocación. En otras palabras, elegir la profesión del trabajo, y de mayor importancia, el futuro cónyuge que será elegido. Es triste decirlo, la mayoría en la sociedad moderna, elige al compañero equivocado, en el momento equivocado, en el lugar equivocado y con mala intención. Esto equivale al desastre! Del 50 al 60% los matrimonios, terminan en divorcio por esta razón! Los padres, así como los jóvenes, deben rogarle sinceramente al Buen San José, quien escogió la Virgen María para ser su cónyuge; para que los ilumine, quién será el futuro cónyuge. La primera condición e intención, debería escogerse a alguien, que va a ser un puente al cielo, tanto para los cónyuges, como, para los futuros niños. Una vez escogido el futuro compañero, la gracia de la pureza, debe ser implorada, para que ambos eviten cualquier impureza, en su noviazgo, así el día de la boda, de hecho reflejará las rosas hermosas, radiantes y sin mancha, que se colocarán ante la imagen del corazón Inmaculado de María. San José, ora por nuestra juventud, por la pureza e integridad moral!
Noveno, PATRONO DE AQUELLOS EN TRIBULACIÓN. Admirable al grado más alto, el Gran San José en afrontar y aceptar pruebas y mas pruebas, debido a la confianza ilimitada e inmensa de este gran santo en Dios, todo respetoso y siempre-presente del plan providencial, sobre él y su familia. Contempla estas escenas: la larga caminata desde Nazaret a Belén, con una mujer embarazada montada en un burro, rechazo- probablemente muchas veces buscando alojamiento para la noche, “no cabida para usted en la Posada», el nacimiento en un pobre, oloroso, húmedo, abandonado refugio de animal, un escapada en medio de la noche, a un extranjero, inmigrante, incluso país hostil, donde no tenia parientes, alojamiento, ni conocimiento de la lengua y finalmente perdiendo su hijo-adoptivo por tres interminables días—estos eran, entre las muchas pruebas de San José. En lugar de darse a la desesperación, humildemente accedió su voluntad, a la voluntad de Dios todopoderoso; y Dios mismo, resolvió problemas, que parecían casi imposibles de resolver! Que el Buen San José, fortalezca nuestra confianza en Dios, en medio de las pruebas constantes, tribulaciones, reveses y errores! San José firmemente creyó: «El Señor es mi Pastor, nada me faltará».
Décimo, PATRONO DE UNA SANTA Y FELIZ MUERTE. El momento más importante de nuestras vidas es el momento de nuestra muerte, en el que se determinará para toda la eternidad nuestro destino: bien arriba o abajo, cielo o al infierno y con esto, por toda la eternidad, lo que significa para siempre y siempre!!!!!! El Buen San José, puede venir en nuestro rescate, en todos los momentos críticos, en nuestro peregrinaje terrenal! ¿Por qué? Por la sencilla razón de que San José tubo la gracia mayor, de haber muerto en los brazos de Jesús y María. ¿Cuando? No sabemos! Pero, habiendo muerto en los brazos de Jesús y de María, nos debe estimular en querer más ardientemente, hacer lo mismo! Que San José obtenga para nosotros la gracia de morir en el estado de gracia y a morir en los brazos de Jesús, María – y sí – en los brazos amorosos del Buen San José!
Permítanos terminar encomendándonos nosotros mismos, al glorioso San José, en esta oración breve, poética, pero hermosa. «Jesús, María y José, te doy mi corazón y mi alma; Jesús, María y José, has mi corazón como al tuyo; Jesús, María y José, asistidme en mi última hora de agonía; Jesús, María y José, suspiro mi alma en ti! O Santísimo Sacramento, Oh Divino Sacramento, toda alabanza y toda agradecimiento, sea tuyo a cada instante! »
Escrito: Fr. Ed. Broom/ Traducción: Gloria Muñoz