tesoros es encontrar un amigo verdadero, leal y fiel. Es una perla que no
tiene precio. La palabra de Dios dice que encontrar un verdadero amigo
es un verdadero tesoro.
debe valorar, cuidar, cultivar y procurar una amistad, ¡cuánto más deberíamos
valorar una dinámica y verdadera amistad con Jesús!
se ofreciera a si mismo al Padre eterno como Víctima, muriendo en la Cruz por
toda la humanidad y por cada uno de nosotros individualmente, Jesús habló
largamente en la Última Cena.
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apóstoles, de instituir los Sacramentos de la Sagrada Eucaristía y Ordenes
Sacerdotales (el Sacerdocio) y además de darnos el más grande mandamiento de
amar como Él nos amó, Jesús ofrece a sus apóstoles y a nosotros una relación
especial —Amistad con Él.
siervos porque el siervo no sabe lo que hace su amo, los llamo AMIGOS.» Jesús mismo anhela entrañablemente una
amistad contigo y conmigo.
«perla de precio infinito» — está siempre disponible para todos,
pero en particular para tí y para mí en este preciso momento. O si te
agrada esta imagen, Jesús viene como el Buen Pastor, con cayado en una mano y
en la otra mano ligeramente golpea en la puerta. (Rev. 3)
cuadro de Jesús el Buen Pastor llamando a la puerta con cayado en mano.
Alguien muy observador se le acercó con esta queja: ¡al pintor se le
olvidó pintar el pomo de la puerta! Holman Hunt se mantuvo firme y le
respondió: «Sí está el pomo, pero solo está por dentro de la puerta.»
puerta de tu corazón, pero depende de ti que le abras la puerta y lo recibas en
tu casa, en lo íntimo de tu corazón. ¡En
este momento Jesús está llamando y esperando que abras! ¿Estás listo para
abrir, quieres abrirle la puerta? ¿De qué se puede hablar con Jesús
nuestro amigo? La respuesta es simple, ¡de CUALQUIER COSA!!!
sugerencias para iniciar un dialogo cálido con nuestro Señor. Ahora, no piense que solo de esto se puede
conversar con Jesús. Recuerde, se puede
hablar de cualquier cosa con nuestro Señor.
fervientemente que usted hable con Él.
Además, en ningún momento debe sentir alguna inhibición para abrir el
corazón y hablar con Jesús su mejor amigo. Jesús nunca le hará daño,
nunca le humillará, nunca le malinterpretá.
Al contrario, Jesús sana, fortalece, alienta, ilumina y santifica. Emprendamos el camino…
¿Qué tenemos que no hemos recibido de Dios? Sólo una cosa no viene de Dios:
¡nuestros pecados! Mire lo interior:
la mente, el corazón, el alma, la memoria, la imaginación; y viendo
hacia fuera vemos: la belleza de la
naturaleza, la comida, la salud que disfrutamos, las diversas oportunidades.
Del corazón debe resonar un himno de agradecimiento al ver todos estos
dones que proceden de Dios quien es el autor de todos los dones.
«Den gracias al Señor porque Él es bueno, su gran amor perdura para
siempre».
todos los mandamientos es amar al Señor nuestro Dios con todo el corazón, con
toda la mente, todo el alma y todas nuestras fuerzas. (Lc 10) Los esposos deben
con frecuencia expresar su amor el uno por el otro; de lo contrario el amor se
puede enfriar. Jesús anhela escuchar de
nuestros labios y nuestros corazones que en verdad lo amamos. San Juan de la Cruz dice que en el ocaso de
nuestra existencia seremos juzgados sobre el amor. ¡Eh aquí una sugerencia! El momento más
importante para decirle al Señor que le amas es inmediatamente después de
recibirlo en el corazón en la Sagrada Comunión.
En ese momento el Sagrado Corazón de Jesús está unido a tu corazón. ¡Dile que lo amas.
Jesús dijo, «Pedid y se os dará… (Mt.7:7). ¡No hay límite a lo que podemos pedir! El Sagrado Corazón de Jesús se regocija
cuando rogamos con fervor por nuestra salvación, la salvación de nuestros
familiares, la conversión y salvación de los pecadores y la salvación del mundo
entero. Pide el mejor de los
regalos—¡la salvación de las almas!
Sta. Faustina y los niños de Fátima constantemente le rogaban a Jesús por
la salvación de las almas; ¡hagamos lo mismo!
Cuarto, PERDÓN y MISERICORDIA. Si le hacemos daño a un amigo muy querido le pedimos perdón. Cuando pecamos, herimos a nuestro Señor y dañamos nuestra amistad con Él. Por lo tanto, debemos pedirle perdón y decirle que sentimos de todo corazón haberlo ofendido y por haber roto los lazos de amistad con Él. El Arzobispo Fulton Sheen define el pecado como «Lastimar a aquel que amas». La amistad con Jesús es un perla del infinito precio que rebasa incluso nuestra propia vida natural. Por esa razón el lema de Sto. Dominic Savio resuena sonoramente—«¡Morir antes que pecar!»
usted en este momento y le causa sufrimiento en el corazón. Jesús nos ama tanto que voluntariamente
comparte su vida con nosotros. Eso significa que él comparte sus alegrías con
nosotros, pero también quiere compartir—al menos en un grado limitado—una
astilla de su Cruz con nosotros. Muchos caen en la tristeza y la
depresión porque tratan de cargar su propia cruz a solas. ¡No podemos hacerlo
solos! La cruz nos puede aplastar porque es demasiado pesada y dolorosa.
Una de dos , nuestra cruz nos hará mejores o nos amargará, todo depende
de una cosa–si la llevamos solos nos amargaremos. Pero, si compartimos nuestra cruz con el
Señor el nos quitará la cruz o nos ayudará a cargarla y Jesús siempre llevará
la parte más pesada. San Pedro dice:
«Confiadle todas vuestras preocupaciones, pues Él cuida de
vosotros».
Jesús mismo dice:
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de
mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi
carga ligera». (MT. 11:28-30).
Cuando se comparte la carga con un amigo, la carga es más liviana.
Recuerda la canción: «¡él no esta pesado, es mi hermano!» En
verdad Jesús es nuestro hermano mayor y él anhela una amistad con
nosotros. Él quiere compartir su vida
con nosotros y quiere que compartamos nuestra vida con Él. Que Jesús sea siempre tu mejor amigo y la
perla de precio infinito!