Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Ene 11 2013

EL SUFRIMIENTO NOS HARÁ MEJORES O NOS AMARGARÁ. ¡EL LLAMADO A CONFIAR EN EL MISTERIO DE UN DIOS QUE NOS AMA!

Uno de los reclamos más comunes que se
escucha para negar la existencia de Dios es el siguiente: «Si Dios es tan
bueno ¿por qué sufren personas inocentes?» 
Un ejemplo podría ser lo que sucedió en Connecticut, en donde un joven
desquiciado irrumpió las clases en una escuela primaria, abrió fuego a los
alumnos, mató a 20 niños inocentes y otros adultos y acabó con su propia vida.

En verdad el sufrimiento es un gran misterio,
especialmente el sufrimiento de inocentes y de niños pequeños (de kinder y 1 º
año).   Todos sufren a causa de esta
tragedia, el país y más allá del país, y por supuesto los padres sufren un
dolor y agonía inexplicable.  A los
padres y familiares de estos niños ofrecemos nuestras oraciones y las
intenciones de las Misas. ¡Que el Dios la paz les de consuelo!

A esta pregunta no hay respuesta fácil; Sin
embargo, la respuesta trata intrínsecamente con el máximo e inviolable don que
Dios a dado a cada ser humano: ¡EL DON DEL LIBRE ALBEDRIO!

Desde el principio Lucifer y una tercera
parte de los ángeles, abusaron del gran don de la libertad y decidieron dar la
espalda a Dios.  Con la intervención de
san Miguel Arcángel y otros ángeles fieles y obedientes, Lucifer y estos
ángeles fueron expulsados del cielo y echados al foso ardiente del infierno en
donde sufrirán la pérdida eterna de Dios.   
  

Asimismo vemos la desobediencia de nuestros
primeros padres.  Conocemos bien la
historia bíblica de Adán y Eva tomada del tercer capítulo de Génesis.  A nuestros primeros padres se les dio la
libertad de elegir; de obedecer o desobedecer a Dios.  En verdad la libertad es muy peligrosa, pero
Dios nos la dio porque quiere que libremente se le ame.  Si hubiésemos sido creados como robots, la
libertad no existiera ni la posibilidad de amar.

Seducida por el diablo disfrazado de
serpiente, Eva escuchó las palabras del seductor, quien es la serpiente
antigua, un asesino y mentiroso desde el principio (Jn. 8, descripción de Jesús
del Diablo).  Ella escuchó al diablo,
entró en diálogo con él, fijó sus ojos en el fruto prohibido, le gustó lo que
vio, consintió, comió del fruto prohibido y luego lo compartió con su esposo
Adán.  ¡Este es el PECADO ORIGINAL!  Aunque todos nacimos con pecado original, y
después fuimos liberados de la mancha por el bautismo, seguimos padeciendo sus
efectos con una inclinación hacia el mal; Santo Tomás de Aquino le llama a esto
concupiscencia.

Por lo tanto, con cualquier forma de mal
moral que exista en el mundo (es decir cualquier pecado) no se trata de la
acción de Dios, sino del libre albedrío que Dios nos ha dado y que permite que usemos
—mejor dicho, ¡que permite que «abusemos»!

Siempre debemos brindar nuestro apoyo a los
que sufren, expresar gran compasión y misericordia, llorar con los que lloran
— Recordando las palabras de Jesús: «Dichosos los que lloran, porque
ellos serán consolados.» (Mt. 5:4)
A Dios siempre lo debemos ver y acoger como
un Padre amoroso.  Dios es lento a la ira
y rico en misericordia.  Jesús nos
presenta a Dios como un Padre amoroso quien espera pacientemente que su hijo
desobediente vuelva.  Cuando su hijo
regresa, el Padre lo llena de besos, abrazos, un anillo nuevo, sandalias, un
manto nuevo, un festejo, un manjar exquisito y música alegre. (Lc.
15:11-32).  El salmista dice de Dios:
»Gustad y ved qué bueno es el Señor.»

San Agustín, uno de los más grandes
pensadores nos recuerda «Oh feliz culpa».  Dios permite el mal para sacar de el un bien
mayor.  Dios dotó a Adán y Eva con libre
albedrío, la libertad de elegir entre el bien y el mal.  Como dicho anteriormente, ellos
«abusaron» de su libertad, en vez de usarla para dar gloria de Dios.

OH FELIZ CULPA. Dios, en su bondad y providencia infinita,
de la tragedia del pecado original saco un bien infinitamente mayor.  Con el tiempo Dios Padre envió a su único
hijo Jesucristo nacido de la Virgen María. 
Con su vida Jesús nos enseña y nos da un modelo que imitar.  El misterio pascual es el culmen de nuestra
salvación.  Jesús libremente aceptó el
sufrimiento en el Calvario que pareció ser una tragedia.  Él permitió ser brutalmente clavado en la
Cruz por la salvación de toda la raza humana y por la salvación de cada uno de
nosotros individualmente.  El culmen del
misterio pascual se consumió tres días después, en la gloriosa Resurrección de
Jesús de entre los muertos.  «En
verdad el Señor ha resucitado de entre los muertos, ¡Aleluya!»

Vemos que la tragedia del primer pecado de
nuestros primeros padres, Adán y Eva, fue bondadosamente superado por nuestro
Padre Celestial al mandar a Jesús su Hijo unigénito, quien nos abrió las
puertas del cielo por toda la eternidad.
Cuando sucede una tragedia realmente nos
puede sacudir al grado de derrumbarnos.  
A todos nos llegan sufrimientos e incertidumbres ya sea grandes o
pequeñas.

La clave para que ese sufrimiento no nos
«amargue» sino nos haga «mejor» se resume de la siguiente
manera.  Vemos en las escrituras que una
noche oscura Jesús caminaba sobre el agua, Pedro escuchó y obedeció la
invitación del Maestro y empezó a caminar sobre el agua también.  Pero este apóstol en su fragilidad comenzó a
hundirse.  ¿Por qué?  ¡La razón es muy sencilla!   El impedimento fue que Pedro se enfocó más
en el problema que en la Persona que podía resolver su problema.  El agua fría, los fuertes vientos, la fuerte
marea — todo esto cautivó más la atención de Pedro que la persona de Jesucristo.  En cuanto Pedro desprendió la mirada del
Maestro, se hundió.

Todos nos podemos identificar con el hecho
que los problemas existen, quizás tenemos un problema en este momento o tal vez
nos espera algún problema mañana.  La
clave y la solución está en no centrarnos en el problema, sino en el que nos
resuelve el problema, Jesucristo nuestro Señor y Salvador.

Que en este Año de la fe, nuestra oración
sea, Señor mi fe es poca, fortalece mi fe. 
En verdad, ¡la fe puede mover las más altas montañas!
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ene 06 2013

AÑO NUEVO — UNA VIDA NUEVA CON UN PLAN DE VIDA

 Una de las manifestaciones concretas
de buena voluntad hacia Dios y el deseo de crecer en santidad por medio de la
oración y vivir una actitud de «magnanimidad» en hacer los ejercicios
espirituales Ignacianos, es redactar un PLAN DE VIDA en forma clara, metódica y
práctica.  Las formas de elaborar un plan
de vida son incontables. 

El plan de vida que este artículo
propone desarrollar abarcará diversas áreas de la vida al igual que formas de
mejoración personal para hacer de nuestra vida una fragancia agradable a
Dios.  Hagamos nuestra la oración del
salmista: «¡Oh Señor, confirma tú la acción de nuestras manos, confirma tú
la acción de nuestras manos!»

Un plan de vida bien formulado es de
suma importancia porque sirve para ordenar lo desordenado.  Debido al pecado original y el pecado actual,
la confusión, la agitación y el desorden abundan en nuestra vida.  El Espíritu Santo es un Dios de orden.  Nuestra Señora de Guadalupe con delicadeza
puso en orden las rosas en la tilma de san Juan Diego.  El orden produce la paz en el corazón, la
mente y el alma.  San Agustín define la paz
como la  «tranquilidad del
orden».

Antes de redactar este plan
espiritual ¿por qué no delinear un tema específico, o un lema o un enfoque
particular para este año?  ¡Aquí están
algunas sugerencias!  Puede escoger una
de las obras de misericordia corporales o espirituales que usted piense que
Dios le esta llamando a vivir.   Tal vez
prefiere tomar una de las 14 estaciones del Vía crucis como enfoque principal
de su plan de vida.  O bien puede escoger
una de las 8 Bienaventuranzas que se encuentran en Mateo, capitulo 5,
versículos del 1-12 y esforzarse por vivir alguna Bienaventuranza.  O quizás le gustaría dar una sabor Mariano a
su proyecto de vida y enfocarse en uno de los misterios del Santo Rosario como
su estrella que le guía todo el año.  Por
último, tal vez le cautiva una escena o versículo bíblico: Jesús caminando
sobre el agua, «Tengo sed…» (Las palabras de Jesús desde la cruz),
«Señor fortalecer mi fe…» (Por ser Año de la fe).  Incluso el enfoque de su proyecto podría ser
el corazón de la devoción de la Divina Misericordia con las sencillas palabras
inscritas en la imagen: «Jesús en Tí confío».
Ahora seguimos con el Plan de vida y
se darán distintos ámbitos específicos que debemos examinar en forma
personal.  Después de un sincero examen
se redacta un propósito concreto y detallado y solo así se puede mejorar.  Es mejor formular un proyecto de vida que sea
realista y práctico que proponerse algo demasiado idealista que, ¡desaparezca
como humo en la primera semana de enero!  
Recuerde las palabras de Jesús: «El que es fiel en lo mínimo, lo es
también en lo mucho».  La esencia de
la espiritualidad de santa Teresita es hacer con extraordinario amor las cosas
más ordinarias y corrientes.  ¡Ahí está
el secreto a la santidad!

PROPÓSITOS CONCRETOS EN EL PLAN DE
VIDA: CATEGORÍAS ESPECÍFICAS…
 I. VIDA DE ORACIÓN.  Seriamente examine la calidad, el timbre y
estado actual de su vida de oración. 
Rece con un esfuerzo decidido para mejorar su vida de oración.
¡SUGERENCIA!  ¿Por qué no agregar 5
minutos más a su oración cada día?

II. LA CONFESIÓN O
RECONCILIACIÓN.  Todos somos pecadores de
nacimiento.  Hasta el día de nuestra
muerte debemos luchar incansablemente y con gran confianza en la gracia de
Dios, para vencer el pecado.  El pecado
es el enemigo mortal número uno.   Uno de
los medios más eficaces para vencer el pecado es a través de la recepción del
sacramento de la Confesión.  Por medio
del sacramento de la Confesión es que se manifiesta rebosantemente el dulce
toque curativo de Dios y su gracia. 
¡PROPUESTA!  Acuda a la confesión
más seguido.(Usted lo puede hacer).  Haga
una buena preparación la noche anterior y ¡confíe más en la misericordia de
Dios!  ¡Alcanzará la victoria por la
misericordia de Dios!

III. LA SANTA MISA Y LA SAGRADA
COMUNIÓN.   Nuestra salvación eterna
depende en que permitamos que Jesús nos salve. 
El nombre «Jesús» significa Salvador.  En el »Discurso del Pan de vida» Jesús nos
revela su designio de salvación para nosotros. 
(Jn 6:22-71).  Lea y medite esta
Palabra de vida.   El mensaje de Jesús es
este, la salvación de nuestra alma inmortal depende en que comamos y bebamos su
Cuerpo y su Sangre. Adán y Eva comieron y trajeron la muerte al mundo.  Jesús promete vida eterna a quien come su
Cuerpo y bebe su Sangre en la Santa Comunión. 
Jesús lo afirma claramente sin balbuceo o tartamudeo: «Yo soy el
Pan de Vida, quien come mi Cuerpo y bebe mi Sangre tendrá vida eterna y Yo lo
resucitaré el último día».  
¡MOMENTO DE ACTUAR!  ¿Por qué no
tratar de ir a Misa y comulgar diariamente? 
Si ya es su práctica, entonces llegue a Misa diez minutos antes que
comience la Misa y ofrezca sus propias intenciones y póngalas sobre el
altar.  Las gracias que se derraman en su
corazón están en proporción directa a su preparación y disposición.  ¡Una sola Comunión nos puede transformar en
Santos!  ¡Que maravilla!

IV. 
VIDA APOSTÓLICA.  Ser seguidor de
Cristo es ser misionero.  Las últimas
palabras de Jesús antes de ascender a los cielos fueron, «Id, pues a todo
el mundo y enseñarles todo lo que yo os he enseñado, y he aquí que yo estoy con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»(Mt 28)  En este Año de la fe se nos reta a crecer en
nuestra fe, pero igualmente, que compartamos nuestra fe con los demás.  En verdad una de las mejores formas de
fortalecer la propia fe es ¡compartirla con otros!  ¡INTÉNTELO! 
¿Qué podría ser alguna forma concreta? 
Dentro de la familia, sugiera el rezo diario del Santo Rosario.  Por fuera, invite a un católico que se ha
alejado de la Iglesia que regrese.  Si
amamos a Dios, debemos amar lo que Dios ama—¡la salvación de las almas!

V. 
FORMACIÓN PERMANENTE.  En este Año
de la fe, el Santo Padre, el Papa Benedicto XVI nos exhorta a que leamos los
documentos del Concilio Vaticano II, en particular las cuatro Constituciones
Dogmáticas: Dei Verbum (Sobre la Divina Revelación), Sacrosanctum Concilium
(Sobre la Sagrada Liturgia), Gaudium et Spes y Lumen Gentium (Sobre la Iglesia
en el Mundo Actual).  Cristianos-Católicos
hoy en día deben hacer un continuo esfuerzo de aprender su fe más a fondo; la
profundidad de nuestra fe católica es un océano insondable .  ¡DECÍDASE!  
Aparte por lo menos 15 minutos cada día para aplicarse al estudio serio
de su fe católica.

VI. PENITENCIA.   Para emprender vuelo un ave necesita dos
alas.  El alma para volar alto en el
ámbito espiritual necesita seriamente aplicarse a dos ejercicios: ORACIÓN Y PENITENCIA.  Nuestra Señora de Fátima, que se apareció a
tres pastorcitos insistió en que rezaran—especialmente el Santo Rosario, pero
igualmente les dijo que ofrecieran sacrificios por la conversión de las almas de
los pobres pecadores.  Jesús también lo
expresó sin reservas: «A menos que hagáis penitencia perecerán».  ¡CONSEJO! 
El viernes es el día en que estamos obligados a hacer penitencia por qué
no elegir uno de los siguientes: no comer carne, por ese día no comer postres,
ayunar de ver televisión, coma menos, haga el Vía crucis o ¡dejar de quejarse
todo el día!

VII. TRABAJO.   Todos somos llamados a trabajar.  Dios dijo a Adán que ganaría el pan con el
sudor de su frente.  San Pablo nos
exhorta a que trabajemos con temor y temblor por nuestra salvación.  Todos también sabemos y quizás por
experiencia propia que el ocio es el taller del diablo.  Examine cuidadosamente su trabajo de cada día
y vea en donde puede mejorar. 
¡PROPUESTA!  Desde el inicio sea
puntual, trabaje duro y  honesto en su
hora de salir.  Recuerde que usted está
trabajando para el Señor.  Como nos
recuerda san Pablo, «¡Si coméis o bebéis, hacedlo todo para gloria de
Dios!»

VIII.  LLAMADA A LA VOCACIÓN.   La mayoría son llamados a la vida
matrimonial; unos son llamados al sacerdocio y a la vida religiosa y otros son
llamados a la vida de soltero.   ¿Si
alguien es llamado a la vida matrimonial se puede hacer un examen de conciencia
y se formar propósitos fijos con respecto a su plan de vida.  Examine y responda a estas preguntas. ¿Cómo
puedo ser un mejor esposo/esposa//hijo/hija? ¿Cómo puedo mejorar como
padre/madre?  Haga oración sobre esto y
el Espíritu Santo le inspirará con una propósito concreto.

X. 
DIRECCIÓN ESPIRITUAL.  Además de
la confesión frecuente, la lectura espiritual y serio estudio teologal, quienes
siguen el camino de perfección deben tener algún tipo de dirección espiritual
cada cierto tiempo.  San Juan de la Cruz
dijo sin reservas: «Quien a si mismo toma por maestro, se hace discípulo
de un tonto «.  Es decir, todos
tenemos puntos ciegos y necesitamos a alguien que nos ayude en el camino
exigente y riguroso de ser santos.  ¡CONSEJO!  Rece que Dios le ayude a encontrar a este
guía.  Si ya ha encontrado uno, ¡sea
agradecido, humilde, dócil y obediente!

XI. MARÍA: NUESTRA
VIDA, DULZURA Y ESPERANZA.  Un exitoso
plan de vida estaría incompleto si hacemos caso omiso de María.  San Louis de Montfort afirma con la mayor
convicción: «El camino más rápido, fácil y perfecto para llegar a la
santidad es por medio de una verdadera devoción a María».  Es decir, ¡María es el camino más corto a
Dios!  ¡PROPÓSITO!  La recitación diaria del Rosario, la
consagración a María a través de Verdadera
Devoción
, lectura sobre María, vivir en presencia de Maria e imitando sus
virtudes. ¿Por qué no ofrecer la virtud que le causa mayor dificultad a María y
rogar por su intercesión para crecer en esa virtud este año!  María es la debilidad de Dios.  ¡Dios concede a María su petición, no se
resiste!

Concluimos con las sabias palabras
de Adolphe Tanquerey en su clásico «La Vida Espiritual:  Compendio de teología ascética y
mística».

»Con
un plan bien discurrido ahorramos mucho tiempo: 
1)No habrá lugar para vacilación: 
sabemos determinadamente lo que debemos hacer en cada momento.  Si no pudimos trazar el horario de un modo
matemático, por lo menos habremos puesto los hitos principales, señalado los
principios sobre los ejercicios de piedad, el trabajo y el recreo, etc.  2) No queda nada sin prever, o será poca
cosa: porque aun para las circunstancias un tanto extraordinarias que pudieran
presentarse, ya se señalan los ejercicios que pueden acortarse, y cómo podemos
suplirlos con otros; de todas las maneras, luego de pasado lo imprevisto,
volveremos inmediatamente al plan de vida. 
3) No habrá tampoco lugar para la inconstancia, porque el reglamento nos
estará siempre dando voces para que cumplamos lo prescrito, y así lo hará todos
los días y en las principales horas del día. 
Así adquiriremos hábitos, que serán la base de nuestra perseverancia en
el bien obrar: nuestros días serán llenos de obras y de méritos.» (Tanquerey,
La Vida Espiritual, no. 560)
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ene 01 2013

LA FAMILIA

Las cifras de divorcios disparan a un ritmo
históricamente alarmante, el adulterio prolifera desenfrenadamente, matrimonios
»a prueba» llevando a la unión libre y después la separación dejando en el
camino niños abandonados y familias con solo mamá o papá, la agenda homosexual
promoviendo «uniones del mismo sexo» y adoptando a niños y llamándole
a esto «la familia moderna», la pornografía invadiendo hogares y
causando fuertes adicciones y un devastador aislamiento de los otros miembros
de la familia—viendo la familia en el mundo moderno con solo un vistazo, esta
es la situación actual que se vive.

A pesar de este panorama gris, los seguidores
de Cristo levantan en alto la bandera que lee ESPERANZA.  La «esperanza» es una de las tres
virtudes teologales que se infunden en el alma en el momento del bautismo— las
tres virtudes teologales son:  fe,
esperanza y caridad.

La esperanza es la virtud por la cual ponemos
nuestra confianza total en Dios.  A pesar
de nuestros fracasos, debilidades, deficiencias, pecados y fragilidad total,
sabemos que Dios es nuestra Roca, nuestra Fortaleza y nuestra Luz en medio del
las tinieblas.  Como el Arcángel Gabriel
anunció a María, «Para Dios nada es imposible.»

En este breve escrito se desarrollará un tema
con el propósito de revivificar a las familias que están siendo
amenazadas.  Es tema es la importancia y
papel del PADRE en la formación de familias saludables, sólidas y santas.  La madre es el corazón de la familia, pero al
padre corresponde la posición de «cabeza» o jefe de familia.

En un mundo de padres ausentes, padres
negligentes y hombres extremadamente tímidos, ¿qué objetivos debería proponerse
alcanzar todo hombre que es llamado a la vocación del matrimonio para vivir un
verdadera »paternidad»?
Primero, para poder ser un buen «padre»
se debe ser un buen «hijo de Dios Padre».  En la familia, el padre representa y refleja
la imagen de Dios Padre.  En plano
espiritual, si un padre tiene una crisis de identidad — es decir, si él no
sabe o entiende su relación íntima con Dios Padre — entonces no podrá
transmitir a sus hijos y a su familia una visión justa o auténtica de Dios
Padre.

Pero de lo contrario, si el padre terrenal ha
tenido un encuentro con Dios Padre de una forma íntima, personal, filial y
convincente, entonces podrá transmitir esta paternidad a aquellos quien Dios ha
puesto bajo su cuidado.
Un ejemplo por excelencia se encuentra en la
vida de Karol Woytyla—el futuro Santo Padre, el Papa Juan Pablo II.  Él perdió a su madre cuando solo tenia 9 años de edad.  Pasaba gran parte de su tiempo con su padre; incluso de noche compartían el
mismo dormitorio.
 
El joven Karol recuerda haberse despertado a
las horas de la madrugada, antes de que amaneciera y podía ver la figura de su
padre arrodillado, profundamente absorto en la oración.   Este ejemplo de su padre dejó al joven Karol
una huella indeleble.  Su padre terrenal
tenía una íntima y profunda relación con Dios Padre y le transmitió esto a su
hijo.
Más tarde Karol se convierte en el gran
«SANTO PADRE»— el Papa Juan Pablo II, una de las más grandes y
claras imágenes de la verdadera paternidad en la historia del mundo.

Segundo,
después de colocar en primer lugar su relación con Dios Padre, un verdadero
padre debe amar a su esposa.  Es
indispensable el amor y amistad con su esposa.  
Este amor no debe estancarse, o peor aún apagarse.  Por el contrario este amor humano bendecido
sobrenaturalmente por el Sacramento del Matrimonio debe florecer, crecer y
prosperar hasta el momento de la muerte.

Un gran numero de matrimonios pierden su vitalidad;
el amor se enfría hasta el punto que ambos viven en la misma casa como si
fuesen extraños.  Y claro, ¡son los niños
que sufren las consecuencias!

¿Cómo pueden los esposos mantener la llama
encendida y brillando intensamente? Como en cualquier actividad, deporte o
profesión, la relación entre marido y mujer exige empeño y trabajo — se forja con sangre, sudor y lágrimas.
Primeramente, deben cultivar una
relación cada vez más estrecha con Dios. ¿Cómo? 
Con la oración en forma individual y en familia, con una vida
Sacramental — Confesión y Comunión frecuente –, devoción a María manifestada
por la recitación diaria del Santo Rosario, teniendo presente las palabras del
P. Patrick Payton, el sacerdote del 
Rosario, «La familia que reza unida permanece unida».  Todo esto forma parte integral y esencial
para crecer en una relación mutua con Dios. 
Esto por supuesto, fomentará la unidad entre ellos como marido y mujer.

Otras actividades que también no se deben
excluir son: un retiro matrimonial cada año, un encuentro matrimonial y ¡cultivar
buenas amistades con otras buenas parejas católicas!

Tercero, el padre debe amar a sus hijos y
verlos como un tesoro precioso que Dios le ha dado.  El primer objetivo debe ser llevar a estos
pequeños a su destino final que es el cielo.  
Un hijo es un regalo de Dios al padre y a la madre, pero con el fin
principal de que los padres sean una escalerilla para que esos hijos suban al
cielo.

Un verdadero padre debe primeramente proveer
por las necesidades espiritual de sus hijos. Debe enseñarles a rezar desde pequenos porque
son como una  esponja.  Una esponja absorbe, ya sea agua limpia o
agua sucia.  Igual un niño puede absorber
lo sucio del mundo moderno o con la ayuda de un buen padre, absorber lo que es
edifica y es puro y noble.
El padre debe ser el maestro del niño
especialmente en la oración.  Siempre
debe tener presente la frase inmortal del P. Patrick Peyton: «La familia
que reza unida permanece unida».  En
cuanto a este arte, hay tres componentes que el padre
debe poner en práctica: 1) Debe ser un hombre de oración y no tener miedo de
manifestarlo públicamente.  Hay un dicho
que alaba la oración de la siguiente manera: «¡El hombre es más grande
cuando se encuentra de rodillas!»   ¿Por qué? 
Porque reconoce que la verdadera grandeza proviene de Dios Padre quien
es el dador de todos los dones.  2) Debe
rezar con la familia — la bendición de los alimentos, el Rosario en familia y
un participación activa en la Santa Misa que por supuesto es la más grande de
toda oración.  3) Por último, un
verdadero padre debe ser como Moisés quien elevó sus brazos para que los judíos
pudiesen ganar la batalla contra sus enemigos. 
Un padre debe orar con fervor y frecuencia por la protección de su familia
de todo mal —ya sea un mal físicos, moral o espiritual — y por la
santificación y la salvación de su familia.

Un verdadero padre cristiano debe tener sus
ojos fijos al cielo en todo momento y estar consciente del mundo y los peligros
que amenazan al rebaño que se le ha confiado, ese rebaño son — ¡su esposa y
sus hijos!

Lo más grande que un padre puede desear
para su familia es la salvación de sus almas.  Jesús dijo, »¿De qué le sirve a un hombre
ganar el mundo entero y perder su alma? 
¿Qué podemos ofrecer a cambio de nuestra alma inmortal?»

Hasta que no se restaure a su debido lugar el
verdadero papel del padre en la familia, el mundo sufrirá intensamente.  El hombre que es llamado a la vocación del
matrimonio asume una responsabilidad inmensamente importante.   ¡El fin de su vocación es la santidad de
vida y la recompensa celestial.

El hombre (es decir – el padre) debe
primero esforzarse por cultivar una relación más profunda con Dios.  A su esposa la debe apreciar como el regalo
más grande en el mundo; en las palabras de Jesús la perla de valor
infinito.  Y entonces, con forme Dios
mande hijos, se les debe apreciarse como perlas preciosas.  El padre debe estar dispuesto a aceptar de
manos del Creador los hijos que Él le de. 
El padre debe formar a sus hijos emocionalmente, intelectualmente,
moralmente, pero sobre todo espiritualmente. 
Efectivamente el padre debe hacer todo en su poder para inculcar en
ellos un profundo y santo temor de Dios, pero aún más, una tierna y cariñosa
confianza y amor por nuestro Padre Celestial.
Pidamos al mejor de los padres terrenales, el
buen san José su poderosa intercesión. 
San José, gloria de la vida doméstica, patrono de las familias, patrón
de los padres, ¡ruega por nosotros!
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Dic 29 2012

El NACIMIENTO DE JESÚS EL SEÑOR: OTRAS FORMAS EN QUE NACE…

Jesús vino al mundo hace aproximadamente 2000
años, nació de la Santísima Virgen María en un establo de Belén en una noche fría
de invierno.  Esto fue cuando Él pasó de
su presencia eterna en el seno de la Santísima Trinidad y entró en el marco de
tiempo histórico del mundo para salvar a toda la humanidad.  Es por es que su nombre es «Jesús»,
que significa «Salvador».

Jesús vino a salvar a toda la humanidad de
todo mal:  el pecado, la esclavitud al
pecado, la tristeza y la depresión, las artimañas del diablo y del infierno,
que es la separación eterna de Dios. 
Deberíamos estar inmensamente agradecidos porque vino entre nosotros—Emmanuel,
«Dios con nosotros».

Jesús nació en el tiempo hace 2000 años, pero
Él desea volver a nacer, cada día, en toda época y en todo lugar hasta el fin
de los tiempos.  ¿Cómo puede Jesús nacer
este día, ahora, y en este mismo instante? 
Este será el tema de reflexión y meditación.   Las maneras y formas en que nace Jesús son
numerosas, pero para percibir su llegada ¡debemos tener ojos místicos!
 1. EL BAUTISMO.  Cada vez que se celebra un Bautismo, Jesús
verdaderamente nace en el alma de la persona bautizada.  Jesús no sólo nace en el alma, sino también
nacen las otras personas de la Santísima Trinidad, el Padre y el Espíritu
Santo.  Por eso es que en su conversación
con Nicodemo, Jesús insiste que uno debe nacer dos veces—el primer nacimiento
es físico y el segundo es del agua y del Espíritu Santo y esto es el momento
del bautismo. (Jn.3 – Jesús conversa con Nicodemo).  
 2. EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN O
RECONCILIACIÓN. En el plano espiritual el pecado mortal es la muerte
espiritual, es perder la presencia del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y
perder amistad con Jesús.  ¡Pero hay
buenas noticias!   La confesión con una
buena preparación, con sinceros sentimientos de dolor por los pecados y un
sincero deseo de enmendar la vida, causa que Jesús vuelva a nacer en el
alma.  Qué consuelo tan maravilloso y
consolador es escuchar las palabras: » Yo te absuelvo de tus pecados en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».  A través de la Confesión Sacramental, Jesús
nace una vez más en el fondo del alma.
  3. RECONCILIACIÓN Y MISERICORDIA.   El orgullo, el amor propio y la
autosuficiencia a menudo causan tensión y división entre hermanos.  Todos los que pertenecemos a la raza humana
somos de la misma familia.  Todos somos
descendientes de nuestros primeros padres Adán y Eva; además, al rezar el Padre
Nuestro admitimos que Dios es nuestro Padre y que somos todos hermanos en
Cristo.   Cuando hermanos que se han
aislado y distanciado se reconcilian y hacen las paces, Jesús vuelve a nace en
sus corazones.  El saludo del Señor
resucitado el día de Pascua fue «Shalom» que significa — ¡la paz sea
con vosotros!
  4. AMAR Y SERVIR A LOS POBRES. San Martín, antes de ser católico
cristiano, tuvo una experiencia que cambió radicalmente su vida.  Era una noche de invierno, de un frío amargo
que Martín, un soldado, miró hacia abajo conforme iba montado en su caballo y
vio a un hombre casi desnudo y muerto temblando de frío tendido en el
suelo.  Fuertemente conmovido, Martín
sacó su espada, cortó su propia capa en dos y le dio una parte para vestir y
calentar a ese pobre hombre.  Esa misma
noche en un sueño, Martín vio a alguien con su manto.  Sin embargo en su sueño no era el pobre
hombre a quien le había dado la capa la noche anterior sino era Jesús.   Este acto de caridad llevó a Martín a su
conversión al catolicismo, más tarde al sacerdocio, después a obispo, y después
al más generoso de obispos y ahora Santo. 
A san Martín de Tours lo honramos cada año el 11 de noviembre.  Jesús nació en ese encuentro entre Martín y
el hombre pobre y casi desnudo.  Jesús
dijo, «Estaba desnudo y me vestisteis… cuanto hicisteis a uno de estos
hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis…(MT. 25).

5.  EN EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA JESÚS NACE.   Una de las cuatro Constituciones Dogmáticas de los documentos del Vaticano II, Sacrosanctum Concilium nos recuerda de las varias «presencias» de Jesús, pero en particular «Su Presencia Real». Entonces, ¿cómo es que Jesús está presente y vuelve a nacer en la oración más grande — el Santo Sacrificio de la Misa?  Dios está presente en la asamblea que ora porque Jesús dice, «Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos».  Jesús también está presente en el canto.  San Agustín dice: «Quien canta bien reza dos veces.»  Aún más, Dios nos habla en su palabra cuando se lee la Biblia en la Misa, pero sobre todo cuando se lee el Evangelio. 

Cuando se lee el Evangelio, es verdaderamente Jesús mismo quien nos habla.  Una de las definiciones clásicas para el sacerdote es «alter christus», que significa, «otro Cristo».  Por tal, Dios está presente en el Santo Sacrificio de la Misa a través del ministerio y persona del sacerdote.  Aún más y de suma importancia, Jesús está verdaderamente y substancialmente presente en la Misa en el momento de la Consagración cuando el sacerdote toma el pan y el vino y pronuncia las mismas palabras que Jesús pronunció en la Última Cena, «Tomad y comed este es mi Cuerpo, tomad y bebed esta es mi Sangre.  Haced esto en memoria mía».  Verdaderamente, ¡es Navidad!  En ese preciso momento de la doble Consagración, Jesús nace.  Se hace presente sacramentalmente y verdaderamente en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.   «¡Venid adoremos!».

Por supuesto el seguimiento natural después de la CONSAGRACIÓN es el momento culminante de la SANTA COMUNIÓN.  En este momento Jesús verdaderamente nace en el corazón en gracia de los fieles que lo reciben.   El corazón se transforma en un «Belén» vivo—la palabra »Belén» significa «Casa de pan».   Cantando el canto de la Navidad, «O pequeña casa de Belén» nos damos cuenta que nuestro corazón es esa casa que recibe a Jesús en la Santa Comunión.   Jesús el «Pan de Vida» (Jn. 6. El Discurso del Pan Vida) desea nacer en Belén, «La casa de pan» y entrar a nuestros corazones que son «un Belén vivo».   «Venid adoremos a Cristo Señor.»  Jesús está verdaderamente presente en la Santa Misa pero especialmente en su «Presencia Real», en el más grande de todos los Sacramentos, la Santa Eucaristía, el Pan de Vida.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Dic 29 2012

CUENTO NAVIDEÑO

Grandes Esperanzas, Oliver Twist, David
Copperfield y el Cuento de Navidad – todas son obras literarias de uno de los
más grandes novelistas inglés, Charles Dickens.

El Cuento de Navidad — la obra literaria
maestra que se ha reproducido repetidamente en el ámbito cinematográfico, hoy
más que nunca contiene numerosos mensajes pertinentes a la Navidad,
especialmente en un mundo que cuestiona la primacía de Dios y donde el poder
del hombre y el materialismo gobiernan.

Resalta el pecado capital de la avaricia en
el personaje de Ebenezer Scrooge (antes de su conversión).  La avaricia se define como el deseo
desordenado de poseer cosas materiales. 
Se ve un contraste muy marcado entre Scrooge y su empleado Bob Cratchet
quien es tímido y trabajador.

CONVERSIÓN.  
La conversión de Scrooge se logra a consecuencia de un sueño en donde él
ve el pasado, el presente y el futuro. 
Pero más que nada se convierte cuando ve el «futuro» – el
cementerio, su lápida y su muerte.   La
bomba atómica que lo despertó fue ver su mortalidad y muerte, despertó para ver
lo que verdaderamente importa en la vida. ¿Qué moraleja deja Dickens al mundo y
a cada persona?

1. EL MATERIALISMO.   Siempre existe el peligro y la tentación de
colocar lo material sobre lo espiritual, lo temporal sobre lo eterno, lo
sensible y tangible sobre lo místico, lo de valor finito sobre lo de valor infinito.

2. EL DIOS DINERO.  Para Scrooge su dios era ganar dinero,
ahorrar dinero, acumular dinero, contar dinero y enterrarse en el dinero.  Vemos que la inscripción en los billetes
estadounidenses es, «En Dios confiamos» pero en este caso su lema
era, «En el dinero confío.»
 3. EXPLOTAR Y OBJETIZAR A LA PERSONA.   Scrooge, cegado por el brillo de su dinero,
no pudo ver el valor innato de la persona.  
En vez de ver a su empleado, Bob Cratchet como ser humano, creado a
imagen y semejanza de Dios, lo ve como un objeto, una máquina que ayuda a
alcanzar su propósito – ¡ganar más dinero y atesorarlo!   Hoy en día en Estados Unidos la filosofía
falsa que está creciendo a pasos agigantados es la filosofía del UTILITARISMO.   Esta filosofía expuesta por los filósofos
políticos del siglo XIX, John Stuart Mill y Jeremy Bentham, afirma que el valor
innato de la persona va en proporción directa con su productividad
económica.  Por lo tanto un niño con el
síndrome de «Downs», o una persona con alguna discapacidad, una persona en
diálisis, una persona de edad avanzada que sufre de alguna enfermedad como
Parkinson o Alzheimer, no tiene valor inherente e intrínseco, y son vistos como
una carga económica para la sociedad. ¿Por qué no descartarlos?   Hoy a esto se le llama
«eutanasia».   El Papa Juan
Pablo II nos enseñó lo contrario.  Él nos
enseño que – ¡SER es más importante que tener, y el HACER fluye del ser!  Cada persona tiene un gran valor porque es
creada por un Dios amoroso, creada para servir a Dios en esta vida y ser feliz
con Él por toda la eternidad.  
   
 4. MEDITACIÓN SOBRE LA MUERTE Y
CONVERSIÓN.   En la película, el fantasma
de su antiguo socio Marley visita a Scrooge. 
En este sueño, Marley lo traslada a distintas etapas del pasado,
presente y futuro y le enseña la realidad de la muerte.  Sólo así despierta Scrooge y reconocer lo que
verdaderamente tiene valor perenne. 
Porque hasta ese momento de su vida se había centrado sólo en acumular,
hacer y acaparar dinero y en explotar a otros. 
¡La muerte!  ¡Nadie escapa de esta
realidad!   Vemos que en la película,
Scrooge es conducido al cementerio, ve la inscripción de su nombre en la
lápida, ve la fecha de nacimiento y a un lado de la fecha de su muerte ve un
signo de interrogación???  Reconociendo
la vanidad de materialismo, Scrooge en ese momento cambia de forma ¡inmediata y
radical!   

5. ¡DAR SIN CONTAR EL COSTO!   Scrooge es otro a causa de lo que soñó, él
despierta, recorre las cortinas, abre las ventanas, le pregunta a un niño que
camina en la nieve con su trineo si el pavo grande todavía está en el mercado o
si ya se había vendido.  «¡No se ha
vendido, Señor!»  Scrooge, con santo
abandono y verdadera libertad le lanza por la ventana una suma de dinero al
niño pidiéndole que compre el pavo y se lo traiga.  El niño hace esto y recibe una generosa
propina.  Ahora Scrooge está listo para
dar generosamente a quien por muchos años había tratado tan miserablemente
—su empleado Bob Cratchet.   El dar
generosamente puede romper las cadenas de esclavitud a lo material.  Porque de hecho, lo que poseemos nos puede
poseer a nosotros.
 
6. LA FAMILIA POR ENCIMA DE LAS COSAS.   Scrooge llega a la humilde casa de Bob
Cratchet y toca a la puerta.  Al verlo,
Bob Cratchet se atemoriza y a la vez se pregunta entre si cuál sería el
propósito de la visita.  Pero cual fue su
sorpresa, ante sus ojos se manifiesta la conversión total de su jefe Ebenezer
Scrooge.  Scrooge no había llegado a
reprenderlo, explotarlo o pedir algo de él sino a darle algo.  El pavo, las felicitaciones Navideñas y la
sonrisa en el rostro de Scrooge fueron las muestras de amor que Scrooge
ofreció.  ¡Bob Cratchet nunca se hubiese
imaginado una conversión tan radical!
 7. TINY TIM. 
El consentido de Scrooge llegaría a ser el niño pequeño paralítico de
Cratchet que se llama Tiny Tim. 
Establecen un lazo fuerte de amistad. 
Desde ese día en adelante, crece un aprecio mutuo entre Scrooge y la
familia Cratchet, ¡y esa amistad es lo que vale más que todo el oro y plata del
mundo!   Esta película de Charles Dickens
muestra al mundo que los discapacitados, los ciegos, los sordos, los mudos y
los niños Downs quien son vistos como una carga inútil para la sociedad, nos
enseña el verdadero valor de toda persona, ricos y pobres, sanos y enfermos,
capacitados o discapacitados — todos son preciosos a los ojos de su Creador.

CONCLUSIÓN: ¡UN EXAMEN DE CONCIENCIA! ¿Cuáles son tus valores?  ¿Qué ocupa el primer lugar en tu jerarquía de
valores? ¿El Cuento de Navidad te habla
a tu corazón?  ¿Hay algo de Ebenezer
Scrooge en los recovecos de tu corazón? ¿Qué prevalece a tu alrededor, las
cosas que supuestamente tiene valor o te rodeas de la riqueza del ser humano?
¿Meditas sobre la brevedad de la vida y la realidad de la muerte? ¿Estás
dispuesto a dar de ti mismo sabiendo que hay más alegría en dar que en recibir?
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

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