Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Jun 06 2014

¡UNA INVASIÓN DEL ESPÍRITU SANTO! DIEZ PODEROSAS HERRAMIENTAS.

El Don de dones, el Paráclito, el Consejero, el Consolador, el Dulce Huésped del alma, el Maestro Interior, el Dedo de Dios, el Arquitecto Divino, el Amigo, el Santificador, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad – todos estos hermosos títulos se le han dado a la persona del Espíritu Santo.   El artículo anterior expuso el poder transformador del Espíritu Santo.  El Espiritu Santo hace de grandes pecadores grandes santos – en particular lo vimos en la transformación de los Apóstoles y en Simón Pedro.  San Juan XXIII dijo: »Los santos son las obras maestras del Espíritu Santo.»  ¡Esos futuros santos podemos ser tú y yo!

Presentaremos a continuación diez formas de aumentar y profundizar en nuestro conocimiento, amor, intimidad y unión con la tercera Persona de la Santisima Trinidad para que asi haga su obra transformadora en nosotros.  Esta transformación se logrará si somos dócil instrumentos en sus manos. »¡Ven Espíritu Santo, ven por medio del Corazón Inmaculado de María!» 

1.  LA ORACIÓN.  Forme el habito de rezarle al Espíritu Santo con gran regularidad. Ya sea la oración tradicional: »Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.  Envía, Señor, tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra…»  O podría entonar en latín »Veni Creator Spiritus»; o rezar la secuencia de Pentecostés »Veni, Sancte Spiritus.»  También podría ser rezar la letanía al Espíritu Santo. Y por supuesto, podria simplemente hablar con el Espíritu Santo como hablar con un amigo, de corazón a corazón.

2.  LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES.  Lea los Hechos de los Apóstoles escrito por el evangelista san Lucas.  Este libro del Nuevo Testamento revela de forma patente, la poderosa presencia y obras del Espíritu Santo en los Apóstoles en la formacion de la Igelsia primitiva.  Conforme vaya leyendo, esté atento a Su presencia y sus obras e implórele que obre poderosamente en su vida.  »Ven Espíritu Santo ven… »

3.  LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO.  Conozca cuáles son los dones del Espíritu Santo que recibió el día de su bautismo y fueron fortalecidos el día de su confirmación.  En inglés hay un dicho que dice: »If you do not use it, you lose it!» – que quiere decir »se usa o se pierde.»  Si no los ponemos en práctica, se oxidan, se adormecen y permanecen inactivos. Aprendaselos: Sabiduría, Entendimiento, Ciencia, Consejo, Piedad, Fortaleza y Temor de Dios.  Según santo Tomás de Aquino, estos dones perfeccionan las potencias del alma, entre ellas, la voluntad – para así conocer más a Dios y para amarlo ardientemente.  

4.  SILENCIO.  Debemos cultivar zonas de silencio, aunque a diario tenemos cultivar algo de Marta y María de forma armoniosa (la vida activa y la vida contemplativa).  Siempre existe el peligro de que queramos lanzarnos a un activismo frenético, dejando así poco tiempo para la oración y el silencio.  El Espíritu Santo suele hablarle al corazón que esté atento para escucharle en el silencio. Recemos como Samuel quien oraba en el templo: »Habla Señor que tu siervo escucha.»

5.  DOCILIDAD.  El silencio es premisa para adelantar al siguiente paso – docilidad al Espíritu Santo.  Quien vive en estado de gracia, y busca seriamente vivir una vida de santidad y perfección, recibirá inspiraciones de lo alto, inspiraciones del Espíritu Santo.  La clave está en saber escuchar estas suaves e insistentes inspiraciones, discernir que vienen de Dios y obedecerlas aunque la obediencia es lo más difícil.  El Espíritu Santo, podríamos decir, es un »caballero», no se forzará o nos obligará a seguirlo.  Mas bien, el Espíritu Santo espera pacientemente a que respondamos y luego obra de forma muy poderosamente en nosotros si somos humildes, obedientes y escuchamos en silencio.

6.  LECTURA ESPIRITUAL.  Para aprender a ser dócil al Espíritu Santo, recomiendo altamente que lean la obra maestra espiritual del escritor francés, Jacques Philippe »En la escuela del Espíritu Santo.»  De forma muy clara y sencilla, este libro trata de lo siguiente:  si queremos lograr una santidad de vida, debemos conocer más y más el Espíritu Santo y amar al Espíritu Santo.  Nuestro amor y conocimiento lo manifestamos siendo dóciles a sus inspiraciones celestiales.  ¡Cómprelo y léalo!  Se alegrará de haberlo hecho.

7.  ¡ESTE PENDIENTE Y ALERTA!  Una de las maniobras del diablo es desanimarnos, entristecernos y llevarnos a la desesperación y desolación.  Esté pendiente y atento a las obras del Espíritu Santo en su vida.  El »Dulce Huésped del alma» obra de una forma completamente opuesta a la forma que obra el diablo.  ¿Cómo obra el Espíritu Santo?  San Ignacio de Loyola en sus reglas de discernimiento enumera cómo obra el Espíritu Bueno.  El bueno fortalece nuestra determinación de seguir a Jesús y fortalece nuestra fe, nuestra esperanza y caridad.  Nos infunde paz y gozo para seguir al Señor con ánimo.  Nos anima para que elevemos nuestros pensamientos hacia el cielo.  Nos consuela con pensamientos respecto a la eterna salvación de nuestra alma.  Por tanto, no permitamos que el diablo nos desanime, ¡dejemos que el Espíritu nos fortalezca y nos anime!

8.  PODER DE ORACIÓN, PENITENCIA, PODER, PERSEVERANCIA Y PERFECCIÓN.  Relacione estas cinco palabras que comienzan con la letra »P» para vivir en unión con el Espíritu Santo.  Porque todo esto es necesario para una continua y creciente unión con el Espíritu Santo.  Recemos al Espíritu Santo.  Imitemos a María y los Apóstoles quien en el cenáculo hicieron una poderosa novena y ayunaron.  El ayuno fortalece nuestra fuerza de voluntad a hacer el bien.  Sepa que el camino es largo y laborioso, y sin caemos, pongámonos de pie y sigamos adelante.  Si somos fieles en la oración, el Espíritu Santo nos conducirá en el camino de perfección siguiendo a Jesús.

9.  ¿SOLEDAD?  ¿DIFICULTADES?  Si se siente solo y agobiado por un sinnúmero de problemas, hable con el Espíritu Santo quien habita en el fondo de su alma, el Espíritu Santo es el »Dulce Huésped del alma».  Si lo hace, se dará cuenta que nunca ha estado solo y que sus problemas y sus cruces no le pesan tanto.  El Espíritu Santo le puede ayudar a resolver sus dificultades o le ayudará a cargar con ellas.

10.  LA VIRGEN MARÍA Y EL ESPÍRITU SANTO.  María es la Hija de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa Mística del Espíritu Santo.  San Maximiliano Kolbe, escribió maravillosamente de la relación entre María y el Espíritu Santo.  San Luis de Montfort llegó a decir: »El Espíritu Santo se lanza sobre él que ama a María.» Si queremos que el Espíritu Santo inunde poderosamente nuestro corazón y queremos tener nuestra propia vivencia de Pentecostés, recurramos a María.  Tal como el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles el día de Pentecostés por la poderosa oración de María, igual puede descender en nuestra alma por medio de la intercesión de María.  »Ven Espíritu Santo, ven por medio del Inmaculado Corazón de María.»

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jun 05 2014

VEN ESPÍRITU SANTO VEN

DOMINGO DE PENTECOSTÉS.  Conforme llega a su fin la temporada de Pascua, la Iglesia celebra la gloriosa fiesta de Pentecostés – la venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles.  

NOVENA.  La primera novena en la Iglesia fue antes de la venida del Espíritu Santo.  La palabra »novena» significa »nueve»,  los Apóstoles por nueve días, unidos con la Santísima Virgen María, oraban y ayunaban.  Vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban y el Espíritu Santo descendió sobre María y los Apóstoles en forma de lenguas de fuego.

¡TRANSFORMACIÓN!  Leemos en los Evangelios durante la vida pública de Jesús, que los Apóstoles manifestaban debilidad, a veces rivalidades, celos, pereza y cobardía.  Todos nos podemos identificar con estas limitaciones.  Pero a pesar de esto, cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos les transformó.  

SIGNOS VISIBLES DE LA TRANSFORMACIÓN.  Esta transformación de los apóstoles se ve de forma más patente en la persona de Simón Pedro.  Primero vemos que Jesús profetiza de forma clara, la deserción de los apóstoles.  Pedro al escuchar esta triste profecía, afirma con valentía que él le será fiel, incluso afirma que daría su vida por el Señor.  Esta fue la profecía – que Pedro le negaría tres veces antes de que cante el gallo.  Y así pasó!  Después de la venida del Espíritu Santo, vemos signos visibles de la transformación de Pedro.  Primero, Pedro asume el liderazgo y predica con valentía, con gran elocuencia y con convicción, y esto era diametralmente opuesto a la cobardía que había manifestado días antes.  Y como si esto fuera poco, después de una sola predicación, ser convirtieron 3000 personas y fueron bautizados.  

¡PODEROSOS SIGNO DE LA TRANSFORMACIÓN!  Y como cuerpo colectivo, todos los Apóstoles también fueron transformados por la venida del Espíritu Santo. Esto fue muy evidente en la forma en que acabaron sus vidas – ¡con la crueldad del MARTIRIO!  Santiago fue decapitado a espada; Bartolomé fue desollado vivo (le quitaron la piel de su cuerpo) y luego decapitado.  San Pablo, igual que Juan Bautista, también fue decapitado; san Andrés fue crucificado en forma de »X» y colgó en la cruz por varios días, predicando con gran elocuencia hasta su último aliento y convirtiendo muchas almas.  Por cierto, el nombre »Andrés» significa valiente y varonil; porque en verdad lo fue debido al Espíritu Santo.  Por último, san Pedro murió de la misma forma que murió Jesús, pero con un variante.  San Pedro fue crucificado con la cruz invertida, con la cabeza para bajo.  ¿Por qué?  Porque san Pedro no se sentía digno de morir como Jesús.  San Pedro quiso morir con su cabeza en tierra. 

¿CÓMO SE LOGRÓ ESTA TRANSFORMACIÓN Y POR QUÉ?  ¿Cómo se logró esta transformación radical?  La respuesta, clara y directa – POR LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO!  El Espíritu Santo puede transformar grandes pecadores a grandes santos, si el pecador con sinceridad desea esta transformación.

UNA SIMPLE ANALOGÍA.  Hay una escena el la tira cómica de Superman que uso para manifestar el poder del Espíritu Santo para radicar nuestras vidas en forma radical.  Y así va:

¡DE UNA BRASA DE CARBÓN A UN DIAMANTE!  En un episodio, el superhéroe Superman toma en su puño un trozo de carbón.  ¿Cuáles son las características del carbón?  El carbón es: negro, frío, sucio, resistente, maloliente y poco atractivo.  Superman lo tomó y a la presión de su puño, sucede lo que parece ser un milagro, se ve que sale humo del puño de su mano, abre su mano y ya no se ve un pedazo de carbón sino un diamante!  ¡QUÉ TRANSFORMACIÓN!

DE PECADORES A SANTOS.  En cierto sentido, podemos comparar nuestra alma a ese pedazo de carbón.  Nacemos pecadores por el Pecado Original.  Todos luchamos contra nuestra tendencia a los pecados capitales; gula, luguria, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.  Igual que Simón Pedro, todos caemos en pecado y quizás aún somos tentados a aventar la toalla.  ¡Pero hay BUENAS NOTICIAS!  El Espíritu Santo nos puede transformar de esta brasa de carbón (duros, resistentes, sucios por el pecado, y quizás aveces malolientes) a hermosos y preciosos diamantes!

SAN JUAN XXIII.  Este nuevo santo, que fue canonizado el domingo de la Divina Misericordia con san Juan Pablo II, dice esto:  »Los santos son las obras maestras espirituales del Espíritu Santo.»


¡VEN ESPÍRITU SANTO VEN!  ¿Qué esperamos?  ¿Qué nos detiene?  ¿Por qué demoramos y arrastramos los pies? Hagamos hoy, mas bien en esta hora, en este preciso instante entremos a  lo profundo de nuestro corazón, hagamos una oración con gran fervor a quién nos puede transformar.  »¡VEN ESPÍRITU SANTO, VEN POR MEDIO DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA.!»

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jun 03 2014

¿PREOCUPÓN? ¿PREOCUPONA?

¿Se preocupa usted por todo?  ¿De lo que pasará el día de mañana?  ¿De su salud?  De su situación económica, los cobros, las cuentas, la hipoteca o el alquiler,  ¿va atrasado en el pago de su seguro de auto?  ¿Se pasa usted gran parte de su vida preocupándose?  Y como si eso fuera poco, ve usted el estado inestable entre las naciones y le preocupa lo que le espera a sus hijos el día de mañana.  O quizás son cosas del pasado que le atormentan, o dudas de su presente, o la incertidumbre del futuro que le inquieta.


Por otro lado, los miembros de su familia también tienen sus problemas, su familiares sufren de tensión y de grandes preocupaciones, y su mejor amigo le acaba de llamar para contarle un sinfín de problemas que le están atormentando.




De tanto preocuparse su pelo se le ha puesto blanco, tiene úlceras en su estómago, y de noche por las pesadillas no duerme.




O es usted el tipo de persona que cuando pasa un día sin una contrariedad piensa que algo va mal.




Cuántos no están estancados en la misma cosa, en las mismas preocupaciones y cavan su propia tumba.  A estos se les conoce como – PREOCUPONES.  ¿Es usted uno de ellos?




Presentaremos a continuación cinco medios prácticos para salir de este club nocivo de los »preocupones».  Lea, medite y pida a Nuestro Señor, poder aplicar estos principios a su vida para poder experimentar la paz que tanto desea.




1.  EL SERMÓN EN LA MONTAÑA (Mt 6,25-34).  En el Sermón en la montaña, Jesús nos dice ¡que no nos preocupemos!  Jesús toma como ejemplo la naturaleza y el reino animal – las aves del cielo.  Jesús nos dice: Las flores del campo, cómo crecen… ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como una de ellas.  Las aves del cielo, que cantan, no tienen que preocuparese de sus su  sostén o donde van a vivir.  El valor del ser humano supera por amplio margen el valor de todo el universo en su conjunto, porque nuestra alma ha sido redimida por la Sangre Preciosa del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.  Por tanto, si Dios provee por los lirios del campo y las aves del cielo, ¿acaso no proveerá por nosotros?  Hombres de poca fe.  No debemos preocuparnos de lo que vamos a comer o vamos a vestir, mas bien para no desgastarnos con todo aquello que nos preocupa, ocupémonos de buscar el Reino de Dios y su justicia, y todas esas coas se nos darán por añadidura. (Mt 6,33).  Cinco veces leemos en estos versículos del Evangelio que Jesús nos manda a no preocuparnos o estar ansiosos.   


 


2.  SALMO 23.  Lea y medite el salmo más conocido – el salmo del Buen Pastor.  Si lo reza con fe, fervor y confianza, no quedara ni escombros de esas cosas que le preocupan.  El primer versículo lo resume todo: »El Señor es mi Pastor; nada me falta.»  Si tan solo conociéramos que somos esa ovejita que descansa en los brazos del Buen Pastor o sobre sus hombros, no tendríamos nada de qué preocuparnos, ¡viviríamos solo en su amor!  




3.  DIARIO DE SANTA FAUSTINA: LA DIVINA MISERICORDIA EN MI ALMA (# 2)  Uno de los mensajes clave de esta moderna obra maestra espiritual, es la exhortación a confiar ilimitadamente en Jesús.  Jesús dijo claramente que el más grande pecado es la falta de CONFIANZA en Su amor y misericordia.  ¡El más grande pecador puede llegar a ser el más grande santo si tan solo CONFIA!  Lea y medite ese poderoso pasaje que nos desafía a CONFIAR y no desconfiar.

Cuando miro hacia el futuro, me atemorizo,
Pero ¿por qué sumergirse en el futuro?  Para mi solamente el momento actual es de gran valor, Ya que quizá el futuro nunca llegue a mi alma.  El tiempo que ha pasado no está en mi poder. Cambiar, corregir o agregar, No pudo hacerlo ningún sabio ni profeta, Así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado. Oh momento actual, tú me perteneces por completo, Deseo aprovecharte cuanto pueda,
Y aunque soy débil y pequeña,
Me concedes la gracia de tu omnipotencia. Por eso, confiando en Tu misericordia, Camino por la vida como un niño pequeño Y cada día Te ofrezco mi corazón Inflamado del amor por Tu mayor gloria.» (La Divina Misericordia en mi alma, #2)


4.  ¡JESÚS EN TÍ CONFÍO! Jesús dijo explícitamente a santa Faustina que deseaba que en la parte baja de la imagen de la Divina Misericordia figurará la firma: »Jesús en Tí confío.»  Por qué no compra una hermosa imagen de la Divina Misericordia y la entroniza en su casa, ubíquela en un lugar prominente para ser vista y venerada por todos.  Rece todos los días la Coronilla de la Divina Misericordia; ya sea a la hora de misericordia (3 de la tarde) o a cualquier hora.  Dios está siempre presto para escucharnos.  Dios no está demasiado ocupado.  Después de rezar la Coronilla, deposite todas las inquietudes y preocupaciones de su corazón, en el corazón misericordioso de Jesús.  Rece con gran fe y fervor, y diga, JESÚS EN TÍ CONFÍO, JESÚS EN TÍ CONFÍO.  Dígalo diez veces.  Si usted hace de esto una costumbre, sus preocupaciones desaparecerán como el rocío que desaparece al salir el sol.




5.  MARÍA:  NUESTRA SEÑORA DE LA DIVINA PROVIDENCIA.  Hay una anécdota interesante en la vida de san José Cottolegno, un hombre quien confió totalmente en la Divina Providencia y la intercesión de María.  San José Cottolegno, inspirado por el Espíritu Santo, fundó una casa hogar para los desamparados en Torino, Italia.  Esta casa fue fundada con la condición que la Divina Providencia fuese su única fuente de ingreso, por donaciones diarias.  Y sucedió que en una ocasión que el santo no tenía un solo quinto y le ordenó a su ayudante a que fuera a comprar el pan para los pobres.  Al decirle esto, su ayudante le dijo que no tenía dinero para comprar el pan.  San José le dijo, ve de todos modos.  En rumbo allá, se encontró con una hermosa y majestuosa mujer que le dio una gran suma de dinero, y fue suficiente para pagar lo que debían más los gastos de ese día.  Esa mujer majestuosa era al Santísima Virgen María — MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA.  Cuando los temores, ansiedades, inseguridades y preocupaciones del pasado, presente o futuro nos atormenten, acudamos a  María bajo el título de MADRE DE LA DIVINA MISERICORDIA.  Recemos entonces la hermosa oración de san Bernardo, el Acordaos: »Acordaos, oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que haya acudido a Vos, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos…»


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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 21 2014

LA ESPERANZA EN LA VIDA ETERNA

El hombre ha sido creado para conocer a Dios, amar a Dios, servir a Dios en esta vida para gozar con Él en el cielo por toda la eternidad (Catecismo Básico)  Principio y fundamento: “El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, mediante esto alcanzar la salvación.» (San Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales #23)

Estas declaraciones, claras y concisas, deben motivar nuestra forma de pensar, nuestra forma de hacer decisiones, nuestras acciones y en si, toda nuestra vida.  Esta deberá ser nuestra filosofía de vida.  Todo se resume en una sola cosa:  el CIELO!  El motivo principal de nuestra vida es poner todo de nuestra parte para alcanzar nuestra meta – la vida eterna en el cielo!  »Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.»

¿CÓMO SERÁ EL CIELO?  ¿Acaso podemos penetrar o sondear las profundidades de esta realidad?  ¡Claro que no!  ¡Pero debemos intentarlo!  Vislumbramos la realidad del cielo con estas alentadoras palabras de san Pablo: »Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por mente humana han pasado las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.» (1 Cor 2, 9)  ¡Jamas nos lo podemos imaginar, supera la imaginación!  Pero aunque así sea, debemos esforzarnos por alcanzar el cielo.  Tengamos presente las palabras de san Anselmo: »La fe busca entendimiento.»

UN BUEN EJERCICIO.  Este ejercicio podría resultar provechoso en nuestra búsqueda del la patria celestial. — Traiga a su memoria del día más feliz de su vida.  Ahora, enfóquese en algún suceso de su vida, las 2 horas más felices que haya vivido.  ¿Lo tiene presente?  Ahora multiplique ese gozo un millón de veces.  Ahora imaginase que ese gozo, que ya multiplico un millón de veces, que nunca acabara, ¡ese gozo lo vivirá por toda la ETERNIDAD!  Para comprender lo que es el cielo, la clave es meditar lo que es la »eternidad».  La »eternidad» durará por los siglos de los siglos, para siempre.  San Agustín dice que nuestra vida en comparación con la eternidad no es más que un abrir y cerrar de ojos!

Para mi, ¡el día más feliz de mi vida fue el día de mi ORDENACIÓN SACERDOTAL!  Cuando yo hago este ejercicio, traigo a mi mente el 25 de Mayo de 1986.  Fue el domingo de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.  ¿El lugar?  La Basílica de san Pedro.  ¿El acontecimiento?  Mi ordenación sacerdotal.  La ceremonia comenzó como eso de las 9:30 de la mañana.  Entraron en procesión un gran número de diáconos que iban a ser ordenados – yo estaba entre ellos.  Procesaban también un gran número de sacerdotes, obispos y por ultimo entró el Papa Juan Pablo II!  Durante la celebración de la Misa de ordenación el Papa Juan Pablo II oró sobre nosotros.  Entonces bajó, y a uno por uno, nos impuso sus manos y oró en silencio.  Juan Pablo II llegó a donde yo estaba e impuso sus santas manos sobre mi cabeza.  En esa ceremonia, yo fui ordenado sacerdote por siempre según el orden de Melquisedec.

Una paz, una felicidad, un júbilo y una consolación desbordante inundaron mi alma.  Recibi en mi alma la marca indeleble del Orden Sacerdotal.  San Juan Pablo II me ordenó sacerdote.  Y desde ese día, he podido traer a Jesús a un gran número de almas por medio del Santo Sacrificio de la Misa, la Santa Comunión y el sacramento de la Reconciliación.  ¡Qué gozo indescriptible!

Ahora, emprenda su propio ejercicio – piense en el día mas feliz de su vida, las dos horas más felices de su vida y compárelo al cielo y a la eternidad.

LA PROMESA DE JESÚS.  Jesús hizo varias promesas a sus fieles seguidores.  Una de esas promesas fue sobre e cielo y su deseo de llevarnos al cielo para estar con Él y el Padre por toda la eternidad.  Escuchemos y meditemos estas hermosas palabras que dan inmensa consolación.

«No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí.  En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a preparado un lugar.  Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros.  Y adonde yo voy sabéis el camino.» (Jn 14,1-4)

LA REALIDAD DEL CIELO, ESPERANZA Y GOZO!  La realidad del cielo debe producir en nuestro corazón una gran esperanza y gozo, igual debe ser una fuerte motivación a que vivamos una vida plena, pero siempre con los ojos puestos fijos en lo que es nuestra meta, el cielo, y no desviarnos del camino que conduce a Jesús.  Tengamos fija la mirada, el pensamiento y nuestros deseos en Jesús que es ¡el CAMINO, la VERDAD y la VIDA!

¡CARGUEMOS NUESTRA CRUZ CON ALEGRÍA Y VALENTÍA!  Si sabemos por qué estamos aquí, y si sabemos cuál es nuestro destino final, y si sabemos el verdadero gozo eterno que nos espera en el cielo, entonces esto nos ayudará a vivir nuestro compromiso bautismal.  Esto nos debería ayudar a rechazar las tentaciones del enemigo, a rechazar las promesas falsas del mundo, y que luchemos ferozmente contra los deseos insistentes de nuestra baja naturaleza que llamamos la carne!

San Pablo nos anima a que elevemos nuestra mente y nuestros pensamientos a las cosas del cielo.  También nos dice que las aflicciones del presente no son nada en comparación con la gloria que le espera a los hijos e hijas de Dios.

Por tanto, contemplemos esta realidad, la realidad del CIELO.  Este estado temporal y transitorio es corto.  Nuestra vida es como la flor del campo que de mañana así florece y de noche se marchita y seca.  Nuestra vida es como el humo que se lleva el viento.  Recordemos las palabras del gran converso san Agustín: »¡Nuestra vida en comparación con la eternidad es un abrir y cerrar de ojos.!» 

El mundo nos promete placeres pasajeros que terminan en tristezas, confusión y un estado de desolación.  Jesús nos ofrece la cruz, pero la cruz nos lleva a la victoria.  El gran arzobispo y venerable Fulton J. Sheen dijo: »No hay resurrección sin primero pasar por Viernes Santo.»  Dijo que hay dos filosofías de vida: 1) Quién ayuna primero y después festeja 2) Quién festeja y después sufre el dolor de cabeza!  Como seguidores de Cristo, escojamos el camino de la cruz que nos conducirá con seguridad al gozo del cielo.

Quiera el Senor por intercesión de la dulce Virgen Maria, Nuestra Señora, la Reina de los ángeles, la Reina de las vírgenes, Reina de los mártires, Reina del santísimo Rosario y la Reina de los santos que algún día seamos una joya en su corona para así contemplar y adorar por toda la eternidad la visión beatífica de la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  ¡AMÉN!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 21 2014

COSAS PEQUEÑAS QUE CAMBIAN EL MUNDO

1.  LA ORACIÓN.  Rece esta pequeña oración con gran fervor:  ¡JESÚS TE AMO!  San Juan de la cruz dice que una obra de amor perfecto a Dios vale más que todas las obras apostólicas del mundo entero.  Un corazón que abunda de amor es de gran complacencia a Dios.

2.  DE UN CUMPLIDO.  Dé un cumplido a alguien, si es posible déselo a alguien de su familia.  Podría ser una palabra amable que le saque del pozo de desolación hacia el esplendor de los rayos de Dios.  Aplique la regla de oro: »Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti.»

3.  LA SANTA COMUNIÓN.  La acción más grande que podemos hacer en toda la vida es recibir a Jesús en la Santa Eucaristía con un corazón que arde de amor!  Jesús dijo: »He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo.»  Los discípulos en el camino de Emaús después del encuentro con el forastero, después de hablar con Él y después de que Él partió el pan dijeron »¡Acaso no ardían nuestros corazones mientras nos hablaba!»

4.  ¡SONRÍA!  Una sonrisa es contagiosa y no cuesta nada. Para que una cara apagada no contagie, debe lucir una sonrisa ganadora.  ¡Empiece hoy!  Porque un rostro con una sonrisa cálida y amable es reflejo del verdadero seguidor de Cristo.

5.  ¡OFREZCA TODO A DIOS!  ¿Sufre usted de algún dolor o sufrimiento?  No lo desperdicie, ofrézcaselo a Dios.  De esta forma su sufrimiento le hará una persona mejor y le convertirá en un discípulo más santo de Nuestro Señor Jesús quien ofreció su vida en la cruz por nosotros es primer Viernes, que llamamos Viernes Santo.

6.  DEMOS GRACIAS.  No deje pasar un día sin dar gracias a Dios.  Cultivemos una »actitud de gratitud» y digamos con el salmista: »Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.»  Jesús es nuestro modelo por excelencia – Él tomó el pan y dio GRACIAS.  La palabra »Eucaristía» significa »acción de gracias».  Dios ama un corazón gozoso y agradecido.  Hagamos de nuestro corazón, un corazón agradecido.

7.  VEN ESPÍRITU SANTO, VEN Y RENUEVA LA FAZ DE LA TIERRA.  Hágalo en este momento, diga – Ven Espíritu Santo tomo plena posesión de mí, mi cuerpo, mi memoria, mi entendimiento, mi voluntad, mis acciones y mis intenciones.  El Espíritu Santo es el Santificador, el Maestro Interior, el Dulce Huésped del alma.  Tal como el espíritu vino sobre David en el momento de ser ungido por Samuel, el mismo espíritu descenderá sobre nosotros.

8.  DEMOS DE NOSOTROS MISMOS.  Estemos siempre alerta, prestos para atender a algún necesitado.  Demos libremente, con amabilidad, sin reservas y con constancia.  La beata Madre Teresa de Calcuta nos dice: »Demos hasta que nos duela.»  San Pablo igual dice: »Hay más gozo en dar que en recibir.»  Y por supuesto, Jesús, nuestro modelo por excelencia, derramó cada gota de su Sangre Preciosa por nuestra salvación eterna!

9.  DESPUÉS DE UNA CAIDA, VUÉLVASE A LEVANTAR.  Muchas veces a pesar de nuestra buena voluntad y nobles esfuerzos, caemos.  La Sagrada Escritura nos dice, »El hombre justo siete veces cae.»  El fundador de los Oblatos de la Virgen María, el venerable P. Pio Bruno Lanteri recordaba siempre a sus hijos espirituales, y nos dice a nosotros hoy, »Nunc coepi», que en latín significa »¡Ahora comienzo!»  Aun si caemos decenas de veces al día, en cuanto nos arrepintamos y volvamos nuestro corazón al Señor, el Señor es lento a la ira y rico en misericordia.  El Señor siempre está presto para perdonarnos.  Si cae, ¡levántese!  

10.  MARÍA.  »Maria cogita, Maria invoca.»  Estas palabras en latín significan: »Piensa en María, invoca a María!»  En la hermosa oración mariana el Acordaos (oración de san Bernardo) rezamos: »Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que, han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti.»






El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.

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