Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Ago 20 2014

¿PAZ O GUERRA?


A veces parece que hay muchas contradicciones en los pasajes bíblicos, porque parecen presentar conceptos opuestos de los dados en otros pasajes.  Por ejemplo, las Sagradas Escrituras llaman a Jesús el Príncipe de Paz y en otra parte Jesús dice: ¡»No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada.  Pues he venido a enfrentar al hombre contra su padre, a la hija contra su madre…»  En vez de unión familiar hay división en la familia.  ¿Es una contradicción?

La realidad es esta:  Quien pasa por una profunda conversión se rinde incondicionalmente al amor de Jesús y se adhiere a Él sin reservas.  Y esta adhesión a Jesús la vive en medio de su familia y conocidos.  ¡Y es entonces que todo el infierno se desencadena y su vida familiar se vuelve un infierno!

Pero igual hay otros que dicen seguir a Cristo pero lo hacen con el más mínimo esfuerzo, con un entusiasmo anémico y casi arrastrando los pies.  ¡Lo siguen con un desgano, una mediocridad, una frialdad, una tibieza que espanta!  Suelen decir »Soy buena persona, no le hago mal a nadie, no mato, no robo y de vez en cuando le doy un quinto a un hombre pobre que me encuentro en la calle.»

El libro de Apocalipsis advierte a este tipo de personas y dice: »Yo conozco tus obras, que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!  Pero porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.» (Ap 3:15-16)  ¡Qué palabras bíblicas tan fuertes!

Veamos algunas obras y ejemplos concretos que distinguen al auténtico discípulo de Cristo y el lo sigue con renuencia.  Veamos esta dura y cruel realidad.

1.  MISA DIARIA.  Después de una profunda conversión nace en el alma una fuerte atracción y amor hacia la Santa Misa y la Santa Comunión.  Antes de su conversión bastaba ir a Misa los domingos pero ahora siente un hambre insaciable por el Pan de Vida.  Pero quienes sufren de una anemia espiritual empiezan a criticar diciéndole que es ¡exagerado!  Dicen:  »¿Por qué tienes que ir a Misa todos los días cuando sólo es obligatorio ir a Misa los domingos?»

2.  HORA SANTA DIARIA.  El salmista nos ofrece estas palabras consoladoras: »Gustar y ver qué bueno es el Señor.»  Una vez que el alma pasa por esta conversión y ha probado la dulzura de la oración nace un anhelo profundo que solo puede saciarse pasando tiempo prolongado en adoración ante el Santísimo Sacramento.  Pero para quién se deja regir por la pereza y la sensualidad, ¡se le hace una locura hacer una hora santa!  ¡Ellos prefieren pasar horas en frente de la televisión o la computadora!

3.  UN RETIRO ANUAL DE 3 DÍAS O 8 DÍAS.  A veces sucede que cuando una ama de casa ha tenido una profunda conversión, escucha el llamado y acepta la invitación del Señor que le dice: «Ven apártate, a un lugar retirado, y descansa un poco… Yo soy manso y humilde de corazón… Mi yugo es suave y mi carga ligera…»  El Señor le invita a un retiro de fin de semana o en un retiro Ignaciano de 8 días.  Si su esposo es un católico que solo va a Misa los domingos porque es obligatorio, entonces pensará que es absurdo ir a un retiro.  Es interesante ver con qué facilidad la familia toma 2 semanas o incluso un mes de vacaciones cada año pero cuando se trata de darle a Jesús una semana, se les hace una locura.

4.  ¡CONFESIÓN CADA DOS O TRES SEMANAS!  Quien ha pasado por esta METANOIA – una profunda conversión – cambia su forma de ver las cosas.  Su conciencia se hace más sensible y recta, más pura y delicada.  Por tanto, antes hacia ciertas cosas sin pensarlo dos veces, pero ahora su conciencia están intranquila si hace ciertas cosas, y con mucha razón.  Por ejemplo, decir una mentira, llegar tarde al trabajo o a Misa, ver programas de televisión con contenido sexual explícito, decir una grosería o escuchar bramas de mal gusto.  Estas cosas no le molestaban antes de su conversión, eran cosas de todos los días.  Pero ahora le remuerde la conciencia hacer estas cosas.  Siente la necesidad de purificar su conciencia con más frecuencia con la Preciosa Sangre de Cristo en el confesionario.  Pero quienes dejan que la mundanalidad se apodere de ellos y les gobierne, piensan que el que se confiesa cada dos semanas sufren de escrúpulos o una conciencia deforme. 

5. CÓDIGO DE VESTIR.  En cuanto a la manera de vestir, ella se vestía según le dictaba la cultura popular, según la moda.  Su criterio era el criterio que la televisión promueve, según se visten los famosos de Hollywood.  Y seguro, a su esposo que también le atrae el brillo de Hollywood le gustaba como se viste su esposa.  Pero después de su conversión, ella ya no se viste igual.  Ahora le repugna esa forma de vestir.  Su modelo ya no es Hollywood sino la Santísima Virgen María.  Ella fija sus ojos en la pureza y la feminidad de la Madre de Dios.  Ese vestido provocativo en su guarda ropas ahora le disgusta y lo rechaza.  Pero su esposo piensa que se ha vuelto loca.  Este es el razonamiento que él usa:  Si Dios le ha dado belleza que lo luzca.  Él dice:  La belleza es un regalo de Dios, que no lo oculte.  Pero ella permanece firme en sus propósito y se deshace de todo vestido provocativo e indecente.  Porque solo así podrá imitar más fielmente a la Madre de Dios quien es el verdadero modelo y guía.

Nuestro deseo es que este escrito sirva para apoyar a buenos católicos.  Estas son las causas de las divisiones que viven en casa.  Aún podríamos decir que sufren persecuciones de comentarios fuertes, tajantes, sarcásticos, irónicos o comentarios burlones.  

¡ÁNIMO!  ¡Perseveren en su propósito!  Fijen los ojos y aferrense a Jesús y María.  Jesús y María son nuestros modelos y guías.  Por último, lea y medite la última bienaventuranza de Jesus en el Sermón de la Montaña: »Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados cuando por causa mía, os insulten y digan toda clase de calumnias contra ti, alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos.  Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes.» (Mt 5, 10-12)

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ago 15 2014

MAYOR PREPARACION, MAYORES GRACIAS.


Todo católico debe conocer el principio central de la teología Sacramental de »disposición a la gracia». Porque si lo ponemos en práctica,cosecharemos abundantes gracias del Sacratísimo Corazón de Jesús al recibir los Sacramentos.  Los Sacramentos son la obra maestra de Dios, así lo señala la ley Canónica.

»Disposición a la gracia», requiere por parte del hombre, una preparación o disposición para la gracia, pues quien se prepara mejor para recibir los Sacramentos, la recibe de manera más abundante.  La propia disposición del corazón y cooperación de cada uno al preparar su alma, va en proporción directa con la gracia recibida.

Los Sacramentos son como un FUEGO.  El fuego puede causar mucho bien o mucho daño.  En una noche fría de invierno, no hay nada más agradable que una chimenea con las llamas vivas en la sala.  De niño estas llamas en la chimenea de mi casa fueron un regalo del cielo que regresaron el calor a mi cuerpo casi congelado. 

Pero igual, un fuego no contenido puede causar enormes incendios forestales.  En California, el fuego arrasa con todo que encuentra en su camino. 

San Pablo en su carta a los Corintios, en el capítulo 11, nos dice que sepamos a quién es que recibimos en la Santa Comunión.  Porque algunos comen y beben e ignoran a los pobres y luego van a la Cena del Señor, reciben la Santa Eucaristía con este estado de alma.

San Pablo, el ferviente Apóstol de los Gentiles, reprende severamente a quienes reciben la Santa Comunión, el Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor sin primero examinar su conciencia.  Es por esto que dice que algunos comen y beben el Cuerpo y Sangre de Cristo a su propia condenación.  San Pablo nos exhorta, a que nos examinemos antes de recibir el Cuerpo de Cristo, y lo recibamos solo si estamos en estado de gracia.

Cómo podemos aplicar esto a nuestros días, a nosotros los católicos.  En los últimos cincuenta años ha habido una decadencia en la formación de la conciencia.

Dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica: Para recibir la sagrada Comunión se debe estar plenamente incorporado a la Iglesia Católica y hallarse en gracia de Dios, es decir, sin conciencia de pecado mortal.  Al recibir dignamente a Jesús en la Santa Comunión, el alma recibe gracias – paz del alma y mente, gozo del espíritu, crecimiento en la santidad y la salvación eterna.

PECADO MORTAL: ¡NO COMULGUE!  El que recibe la Comunión en estado de pecado, sin la debida gracia, comete un pecado muy grave, llamado sacrilegio. Y así como nada aprovecha a un cadáver el mejor de los alimentos, así tampoco aprovecha la Comunión al alma que está muerta a la vida de la gracia por el pecado mortal.  

Quizás se pregunte usted ¿qué es PECADO MORTAL?  ¿Cuáles son las condiciones para que el pecado sea mortal?

Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: 

1.  MATERIA GRAVE:  La materia grave es precisada por los Diez Mandamientos.  Pecados contra el sexto mandamiento son graves en su naturaleza misma.  Faltar a la Santa Misa el domingo, sin un motivo serio que lo justifique – es pecado grave. 

2.  COMETIDO CON PLENO CONOCIMIENTO:  Presupone el conocimiento del carácter pecaminoso del acto y de su oposición a la Ley de Dios.  El discípulo de Cristo que aprende y sigue al Maestro habrá de conocer y mantener una compresión adecuada continuamente – está en FORMACIÓN PERMANENTE.  Pero hay quienes debido a la pereza o negligencia, dedican poco o nada de esfuerzo en el conocimiento y crecimiento de su fe.  Esta ignorancia que imputa debe corregirse. 

3.  DELIBERADO CONSENTIMIENTO: La tercera condición para que el pecado sea mortal, es plena aceptación por parte de la voluntad.  Es decir, la acción no fue un accidente, como resbalarse con una cáscara de un plátano.  ¡Claro que no!  Más bien a pesar de saber que es malo, lo hacemos.

Dadas estas tres condiciones, es un PECADO MORTAL.  Con el pecado mortal, se pierde la gracia santificante, se expulsa a Dios del alma, y estando el alma en este estado, la persona no debe acercarse a recibir la santa Comunión hasta sin primero hacer una confesión sacramental.

LA CONFESIÓN SACRAMENTAL.  ¡Sí!  Si somos católicos fieles y practicantes, para poder recibir la Sagrada Eucaristía dignamente, primero debemos acudir al sacramento de la Confesión, al sacramento de la Reconciliación, o si prefiere llamarle, el sacramento de la Misericordia de Dios.

Hoy muchos suelen decir con demasiada frecuencia, »Yo me confieso directamente con Dios.  Dios me conoce, Dios ve todo, Dios me escucha y me ama.»  Si fuéramos Protestantes, sería otra cosa, pero el católico que practica su fe no puede decir esto.  Dios dispuso el medio por el cual nos reconciliaríamos con Él.  La confesión sacramental de los pecados, prescrita por derecho divino, se hace a un sacerdote debidamente ordenado en el sacramento de la Reconciliación.  Al escuchar las palabras del sacerdote de absolución: – “yo te absuelvo de todos tus pecados en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo…” – no es el sacerdote quien perdona – el sacerdote es solo un instrumento – ¡es Jesús mismo quien nos perdona y nos purifica con su Sangre Preciosa que derramó en la cruz el Viernes Santo!

DISPOSICION PARA RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN DIGNAMENTE.  Después de haber hecho una Confesión Sacramental, recibiendo la Santa Comunión en estado de gracia el medio más poderoso de santificación y de alcanzar la salvación eterna.

¡CUIDADO!  El verdadero peligro para muchos católicos es evitar caer en la deriva de »Comulgar de rutina».  En otras palabras, por el hecho que podemos ir a Misa y comulgar con frecuencia, podemos llegar al punto que no nos preparamos adecuadamente para recibir el Cuerpo de Cristo, quizás aun nuestra participación en la Santa Misa es pobre, en nuestro corazón no hay fuego y después de recibir a Jesús en la Santa Eucaristía no hacemos una buena acción de gracias.  ¡Jesús dijo a santa Faustina que muchos lo reciben como si fuera un OBJETO!  ¡Qué doloroso es cuando nos tratan como un OBJETO!  Pero es más grave cuando se le trata a Jesús como un objeto, ¡porque Jesús es DIOS!

RECORDATORIO ÚTIL.  En la sacristía de los conventos de las religiosas dentro del alcance de la vista del sacerdote quién está por celebrar la Santa Misa están estas palabras: »Sacerdote, hombre de Dios, celebra esta Misa como si fuera tu primera Misa, tu última Misa y tu única Misa.»  ¿Acaso no deberíamos acercarnos a recibir la Santa Comunión con esta misma disposición de corazón?  Debemos recibir a Jesús con el más grande fervor, fe y amor, como si fuera nuestra primera Comunión, nuestra última Comunión y nuestra única Comunión.  Si esta fuera la disposición de nuestra alma, la Santa Comunión sería definitivamente el medio más poderoso para nuestra santificación y eterna salvación.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jul 15 2014

FORMACIÓN PERMANENTE: SOMOS UNA OBRA EN MARCHA

Todo en la vida exige esfuerzo y trabajo para crecer, mejorar y perfeccionar.  Para los profesores hay talleres, para los jugadores de béisbol entrenamiento, los profesionistas igual participan en cursos de capacitación, otros tienen un entrenador, otros repasan una y otra vez su trabajo y otros simple y sencillamente botan lo que no sirve.

Pero cuánto más importante no es la formación para el seguidor de Cristo.  Somos »una obra en pleno desarrollo», somos un proyecto inacabado, un proyecto en proceso de elaboración.

Con qué frecuencia me encuentro con adultos que recibieron pobre formación catequética antes de hacer su Primera Comunión.  Y sucede que desde ese día, no han recibido más formación espiritual hasta que el día que deciden casarse.  Para prepararse para recibir el Sacramento de Matrimonio, participan en una preparación de seis horas.  Y quieren que estas seis horas de preparación los prepare para ser un matrimonio fiel, y darles las herramientas necesarias para ser buenos padres. Obviamente, la Iglesia quiere una formación más completa para sus hijos! 

Por consiguiente, presentaremos algunas pautas prácticas para nuestra formación permanente.

1.  LA LECTURA ESPIRITUAL.  Un buen libro deberá ser nuestro mejor amigo.  Porque un libre lo podemos tener a nuestro alcance en todo momento, lo podemos abrir y hojear, podemos leerlo o podemos cerrarlo.  El libro no se molestará si no lo abrimos por mucho tiempo, no se resiente.  Consulte a un buen director espiritual, y pídale que le de nombres de libros que le ayuden en la formación de la vida espiritual.  El P. Thomas Dubay dice que aquellos que tienen muchas ocupaciones solo tienen tiempo para leer los mejores libros.  Vemos que santa Teresa de Ávila no aceptaba como religiosa a quién no supiese leer.  ¿Por qué?  Porque sabía el provecho que es la buena lectura.  Por lo tanto, ¡empiece a formar su biblioteca de buenos libros católicos!

2.  DIRECCIÓN ESPIRITUAL.  San Juan de la cruz, patrón de los directores espirituales lo dice con esta franqueza:  »Quién a sí mismo toma por director espiritual, se hace discípulo de un tonto»  Es como el ciego que guía a otro ciego.  Todos tenemos nuestros puntos ciegos, hay cosas que no podemos ver, mientras que otros las ven con la claridad del sol al medio día.  Un director espiritual nos ayudara a encontrarnos con Dios, a conocernos más a nosotros mismos, a conocer los más grandes obstáculos y nos ayudará a buscar y discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas.  Santa Teresa de Ávila nunca hubiese podido llevar a cabo la reforma de la orden Carmelita sin haber recibido dirección espiritual.  Los directores espirituales que le ayudaron a discernir la voluntad de Dios fueron: san Pedro de Alcántara, san Juan de la cruz y san Francisco Borgia.  Igual Santa Faustina no hubiese haber revelado el tesoro de la Divina Misericordia si no fuera por la dirección espiritual que recibió del P. Michael Sopocko.  Santa Margarita María Alaoque igual no hubiese recibido la aceptación de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús, si no hubiese sido por la llegada oportuna del jesuita san Claudio de la Colombiere.  La Luz Divina muchas veces se refleja a través de un prisma humano que es el director espiritual.

3.  LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA.  Dios suscitó a san Ignacio de Loyola en 1491-1556, para rescatar al mundo de una decadencia y lucha espiritual: la Reforma Protestante estaba en todo su apogeo. San Ignacio fue el fundador de la Compañía de Jesús – los Jesuitas.  Fue autor de millares de cartas cuyo contenido demuestra una unción de sabiduría y consejo.  Fue bajo inspiración del Espíritu Santo que san Ignaicio escribió las Reglas de Discernimiento.  Esta obra maestra espiritual ha resultado ser un tesoro precioso en la espiritualidad y para ayudarnos a discernir los movimientos del Espíritu bueno para abrirle el corazón y seguirlo.  Y a su vez, estas reglas nos enseñan a detectar las »malas ondas» del enemigo para que las rechacemos con vigor, rapidez y constancia.  Porque, asi algún día recibiremos la corona de gloria.  Y por último, bajo inspiración de Dios, san Ignacio formuló los Ejercicios Espirituales.  Cuando hacemos estos Ejercicios y vivimos según las indicaciones de los Ejercicios, pasaremos de la mediocridad, confusión y tibieza espiritual a una vida espiritual vibrante, creciente y dinámica.  Llegaremos a tener un profunda relación con Cristo Rey y cabalgaremos todos los días en búsqueda de la santidad de vida, ¡para ser auténticos testigos de santidad al mundo!

4.  COMPARTAMOS NUESTRA FE.  Al compartir nuestra fe, no la perdemos.  Mas bien sucede todo lo contrario.  Cuando compartimos nuestra fe con otros, hay un enriquecimiento mutuo.  Quién escucha es iluminado y inspirado por el tesoro que usted acaba de compartir.  Y quién lo comparte también se enriquece.  Pida al Señor que le conceda esta gracia, y busque oportunidades para compartir su fe con otros.  Pero recuerde, nadie puede dar lo que no tiene.  Cuando somos poseedores de más tesoro espiritual, mayor tesoro podemos dar.  E igual, un vaso agujerado no puede aportar nada, ¡una mente vacía y un corazón vacío solo aportaran aire!  

5.  EXPLOSION DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN ELECTRÓNICOS.  Vivimos en un mundo que avanza a pasos agigantados, en forma particular, en el ámbito de los medios de comunicación electrónicos.  Estos medios, que son la forma de comunicación actual, puedes servir para el bien o el mal.  Pero nosotros, debemos usarlos para nuestra santificación.  Busque en el internet buenos sitios católicos, guarde el link porque son una buena forma de formarnos en la fe.  Igual hay videos de »You-tube», que dan un mensaje espiritual de uno o dos minutos.  Estos videos católicos pueden ser fuente de inspiración, consolación o pueden clarecer el camino que debemos tomar.  Igual hay grabaciones en el internet llamadas PODCAST.  Estas »podcasts» las podemos escuchar en casa, mientras se prepara la cena, al estar recogiendo la casa, en el autopista en rumbo al trabajo o antes de retirarse en la noche para ir a acostarse.  BLOGS:  Se puede buscar buenos blogs católicos.  Blogs son artículos en el internet sobre diversos temas de espiritualidad, ya sea sobre la oración, las virtudes, las herejías o alguna reflexión Mariana.  Estas reflexiones pueden elevarle la mente y el corazón a la »la Rosa Mística» – María – quien siempre nos dirige a Jesús.  Porque Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.  Las últimas palabras de María que nos narran los Evangelios son: »¡Hagan lo que Él os diga!»

Para cerrar, somos peregrinos en rumbo al cielo.  Debemos tomar seriamente nuestra  formación espiritual. Aun cuando habrán distracciones en nuestro camino, tengamos siempre presente la finalidad de nuestra vida.  Estamos aqui para alabar a Dios, hacer reverencia a Dios, servir a Dios y para salvar nuestra alma por toda la eternidad.

Cuando le preguntaron a Jesús cuál era el más grande mandamiento, Jesus respondió:  »¡Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente y a tu prójimo como a ti mismo.» (Lc 10,27)  

Señor, concédeme la gracia de tomar en serio mi formación espirital, para ser un instrumento digno en Tus manos y salvar muchas almas en el tiempo y la eternidad!  Nuestra Señora, Trono de Sabiduría, ¡ruega por nosotros! 

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jul 14 2014

DIEZ PAUTAS PARA CRECER EN LA ORACIÓN.


¿Cómo podemos tener una vibrante y creciente vida de oración, y qué podemos hacer para perseverar en ella? porque en verdad, nuestra salvación, la salvación de nuestras familias, de nuestros seres queridos y del mundo entero depende de hombres y mujeres que han decido dedicar sus vidas al sublime arte de la oración – ¡la llave para llegar al cielo!

1.  EL DESEO DE QUERER RESAR.  Pida que Dios le conceda la gracia de querer rezar y de rezar mejor. San Agustín dice que el hombre segue lo que el corazón desea.  San Agustín también dice: »Elijamos con cuidado el objeto de nuestro amor, y amémosle entonces con todo el corazón.»  Y por supuesto, el objeto de nuestro amor debe de ser Dios.

2.  CONVICCIÓN.  Creamos con convicción lo importante que es la oración.  Lo que el aire es para los pulmones, la oración es para el alma.  Un carro sin gasolina no marcha e igual la oración nos da fuerza espiritual.  Para rascar el cielo el águila necesita dos alas, para rascar las alturas de la vida mística, el alma necesita la oración.  Tal como el cuerpo hambriento anhela el alimento y la bebida, el alma sedienta deberá anhelar la oración.  El salmista lo expresa con esta poesía: »Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por Tí, oh Dios, el alma mía.»

3.  UN LIBRO SOBRE LA ORACIÓN.  Santa Teresa de Ávila, Doctora de la oración, dice, que como principiantes, nunca debemos entrar en la oración sin tener en nuestras manos un buen libro.  Esto nos ayudará a formar buenos pensamientos y prenderá en nuestro corazón nobles aspiraciones.  Debemos formarnos y capacitarnos en la oración.

4.  ¿QUÉ LIBRO DEBO LLEVAR CUANDO VAYA A SER ORACIÓN?  Por supuesto, el libro por excelencia y el primero que debemos llevar es la Biblia, la Palabra de Dios.  Porque Dios nos habla por medio de ella.  Al abrirla, diríganse al corazón de la Biblia, los Evangelios.  También puede leer los Salmos que son el mejor libro de oración.  El autor de los Salmos es el Espíritu Santo y su instrumento fue el rey David.

5.  MÉTODO DE ORACIÓN.  Como en cualquier arte, un método es de gran utilidad en el aprendizaje.  La oración es igual.  El método clásico que podemos emplear es el método conocido como LECTIO DIVINA.  Este método de oración sigue los siguientes pasos:  1.  LECTIO – Leer atentamente  2.  MEDITATIO – Pensar en lo que dice la Palabra de Dios.  3. CONTEMPLATIO – Usar la imaginación para entrar en la escena y formar parte de ella.  4. ORATIO – Pongamos en acción los frutos de nuestra oración.  Este método podría resultar muy valioso para ayudarnos en nuestra vida de oración.

6.  OTROS LIBROS DE ORACIÓN.  Hay muchos textos que se han escrito sobre la oración, que son de gran utilidad para formarnos en lo que es la oración.  El Catecismo de la Iglesia Católica, cuarta parte, es un fuete extraordinaria para formarnos.  ¡Léalo y siga sus indicaciones

7.  UN RETIRO.  Cuando se va a un retiro, es el momento y lugar preciso para crecer en la oración.  En particular, en un retiro Iganciano bajo la dirección de un director competente, ha probado ser de gran éxito.  Si el tiempo le permite, haga un retiro de treinta días, o ocho días o un retiro de un fin de semana.  La mejor forma de aprender a orar es precisamente, rezando.  En un retiro, la meta de ejercitante es profundizar en la oración.  Cada año, aparte tiempo para hacer un retiro.  Jesús mismo hizo esta invitación a sus Apóstoles, a que se apartaran por un tiempo y descansen – para estar con Él por medio de la oración.  Es un tiempo de reorientarnos en el camino del Señor.

8.  PERSEVERANCIA EN LA LUCHA.  Rezar no siempre es fácil!  El Catecismo de la Iglesia Católica compara la oración un enfrentamiento, y toma como ejemplo de la oración, a Jacob quién luchó toda la noche con el ángel.  Santa Teresa de Ávila, lo dice esto: »Debemos tener una determinada determinación de nunca dejar la oración.»  Porque el enemigo hará todo para hacernos creer que estamos perdiendo el tiempo, hará todo para convencernos que hay otras más nobles que la oración.  

9.  NUESTROS AMIGOS NOS AYUDARÁN.  Para mí es de gran ayuda en mi tiempo de oración, pedir a mis amigos su intercesión.  Estos amigos son también los amigos fieles de Dios quién ahora disfrutan de Él por toda la eternidad; los ángeles y los santos.  Ellos también pasaron por esto y ahora están confirmados en la gracia, contemplando la visión Beatífica.  E igual son nuestros más grandes intercesores ante el trono de Dios, y quieren y están prestos para interceder por nosotros.  La oración de los santos nos ayudará en iluminar nuestro entendimiento y a mover nuestra voluntad para unirnos a Dios.  Cuando lea la vida de los santos, vera que todos son únicos, en diferentes tiempos, lugares y culturas, pero todos, como nosotros, eran pecadores y tenían su propio temperamento.  Pero todos tenían algo en común:  LA ORACIÓN!  Los santos mientras vivían en la tierra, eran hombres y mujeres de oración, quienes tenazmente se aferraron a la oración, y sabían que la oración era el aliento de vida para sus almas y la clave para el éxito de sus vidas apostólica.

10.  EL ESPÍRITU SANTO:  EL MAESTRO INTERIOR.  San Pablo nos dice que no sabemos rezar como conviene, pero el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos inefables para que podamos decir »Abba, Padre.»  Santa Teresa de Ávila batallaba en la oración y un sacerdote Jesuita le dio este consejo, le dijo »reza al Espíritu Santo.»  Al hacerlo, hubo una notable mejoría.  Vemos también que la primera novena de la Iglesia se hizo en preparación para Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió sobre los Apóstoles, transformándolos en guerreros de la oración, guerreros de Cristo y en grandes santos.  

Gloria al Espíritu Santo – el Maestro Interior.  Acudamos también a san Juan XXIII, quién fue canonizado santo hace poco, pidiendo que interceda ante Dios por nosotros en nuestra lucha.

CONCLUSIÓN:  Que el Señor nos conceda, por intercesión de la dulce Virgen Maria, un deseo ardiente de amar la oración y crecer en la oración, para así crecer diariamente y perseverar en la oración.  San Agustín nos anima con estas palabras:  »Quién reza bien, vive bien; quién vive bien, muere bien; quién muere bien, todos está bien.»

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Jul 11 2014

ARTIMAÑAS DEL TENTADOR PARA HACERNOS DEJAR LA ORACIÓN.

Aún cuando nos tomamos un día libre, unas vacaciones, una pequeña siesta, un receso para tomar una taza de café, hay alguien que nunca descansa.  Él  está siempre al asecho, buscando una oportunidad para atacar, esclavizar y conquistar.  ¿De quién o quienes estamos hablado?  ¡Del diablo y sus compinches!

San Pedro dice que el diablo merodea como un leon rugiente que busca la oportunidad para devorar a su presa – ¡y su presa somos tu y yo!

El enemigo ataca en cualquier momento y en cualquier lugar.  Él es extremadamente astuto, mañoso, tramposo y despiadado y sumamente inteligente.  Pero el diablo nos ataca con mayor asecho en una área – en nuestra VIDA DE ORACIÓN.  

San Ignacio nos recuerda que el enemigo nos ataca cuando nos encontramos en un estado de desolación.  Desolación es ese estado del alma cuando uno se siente triste, o deprimido, experimenta una falta de fe, esperanza o caridad, es tener la sensación que la vida no tiene sentido y nadie le ama, es un estado de desanimo que lleva a la tibieza y letargo.  Nuestra visión sobrenatural se vuelve borrosa, oscura, tenebrosa y sombría.  O si le parece esta analogía, es como caminar en un densa nube oscura o un túnel oscuro y sin salida.  Cuando el alma se encuentra en este estado, el diablo vuelca sus fuerzas, apunta, y lanza sus flechas ardientes para matar.  

Cuales son los formas en que el maligno ataca nuestra vida de oración.  Santo Tomás le llama al diablo el tentador, san Pedro le llama un leon rugiente, san Agustín dice que el diablo es un perro rabioso encadenado, san Ignacio le llama el enemigo mortal de nuestra salvación y Jesús dice que el diablo es un asesino desde el principio (Jn 8).  Veamos entonces de qué forma ataca el maligno nuestra vida de oración.

1.  TÁCTICAS DILATORIAS.  Quizás el enemigo le tiente de esta forma: »No hay prisa, déjalo para mañana.  Dios es comprensivo; Dios conoce todos tus pensamientos y tus sentimientos.  Dios no tiene prisa, ¡y tampoco la deberás tenerla tú!

2.  »NO RECES TANTO».  Si el diablo no consigue que usted posponga su tiempo de oración para mañana, le tentará a que rece menos.  En vez de hacer una hora santa, le tentará a que haga media hora; a que deje de asistir a la Santa Misa todos los días.  Le meterá en la cabeza que solo se necesita ir a Misa los domingos.  Y en cuanto a el Rosario, en vez de rezar todo el Rosario, rece solo uno o dos misterios!

3.  DISTRACCIONES DURANTE LA ORACIÓN.  Otra artimaña del enemigo es distraerle cuando este haciendo su oración.  Aveces en vez de pensar en Dios, acabamos pensando en cosas que no tienen sentido, como a qué hora vamos a comer, qué equipo va a avanzar en el ámbito deportivo o nos ponemos a pensar de lo que vamos a hacer este fin de semana.

4.  PERDIENDO EL TIEMPO.  El enemigo implacablemente ataca a quién ha decido entregarse seriamente a la oración.  La Palabra de Dios nos dice:  »Si te has decidido seguir al Señor, prepárate para la batalla.»  El diablo nos puede tentar diciéndonos: »Estás perdiendo el tiempo rezando.  Por qué no mejor haces una obra de caridad.  Recuerde el relato en el Evangelio de Jesús con Marta y su hermana María.  El enemigo nos anima al activismo, a que nos entreguemos a las obras de caridad al grado de convencernos que el trabajo es más importante que la oración, más importante que nuestro diálogo con Nuestro Señor!  Jesús defendió a María quien estaba sentada a sus pies escuchándole – en verdad este es modelo de contemplación.

5.  »NO HAS CAMBIADO, ERES LA MISMA PERSONA».  »Ahora rezas mucho más que antes, pero no has mejorado de como era antes, y más de una persona te lo ha dicho.  Deja esta vida oración y vuelve a lo de antes, a una vida más normal, más cómoda y fácil, como todos tus amigos y la mayoría de tus conocidos.  ¿El diablo le ha tentado de esta forma?

6.  LO AFECTIVO.  El diablo también podría atacarle de esta forma.  En esta tentación, el diablo le hace creer que a pesar que tiene una vida de oración no va avanzando en la vida espiritual.  Y le hace pensar esto por la ausencia de fuertes emociones durante su oración.  Quizás en su primer retiro carismático vivió una fuerte experiencia, pero ahora no siente ese fuego mas bien hay silencio y calma.  Un buen director espiritual o un libro de teología que habla sobre la oración señalará que la eficacia de la oración no depende de lo afectivo sino de nuestra fidelidad a Dios.

7.  NO ESCUCHO LA VOZ DE DIOS, DIOS NO ME ESCUCHA.  Quizás suceda que ha estado estado rezando por una intención por mucho tiempo, quizás hecho novenas, mandas o ha ofrecido Misas, y se le hace que Dios no le escucha.  El diablo quiere convencernos que dejemos de rezar, que nuestras oraciones son en vano, que es una pérdida de tiempo.  El diablo ha convencido a muchos que Dios actual como por arte de magia se tan solo hacemos 2 o 3 oraciones y ya.  Como si Dios actuase como el genio de la lámpara de Aladín, que cumple todos nuestros deseos.  Y tristemente muchos llegan a pensar que si Dios no les concedo lo que piden, entonces Dios no existe.  ¡Muy mal!

8.  DEBIDO A LAS DESGRACIAS PENSAMOS QUE DIOS ESTÁ AUSENTE.  Tal vez usted ha sufrido una desgracia, ya sea económica o la muerte de un ser querido.  Y quizás usted ha llegado a pensar »Cómo puede un Dios tan bueno dejar que esto pase?»  Si Dios es bueno, no hubiese dejado que esto pase.  Pero nuestra salvación podría ser como a Job: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allí.  El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Señor!»

9.  TENTACIONES CONTRA LA PUREZA.  Los santos también fueron tentados contra la pureza – Santa Catalina de Sena, santa Margarita María y san Antonio del desierto.  No subestime las artimañas del enemigo, porque él se hace valer de todo con tal que dejemos poco a poco con nuestra vida de oración o incluso abandonemos la oración por completo.

10.  ¡LA DESESPERANZA!  Quizás el ataque más feroz es cuando el enemigo nos convence que nos rindamos a la desesperanza.  Esta fue la razón por la cual Judas Iscariote cayó.  Si tan solo se hubiese arrepentido, quizás hoy por todo el mundo tendríamos Iglesias con el nombre de »Judas el penitente».  San Pedro en cambio, se arrepintió de su pecado, fue perdonado y llegó a ser un gran santo.  El Espíritu Santo nos anima con esperanza y confianza en la infinita misericordia de Dios.  ¡JESÚS EN TÍ CONFÍO!  

Aferrémonos a la oración como nuestra tabla de salvación, como el mismo aire que nos da vida.  Cuando seamos tentados a dejar la oración, o a orar menos, sigamos el consejo de san Ignacio »agere contra» que significa que hagamos lo opuesto.  Oremos con más fervor y más amor, ¡para así ganar la batalla y llegar a la patria celestial!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

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