Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Sep 15 2014

¿QUÉ REGALARLE A LA SSMA. VIRGEN MARÍA?

Un cumpleaños es ocasión de celebración y damos regalos al festejado. No hay celebración de cumpleaños más grande en la historia que el 25 de diciembre, el día en que nació Jesús, el Hijo de Dios. El segundo más grande es el día en que nació la Madre de Dios, y en el orden de la gracia la Madre de la Iglesia, la Santísima Virgen María. El 8 de septiembre, el día en que celebramos el nacimiento de María es menos conocido. Si contamos a partir del 8 de diciembre, el 8 de septiembre es nueve meses después de la Inmaculada Concepción de María.

Qué regalos podemos dar a Nuestra Madre Santísima para mostrar nuestro amor, gratitud, devoción y más grande honor. 

1.NUESTROS SENTIDOS. Demos a Nuestra Señora
nuestros sentidos para que los usemos siempre para dar gloria a Dios.  Démosle nuestros ojos, para que con María podamos
contemplar la belleza de Dios en la naturaleza, en nuestro alrededor, en nuestro
prójimo y en las circunstancias de nuestra vida.  Démosle nuestros oídos, para estar siempre
atentos a la Palabra de Dios que llega a nosotros en diversas formas.  Nuestra lengua, para que proclamemos la
grandeza del Señor y lo alabemos. Para que también  gustemos que bueno es
el Señor – para que tengamos hambre y sed por Jesús cada vez que recibimos la Santa Comunión.  Por último, nuestro sentido del olfato, para
que sepamos detectar lo bueno y optemos por el bien, y en
imitación de María, seamos la dulce fragancia de Cristo.

2. NUESTRO TIEMPO – el pasado, el presente y el futuro. Entreguemos todo el tiempo que Dios nos ha dado al Inmaculado Corazón de
María.  El pasado: encomendemos nuestro
pasado a la misericordia de Dios y al misericordioso corazón de María; el
future, encomendemos los años, meses, días y horas a la Divina Providencia y al
cuidado y protección de Nuestra Señora.  Nuestro presente, vivamos intensamente el momento presente – porque es lo único que tenemos.  Santa Catalina
de Siena decía:  ‟Los dos momentos más
importantes de nuestra vida son – ahora y la hora de nuestra muerte.  Amén.”

3. DUDAS, TEMORES Y ANSIEDADES. El mundo está
lleno de temores, dudas, confusiones, tensiones, guerras y conflictos.  ¿Dónde nos refugiamos?  Depositemos todas nuestras inquietudes en el Inmaculado Corazón de María. 
Recemos con fervor la oración de san Bernardo:  ‟Acordaos, Oh piadosa
Virgen María, que jamás
se ha
oído decir que ninguno de los 
que han acudido a Ti,
implorado tu
asistencia 
y reclamado tu socorro, 
haya sido abandonado de Ti.»  Nuestra Señora resplandece como un faro de luz en
medio de un mar de confusión, ella es la ‟Estrella del Mar” que nos conduce
al puerto seguro del Cielo.

4. TENTACIONES Y PECADOS. No dudemos
más. En medio de la tempestad de
tentaciones, refugiémonos en los brazos de María.  ¡La vida es un campo de batalla!  Si por desgracia caemos y pecamos, acudamos a
Nuestra Señora de la Merced quien nos dirigirá nuestra mirada a Jesús Rey de
Misericordia.  Dios siempre está presto
para recibir a sus hijos pródigos (Lc 15 – La parábola del Hijo Pródigo)  Qué madre no ama a su hijo, y más si ese hijo
la necesita porque se ha caído, se ha lastimado y la necesita.  El amor de Jesús y María hacia nosotros no
disminuye cuando hemos pecado.  Es tan
grande su amor que lo que más ahelan as envolvernos en su misericordia.

5. ORACIONES, ROSARIOS Y CONTINUO DIÁLOGO.Lo que
María más anhela son las oraciones de sus hijos.  La oración es simplemente conversar con Dios,
los ángeles, los santos y con Nuestra Madre Santísima.  Cuando María se aparecio en Fátima a Jacinta,
Francisco y Lucia, seis veces les dijo que rezaran el Rosario.  San Juan Pablo II igual insistía en el rezo
del Santo Rosario, en particular por la familia y por la paz del mundo.  Cada vez que rezamos un Ave María estamos
diciendo ‟María te amo” y María no se cansa de escucharnos decir que la amamos.

Para
cerrar, demos a María para el día de su
cumpleaños estos regalos 1) Consagremos nuestras facultades 2)
Nuestro tiempo – nuestro pasado, presente y futuro 3) Depositemos nuestros temores y dudas en el refugio seguro de su Inmaculado Corazón  4)  Nuestros fracasos morales y 5) Nuestras oraciones especialmente todas nuestras Ave
Marías.  Felicidades Madre Santísima por
ser día de tu santo.  ¡Recibe nuestros
humildes regalos!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Sep 12 2014

SANTIFICAR Y SALVAR NUESTRA ALMA CON NUESTRO TRABAJO

¡Qué bueno es trabajar! ¿Por qué? Porque Jesús así nos lo enseñó. Entre las muchas cosas que hizo Jesús, pasó la mayor parte de su vida con Maria,su madre, y trabajando con san José, su padre adoptivo. Jesús aprendió de san José el arduo oficio de carpintero. En ese taller de Nazaret no habían herramientas eléctricas. Todo requería la mano de obra, ya sea serrar, cortar, martillar o ajustar la madera para hacer mesas, sillas y puertas. En verdad era trabajo duro.

En mis meditaciones, he contemplado varias veces
escenas de Jesús y san José llagando a casa después de un fuerte día de
trabajo.  Me imagino que llegaban
exhaustos y llenos de sudor, con aserrín en el cabello, manos sucias y llenas de
callos.  Y creo que no llegaban así de
vez en cuando sino todos los días. 

Hoy, pocos consideran que es importante ser honesto
en el trabajo.  Muchos escojen el camino
fácil, hacen lo mínimo, no se esmeran o ponen empeño en lo que hacen, son
perezosos y dan poca importancia a su trabajo. 

Por consiguiente, presentaremos razones de por qué debemos
valorar el trabajo.  Debemos ver las diversas dimensiones del trabajo  y acogerlo por ser una parte importante de nuestra corta
vida.  Dice san Pablo, ‟trabajad
con temor y temblor por vuestra salvación.” 
San
Alberto Hurtado decía:  ‟Hay dos
lugares para descansar: el cementerio y el cielo.”  ¡La vida es corta, trabajemos duro para
descansar para siempre en con Jesús, María y san José!
Presentaré 5 puntos de motivación para animarnos a tener una ética de trabajo de honestidad y sólidez.  Elevemos nuestro trabajo al plano espiritual.

1.  IMITEMOS A JESÚS, MARÍA Y SAN JOSÉ.  Fue en el pequeño pueblo de Nazaret donde Jesús pasó su infancia junto a sus padres, María y José.  La relación de Jesús con sus padres terrenales fue de amor y obediencia y con su Padre Celestial fue de amor y oración.  Jesús también trabajó, y trabajó duro en el oficio de carpintero.  Jesús, María y José son nuestros modelos y debemos imitarlos en la forma que desempeñamos nuestro trabajo y en nuestra entrega.  La Sagrada Familia trabajó con orden, esmero y dedicación – hicieron todo para la mayor gloria de Dios.  Ésta debería ser nuestra ética laboral.

2.  CARIDAD CON EL PRÓJIMO.  El trabajo bien hecho puede ser una obra de amor hacia el prójimo.  Una ama de casa que pasa largas horas en la cocina preparando los alimentos para su familia o haciendo el quehacer de la casa trabaja duro.  Pero este mismo trabajo puede convertirse en una obra de caridad hacia el prójimo.  San Pablo nos exhorta a que obremos con pureza de intención: ‟En todo caso, lo mismo si comen, que si beben, que si hacen cualquier otra … beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios”

3.  RECHASAR
LA TENTACIÓN Y EL PECADO.  Cuentan que
cuando llegaba cierta  temporada del año, san Juan Bosco, el patrón de la
juventud, se llenaba de un miedo mortal – durante la temporada de vacasiones
de los jóvenes.  ¿Por qué?  Porque en esa temporada, los jovenes que
vivían en el oratorio y estaban acostumbrados a trabjar duro, a estudiar, a
practicar deportes y otras actividades regresarían a casa en donde tendrían todo
el tiempo del mundo libre.  Y cuán cierto
es el refrán:  ‟El oscio es el taller del
Diablo.”  Cuando los jóvenes no tienen
nada que hacer, el diablo des daba mucho que hacer.  La clave para vencer al demonio y sus aliados
es trabajar duro y con diligencia.

4.  CON CLAVE
DE ETERNIDAD Y LA RECOMPENSA ETERNA.  La
Palabra de Dios dice que recibiremos nuestra recompensa o nuestro
castigo según vivimos y utilizamos el tiempo, los tesoros y talentos
que Dios nos dio.  Veamos el ejemplo que
nos han dado los santos.  Ellos oraron
mucho pero también trabajaron fuertemente. 
El lema de san Benito era ‟Ora et Labora” que es latín por ‟Ora y
Labora”.  San Alfonso María Ligorio, el
gran Doctor de la Iglesia, patrón de los teólogos y gran amante de María, hizo votos de no
perder ni un minuto de su tiempo.  Y en verdad, todos los santos se
esfuerzan por vivir el espiritu de este voto de san Alfonso.  La vida es corta y el tiempo en verdad
apremia.  Como dijo san Alberto Hurtado,
un sacerdote y santo chileno, ‟Hay dos lugares para descansar: el cementerio y
el cielo.”

5.  EL BUEN EJEMPLO.  Solemos seguir el ejemplo de otros, ya sea el buen ejemplo o el malo.  Hay un dicho que dice: ‟El ejemplo arrastra.”  Me acuerdo que cuando era niño, odiaba el día sábado.  ¿Por qué?  Porque mi padre nos hacia trabajar muy duro a mi y a mis hermanos.  Nosotros sus hijos trabajábamos duro pero también veíamos el ejemplo de nuestro padre.  Y viéndolo bien y con toda sinceridad, él trabajaba más duro que todos nosotros.  Es decir, ¡su ética sobre el trabajo la predicaba no con palabras sino con su poderoso ejemplo!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Sep 09 2014

¿SUS PLANES SE VIENEN ABAJO?

Alguna vez ha hecho planes y
de repente algo sucede y todo queda boca abajo?  Quizás alguien llegó de
improviso.  ¿Cuál fue su reaccion?  ¿Se molestó, se irritó y no lo
discimuló?  Quizás pensó: ‟Tengo cosas que hacer y no consentiré que nadie se interponga.”

Claro, no tiene nada de malo que haya orden, un
método, planes a largo plazo o incluso metas o propósitos.  Porque de lo contario habría solo desorden,
duda y caos.  El mismo san Ignacio dice
que uno de los objetivos de los Ejercicios Espirituales es poner en orden el
desorden. 

Pero para avanzar en la vida espiritual, debemos
acostumbrarnos a lo inesperado, a contradicciones, a retrasos y planes contrariados,
en si tenemos que acostumbrarnos a la realidad de la cruz – no se haga nuestra
voluntad sino la voluntad de Dios.

¿Qué objetivo tiene esta pequeña reflección?  Sencillamente esto:  nuestro Dios es un Dios de misterio, un Dios
de sorpresas.  Dios nos mandará muchas
sorpresas, cosas que no esperamos.  Y
a veces la sorpresa es que Dios interviene a desacomoda nuestros planes.

¿Cuál debería ser
nuestra reacción frente estos imprevistos?  Tengamos una estrategia.
1.  ¡ESTEMOS
LISTOS!  A partir de este momento, espere
lo inesperado.  Sepa que esos
planes que tan minuciosamente ha preparado quizás tomaran otro curso.   Si de antemano sabe que pasarán imprevistos, no perderá la paz interior.

2.  LA
PROVIDENCIA DE DIOS.  Aún cuando nuestros
planes sean brillantes, y meticulosamente planificados, la voluntad de
Dios transcienden nuestra proyección.

3.  QUÉ HACER
CUANDO SUCEDAN LAS CONTRARIEDES.  En vez
de actuar con la acostumbrada impulsividad, deténgase por un momento, rece ¡y
piense que Dios ha intervenido con un plan que supera el suyo!

4.   CONTEMPLE LA CRUZ.  Si las contrariedades le pesan mucho, dirija sus ojos a Jesús en la
cruz.  Traiga a su memoria las palabras de
Jesús antes de entregar su espiritu: ‟Padre,
en tus manos encomiendo mi espiritu.”
 
En verdad, ver a Jesús sobre el madero de la cruz, con sus manos
taladras y derramando cada gota de su Preciosa Sangre es contra-cultural.  Pero este fue el designio de Dios para salvar el mundo.  Jesús la aceptó la voluntad de Dios  y expiró y entregó su
Espiritu al Padre Eterno.

5. 
HUMILDAD.  ¡Con qué facilidad nos gana nuestro
orgullo!  Una clara manifestación de esto
es cuando estamos convencidos que nuestros proyectos y forma de hacer las cosas
es mejor que la de los demás.  Pero Dios
puede intervenir y desacomodar nuestros planes para combatir nuestro orgullo y
hacernos crecer en esa virtud que tanto agrada a Jesús – la humildad y
mansedumbre.  Jesús describe su Corazón
con estas palabras:  ‟Soy manso y humilde de corazón.”
Conclusion:  Nadie se alegra cuando los planes u objetivos se vienen abajo.  Pero la próxima vez que suceda, pensemos por
un momento y reflexionemos:  quizás viene
de Dios.  Y si es así, entonces lo
designios de Dios superan los mios. 
Hagamos nuestra esta oración:  ‟Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad aquí en
la tierra como en el cielo…”
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Sep 08 2014

LA SANTIDAD ES LA CONSTANCIA EN EL AMOR Y EN LAS COSAS PEQUEÑAS

Desde la entrada del templo Jesús veía cómo depositaban monedas en la caja. Pero lo que le cautivó no fueron los ricos con sus grandes sumas de dinero. Ellos sólo deseaban ser vistos y alabados por su ostentosidad. Jesús mas bien vio con gran amor y aprobación a una viuda que depositó sólo unas cuantas monedas. ¿Por qué? No por el valor de la ofrenda, sino porque Jesús veía el corazón de esta viuda. Ella estaba dando todo lo que tenía para vivir. El mensaje es el siguiente: El hombre ve y juzga según las apariencias, pero Jesús ve los movimientos del corazón. Muchas veces lo que el mundo considera digno de alabanza, Jesús desprecia. Y lo que el mundo considera insignificante, Jesús aprueba y alaba.

Podemos tomar el ‟caminito” de santa Teresita para llegar a la santidad. Porque la santidad no depende en fenómenos extraordinarios sino en la intensidad del amor que acompaña la obra.

O sea, el secreto de la santidad se basa en «hacer de manera extraordinaria las cosas
más ordinarias.»  ¡Este es el secreto! Santa Teresita solía decir:‟Recoger una paja o un alfiler por amor a Dios y salvar un alma.”  Meramente, el acto de recoger un alfiler no es gran cosa. Pero si se hace con la intención de agradar a Dios y pureza de intención entonces ante los ojos de Dios tiene un valor infinito.

La mayoría de nosotros no estamos involucrados en empresas monumentales o iniciativas gigantescas que saldrán en la portada de los diarios. Mas bien, hacemos cosas ordinarias todos los días. Pero estas mismas cosas pueden tener un valor infinito si tan solo las ofrecemos a Dios.

UNA AMA DE CASA.  Generalmente no llegamos a saber de los quehaceres de una ama de casa en el noticiero de las 6:00.  Su rutina gloriosa y quehaceres cotidianos son: barrer, trapear, sacar la basura, ir por el mandado, preparar o servir los alimentos y limpiar la loza después la cena.  Pero para quién lo hace quejándose y con el ceño fruncido, su trabajo no tiene mérito ante Dios, más bien se reduce a nada.


Ahora, si al despertar ella hace su ofrecimiento del día y ofrece todo a Jesús por medio del Inmaculado Corazón de María entonces todo lo que hace será agradable a Dios. Su trabajo la santificará, santificará a su familia, se salvarán almas y su trabajo tendrá gran valor.

Dos cosas son necesarias para que el trabajo cotidiano tenga este valor infinito. Primero, hagamos todo por medio de la poderosa intercesión de María quien es la ‟Obra Maestra de la creación” y segundo, unamos nuestras obras al Santo Sacrificio de la Misa.

Primero, es importante llegar a Jesús por la intercesión de la Santísima Virgen María.  María es el camino más rápido, más fácil y más seguro para llegar al Sagrado Corazón de Jesús.  San Luis de Montfort nos pinta esta imagen.  Hay un hombre pobre que quiere darle al Rey una manzana magullada.  Pero no hay forma de acercarse al Rey; y el Rey nunca aceptará esa manzana, sabiendo en qué condiciones está.  Pero este hombre, conoce a la Reina y la Reina tiene un tierno afecto por él.  La Reina toma la manzana, la corre bajo el agua, la limpia, le saca brillo y la coloca sobre una bandeja de oro con una hermosa rosa roja.  El Rey, quien ama a la Reina, gustosamente recibe la manzana, no tanto por la manzana sino por quién se la da, su hermosa esposa, ¡la Reina!

Lo mismo sucede con nosotros. La manzana magullada son nuestros obras. Todo lo que hacemos por bueno que sea, lo contaminamos con nuestro orgullo, nuestro amor propio y nuestro egoísmo. Pero, si entregamos todo nuestro ser y nuestras obras a Jesús por manos de la Reina, entonces el Jesús el Rey de reyes y Señor de señores no lo rechazará.  María enoblece y santifica hasta las cosas más pequeñas.

Dos, debemos unir todo lo que hacemos y todas nuestras intenciones a Jesús en el Santo Sacrificio de la Misa.  Cada Santa Misa celebrada tiene un valor infinito.  ¿Por qué?  Porque Jesús se ofrece a Si mismo como Víctima como propiciación por nuestros pecados al Padre Eterno.  El Padre ve a su Hijo y dice: ‟Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”  ¡El Padre no podrá negar nada a su Hijo!

Ahora, ¿cómo podemos aplicar este principio de lo místico a lo práctico?  ¡No es difícil !  Cuando vayamos a Misa, lleguemos por lo menos 15 minutos antes de que comienzo.

Abramos nuestro corazón y confiemos en el amor de Jesus por el Padre, el amor de Jesús por mi y por ti y por el mundo entero.  Antes de que comience  la Misa, pongamos como ofrenda sobre el altar, todo lo que somos, absolutamente todo, sin quedarnos con nada: lo que hicimos este día, nuestro trabajo de casa, nuestro trabajo en la cocina, las discusiones con los hijos, las luchas con el marido o la esposa, los temores, las incertidumbres del presente, el dolor de cabeza y las lagunas mentales.  ¡Absolutamente TODO!

La clave es colocar todo sobre el altar antes de que comience la Santa Misa.  Ofrezcamos todo nuestro ser, todo lo que somos, todo lo que hacemos al Padre Eterno.  No desperdiciemos ni un solo instante, entreguemos a nuestra familia y a nuestros seres queridos porque Jesús así lo desea. Para Jesús todo es importante, nada pasa desapercibido. Él conoce cuantos cabellos tenemos en la cabeza. Es verdad, Jesús cuida de todo el mundo, ¡pero Jesús cuida especialmente de TI!

Así, en el Santo Sacrificio de la Misa, especialmente en la Consagración del Cuerpo y Sangre de Cristo, hemos colocado todo sobre el altar, y cuando el sacerdote eleva la Hostia al trono de Dios, nos eleva también a nosotros. El Padre Eterno nos ve por medio de su Hijo amado en quien tiene todas sus complacencias. ¡Y el Padre Eterno no negará nada a su HIJO!

Pero el momento en que recibimos la Santa Comunión es el momento más importante.  Es en ese momento que recibimos a Jesús en el fondo de nuestra alma.  Si comulgamos con la debida disposición interior y un corazón lleno de amor por Jesús recibiremos una abundancia de gracias.  Las cosas pequeñas que hacemos tendrán un valor infinito porque se las hemos ofrecido al Padre Eterno mediante el Corazón amoroso de Jesús.

Aprendamos el arte de la santidad. No se trata de grandes obras sino de la pureza de la intención que las acompaña.  Ofrezcamos a Dios todo nuestro ser mediante el puro e Inmaculado corazón de María y Jesús la Víctima sin mancha que se ofrece a Dios en el Santo Sacrificio de la Misa.



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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS · Tagged: Caridad

Sep 04 2014

¿POR QUÉ LA ESCASEZ DE PESCADORES DE HOMBRES?


SAN BERNARDO DE CLARAVAL (1090-1153) fue muy querido, amado, imitado y la figura más destacada de la Orden del siglo XII. Cuentan que cuando él pasaba por las calles, las madres atrancaban las puertas y escondían a sus hijos.  ¿Por qué?  Por el magnetismo de san Bernardo.  Sabían que si sus hijos tenía el más mínimo contacto con san Bernardo, se irían de sacerdotes o religiosas.

Uno de los carismas y gracias que san Bernardo recibió, entre muchas, era que atraía a los jóvenes Jesucristo.  San Bernardo
reflejaba la santidad y pureza irresistible de Jesús.

En el Evangelio Jesús con pesar dijo: ‟La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos.
Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha.” 

Esta
reflección señalará los 5 principales obstáculos que impiden que los jóvenes
escuchen la voz del Maestro.  

1.EL MATERIALISMO Y EL APEGO A LAS COSAS. El materialismo no es nada nuevo.  En el Evangelio leemos de un joven rico que con entusiasmo se acerca a Jesús.  Este joven le pregunta al Señor, qué era necesario para entrar al reino de los cielos.  Jesús da una respuesta doble.  Primero, Jesús dijo inequivocamente que para ganar la vida eternal es necesario observar los mandamientos.  El joven rico, había vivido una vida honesta y recta, había observando los mandamientos.  Pero Jesús lo reta y porque lo amaba, le pedía más. Pedía una entrega total al amor de Dios.  Jesús le dice:  «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»  Al escuchar estas palabras, el joven se entristece y deja a Jesús.  ¿Por qué?  Porque optó por sus posesiones.  Era un esclavo de sus posesiones. Sus posesiones le cegaban de forma que no podía ver el tesoro que tenía ante sus ojos – JESÚS la perla de valor infinito.  Por eso Jesús dijo: ‟No se puede amar a Dios y al dinero.”

2. FREUDIANISMO/UNA VISIÓN FALSA DE LA SEXUALIDAD HUMANA. Vivimos en una sociedad dominada por los sentidos, lo sensual y la sexualidad.  Seré muy franco: vivimos en una sociedad pornográfica. Por esto, pocos entienden y mucho menos viven la virtud de la castidad. El celibato es ante todo un don que Dios ofrece a ciertas personas, es fundamentalmente un carisma. Pero este don se descubre en la oración y debe ser aceptado. Y después que se acepta, se debe cultivar y defender contra los ataques del hedonismo y los imperiosos reclamos de la carne.  La filosofía freudiana dice que es imposible vivir el celibato.  Pero la Palabra de Dios dice lo contrario: ‟Para Dios todo es posible.” El sacerdote que vive profundamente enamorado de Jesús, María y la Iglesia, vive el celibato por amor a Dios y tanto más abundante serán en su día, los frutos de esta paternidad espiritual.  Usando otros términos, quien asumen el carisma del celibato no niega su paternidad o maternidad sino lo sublima a un nivel más alto – haciéndose Padre y Madre de la familia del pueblo de Dios.

3. EL TEMOR AL COMPROMISO.En una sociedad donde el 60% de los matrimonios acaban en divorcios, en donde la economía  es inestable y el progreso gira a un ritmo alarmante, muchos jóvenes temen el compromiso. ¿Por qué? Ven que los matrimonios se derrumban, los sacerdotes y religiosos abandonan la barca y dejan la Iglesia. Los jóvenes temen le temen al compromiso y huyen a cualquier responsabilidad que dure toda una vida.  Ahora, en la carrera espiritual, muchos entretienen esa duda, se preguntan ‟¿podré perseverar hasta el final?” El mundo nos grita que no, pero para Dios no hay imposibles.  Dios es nuestra roca y fortaleza sobre la que construimos nuestra existencia.  O si le gusta las palabras del salmo: ‟El Señor es mi Pastor, nada me falta.” (Salmo 23,1)

4. CRISIS DE MASCULINIDAD.No es muy dificil ver lo que está pasando en nuestros tiempos, el declive de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, la crisis en la Iglesia, la invasión de la subcultura homosexual en los seminarios y en el sacerdocio que ha debilitado a verdaderos, auténticos y candidatos serios para el sacerdocio.  Valdría la pena leer la obra clásica: ‟Adiós a los hombres buenos,” cuyo autor es el periodista Michael Rose.  Este libro examina los seminarios en las últimas décadas y cómo aquellos hombres que verdaderamente tenían una vocación fueron escoltados del seminario.  Y por qué sucedió esto?  Porque estos hombres rezaban el Rosario, pasaban tiempo con Jesús Sacramentado y cultivaban sus devociones y se mantenían fieles en su obediencia al Magisterio y las enseñanzas del Santo Padre.  Quienes corrían los seminarios consideraban estas prácticas ‟anticuadas y obsoletas” y los que las practicaban no eran candidatos aptos para una vocación sacerdotal.  Y simplemente los expulsaron, les sacaron del seminario.  Y por el contrario, a los afeminados, los poco ortodoxos, los indisciplinados fueron aceptados y dados el pase para la ordenación.  Y por consiguiente, ¿qué es lo que hemos visto en las últimas décadas?  Claro, hubieron los problemas con el abuso de niños, pocos, pero los hubo.  Pero el fracaso más grande se debe al la práctica homosexual entre el clero.  ‟Adiós a los hombres buenos.”  Y una bienvenida cálida a quienes no tienen vocación sacerdotal pero que sin embargo han sido ordenados.

5.LA OPOSICIÓN DE LOS PADRES DE FAMILIA Y LA
DEMÁS FAMILIA.Otro de los grandes
obstáculos para quienes sienten el llamado a la vida consagrada es la
resistencia  y oposición de los mismos
padres de familia.  Así pasó con el
llamado a la vocación sacerdotal de san Alfonso María Ligorio.  San Alfonso siendo solo un adolecente había
logrado 2 Doctorados  en derecho Civil y Eclesiástico.  Ejercio su profesión de manera
extraordinaria, pues era
considerado el mejor abogado de sus tiempos. 
Ejerció como abogado por muchos años sin haber perdido nunca ningún
pleito hasta que un día es derrotado gracias a la Divina Providencia.  Fue
tal su vergüenza que prometió nunca más volver a los tribunales, sintió que el
mundo lo había tracionado.  Despues de
mucha oración y ayuno, san Alfonso le comunica a sus padres su deseo de hacerse
sacerdote.  Su padre autoritario,
oponiéndose a la vocación de su hijo, lo toma del cuello violentamente.  Años más tarde, san Alfonso reveló que esos
habían sido los momentos más difíciles de su vida, el hecho que tuvo que ir
contra la voluntad de su padre para hacerse sacerdote.  Es por esto que en sus escritos sobre la vida
religiosa san Alfonso dice que los padres pueden ser los más grandes amigos de
sus hijos o los más grandes enemigos.

Jesús dijo:‟La mies es abundante, pero los obreros pocos.” Roguemos al Señor de la mies que llame a sus obreros y que los jóvenes con generosidad escuchen su llamado, que trabajen incansablemente por la salvación de las almas.  Que el lema de san Juan Bosco anime a los jóvenes: ‟Dame almas y toma todo lo demás.”

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