Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Abr 02 2018

LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA ESPERANZA

Al recibir el sacramento del Bautismo, nuestra alma recibe dones extraordinarios, entre ellos, las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad. Estas virtudes, semillas sembradas en el terreno de nuestra alma, deben cultivarse con esmero, porque de lo contrario, la cizaña empieza a crecer y a sofocar la semilla y acaba por matarla.

La esperanza es una de las virtudes más atacadas en la sociedad moderna. El Catecismo de la Iglesia Católica nos ofrece una magnífica descripción de esta virtud teologal:

La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo. “Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la promesa” (Hb 10, 23) “El Espíritu Santo que Él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna” (CIC #1817)

Meditemos estas palabras inspiradas, fuente de riqueza y de aliento, imbuidas de esperanza y ungidas por el Espíritu Santo.  Presentaremos diez temas para su meditación…

  1. DIOS CON NOSOTROS.  Dios está con nosotros; Dios nos ha dado la victoria. San Pablo dice con elocuencia alentadora: “Si Dios con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?; el salmista dice “Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra” y el salmo más conocido, salmo 23, igual nos consuela: “El Señor es mi pastor, nada me falta.”
  1. EL PODER DE LA ORACIÓN; LA ORACIÓN FUENTE DE ESPERANZA Y FUERZA. Cuando los israelitas lucharon contra los amalecitas, Moisés subió a la cima de la montaña para ver la batalla, y desde lo alto del monte, oraba con sus manos en alto. El ejército ganaba la batalla mientras Moisés mantenía sus brazaos en alto, pero cuando las bajaba por su cansancio, dominaban los amelecitas. Dice la Palabra de Dios: “Y como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo; Moisés se sentó en ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De esta manera los brazos de Moisés permanecieron levantados hasta la puesta del sol, y Josué derrotó al ejército de los amalecitas a filo de espada. (Ex 17, 11-13) Esta acción lograron su meta, la victoria de de los Isrealitas! ¿A qué conclusión podemos llegar? ¡Nuestra esperanza y nuestra fuerza está en una ferviente y dinámica vida de oración!
  1. SI CAES, NO TE QUEDES POSTRADO… ¡LEVÁNTATE!   Solo Dios es perfecto; las Sagradas Escrituras dicen: “Siete veces cae el justo.” El mayor problema no es tanto la caída del hombre, sino en su resistencia, su falta de voluntad para levantarse. San Junípero Serra, fiel y celoso misionero que evangelizó incansablemente y fue canonizado recientemente dijo: “Siempre adelante, siempre adelante, y nunca atrás…”
  1. ¡PASAJE BÍBLICO POR EXCELENCIA! Lucas 15 es el que mejor expresa el sentido de lo que esa idea y lo hace en palabras muy sencillas de comprender; es la parábola del Hijo Prodigo, o si prefiere, la parábola del Padre Misericordioso. Esta parábola nos deja ver que a pesar de nuestras fallas, ahí están los brazos amorosos de Nuestro Padre Celestial para abrazarnos y levantarnos. San Pablo nos esclarece esta verdad con estas palabras alentadoras: “Donde abunda el pecado, sobreabunda la misericordia de Dios.”
  1. LOS SANTOS, NUESTROS ANIMADORES ESPIRITUALES. El mundo actual se caracteriza por por una soledad aplastante. Aunqe millones viven en las grandes ciudades, el número de ellos sufre de soledad, carecen de amigos o de alguien que les tienda la mano. Pero no estamos solos, porque pertenecemos a la Iglesia, a una gran familia. La Iglesia se compone de tres partes, la Iglesia Purgante, las benditas almas del purgatorio; la Iglesia Militante, la componen los que luchan en su camino al cielo; y la Iglesia Triunfante de Cristo en el Cielo a quien llamamos – los santos. Es este tercer grupo, los santos, quienes son nuestros animadores, nos alientan y animan; su intercesión, su ejemplo y su amor a Dios son siempre un constante recordatorio de que no estamos solos en la batalla, tenemos la compañía de los poderosos amigos de Dios. Esta realidad debería llenarnos de esperanza y añoranza de llegar al cielo!
  1. DIVINA MISERICORDIA. Otro rayo luminoso que rompe las tinieblas y es abrigo de esperanza es la doctrina dada y enseñada por Jesús a santa Faustina Kowalska. Dios la escogió para transmitir el mensaje de la Divina Misericordia a todo el mundo. Santa Faustina fue la primera santa canonizada en el nuevo milenio por san Juan Pablo II en el año 2000. El mensaje es consolador y se dirige a todo hombre: La misericordia es el atributo principal, supremo y más calificativo de Dios. ¿Qué es la misericordia? Es el amor ilimitado y desbordante de Dios perdonando al pecador; hasta el más grande pecador puede llegar a ser el más grande santo si tan solo CONFÍA en la misericordia infinita de Dios. Roguemos sin cesar, ¡JESÚS EN TI CONFIO!

Santa Misa

  1. LA SANTA MISA Y LA SAGRADA COMUNION. Dios deja brillar sobre nosotros sus dones y bendiciones como rayos del sol del medio día. Entre ellos, el Don de dones es Jesús mismo en la Sagrada Eucaristía. Jesús está presente en la Misa y en la Eucaristía “verdadera, real y sustancialmente”. ¡Qué don! Cada día, en cada misa Jesús el Hijo de Dios nace en las manos del sacerdote como sol de la mañana; Jesús el “Pan de vida” baja al fondo de nuestro corazón cuando recibimos la santa Comunión. Teniendo esta realidad ante los ojos debería llenarnos de gozo y esperanza en esta vida y el la vida por venir con Jesús. La promesa de Cristo está llena de esperanza: “Yo soy el Pan de vida, el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. (Jn 6) La misa diaria y la comunión es la fuente de nuestra esperanza de la vida eterna!
  1. LOS BUENOS SAMARITANOS EN EL SENDERO DE LA VIDA. Dios en su infinita bondad nos manda a buenos samaritanos, ¡que poderosa fuente de esperanza! Vuelva a fijarse en momentos anteriores de su vida en espíritu de oración, y reconozca las veces que Dios en su divina providencia le mandó un buen samaritano justo cuando la barca de su vida está por sumergirse. Nuestro Dios no es un dios lejano, impersonal o ajeno a nosotros, el caso es nuestro Dios se encarnó, se hizo hombre justamente para salvarnos, para estar con nosotros, para que pudiésemos sentir su cercanía. Dios nos manda incesantemente, pequeños recordatorios de su presencia a través de los Buenos Samaritanos que nos ayudan a llevar nuestra carga y nos conducen a un lugar seguro. Reconociendo el bien que nos han hecho, debemos también ser buenos samaritanos para otros y hacer el bien.
  1. EL TENUE REFLEJO DEL CIELO ANTE NUESTROS OJOS. Para robustecer la virtud de la esperanza, debemos comprender más profundamente y no perder jamás de vista que nuestro destino eterno es ante todo es el cielo!   Jesús promete: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros (Jn 14, 2-3) ¡En la casa de Dios hay un lugar especial preparado para ti y para mi! La vida es muy corta, así nos lo recuerda el salmista: “El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. (Salmo 103, 15) “Tengamos por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Ro 8, 18)   Pidamos a Dios que logremos entender esta recompensa, así nos dice San Pablo: “Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó al hombre por pensamiento cuales cosas tiene Dios preparadas para aquellos que le aman.” (1 Cor 2: 9) Examina dice san Agustín lo que es la eternidad; la vida en comparación con la eternidad es un abrir y cerrar de ojos; qué efímera es nuestra la vida!
  2. LA VIRGEN MARÍA: NUESTRA VIDA, DULZURA Y ESPERANZA. San Bernardo, el doctor melífluo, gran enamorado de la Virgen María le dedicó a una hermosa poesía, Stella Maris, en donde maravillosamente presenta nuestra vida una barca pequeña y frágil en medio del mar tempuestuoso de la vida; el capitán está en le timón de la nave con la mirada fija el la estrella que brilla en el firmamento que le conducirá a la orilla del mar en medio de la oscuridad; la Estrella del mar conducirá a todos al puerto de salvación. El llamado es para todos, fijemos nuestra mirada en Nuestra Señora, Stella Maris, que por medio de su poderosa presencia llegaremos salvos al puerto de salvación. Por lo tanto, queridos amigos de Jesús y María, aferrémonos a la virtud de la ESPERANZA. Dios está con nosotros, la vida es dura, pero dura poco, y el cielo es para siempre. Imploremos a Nuestra Señora que nos colme de esperanza: “Dios te salve, Reina y Madre, madre de misericordia, vida y dulzura, esperanza nuestra…”


El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.

 

 

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS · Tagged: esperanza, Jesús, virtud

Mar 28 2018

VIVE INTENSAMENTE SEMANA SANTA EL TIEMPO MAS SAGRADO

Cada año Dios deja caer una lluvia de bendiciones, especialmente en la temporada de Cuaresma y en Semana Santa que culmina con el Domingo de Pascua – La Resurrección de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.  La resurrección es el triunfo sobre la muerte, ¡el pecado y el diablo!

Sin embargo, los frutos de estos días santos se reciben en proporción con la disposición interior del alma, su apertura a la gracia de Dios y su docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo.  Por tal, si vivimos nuestra fe cristiana con fervor, cosecharemos abundantes gracias.

¡MAGNANIMIDAD!  La palabra »magnanimidad» es una palabra importante en la espiritualidad Ignaciana y significa gran generosidad de ánima.  San Ignacio de Loyola, en la anotación al director de los Ejercicios Espirituales, hace hincapié en la importancia que el ejercitante entre a estos ejercicios con gran magnanimidad – con ánima o espíritu grande.   

Empecemos Semana Santa con esta misma disposición de espíritu: con MAGNANIMIDAD.  Entremos en el Misterio Pascual del sufrimiento, pasión, muerte y resurrección de Jesús con un deseo ardiente de amar a Dios de forma total, plena y sin reservas.  ¡Vivamos esta Semana Santa como si fuera la última – porque solo Dios sabe si la es!

¡VIVE EL TRIDUO PASCAL INTENSAMENTE!

El Triduo Pascual son los tres días del núcleo de la fe cristiana: la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo).  Estas meditaciones ofrecen una oportunidad de profundizar el Misterio Pascual con una adhesión profunda a Cristo para recibir los más abundantes frutos y llegar a una auténtica conversión de vida.  Porque así, podremos decir como San Pablo: »Ya no soy yo quien vive, sino Cristo quién vive en mí.»

JUEVES SANTO.  El Jueves Santo conmemoramos con amor, asombro y gratitud inexpresable, la institución de dos Sacramentos.  Estos sacramentos que nacen para nuestra santificación y salvación del Sagrado Corazón de Jesús son:  El sacramento de la Santa Eucaristía y Orden Sacerdotal (el sacerdocio).  Como impulso de nuestro corazón debe brotar alabanza y agradecimiento a nuestro Señor Jesucristo por haber dado a su Iglesia tan sublime don.  Este don de la Santa Eucaristía, que nos la dio hasta el fin de los tiempos, lo podemos recibir todos los días (si tenemos la debida disposición).  La Santa Eucaristía es verdaderamente y sustancialmente el CUERPO, SANGRE, ALMA y DIVINIDAD de Jesús.  La palabra »Eucaristía» significa »acción de gracias».  De todo nuestro ser debe brotar la expresión más exaltada y sublime de agradecimiento.

ORDEN SACERDOTAL.  El mismo Jueves Santo, Jesús instituyó el sacramento del Orden Sacerdotal – el sacerdocio católico.  Este sacramento fue instituido por Jesús en el piso superior (el Cenáculo) en la Última Cena – que también fue la primera Misa – cuando Jesús pronunció estas palabras:  »Haced esto en memoria mía.»  Es en este momento que Cristo designa a sus apóstoles como los primeros sacerdotes y obispos.   

El Jueves Santo, en la Misa de la Última Cena y el lavatorio de los pies, debemos rezar por los sacerdotes en forma universal.  Debemos rezar por las vocaciones al sacerdocio, por los seminaristas que se preparan y para quienes son sacerdotes.  Recemos por los sacerdotes jóvenes, por los sacerdotes ancianos, por los sacerdotes enfermos, por los sacerdotes que se sienten tentados, por los sacerdotes que tienen dudas y por los sacerdotes que han caído para que regresen a Jesús el Buen Pastor de sus almas.  Con gran pesar Jesús oró: »La mies es abundante y los obreros son pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su viñedo.»  Son muchas las almas en peligro por falta de obreros y por falta de sacerdotes santos y fervorosos.  El Jueves Santo, recemos entonces con fervor y con el corazón en alto, por los sacerdotes.  Al comulgar, ¡ofrezcamos nuestra Comunión por ellos!  ¡Cuánto anhela Jesús nuestras oraciones! 

VIERNES SANTO.  Una reflexion sobre el Viernes Santo: El Jueves Santo contemplamos a Jesús en la Última Cena bendiciéndonos con dos sacramentos, la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.  El Viernes Santo dirigimos nuestra atención y nuestra mirada hacia la cruz.  Con una voz recemos la oración de san Francisco de Asís: »Te adoramos Cristo y te alabamos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.»



CONTEMPLACIÓN DE LA CRUZ Y LA CRUCIFIXIÓN.  Pasa tiempo en silencio contemplando una imagen gráfica de Jesús crucificado, medita y contempla su SANGRE PRECIOSA.

Con amor, reverencia y devoción y con un espíritu de reparación, contemple las llagas de donde brotó la Sangre Preciosa de nuestro Salvador.  Primero, vea su cabeza una corona tejida de espinas, vea las espinas puntiagudas que traspasan su ceja y penetran el cerebro de nuestro amado Señor, vea como corre su sangre incesantemente; fije los ojos de su alma en la sangre que derramó por la salvación de su alma.  Jesús sufrió su dolorosísima pasión por el mundo entero, pero en forma persona, ¡la sufrió por ti! 

Si fueras la única persona en todo el universo, el amor de Jesús para ti es tan grande que Él hubiese derramado igual cada gota de su Preciosa Sangre por la salvación de tu alma.  ¡Cuán precioso somos para Dios!  Cuán preciosos somos para su Sagrado Corazón.

Contempla ahora sus manos traspasadas por los clavos.  Las manos que bendijeron a los niños, las manos que al tocar los ojos de los ciegos les restauraron la vista, las manos que tocaron a los leprosos y sanaron la lepra al instante, las manos sagradas que transformaron el pan en su Cuerpo y Sangre, estas mismas manos ahora están clavadas a la cruz y no dejan de brotar sangre.  

Contempla sus pies: Estos pies caminaron para traer la buena nueva a los forasteros, los abandonados, los pobres y los despreciados.  ¡Jesús vino para liberar a los cautivos!  Pero ahora estos pies no se pueden mover.  De la llaga de los pies ahora solo brota sangre para que podamos caminar el camino de pureza, justicia y paz.

EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.  Por último, contemplemos el Sagrado Corazón de Jesús traspasado por la lanza. De esta fuente de vida, brotó Sangre y Agua para la vida sacramental.  El agua es símbolo de los sacramentos del Bautismo y Confesión.  ¡La Sangre es símbolo de la Santa Eucaristía!  En todas nuestras penas y angustias, temores y sufrimientos, ¡busquemos refugio seguro en el Sagrado Corazón de Jesús!

SÁBADO SANTO:  EL DOLOROSO E INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

SÁBADO SANTO.  Muchos no entienden lo que es el Sábado Santo.  Los siguientes son los sentimientos y el espíritu que debemos cultivar en este dia.  ¿Ayuno?  El Viernes Santo es obligatorio el ayuno.  Pero el Sábado Santo la Iglesia anima a los fieles a que ayunen, pero no es obligatorio.  ¡Pero SILENCIO!  Sí, ¡silencio!  El ruido y bullicio no deben llenar el día sino el silencio.  ¿Por qué?  Para poder contemplar a Jesus con un espíritu de oración.

NUESTRO CORAZÓN Y NUESTROS PENSAMIENTOS.  Acompañemos a nuestra Madre Santísima, nuestra Señora de los Dolores con nuestro corazón y nuestros pensamientos.  La Iglesia recomienda que pasemos tiempo con ella reviviendo los momentos de la pasión.  Entremos a su Inmaculado Corazón, y al pie de la cruz, revivamos la pasión, el sufrimiento y la muerte de Jesús por los ojos de María.  Porque nadie jamás ha penetrado lo hondo del sufrimiento de la pasión de Jesús mejor que su Madre Inmaculada.

CONCLUSION:  Vivamos el Triduo Pascual con MAGNANIMIDAD.  Entremos al Triduo Pascual con gran amor y gratitud a Jesús por haber entregado su vida por mí, por haber derramado cada gota de su Preciosa Sangre por mí, como si fuese yo la única persona en todo el universo.  ¡Cuán grande es el amor de Jesús por mí y por ti!


El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS · Tagged: Semana Santa, Triduo Pascual

Mar 27 2018

10 CONSEJOS PARA CUIDAR EL ALMA ESTAS VACACIONES

La salud del cuerpo se ha convertido en una obsesión occidental. Cientos de recursos se ponen hoy a la mano de las personas para que lleven a cabo una “vida saludable” y en armonía con la naturaleza. Una vida que dure cien años, o más. ¿Para qué? Para viajar, hacer relaciones, conocer culturas exóticas, tener amigos, buscar lo mejor de lo mejor…

Poco se habla, sin embargo, de la salud del alma, misma que sostiene la salud del cuerpo. Un alma carcomida no puede ser sustento de un cuerpo usado para el bien, desgastado para el bien. Sobre este particular, considerando el cuerpo como un regalo de Dios y templo del Espíritu Santo, pongamos en práctica este decálogo importante para estos tiempos en los que comienzan las vacaciones.

  1. EVITAR EL DAÑO. Los padres ofrecen a sus hijos una serie de consejos para no hacerse daño físicamente. Y mientras más pequeños, más atentos están para que no se lesionen o se causen algún mal. Pero, ¿hacen lo mismo en el plano sobrenatural? Uno de los pecados, el de omisión, es justamente esto: ignorar el alma inmortal y no estar alerta a las situaciones de pecado. Evitar la ocasión cerca del pecado es una cualidad indispensable en nuestra búsqueda de la santidad y la adquisición de la corona de gloria que llamamos vida eterna.
  2. EVITAR LA CALUMNIA Y LAS HABLADURIAS. Seremos juzgados en la misma medida que juzgamos. Jesús dice que de la abundancia del corazón habla nuestra boca. Si el hábito formado es estar con chismosos, hay que cambiar, hay que evitar frecuentarlos. Los pecados de la lengua ensombrecen nuestra vida e impiden la virtud.
  3. USAR LA VESTIMENTA ADECUADA. Que nunca seamos ocasión de pecado para otros. Somos embajadores de Cristo, desde el Bautismo estamos investidos por la Gracia. Debemos vestir en consecuencia. Cuando decimos vestir adecuadamente, no nos referimos sólo en la Iglesia, como si fuera el único lugar en el que deben vestir con decoro y modestia, sino en todo tiempo y lugar. Nunca olvidemos: somos cristianos 24/7.
  4. EVITAR LAS MALAS COMPAÑIAS. San Pablo dice que las malas compañías corrompen la moral. El proverbio expresa sucintamente esta verdad: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. No tenemos que ser científicos para saber que tenemos la tendencia a imitar a nuestros amigos y nuestros asociados. Reza por la gracia de encontrar un amigo o dos que sean nobles, puros, honestos; que trabajen duramente su cristianismo. La sabiduría del Antiguo Testamento nos enseña que quien encuentra un verdadero amigo, encuentra un tesoro.
  5. CUIDAR LA MIRAD. Otro proverbio es a propósito de este concepto: “La curiosidad mató al gato”. Peor aún, los ojos errantes de rey David resultaron en adulterio con Betsabé, y, finalmente, incluso mataron a su marido, el valiente y honesto soldado Urías, el hitita. El santo Job afirma: “He hecho un pacto con mis ojos: no mirar a una mujer”. Por último, Jesús exclama: “Bienaventurados los puros de corazón; ellos verán a Dios”. En un mundo con abundancia de imágenes impuras, hoy más que nunca necesitamos practicar la estricta custodia de los sentidos, ¡especialmente nuestros ojos!
  6. EVITAR LA IMPULSIVIDAD.. Otra actitud o disposición que hay que evitar es ser impulsivos en todos los sentidos, pero especialmente en el habla. Un buen proverbio: “Pensar antes de hablar”. A un nivel más espiritual, Santiago nos exhorta: “Debemos ser lentos para hablar y listos para escuchar”. Santo Tomás de Aquino ofrece esta importante idea: Dios nos ha dado dos oídos y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos.
  7. ATENDER EL USO MEDIOS ELECTRONICOS. Es una urgencia actual, prestar atención a lo que hacemos con los medios electrónicos. Como lo dijo Fulton J. Sheen, podemos beber, fácilmente, y absorber con los ojos la basura moral que se nos ofrece como sucedáneo de diversión. Podemos tomar años y años para borrar de nuestra mente imágenes horribles que hemos visto en algún medio. ¿Para qué forzar la cosas hasta ese nivel? Nuestra mente es un inmenso archivo que almacena todas las experiencias, todo lo que hemos hecho, así como todo lo que hemos visto. Por lo tanto, hay que ser muy estrictos con nosotros mismos y con nuestros hijos en lo que traemos en nuestras mentes y corazones a través de lo que vemos.
  8. EVITAR EL SINDROME SOFA-PATATA. “La ociosidad es el taller del diablo”. En otras palabras, si tú no tienes nada que ver, entonces el diablo te dará un montón de cosas que hacer. San Juan Bosco tenía un miedo mortal al tiempo de vacaciones para los jóvenes-adolescentes. El trabajo es bueno para todos nosotros. El trabajo perfecciona nuestra naturaleza; nos ayuda a cultivar nuestros talentos. El trabajo sirve como un medio de ayudar a los demás. El trabajo era lo que Dios mandó a Adán después del pecado original: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
  9. EVITAR LA PEREZA MENTAL. Si algo no se utiliza, se pierde. Es un viejo consejo de los abuelos que sirve para los jóvenes. Dios nos ha dotado a todos con una mente que Él desea que cultivemos. En un jardín que no se cultiva bien, rápidamente crece la maleza. Una mente que no se cultiva, permite el crecimiento de las malas hierbas mentales. Esta pereza mental puede prevenirse o corregirse mediante el excelente hábito de la buena lectura. Nunca hemos vivido en un mundo con tanta confusión. Sin embargo, nunca hemos vivido en un mundo con tan buena literatura. Depende de nosotros encontrar buena literatura y formar el hábito de la lectura. Algunos de nuestros mejores amigos pueden ser buenos libros.
  10. VISITA A JESUS Y MARIA. En el Padrenuestro oramos: “danos hoy nuestro pan de cada día”. Esto se puede interpretar de una manera sacramental, como el hábito de ir a Misa todos los días y recibir a Jesús en la Santa Comunión, el verdadero Pan de Vida. Él nos ayudará a subordinar los deseos del cuerpo a la orden de la voluntad. También visita continuamente a María. Ella es la vía más corta para llegar a Jesús, la más rápida de todas las vías: es, en verdad, un atajo para llegar a su Hijo. Para estar unidos a Él. Nuestra Señora sirve como un puente para la unión con Jesús. Dice san Maximiliano Kolbe: “Ponte en manos de María; ella sabrá proveer a las necesidades del cuerpo y del alma. Por lo tanto, está en paz, en paz completa, con una confianza ilimitada en su intercesión”.
    El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Mar 27 2018

CINCO PRACTICAS PARA ENGANCHAR A LOS NIÑOS EN LA FE Y LLEVARLOS AL CIELO

Un tema importante, sobre todo para los padres con hijos pequeños que tienen que nadar en contra de la corriente relativista y secular, según la cual, para ser libres los hijos deben “escoger” la fe que quieren profesar sin que los padres le transmitan sus propias creencias.

La obligación primaria de los padres hacia los hijos es la de proveerles el camino de salvación para sus almas inmortales. Por ello es bueno tener en cuenta, al menos, 5 prácticas, 5 decisiones, fundamentales para llevar a los hijos al cielo.

La primera de todos es bautizar a los niños lo más pronto posible. Desde el embarazo los buenos padres han de hacer todo lo necesario para bautizar a sus hijos rápidamente. Pláticas pre-bautismales, papeles, padrinos… todo debe estar listo para cuando nazca el bebé. Retrasar la entrada del nuevo miembro a la Iglesia es algo que debería evitarse.

La segunda es orar inmediatamente, en edades tempranas. El niño es una especie de esponja que absorbe agua. El agua puede ser sucia (por ejemplo, la vulgaridad de la televisión) o limpia, como son las oraciones a la Virgen, al ángel de la Guarda, a Dios… ¿Por qué no llenar los labios y el corazón del niño con oraciones bellas en lugar de llenarlo de basura?

La tercera vía para enganchar a los hijos en la fe es el ofrecimiento. Hay que invitar a los hijos a ofrecer los sufrimientos diarios y las cruces que Dios envía tanto a los adultos como a los pequeños. Muchos sufrimientos se desperdician porque no le son ofrecidos a Dios. Podemos enseñar incluso a los muy pequeños a ofrecer un dolor de cabeza, un dolor de muelas, …

El cuarto camino viene de la frase de Jesús de amarnos unos a otros como Él nos amó. Es el más grande de los mandamientos del Señor, el mandamiento del amor. Los padres deben amar a sus hijos por igual, aunque el demonio esté listo para sembrar la semilla de la discordia, la confusión, los celos, la envidia, … Los padres deben hacer superar el complejo de Caín entre sus hijos.


Finalmente, el camino de la presencia real de Cristo en la Misa, en la Consagración, en la Comunión y en la Iglesia. ¿Cómo? Varias sugerencias:

—Trabajando los padres en el crecimiento de la fe de que Jesús está presente en la Eucaristía (nadie da lo que no tiene)

—Explicando al niño que el acontecimiento más importante de toda la semana es ir a la Misa dominical, pero también participar en ella de manera consciente, total y activa

–Haciendo reverencia, pues el mundo actual ha perdido el sentido de lo sagrado en los templos. Los padres deben enseñar a sus hijos que el templo es la casa de Dios. Además, la presencia de Jesús en el Sagrado Sacramento tiene que estar acompañada del silencio (que fortalece tanto la oración como la reverencia)

–Hacer las genuflexiones propias –frente a Jesús—que se hacen frente a los reyes y a los príncipes de este mundo. Se trata del Señor de los Señores y del Rey de Reyes. Una rodilla en tierra, las manos en el pecho, así de simple

–Realizar constantes visitas a Jesús sacramentado. Los padres deben hacerse el hábito de parar en su día para visitar a Jesús en el tabernáculo. Incluso si las visitas son de cinco minutos, mostrar a los hijos que se hace por amor al Señor.


El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.

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Mar 21 2018

15 GRACIAS QUE RECIBISTE EL DIA DE TU BAUTISMO QUE QUIZAS NO SABIAS

 

Enseguida te presento un breve recordatorio enumerado, de todas las Gracias que han fluido en ti y te han sido entregadas desde el día de tu bautismo. Contiene también caminos prácticos que pueden activar todas estas Gracias.

Recuerda tu fecha de bautismo y agradece abundantemente a Dios por todo esto que se te ha regalado:

  1. SER HIJO DE DIOS PADRE. Reza el Padrenuestro pensando en su profundo significado. Reconócete con este parentesco. A través del bautismo tú eres un verdadero hijo de Dios.
  2. SER HERMANO DE JESUCRISTO.  Conoce, ama y sigue a Jesús todo el tiempo. ¿Cuál “nombre” con los que se le ha llamado a Jesús, te atrae más?
  3. SER AMIGO DEL ESPIRITU SANTO.  El Espíritu Santo es tu más íntimo y constante amigo. ¿Cuál nombre que se le ha dado, te atrae más?
  4. LA FE.  Haz crecer tu fe estudiando aún más. Ten sed de conocer tu fe, cada vez más y más.
  5. LA ESPERANZA. En este año de la Divina Misericordia, lee el diario de Santa Faustina y ¡Confía en Dios! Durante las pruebas, cree en Dios aún más. Di: “JESÚS, EN TI CONFÍO”
  6. LA CARIDAD. Esfuérzate por amar a Dios desde una oración más profunda, pero a la vez, a través del amor a tu prójimo. Contempla a Jesús colgado en la Cruz por amor a ti y por amor a mí.
  7. LA JUSTICIA. Aprende a ser justo contigo mismo y con los demás. Según Santo Tomás de Aquino “La justicia es dar a cada uno su parte”.
  8. LA TEMPLANZA. Ofrece a tu cuerpo una alimentación correcta, el necesario descanso y el ejercicio adecuado. Aprende que la virtud descansa entre estos dos extremos (Aquino y Aristóteles)
  9. LA PRUDENCIA. Aprende y aplica los tres pasos para realizar una obra o tomar una decisión con cautela: 1) Piensa, 2) Decide y 3) Actúa. Permite que esta virtud se perfeccione a través del Don del Consejo. Ora por el gran poder de tomar buenas decisiones basadas en la fe y en la razón. Lee la encíclica “Fides Ratio” (La Fe y la Razón) de San Juan Pablo II.
  10. LA FORTALEZA. Soporta pacientemente las cosas malas que Dios permite entrar en tu vida en imitación a Cristo, por tu propia perfección, así como por la salvación de las almas. Pide la intercesión de los mártires, ellos son brillantes ejemplos de la paciencia en el sufrimiento.
  11. LA GRACIA SANTIFICANTE. ¡Permite que la gracia de Dios permee toda tu vida! Pídelo a la “Llena de Gracia”, Nuestra Señora. Ábrete a las inspiraciones celestiales de Dios.
  12. TE HACE MIEMBRO DE LA IGLESIA. En este momento estás unido al cuerpo místico de Cristo. Diles a los demás que amar a Cristo es amar a la Iglesia, que es su cuerpo místico.
  13. EL EXORCISMO. Renuncia a Satanás y a todas sus obras en todo momento. Ora a San Miguel, San José y también a San Benito.
  14. SER UNA VELA ARDIENTE. Sé una luz para el mundo, esto significa dar un buen ejemplo. El lema del Movimiento Cristiano: “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”.
  15. EL CIELO. Reconoce que a través del bautismo estás llamado a ser seguidor de Cristo, lo que significa llegar a ser un santo. El final del viaje de todos los santos es el cielo.

Alégrate que tu nombre se encuentra escrito en el cielo, en el Libro de la Vida. Vive entonces de acuerdo con esta dignidad. ¡Conviértete en un santo!


El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS · Tagged: bautismo, gracias bautismales

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