Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

  • LECTURAS DEL DIA
  • ARTICULOS
  • Audios
  • MINI CATECISMO
  • Videos
  • P. Escobita
    • P. Escobita
    • San Pedro Chanel
  • English

Jun 26 2024

PATERNIDAD ESPIRITUAL-SER «PADRES ESPIRITUALES”

«Sed fecundos y multiplicaos» fue el primer mandamiento de la Biblia.   Nuestro Dios es un Dios de vida; Él ama la vida, da vida y Él mismo es vida.   Jesús lo dijo claramente: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vid.

En su mayoría, el hombre y la mujer están llamados a la vocación matrimonial. Ambos, hombre y mujer, son convocados y llamados por Dios a colaborar con Él en la generación de una nueva vida.  ¡Qué maravillosa y sublime vocación!  El nombre técnico que se emplea es el de «Procreación».  El hombre y la mujer, el esposo y la esposa son llamados a la maternidad y a la paternidad para colaborar con Dios en engendrar nueva vida.   Ellos aportan la materia y, en el momento de la concepción, Dios mismo infunde el alma inmortal.

No obstante, es preciso señalar que Dios llama a algunos hombres y mujeres a una paternidad y maternidad en el ámbito espiritual.   Y no se supone que ese hombre o esa mujer nieguen su paternidad o maternidad, puesto que la subliman a otro nivel, al plano sobrenatural de la vida.

EL CELIBATO POR EL REINO DE DIOS.  Algunos hombres están llamados a asumir, acoger y vivir el celibato por el Reino de Dios. El celibato, en una sociedad materialista, sensual, hedonista y que busca el placer, no sólo se considera imposible, sino ridículo y absurdo.

JESÚS: EL MODELO DEL CELIBATO.   Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.  Él es el Modelo por excelencia.  Jesús eligió no casarse y vivir el celibato. Hasta el día de hoy, Jesús invita a algunos hombres a seguir sus pasos.

EL DON Y EL CARISMA.   Hay una cierta dinámica en toda la realidad del celibato por el Reino de Dios.  Veamos la lógica y la secuencia de la realidad del celibato vivido a imitación de Jesús por el Reino de Dios.El celibato debe entenderse y aceptarse, en primer lugar, como un don. Dios es el dador de todos los dones. El celibato por el Reino de Dios es uno entre los muchos dones de Dios.

 1.DON. El celibato debe entenderse y aceptarse, en primer lugar, como un don. Dios es el dador de todos los dones. El celibato por el Reino de Dios es uno entre los muchos dones de Dios.

2. CARISMA.  Además de ser un don, el celibato es también un carisma que procede de la acción del Espíritu Santo.  Quienes son llamados tanto a la vida religiosa como al sacerdocio han sido dotados del maravilloso carisma del celibato por el bien del Reino.

3. RECONOCER.  Hay quienes han recibido de Dios este don y carisma, pero por diversas razones culturales o sociales nunca llegan a aceptar este don gratuito que Dios les ha concedido.   En ellos existe una cierta ceguera espiritual.

4. ACEPTACIÓN.  ¡Una vez más nos encontramos con el misterio de la libertad, del libre albedrío!  Dios ofrece muchos dones gratuitos, pero somos libres de aceptar o rechazar sus dones.  Jesús invitó al Joven Rico a seguirle, pero él decidió libremente no aceptar el regalo debido a que tenía muchas posesiones y se apoderó de su propio corazón.   Jesús dijo: «No se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo».

5. CULTIVAR.   El don del celibato no sólo tiene que aceptarse libremente, a la vez hay que cultivarlo.  De la misma manera que el talento, musical, físico o artístico, » cuando no se utiliza, se pierde «.  Un jardín que no se cultiva se llena de maleza y las flores y plantas pronto se asfixian y mueren.

6. HERRAMIENTAS. Los instrumentos específicos para cultivar el don del celibato son la oración, la penitencia, una vida sacramental ferviente y asidua y evitar la ocasión próxima del pecado.  «El que con fuego juega se quema».

7. DEFENDER. Efectivamente, es necesario defender firmemente este don contra los tres enemigos fundamentales de la vida espiritual: el diablo, la carne y el mundo.  El diablo es un mentiroso desde el principio (Jn. 8).  La carne no quiere obedecer ni someterse al espíritu. El mundo pretende convencernos de que la verdadera felicidad sólo se alcanza teniendo, poseyendo y entregándose a las cosas del mundo.  Un instrumento muy eficaz que muchos religiosos y religiosas utilizan para vivir los votos de pobreza, castidad (el carisma del celibato) y obediencia es el vestido del hábito religioso.   Los documentos de la Iglesia afirman que es un signo escatológico, es decir, que alude a la realidad de que hay una vida que va más allá de la muerte.

La muerte no tiene la última palabra, sino que existe la vida eterna.  También hay un dicho común que ilustra la importancia de llevar el hábito religioso: «¡El hábito no hace al monje!  (¡Es cierto!) ¡Pero sí lo define y lo defiende!».   Con esto se quiere decir: el hábito defiende a la persona como consagrada a Dios y la defiende contra los muchos engaños y seducciones.

8. RECONOCIMIENTO Y GRATITUD.  Cuando se reciben regalos, es natural expresar apreciación y gratitud.  Y Dios ama un corazón rebosante de gratitud. Dios recompensa al corazón agradecido con una superabundancia de bendiciones. Que las palabras del salmista resuenen en lo más profundo de nuestros corazones:  «Dad gracias al Señor porque es bueno; es eterna su misericordia».

9. FECUNDIDAD Y FERTILIDAD ESPIRITUAL. El celibato en bien del Reino no debe ser nunca una realidad estéril, infructuosa, árida, improductiva o baldía.  Al contrario, fruto y crecimiento espiritual deben ser las consecuencias naturales del celibato por el Reino de Dios.  Dios pedirá a los célibes en el día de su juicio: «¿Dónde están los hijos que habéis engendrado, traído a la vida? «Existe la doble realidad de la persona humana; por así decirlo, la persona tiene una existencia formada por un cuerpo y un alma.   Nuestro cuerpo humano tiene un valor increíble. Pero, la realidad y la salvación del alma inmortal tienen un valor incalculable.  Jesús lo afirmó con la mayor claridad y en términos inequívocos: «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma? ¿Qué puede uno cambiar por su alma?  Santo Tomás de Aquino llega a afirmar que un alma vale más que todo el universo creado.

10. JESÚS, MARÍA Y LA IGLESIA COMO MODELOS Y MOTIVADORES. En una ocasión, una mujer de la multitud gritó: «Tu madre, hermanos y hermanas están aquí…». A lo que Jesús respondió: «¿Quiénes son mi madre, mis hermanos y mis hermanas?   Todo el que hace la voluntad de mi Padre celestial es mi madre, mi hermano y mi hermana». En este momento y contexto, Jesús estaba elevando la generación de la vida a un nivel sobrenatural superior.   Entre los muchos títulos que se dan a la Iglesia uno de los más renombrados es el de «Cuerpo Místico de Cristo». La naturaleza misma de la Iglesia, «Cuerpo místico de Cristo», es generar nueva vida, muy especialmente mediante la palabra vivificadora y la vida sacramental.  Jesús lo afirmó inequívocamente: «He venido para que tengáis vida y vida en abundancia». (Jn. 10, 10) De gran importancia en el ámbito general del celibato y la virginidad por el Reino de Dios es la espléndida, gloriosa y ejemplar presencia y persona de la Santísima Virgen María.   Ella hizo voto de virginidad perpetua para poder consagrarse totalmente a Dios: su corazón, su mente, su cuerpo, su alma, sus emociones y todo su ser fueron totalmente ofrecidos a Dios.   En consecuencia, Dios hizo maravillas en ella: «El Señor ha hecho en mí grandes cosas y santo es su nombre…». (Magnificat de María)

Recemos fervientemente para que más jóvenes, hombres y mujeres, a través de una profunda y asidua vida de oración, discernimiento y dirección espiritual, descubran este don y carisma que Dios les ha concedido gratuitamente, lo acepten, lo cultiven y lo defiendan.  Muchos están llamados a una paternidad y maternidad espiritual fecundísima por el bien de las almas y del Reino de Dios.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

May 04 2023

SÉ EL SANTO QUE DIOS TE LLAMA A SER: ¡HOY MISMO!

¡Qué fascinantes son los santos!, dinámicos, atractivos, carismáticos, de épocas, lugares, culturas y temperamentos diferentes, y atraen y ameritan ser imitados por todos.

El Catecismo de la Iglesia Católica da dos motivos poderosos por los que debemos venerar, honrar y confiar en la presencia de los santos. No olvidemos las tres dimensiones de la Iglesia: la Iglesia Sufriente, las almas del purgatorio; la Iglesia Militante, los soldados de Cristo que luchan por Cristo y por la salvación («nosotros vivientes»); y, además, la Iglesia Triunfante, los santos del Cielo.  La Iglesia Triunfante, la Comunión de los santos, que, aunque hayan muerto físicamente, viven ahora más que nunca de forma espiritual.

Concretamente, las dos formas mediante las cuales los santos pueden ayudarnos son las siguientes: 1) El poder de intercesión; 2) El magnífico ejemplo que nos han dejado para imitar y seguir. Ellos son, en efecto, nuestros admirables amigos en el Cielo.

INTERCESION. Los santos pueden interceder por nosotros. Cada vez que pensamos en ellos y o conversamos con ellos, los santos interceden con gran fervor por nuestra conversión, santificación y salvación eterna. Es decir, cada vez que hablamos con ellos en la oración, ellos interceden por nosotros. Su intercesión es muy poderosa porque son amigos íntimos de Dios en el Cielo y lo seguirán siendo por toda la eternidad.

IMITACIÓN.  Todos necesitamos modelos, héroes, figuras para imitar, que nos animen, sobre todo en lo que se refiere a la virtud y la santidad.

DIFERENCIAS Y SIMILITUDES ENTRE LOS SANTOS.  Cada santo tiene una época, una cultura, una capacidad intelectual, un carácter y un temperamento distinto. Sin embargo, existe un punto en común entre ellos. El denominador común que los une es, sencillamente, su amor a Jesús, el Más Santo de todos los santos, Jesús, verdadero Amigo, el CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA…

LLAMADA UNIVERSAL A LA SANTIDAD. Los santos están en el cielo y Dios les ha confiado el don de colaborar en nuestras vidas aquí en la tierra. Si los invocamos, ellos escuchan nuestras oraciones, y las presentan ante el trono de Dios, y Él escucha nuestras oraciones y nos ayuda.   Un dato que desconoce la gran mayoría de los creyentes se encuentra en el Capítulo V de Lumen Gentium, la Constitución Dogmática sobre la Iglesia. «La llamada universal a la santidad».   Lumen Gentium, considerada la Constitución Dogmática más importante del Concilio Vaticano II, el Capítulo V insiste en que la santidad, llegar a ser santo es una llamada universal. Todos y cada uno de nosotros individualmente estamos llamados a ser santos, y ¡grandes santos!

A continuación, presentamos algunos pasajes bíblicos, y daremos dichos de santos sobre la llamada universal a la santidad. Repito, no es algo opcional ser santo, sino que ¡es un deber!  Si le gusta que lo expresemos en sentido gramatical: ¡no es un condicional, sino un imperativo! ¡Es preciso hacerlo!  No se trata de un capricho o de un deseo, sino de un imperativo.

PRIMERO: ¿QUÉ NOS DICE LA BIBLIA, LA PALABRA DE DIOS? JESÚS DICE…

  1. «Sed santos como es santo vuestro Padre celestial».
  2. » Dichosos los que tienen hambre y sed de santidad, ellos serán saciados».
  3. San Pablo a los Tesalonicenses: «Esta es la voluntad de vuestro Padre celestial, vuestra santificación…».

DOS, QUÉ HAN DICHO LOS SANTOS SOBRE LA LLAMADA A LA SANTIDAD

1. Santa Madre Teresa de Calcuta decía a las jóvenes: Si quieres llegar a ser hermana (monja) tienes que llegar a ser santa, si no, no entres a ser Misionera de la Caridad. Madre de Teresa afirmaba con insistencia: «La santidad (hacerse santo) no es privilegio de unos pocos, sino deber de todos».

2. LEÓN BLOY. (FAMOSO ESCRITOR CATÓLICO FRANCÉS) «La peor tragedia que podemos sufrir en la vida es no habernos convertido en el santo que Dios nos ha llamado a todos a ser.»

3. SAN JOSÉ MARÍA ESCRIBA BALAGUER.  El Fundador del Opus Dei, santo de nuestra epoca, insistía a todos los miembros del Opus Dei -la obra de Dios- en que todos debían trabajar por la santidad según su propio estado de vida.  El fontanero, el profesor, la mujer casada, la monja, el jardinero, el sacerdote, el obispo, el limpiabotas… todos están llamados a ser santos según su propio estado de vocación en la vida. Se sabe que San José declaró: «La mayor crisis del mundo es la falta de santos».

4. SANTO DOMINGO SAVIO Y SAN JUAN BOSCO.   Santo Domingo Savio, patrono de la juventud, que murió a los 14 años, pidió a San Juan Bosco una gracia especial.   Domingo Savio le dijo a Bosco: «Yo soy la tela y tú el sastre; ¡haz de mí un santo!».  Dejemos nuestra vida en manos de los santos, los verdaderos amigos de Dios, y roguémosles que intercedan por nosotros para que lleguemos a ser los santos que Dios nos ha destinado desde toda la eternidad.

5. SAN FRANCISCO DE SALES: INTRODUCCIÓN A LA VIDA DEVOTA.  San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia, manso, amable y gentil, es autor de un clásico literario-espiritual: Introducción a la Vida Devota.   Este clásico universal de la literatura contiene en su totalidad pasos prácticos, que nos enseñan las decisiones y acciones que debemos emprender para llegar a vivir la santidad heroica, para convertirnos en el santo que Dios quiere para nosotros.

6. SIERVA DE DIOS LUCIA DE LOS SANTOS (VIDENTE DE FATIMA). El día de su Primera Comunión, siendo solo una pastorcita, al recibir por primera vez a Jesús Eucaristía pidió esta gracia: ¡Señor Jesús, hazme santa!  ¡Qué verdad!

7. BEATO CARLO ACUTIS: Como santo Domingo Savio, Carlo fue un joven santo, montó una página web sobre Milagros Eucarísticos, orientó su vida a hacerse santo. El Beato Carlos afirmaba:   «El camino más rápido a la santidad es la Sagrada Eucaristía».  Sigamos el consejo de este santo adolescente.

8. SAN JOSÉ LUIS SÁNCHEZ RÍOS.  Otro joven santo que murió como mártir en la Revolución Cristera en México, que fue torturado, acuchillado y finalmente fusilado se convirtió en santo gracias a la Eucaristía. Cuando estaba encarcelado, su tía le llevaba a escondidas la Sagrada Eucaristía.  La película moderna Mirando al Cielo presenta al santo de 14 años como anhelando morir mártir. ¿Por qué? Él decía que porque anhelaba ardientemente ir al cielo para estar con Dios para siempre. Decía que era fácil. Sufrir por poco tiempo; morir como un mártir y ¡el Cielo es tuyo!  ¡Un santo en compañía del Señor para siempre!

9. EL CURA DE ARS Y EL DIABLO   El Cura de Ars pasó la mayor parte de su vida como sacerdote en las afueras de la ciudad ay de Ars, recluso en el confesionario, donde pasaba entre 13 y 18 horas cada día.  Al final de su vida, el diablo se le apareció y le dijo que si había otros cinco hombres como el Cura de Ars, acabaría con su reino.

10. NUESTRA SEÑORA Y LA SANTIDAD Los santos coinciden en que la santidad consiste en una relación profunda con Jesús, y, en palabras de Santa Luisa de Montfort «María es el camino más rápido, más fácil y más corto hacia la santidad… (el atajo hacia el cielo….)

Y para terminar, queridos amigos en Jesús, María, los ángeles y los santos, ¡no lo pospongamos más! Esforcémonos por llegar a ser el santo que Dios nos ha llamado a ser. Recordemos las palabras de Santa Madre Teresa de Calcuta: «La santidad (llegar a ser santo no es el privilegio de unos pocos, sino el deber de todos».  Esforcémonos todos ahora y colaboremos con la gracia de Dios ahora, con la ayuda de María, la llena de gracia, ¡y entonces podremos descansar para siempre en el Cielo con Dios, María, ¡los ángeles y los santos!

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Mar 10 2023

MODALES EUCARÍSTICOS Y LA HOSPITALIDAD

En mi época de diácono, en 1985, en la ciudad de Roma, tuve el privilegio de ir al  hospital de San Juan de Dios de Roma para visitar a los enfermos. La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios era quien atendía a los enfermos y ancianos en ese gran hospital con vistas al Trastevere. Ellos bien reconocía y encontraban a Cristo sufriente, vulnerable, esperando ser atendido y consolado en el enfermo.

Han pasado décadas desde aquellos días de servicio a los enfermos en aquel hospital, mas el recuerdo más vivo de esa visita que realicé en Semana Santa no es tanto el Hospital, ni su situación geográfica, o a los pacientes del hospital, sino que me dejó una huella indeleble, son los finos modales de los Hermanos que servían en aquel hospital.

Al llegar al hospital de San Juan de Dios, recibí una calurosa bienvenida de parte de los Hermanos de la Comunidad, me recibieron con una sonrisa, palabras amables y alentadoras, y un rico refrigerio. ¡Esta calurosa bienvenida fue tan  espontánea! ¡De hecho, me senti muy halagado por el recibimiento que recibí!

Observando tan delicados y finos modales y su sincera hospitalidad, felicité a uno de los Hermanos de San Juan de Dios al partir de regreso al Seminario. Le dije: «Sinceramente, vosotros, hermanos, son auténticamente excepcionales en la hospitalidad». El Hermano de San Juan de Dios, de manera espontánea y con la más profunda humildad, respondió: » Vaya, más vale que hayamos sido hospitalarios, porque ése es, precisamente, nuestro cuarto voto: Pobreza, Castidad, Obediencia y el voto de Hospitalidad». En aquel punto de mi formación de sacerdote religioso, nunca se me había ocurrido que pudiera haber cuatro votos, y mucho menos uno de Hospitalidad.

En realidad, la hospitalidad ocupa un lugar importante entre las virtudes humanas y naturales, que Santo Tomás denomina virtudes sociales, y en mi jerarquía de valores. De hecho, tal como condimentamos nuestra comida con especias, salsas y vinagretas, debemos condimentar nuestras relaciones y encuentros sociales con la hospitalidad. Lejos de eso está el individuo grosero, descortés y egoísta.

En el Antiguo Testamento, el pueblo judío valoraba altamente la virtud de la hospitalidad. A tal punto que Abraham recibió a tres forasteros con gran cordialidad y de hecho estos tres invitados eran ángeles enviados por Dios para anunciarles la buena noticia de que Abraham y Sara, a pesar de su avanzada edad, tendrían un hijo. En este pasaje encontramos una extraordinaria muestra de hospitalidad.

Contemplemos ahora la vida de Jesús.  La Sagrada Escritura nos relata como a lo largo de sus tres años de vida pública de Jesús, hubo muchos gestos de hospitalidad.  Por ejemplo, después del llamamiento de Mateo, éste preparó generosamente un banquete para Jesús e invitó a sus amigos, de quienes sabía que también se harían amigos de Jesús.

Entre las manifestaciones de hospitalidad, quizá Marta y María en Betania fueron las más notables. (Lucas 10: 38-42) María sentada a los pies de Jesús, entabla una íntima conversación con Jesús. Marta por su parte, ocupándose de todos los detalles de la hospitalidad está en un frenesí nervioso. Jesús reprendió suavemente a Marta por dejarse que tantas muchas cosas ocuparan su atención. María había elegido la mejor parte y Jesús no la privaría de ello. Tanto María como Marta practicaban la hospitalidad. María atendía a Jesús; Marta, por su parte, servía a Jesús.

Adentrémonos ahora en otra dimensión o modo concreto en que debemos cultivar una auténtica actitud de hospitalidad. LlamémoslaHOSPITALIDAD EUCARÍSTICA. A nivel humano y natural, como hemos dicho anteriormente, debemos esforzarnos por cultivar la virtud de la hospitalidad. Tal vez no haciendo un voto como los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, sino, al menos, viviendo la hospitalidad en nuestro trato con los demás.

De un modo paralelo, a la vez que muy real, apliquemos la actitud de hospitalidad en el modo en que tratamos a Jesús en Su Presencia Real en la Sagrada Eucaristía, la Misa y la Sagrada Comunión.

¿Cuáles son algunas formas concretas en las que todos podemos mejorar nuestros modales de hospitalidad en la manera en que recibimos a Jesús en la Misa, en la Eucaristía al comulgar?

Confiamos que estas ideas puedan mejorar la calidad de nuestras Comuniones. De hecho, no hay acción más grande en el mundo que recibir de Jesús en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía.

En efecto, nuestra salvación eterna podría depender en gran medida de cómo recibamos precisamente a Jesús Eucarística. Jesús mismo nos promete que es el Pan de vida y que los que reciban dignamente su Cuerpo y su Sangre tendrán la vida eterna (Jn 6).

DIEZ PASOS PARA VIVIR LA HOSPITALIDAD EUCARÍSTICA

1. LIMPIAR TU HOGAR.  Muchos acostumbran cada primavera hacer una profunda limpieza de sus hogares. Y ¿qué tal una limpieza de tu alma?  Para la casa, basta una botella de limpiador y un periódico seco para que las ventanas más sucias brillen como el sol. Pero para purificar el alma, solo la la Sangre del Cordero de Dios en el Sacramento de la Confesión la puede purificar. La eficacia de los frutos de la Sagrada Comunión depende de la pureza del alma afectada por la Confesión Sacramental. Porque tras confesarte quedas limpio por dentro, o lo que es lo mismo: «en gracia de Dios».

2. LA MISA Y LA COMUNIÓN.  A veces tomamos poco en cuenta a los demás, y sobre todo a los miembros de nuestra familia. Lo mismo podemos decir de la Misa y la Santa Comunión, sobre todo en un lugar como abundan las Iglesias y hay Misa diaria y se puede comulgar todos los días. En muchas sacristías se ve una placa con las conmovedoras palabras: «Sacerdote, hombre de Dios, oficia esta Misa como si fuesa tu primera Misa, tu última Misa y tu única Misa». Asimismo, deberíamos recibir la Sagrada Comunión cada vez como si fuera nuestra Primera Comunión, nuestra última Comunión y nuestra única Comunión. No debemos caer en el refrán cínico: «Lo conocido aburre». No dejemos que esto nos suceda, ¡cuanto más recibamos al Señor en la Santa Comunión, más debemos agradecer y amar al Señor Jesús!

3. LLEGA TEMPRANO; NO LLEGUES TARDE. Cuando un deportista se prepara para un partido, tiene que llegar antes para comenzar los ejercicios de calentamiento; de lo contrario, podría sufrir un tirón en un músculo o en el músculo isquiotibial y no poder participar en el partido un par de semanas. En la vida espiritual ocurre lo mismo: debemos llegar con tiempo a Misa para así prepararnos adecuadamente con un recogimiento antes de la celebración. La transición de la vida activa a la contemplativa exige tiempo y dedicación; hazlo a fin de sumergirte debidamente en el ambiente espiritual de la Santa Misa. No olvides que estas en un lugar santo, más sagrado que el que pisó Moisés.

4. LA AYUDA DE TU ÁNGEL DE LA GUARDA.  La verdad es que prestamos muy poca importancia a la persona y al papel de nuestro ángel de la guarda. Cada uno de nosotros, desde el momento de nuestra concepción en el vientre de nuestra madre, se nos da un ángel de la guarda para que cuide, nos guíe y nos ayude a llegar al cielo.  Pocos saben que su Ángel de la Guarda puede ayudarles a rezar, a centrar su atención en la más grande de todas las oraciones: el Santo Sacrificio de la Misa. Pide a tu Ángel de la Guarda que rece contigo y por ti en la Misa.

5. OFRECE INTENCIONES ESPECÍFICAS.  Cada Misa que el sacerdote celebra, tiene una intención específica, es decir, la Misa se ofrece por determinada persona. Al comienzo de la Santa Misa el sacerdote da el nombre de la persona por quien se ofrece la Misa.  No obstante, nosotros también podemos tener nuestras propias intenciones.

6. ¿QUÉ INTENCIONES PUEDO OFRECER?  El número de intenciones que podemos hacer no tiene límites. Yo, a veces ofrezco tantas intenciones y las coloco sobre el altar que temo que éste se derrumbe. De hecho, no hay límites para nuestras intenciones, pero yo sugeriría tres:

a. PURGATORIO. Siempre que vayas a Misa y comulgues, ofrece tu comunión por las almas del Purgatorio por una sola persona que haya pasado de esta vida a la otra.

b. POR LA CONVERSIÓN DE LOS PECADORES. Cada vez que vayas a Misa y comulgues, no dejes de ofrecer tu comunión por la conversión de los pobres pecadores, especialmente de los que están en el lecho de muerte y no están en gracia de Dios.

c. CONVERSIÓN PERSONAL. En cada Santa Comunión implora al Jesús Eucaristía que te dé un trasplante personal de Corazón. ¡Que el Corazón de Jesús transforme tu corazón pecador en Su Corazón!

7. PARTICIPA EN LA SANTA MISA.  Afirma Sacrosantum Concilium, Constitución Dogmática sobre la Liturgia y la Misa, que debemos esforzarnos por participar plena, activa y conscientemente en el Santo Sacrificio de la Misa.  He oficiado Misas en que la participación por parte de la feligresía es pésima, ¡¡¡pareciese que los presentes estuviesen en estado de coma!!!

8. NO OLVIDES LAS «3 GRANDES» CONDICIONES PARA RECIBIR DIGNAMENTE LA EUCARISTÍA. El Catecismo enseña con suma claridad que para recibir dignamente la Eucaristía hay tres condiciones básicas e indispensables.

a. CREER EN LA PRESENCIA REAL. Nadie debe acercarse jamás a la Eucaristía sin antes tener la firme convicción de que la Sagrada Comunión es verdaderamente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Jesús, el Hijo de Dios.

b. AYUNO. Debemos guardar una hora de ayuno antes de comulgar.

c. ESTAR EN GRACIA DE DIOS. Nadie debe acercarse a comulgar si no está en gracia de Dios.  Estar en Gracia de Dios significa tener el alma libre de pecado mortal. Para recibir a Jesús el Pan de Vida primero ir a confesarte y recibir la absolución Sacramental.

9. MODALES EUCARÍSTICOS EN LA RECEPCIÓN. Antes de recibir al Señor Jesús en la Sagrada Comunión, debemos acercarnos con gran reverencia. Las manos deben estar juntas, hay que hacer un acto de reverencia, y la recepción debe hacerse con gran humildad, recato, confianza y amor ardiente.

10. ACCIÓN DE GRACIAS.  Después de haber recibido a Jesús en la Sagrada Comunión, debemos pasar un tiempo de silencio en el que hablemos con el Señor Jesús. Esta es la hospitalidad eucarística. A ejemplo de María en Betania, debemos recibir a Jesús con amor. Como María en Betania, debemos recibir a Jesús con amor; escucharle; contemplarlo en nuestro corazón y, sobre todo, ¡decirle que le amamos!

Queridos amigos en el Señor Jesús, pidamos humildemente a la Santísima Virgen María, quien siempre acogió a Jesús en su vida desde el momento de su Concepción Virginal hasta que Jesús ascendió al Cielo, que practiquemos verdaderamente la hospitalidad. Pero, sobre todo, recibamos calurosamente a Jesús en nuestro corazón en la Sagrada Comunión. Si lo hacemos, Él nos recibirá un día en el Cielo. Amén

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 20 2023

CÓMO VENCER AL LOBO ASECHADOR

Decálogo para conquistar al lobo-diablo de la pornografía

Una vez la cadena National Geographic presentó un enfrentamiento entre un búfalo y un lobo y una manada de lobos.   Se presentó así.   Un búfalo imponente y de pies veloces corría a toda velocidad por el inmenso desierto. Golpeaba con sus pezuñas la superficie empolvada del desierto, levantando polvo a su paso. El continuo golpeteo de sus pezuñas contra el endurecido terreno le ensordecía hasta el punto de ignorar todo ruido que pudiera producirse a su alrededor. Ajeno a todo lo que le rodeaba, el búfalo avanzaba hacia su aparente destino sin darse cuenta de lo que lo acechaba.

Tras una distancia de más de un campo de fútbol, en esta remota escena del desierto, se divisaba un pequeño pero veloz animal.  De hecho, este animal corría a mayor velocidad que el búfalo y le perseguía con determinación.   ¿Qué animal? Era un lobo voraz.

Cada vez se acortaba más la distancia entre el lobo y el búfalo: de 50 metros a 25 y luego a 5.  Pero a pesar de su proximidad, el búfalo, por el ruido de las pezuñas, seguía sin percatarse del enemigo que se acercaba.   El lobo, ya a pocos metros, saltó disparado hacia el búfalo y clavó sus colmillos mordaces y afilados en el talón del búfalo.  La herida de los colmillos provocó el desplome inmediato del búfalo. Herido con un desgarro profundo en el talón, el búfalo cae a tierra mientras que el lobo mira ansiosamente a su presa, con un aire de victoria.

Al cabo de unos minutos, la manada de lobos acorraló al búfalo. El primero de ellos se lanzó rápidamente a morder, clavando sus afilados colmillos en la carne del búfalo; luego, otro hace lo mismo.   En cuestión de minutos, se habían saciado todos los lobos. No quedó nada de aquel búfalo inmenso, tan voluminoso y fuerte, sino un simple esqueleto.

Hoy en día nos encontramos rodeados no sólo de un lobo o de una manada de lobos, sino de muchos enemigos morales feroces que a cada momento acosan nuestra vida espiritual y moral.

Uno de los enemigos más feroces, tenaces, insidiosos e implacables de nuestra salvación eterna es el lobo de la pornografía.  De hecho, abundan las manadas de estos lobos feroces y malévolos. Son lobos voraces que están al acecho, tratando de alcanzarnos y asaltarnos de día y de noche, y detrás de este lobo de la pornografía está el mismo diablo, a quien Jesús llama “asesino y mentiroso desde el principio.” (Jn. 8)

Es mucho lo que se puede decir sobre este tema y son muchos los libros sobre este tema, pero nos gustaría destacar en este breve ensayo un programa, una estrategia, un esquema de trabajo que podemos seguir para no permitir que este lobo voraz de la pornografía haga estragos en nuestras familias, nuestros matrimonios, nuestros adolescentes e incluso nuestros hijos, tanto hombres como mujeres.

De hecho, si no tenemos una estrategia clara, sencilla y concreta, podríamos convertirnos en esclavos del diablo, en presas del lobo y en adictos a este enemigo -la pornografía- por años, por décadas y, posiblemente, esclavizados de por vida. Y, por si fuera poco, podríamos incluso poner en peligro la salvación eterna de nuestras almas.  La Virgen de Fátima afirmó inequívocamente hace más de 100 años que la mayoría de las almas se pierden, condenadas al fuego del infierno, debido a los pecados contra la virtud de la pureza.  Ciertamente, el lobo rapáz de la pornografía es el comandante del ejército de los demonios de la impureza.

Por lo tanto, hagamos un programa concreto de diez pasos para desenmascarar, atar y vencer al lobo de la pornografía en nuestras familias, matrimonios y en nuestras propias vidas personales.

LA ESTRATEGIA-PLAN DE DIEZ PASOS PARA CONQUISTAR AL LOBO DE LA PORNOGRAFÍA

1. LA VIDA ES UN COMBATE CONSTANTE   Empecemos por tener muy claro que nuestra vida en la tierra es un constante combate entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas, entre el demonio y los ángeles buenos.   San Ignacio lo presenta mediante la contemplación de Las dos Banderas: la Bandera de Cristo y sus seguidores en batalla contra la Bandera de Satanás y sus secuaces.   Esto nos hace tomar conciencia de que tenemos que estar siempre en guardia contra el ataque sutil, astuto e insidioso del enemigo. San Ignacio llama al diablo. «El enemigo de nuestra salvación».

2. LA DESOLACION: UN ESTADO PELIGROSO DEL ALMA.    Efectivamente, cuando nos hallamos en el estado de desolación, algo que todos experimentamos como parte de nuestra humanidad, ahí es precisamente cuando el demonio despliega su artillería para tirar a matar. El estado de desolación es, concretamente, la falta de fe, de esperanza, de caridad. Nos sentimos tristes, deprimidos y nadie parece comprenderme ni se interesa por mi. Mi vida no parece tener significado o sentido. Me siento como en un túnel oscuro o envuelto en una nube densa y oscura.  Para muchos, el principal punto débil de nuestra kriptonita es la sensualidad, la lujuria y la atracción hacia el lobo de la pornografía.  Para ganar la batalla hay que ser consciente de estar en un estado de desolación. A partir de esta conciencia de que el enemigo, el diablo, se acercará y ofrecerá una válvula de escape de este estado de desolación recurriendo al lobo de la pornografía.   El enemigo puede presentar el porno como algo que no es malo, normal, aceptado por el aliado, necesario en la vida y parte del ser humano. Recuerda que el diablo es el padre de la mentira.  (Jn. 8)

3. SEXTA REGLA IGNACIANA: UNA RED DE SEGURIDAD PARA NO CAER EN LA DESOLACIÓN.   San Ignacio, maestro de la vida espiritual, nos ofrece cuatro armas espirituales a las que recurrir para vencer la desolación, así como para vencer al diablo-lobo del porno.   Estas armas no son novedades, sino herramientas clásicas en el combate espiritual.  Sin embargo, si no se empuñan y ponen en práctica a tiempo, ¡el devorador lobo de la pornografía acabará clavándonos sus hirientes colmillos! Ellos son:

a. LA ORACIÓN.   Jesús ordenó a los Apóstoles: «Velad y orad, porque el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil».

b. MEDITACIÓN.  Sé fiel a la meditación de la Palabra de Dios, que es la espada de dos filos. Haz de tu Hora Santa, la Hora del Poder.  (Fulton Sheen)

c. PENITENCIA. Ignacio insiste en hacer alguna penitencia adecuada. Jesús afirmó claramente:  «Algunos demonios se expulsan sólo con la oración y el ayuno».

d. EXAMEN DE CONCIENCIA. Examina tu conciencia y tu vida para ver si allí hay una puerta abierta, una grieta o, hendidura por donde pueda entrar el demonio.

4.LOS OJOS: CUIDA LO QUE VEN TUS OJOS.  En efecto, los ojos son el espejo del alma. Debemos controlar constantemente los ojos errantes que pueden traicionarnos fácilmente y llevarnos al campo del lobo del diablo que llamamos porno.   La caída del rey David se precipitó porque el santo varón permitió que sus ojos se desviaran hacia la hermosa mujer, la Betsabé, en la azotea.

5.TELÉFONO MÓVIL, REDES SOCIALES, INTERNET: UN ARMA DE DOBLE FILO. Es cierto que todo lo que Dios creó era y es bueno. Pero, por desgracia, en muchas ocasiones, abusamos de la libertad de la que Dios nos ha colmado generosamente, en lugar de utilizarla para el honor y la gloria de Dios, la utilizamos para nuestra propia gratificación egoísta. Debemos mantener estricta vigilancia sobre el uso de las redes sociales e internet. Debemos bloquear todas las vistas pornográficas; tal vez tener un acompañante al que rendir cuentas.  Incluso a veces, si es posible, lo mejor es evitar estar solo, para evitar el ataque del lobo al acecho.   En el caso de los niños y adolescentes, quizá el mejor remedio sea simplemente prohibirles que tengan su propio teléfono móvil.

6. EL ACUDIR CON FRECUENCIA AL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN.   Este maravilloso Sacramento tiene como efecto específico la SANACIÓN.  Encontramos en la Confesión a Jesús que es el MÉDICO-DIVINO.   De hecho, la confesión frecuente sirve tanto de medicina preventiva como de medicina curativa.  En verdad, la confesión frecuente puede evitar que el lobo voraz de la pornografía nos muerda y deje su veneno en nuestro organismo.

7. REGLA NO. 13 (REGLA IGNACIANA) En la lucha espiritual nos apoyamos ante todo en la gracia de Dios. No obstante, debemos recurrir también a herramientas humanas y espirituales.  La Regla 13 de las Reglas Ignacianas para el discernimiento dice sencillamente esto: Cuando te sientas en desolación y tentación, recurre a tu director espiritual o confesor. De hecho, los santos nos dicen que una vez que una tentación se revela o divulga, entonces se vence fácilmente. Si queremos vencer al lobo-diablo de la pornografía, tenemos que hablarlo con un espiritual o confesor experto.  El diablo puede convertir fácilmente un grano de arena en una montaña. ¡La apertura en la dirección espiritual desintegra las tentaciones montañosas en polvo soplado por el viento!

8. EVITAR LA OCIOSIDAD /INDOLENCIA.  Cuán cierto es el proverbio: » La pereza es el taller del diablo».   Una vez Santa Faustina vio cómo el diablo corría frenéticamente por el pasillo del convento. Entonces Jesús obligó al diablo a revelarle dónde había tenido sus mayores triunfos en la tentación. El diablo respondió diciendo que LA PEREZA era el elemento clave del triunfo. No obstante, ¡en aquel convento no encontró a ninguna hermana perezosa! Si nos dedicamos a actividades sanas, saludables y productivas, ¡el lobo de la pornografía estará a raya!

9. BUENAS Y SANTAS AMISTADES, LOS DEPORTES, LA RECREACIÓN, EL DESCANSO Y LA ALEGRÍA. A nivel humano, la alegría, las buenas y gratas amistades, el ejercicio físico en los deportes, la recreación y el descanso que restaura nuestra salud física, mental y emocional, nos sirven de salvaguarda para no sucumbir ante el ídolo, el lobo de la pornografía. De hecho, la ALEGRÍA es indispensable para vencer cualquier vicio especialmente la adicción a la pornografía.

10. LA ORACIÓN, MARÍA Y EL ROSARIO.  Cuenta un famoso protestante que, hace 45 años, entraba con frecuencia en las librerías. A pesar de que solía ir en busca de libros espirituales, se sintió llamado al rincón de las revistas pornográficas, donde visitaba a los lobos, aunque fuera por poco tiempo.  Se topó con el Rosario y lo rezó una vez, aún siendo protestante.  Como si se hubiera roto una fuerte cadena, no sintió más el deseo de hojear las páginas pornográficas. En nuestra batalla por alcanzar la pureza y conquistar la fea cabeza del demonio y poner a raya a los lobos, acudamos a María y especialmente rezando el Rosario.

Así como David empuñó la honda y venció al gigante Goliat, así también nosotros podemos vencer al lobo de la pornografía si acudimos con frecuencia a la Virgen y al Santísimo Rosario. De hecho, somos muy débiles, pero Dios es omnipotente, y ha confiado muchas victorias de batalla a la poderosa intercesión de Su Madre. De hecho, el Proto-Evangelio señala a la mujer que vencerá al enemigo con su talón. ¡Que sea el talón de María y venza a la fea serpiente-lobo de la pornografía en nuestras vidas!

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Feb 10 2023

¡VIVE LA CUARESMA EN TODO SU ESPLENDOR!

Cuán bueno es Dios que nos ofrece tan generosamente cada año este tiempo de gracia y bendición que es la Cuaresma. En efecto, es un verdadero don que debemos recibir y vivir en plenitud.

Igual que el Tiempo de Adviento, la Cuaresma es un tiempo de preparación con vistas a celebrar el acontecimiento culminante o el cénit de nuestra vida espiritual, que llamamos el Misterio Pascual.  Es decir, la Cuaresma nos prepara para la Semana Santa, el Triduo Pascual: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo, que culmina con la Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Los cuarenta días de Cuaresma constituyen una peregrinación espiritual hacia el Calvario, la cruz de Cristo, su muerte en la cruz. No obstante, la última palabra no es la muerte, sino la Vida.  Cristo murió; Cristo resucitó y volverá.   Los israelitas pasaron cuarenta años en el desierto; Jonás predicó que Nínive sería destruida en cuarenta días, si no se arrepentían.  Pero hay algo aún más importante: Jesús pasó cuarenta días y cuarenta noches en el desierto, orando, ayunando y luchando contra el diablo, dándonos un ejemplo a seguir.

Nuestro caminar y peregrinación cuaresmal fue delineado y preparado por Jesús, quien es nuestro modelo; Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por Jesús.  De hecho, si queremos vencer al diablo y a sus secuaces, la carne y el mundo que nos rodea, Jesús es nuestro camino hacia la victoria.

Con el Miércoles de Ceniza iniciamos la temporada sagrada de Cuaresma. Con la imposición de la ceniza, se nos recuerdan dos verdades inevitables que deben quedar profundamente presentes en nuestra mente a lo largo de estos cuarenta días santos. Primero, que un día moriremos; sólo Dios conoce el día, la hora, el momento y el modo. Segundo, la conversión de vida debe convertirse en nuestra clave tanto en Cuaresma como en todos los días de nuestra vida: «Convertíos y creed en el Evangelio».  (Mc 1,15)

Aún más importante que recibir la ceniza el Miércoles de Ceniza es asistir a la Santa Misa y participar plena, activa y conscientemente en ella y, si se está en estado de gracia, recibir la Sagrada Comunión.

En la Misa del Miércoles de Ceniza, las lecturas, y más concretamente el Santo Evangelio, marcan el tono y el enfoque de la jornada cuaresmal de 40 días.

Tomado del Sermón de la Montaña, el Señor y Maestro y el más grande de los Maestros presenta las bases de la disciplina cuaresmal (Mt. 6). (Mt. 6) Esta Estrategia espiritual o Plan de Vida puede resumirse en tres prácticas fundamentales.

El Padre Al Hall, O.M.V. presenta un modelo tridimensional de este programa espiritual:  1) SUBIR – a través de la oración; 2) ENTRAR- a través de la penitencia o el ayuno; 3) SALIR – a través de la práctica de la limosna o, digamos, de las obras corporales de misericordia. (Lee Mt. 25)

En este breve ensayo queremos ofrecer varias maneras de acercarnos a Dios mediante el ejercicio de una vida de oración más frecuente y ferviente. Efectivamente, si elevamos nuestra oración a Dios, Dios derramará sobre nosotros un torrente abundante de gracias y bendiciones. El camino de la santidad será nuestra guía hacia el cielo.

Recomendamos a todos que lean con atención, y mejor aún, que mediten detenidamente estas ideas. Luego, elija aquellas prácticas que se sienta inspirado a emprender para vivir una Cuaresma fructífera. Todo ello culminará en una Resurrección gozosa y gloriosa cuando el sol de Pascua salga y brille sobre nosotros.

DIRIJÁMONOS A DIOS CON LAS MANOS EN ALTO PARA QUE HAGA LLOVER SOBRE NOSOTROS GRACIAS EN ABUNDANCIA, UN DILUVIO DE GRACIAS…

1. ORACIÓN DE LA MAÑANA.  Comienza cada día ofreciendo tus primicias a Dios en la oración. Imita a Abel, cuya ofrenda agradó a Dios porque le dio lo mejor de sí. Reza tu «Oración de la mañana», en la que das todo lo que tienes, todo lo que eres y todo lo que emprenderás a Jesús por medio del Inmaculado Corazón de María. Entonces besa tu Escapulario y habrás comenzado el día de un modo agradable a Dios. Si empezamos bien el día, elevando nuestra mente y nuestro corazón a Dios, lo más probable es que vivamos el día de un modo agradable a Dios y que terminemos espiritualmente triunfantes.

Oh señora mía, oh madre mía, yo me ofrezco todo a tí. 

Y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día: Mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. 

Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame, defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén.

2. LITURGIA DE LAS HORAS.  Emprender la Oración Litúrgica que conocemos como Breviario o, lo que es más completo, la Liturgia de las Horas. Sacerdotes, Diáconos y Religiosos (tanto varones como mujeres) se comprometen a rezar la Liturgia de las Horas. Uno de los principales objetivos es santificar las Horas del día, pero también rezar e interceder por el mundo, los pobres, los enfermos, los moribundos y los necesitados. Todas las necesidades de la Iglesia.

3. VÍA CRUCIS.  Una práctica muy piadosa y recomendada por la Iglesia, los santos y los Papas es el Vía Crucis.   Se trata simplemente de pasar de una estación a otra, deteniéndose en cada una, y ofrecer una oración a Jesús que lleva la cruz, cargada con nuestros pecados, por la salvación del mundo. Esta oración nos pone en contacto con el amor infinito de Jesús, que padeció por propia voluntad dolores indecibles por mi salvación.  «Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos porque con tu cruz redimiste al mundo».

4. EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA.  El sacrificio de la Misa es la oración más grande que existe bajo el sol. Esta oración une el Cielo a la tierra. En ella Jesús, el cordero de Dios que quita los pecados del mundo, se ofrece al Padre Eterno para la salvación de toda la humanidad, es decir, para cada uno de nosotros.  La mejor práctica de Cuaresma sería participar en la Santa Misa y recibir la Sagrada Comunión con un corazón puro y un amor desbordante. ¡Anímate! ¡Y traiga a su familia con usted!

5. CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA. Esta oración, corta pero muy eficaz, contiene en pocas palabras la esencia del Misterio Pascual: «Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo en expiación de nuestros pecados y de los del mundo entero… Por su dolorosa pasión, ten piedad de nosotros y del mundo entero….». La Coronilla de la Divina Misericordia se reza cinco veces alrededor de las cuentas del Rosario.  Estas pequeñas pero hermosas palabras ponen de relieve el Misterio Pascual: la Sagrada Eucaristía, así como la Pasión y la Sangre que Jesús derramó para la redención del mundo.

6. CONTEMPLAR LOS SIETE DOLORES DE MARÍA.   Si realmente queremos sondear el dolor que padeció Jesús por nuestra salvación eterna, debemos encomendarnos a Nuestra Señora, en especial a Nuestra Señora de los Dolores. Dedica tiempo a contemplar cuánto sufrió María por amor a Jesús y por amor a nosotros. Los siguientes son los siete dolores de María: 1) La profecía de Simeón; 2) La huida a Egipto; 3) el niño Jesús hallado en el Templo; 4) Jesús encuentra a María con su cruz en el Calvario; 5) Jesús muere y María está bajo la cruz; 6) Cristo muerto en brazos de María. (Piedad de Miguel Ángel); 7) Jesús es tomado de los brazos de María y enterrado.  Los santos han obtenido infinitas gracias al Contemplar los siete dolores de María, Nuestra Señora de los Dolores.

7. EL ÁNGELUS.   Recemos el Ángelus todos los días. Y si es posible, recemos esta oración mariana tres veces al día.  En ella se resumen los dos misterios clave en la vida de Cristo: la Encarnación y el Misterio Pascual.  Procure rezar el Ángelus a las 9 de la mañana para santificar las horas de la mañana; a las 12 del mediodía, para santificar las horas de la tarde; a las 6 de la tarde, para santificar la noche. Esté cerca de María y ella le mantendrá cerca de Jesús.

8. VIVIR EN PRESENCIA DE DIOS. Fray Lorenzo, un hermano muy santo, llegó a la conclusión de que si nos esforzamos por vivir diariamente en la presencia de Dios, evitaremos el pecado y haremos lo que es agradable a Dios. Toma el hábito de vivir en la Presencia de Dios rezando en el curso del día pequeñas pero fervientes aspiraciones -Jesús, te amo, salva las almas… Dulce Corazón de María, sé mi salvación, Jesús confío en ti- son sólo algunos ejemplos entre muchos…

9. HORA SANTA CADA DÍA.   El Venerable Arzobispo Fulton J. Sheen exhortó vivamente a la práctica de la Hora Santa diaria. La llamaba la HORA DEL PODER… A lo largo de más de cincuenta años de sacerdocio y de algunos años como Obispo, este gran Siervo de Dios no dejó de ser fiel ni una sola vez a su Hora Santa diaria. Él atribuía a esta práctica y a su profunda unión con el Señor Eucarístico la clave de su éxito como predicador, escritor y misionero y evangelizador mundial. Pruébalo: ¡Ahora haz tu propia HORA DE PODER!

10. LA VIRGEN Y EL SANTO ROSARIO.  Además de practicar los siete dolores de María, en esta Cuaresma debemos esforzarnos por rezar el Santísimo Rosario y, muy especialmente, la contemplación de los Misterios Dolorosos del Santo Rosario. Lo ideal sería reservar un tiempo cada día para rezar el Rosario en familia. Qué verdad resuenan las palabras del padre Patrick Peyton, sacerdote del Rosario:  «La familia que reza unida permanece unida… un mundo y la oración es un mundo en paz».

Hermanos en Jesús y María, el éxito de la celebración depende de la preparación previa.  Más importante aún: la alegría rotunda y jubilosa del día de Pascua y del Tiempo Pascual depende de cómo vivamos el Tiempo Santo de la Cuaresma. Vivamos esta Cuaresma como si fuera la última. Muramos de verdad al pecado para vivir a la luz de la Gloriosa Resurrección del Señor Jesús Resucitado.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

  • « Previous Page
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • …
  • 104
  • Next Page »

Entradas recientes

  • DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA
  • LA MUERTE DE UN PAPA
  • PESCADOR DE HOMBRES
  • DIRECCION ESPIRITUAL
  • 5 FINES DE LA MISA
  • 5 M´s
  • MODALES EN MISA
  • HORA SANTA
  • ANIVERSARIO DE BODAS
  • EL HIJO PRODIGO

© Copyright 2016 Oblates of the Virgin Mary · All Rights Reserved