GRACIA A PEDIR: Mayor conocimiento de si mismo.
QUINTO DÍA: Los Tres Grados de Humildad… Lea el material que se ha repartido sobre LOS TRES GRADOS DE HUMILDAD. Vuelva a hacer la meditación sobre el pecado y el infierno para renovar y reforzar su fuerza de VOLUNTAD y para rechazar a su principal enemigo – ¡EL PECADO!
1. GRACIA A PEDIR: Morir antes que cometer un pecado mortal o pecado venial. Ruegue a Dios que le conceda esta gracia. Y si Dios lo desea, aceptar humillaciones para así imitar más a Nuestro Señor y Salvador.
2. EL AMOR Y EL PECADO. El pecado se puede definir de varias formas. Pecar es: ‟Decirle NO a Dios” es ‟quebrantar los Mandamientos” es una ‟ofensa voluntaria contra Dios”. Podemos también usar imágenes bíblicas, el pecado es: ‟idolatría, adulterio o darle la espalda a Dios”. Podemos decir que el pecado es egoísmo o narcisismo. No obstante, la mejor definición del pecado nos la da el venerable arzobispo Fulton J. Sheen: el pecado es ‟¡LASTIMAR A QUIÉN MÁS AMAS!” Esta es una visión personal del pecado. Porque el pecado no sólo es una transgresión moral sino un daño personal. Entre más conscientes estemos de esto y que Jesús es nuestro Amigo, nuestro Amor y Nuestro Salvador, podremos evitar mejor el pecado.
3. LOS SANTOS Y EL PECADO. Los santos, quien ahora están en el cielo, fueron personas que vivieron en distintos tiempos, distintas culturas y distintos lugares. Todos tuvieron diferentes talentos, luchas, pruebas y cruces. No obstante, tenían algo en común: Su amor a Dios. Esto les movía a evitar a su mortal enemigo – ¡el pecado! Santo Domingo Savio, el día de su Primera Comunión tomó éste como su lema: ‟Morir antes que pecar”. Y en realidad, santo Domingo Savio vivió su lema. Él hacía todo para alejarse del pecado. Santo Domingo Savio es uno de los millares de santos que tenía este mismo criterio moral. ¡Pidamos y roguemos a Dios que nos conceda esta misma gracia!
4. LOS DOS MALES MÁS GRANDES DEL MUNDO. Los dos males más grandes del mundo son los siguientes: 1) EL PECADO MORTAL – Al cometer un pecado mortal perdemos la gracia de Dios, la amistad de Dios. Para que el pecado sea mortal, se necesitan 3 condiciones – a) Materia grave; b) Pleno conocimiento; c) Deliberado Consentimiento de la voluntad. El segundo más grande mal (y en verdad es infinitamente peor que el primer mal) es MORIR en pecado mortal. Si morimos en pecado mortal, perdemos nuestra alma por toda la eternidad; nuestro destino es el infierno. Nuestra perdición es solo culpa nuestra y no de Dios. Dios siempre busca formas de animarnos a renunciar el pecado. Este es la finalidad de esta meditación. RENUNCIAR AL PECADO.
5. LO MALÉVOLO QUE ES EL PECADO MORTAL. Aún conociendo la seriedad y lo díficil que es esta meditación, es necesario hacerlo. Traigamos a la mente las palabras inmortales del Papa Pio XII: ‟El pecado del siglo es la pérdida del sentido del pecado.” Hoy en día, cuántos no carecen de una íntegra formación catequética y se dejan llevar por las modernas corrientes culturales. Es más, sus conciencias carecen luz y conocimiento sobre la realidad del pecado. Cuando el alma está en pecado mortal, estos son los efectos….
LOS EFECTOS DEL PECADO MORTAL:
1) Se pierde la amistad con Dios – con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
2) Se expulsa a la Santísima Trinidad del alma.
3) En vez de estar unidos al Cuerpo Místico de Cristo, nos hacemos parte del cuerpo místico de Satanás – así lo describió en un comentario publicado recientemente.4) Damos el mal ejemplo, damos escándalo – Quién vive en pecado mortal y ha escogido este estado de forma deliberada, da escándalo y mal ejemplo a otros. Por ejemplo, quién vive en unión libre, en unión con alguien del mismo sexo o en adulterio está dando el mal ejemplo.
5) El ejemplo arrastra – El que da mal ejemplo, anima a otros a hacer lo mismo – ¡El ejemplo arrastra! Cada día son más y más quienes son arrastrados al fango, a la suciedad moral y cada vez caen más y más hondo.
6) Pierden la paz – Quién vive en pecado no experimenta la paz de Cristo – ‟Shalom” la paz esté con ustedes.
7) Confusión y agitación – Quién vive en pecado mortal vive interiormente y exteriormente en un estado perpetuo de confusión y agitación.
8) Sarmientos separados de la vid – (Jn 15) En Juán 15, leemos de la vid y los sarmientos. Si la persona se aferra a su pecado, se han separado de la fuente de gracia – LOS SACRAMENTOS.
9) No pueden acudir a la confesión – quién ha decidido vivir en pecado, sin tomar ningún paso para salir de él, no puede acudir al sacramento de la Confesión.
10) Se privan de la Santa Comunión – Peor aún, quién vive en éste estado se ha separado de la vida misma – Jesús el Pan de Vida en la Santa Comunión. (Lea Juan 6, 28-71 – El discurso del Pan de Vida)
11) La muerte. Si la persona muere en pecado mortal, perderá a Dios por toda la eternidad y será merecedero del castigo eterno del infierno. ¡Veamos entonces lo grave y serio que es el PECADO MORTAL!
6. EL PECADO VENIAL. Después del pecado mortal, le sigue el pecado venial en gravedad. San Felipe Neri llegó a decir que si tuviese un pie en el cielo, pero podría regresar a la tierra para impedir un pecado venial, ¡dejaría el cielo para prevenirlo! Con qué profundidad conocía lo que era el pecado. Luchemos enérgicamente contra todo pecado venial. Igual que con el pecado mortal, daremos algunos de los efectos del pecado venial. De esta forma podremos luchar contra este contagio letal.
LOS EFECTOS DEL PECADO VENIAL EN EL ALMA:
1) El pecado venial debilita en nuestra alma la caridad y el amor a Dios;
2) Tibieza y frialdad – Al ceder con facilidad al pecado venial, enfria y entibia el alma y la hace mediocre en el servicio de Dios;
3) El fervor en la oración se apaga;
4) El anhelo de hacer penitencia por la salvación de las almas se pierde;
5) El gozo desvanece. San Pablo nos advierte que tengamos cuidado de no entristecer al ESPÍRITU SANTO con pecados veniales.
6) ENFERMEDAD – Este ‟resfrío” espiritual comienza a arraigarse en el alma, como raizes que crecen y se arraigan en la tierra.
7) La oración se dificulta más y más y empesamos a dar menos y menos tiempo a la oración.
8) El pecado venial no es pecado mortal, pero le abre y prepara el paso al pecado mortal.
9) AUSENCIA DE PAZ – La paz interior de una alma fervorosa disminuye.
10) PURGATORIO – Al morir, el alma tiene que pasar por el purgatorio para purificarse de sus pecados veniales. Por lo tanto, luchemos enérgicamente contra el pecado mortal y el pecado venial.
7. ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ALCANZAR ESTA GRACIA? Claro, hay muchas razones por las cuales caemos en pecado. Podría ser por la falta de oración, la falta de penitencia, debilidad de voluntad u oscuridad del intelecto debido al Pecado Original. Pero hay otra razón por la cual pecamos, y es porque no evitamos la ¡OCASIÓN PRÓXIMA DEL PECADO! O sea, tal como el perro vuelve a su vómito y la puerca lavada a revolcarse en el cieno, nosotros no evitamos la ocasión próxima del pecado.
8. OTRAS PREGUNTAS RELACIONADAS CON EL MISMO TEMA. ¿Juega usted con fuego? ¿Camina usted sobre camino resbaladizo sabiendo que fácilmente caerá? ¿Camina usted sobre una fina capa de hielo que no soportará su peso? Si es así, el que mal anda, mal acaba, esto nos enseña la Biblia. CÓMO EVITAR EL PECADO. Hágase estas preguntas y pida a Dios la fuerza y la gracia para evitar el pecado.
- PERSONA – ¿Hay una persona que le lleva a pecar? Si es así, analice su relación y quizás es momento de poner fin a esa relación. El orden debe ser éste: Dios debe ocupar primer lugar. El segundo lugar lo deben ocupar nuestro prójimo, lugares y cosas.
- LUGAR – ¿Hay algún lugar que le lleva a pecar? Si es así, entonces evite ese lugar a toda costa, evítelo como si fuese un pozo lleno de cocodrilos.
- CIRCUNSTANCIA – ¿Hay alguna circunstancia que le lleva a pecar? Si es así, entonces no se ponga usted en esa circunstancia. – ¡Evítela a toda costa!
En resumen, para evitar el pecado, la gracia de Dios es indispensable, pero igual debemos colaborar con su gracia y poner algo de nuestra parte. Colaborar es hacer un esfuerzo sincero de evitar toda persona, lugar, cosa o circunstancia que nos lleve al pecado. Recuerden el refrán: ‟El que con lobos anda, a aullar se enseña” o ‟quién mal anda mal acaba”. Por lo tanto, alejémonos de toda persona que nos conduzca al pecado y acerquémonos a los corazónes de Jesús y María, porque sus corazones son refugios seguros que arden de amor.