SEXTO DÍA: LA SOBERBIA… La caída del Rey de Babilonia. (Isaías 14)

Este pasaje bíblico hace referencia a la caída de Lucifer, cuyo nombre significa “Portador de la Luz”. Leemos en las Sagradas Escrituras: “¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones…”

GRACIA A PEDIR:   Mayor conocimiento de ti mismo.  

LEA sobre la soberbia en el librito de los Pecados Capitales.

1. SOBERBIA.  ¡La SOBERBIA es fuente de todo pecado!

2. LUCIFER / SATANÁS.  El primer pecado de los ángeles fue la soberbia; el pecado de Lucifer y una tercera parte de los ángeles.

3. ADAN Y EVA. (PECADO ORIGINAL) El pecado de nuestros primeros padres también fue un pecado motivado por la soberbia.  En el fondo de todo pecado encontramos la soberbia.

4. DEFINICIÓN.  La soberbia es “un amor desordenado a nosotros mismos”. Es ponernos a nosotros mismos, nuestros deseos y nuestras intenciones por encima de las de Dios.  Veamos dos ejemplos que nos da la biblia.

5. LA TORRE DE BABEL. Este pecado, la construcción de una torre para llegar al cielo sin la intervención de Dios, fue un pecado de soberbia.

6. EN LOS TIEMPOS DE NOE. El pueblo de Noé cayó presa de muchos pecados, pero la raíz de todos sus pecados fue el orgullo. Se habían olvidado de Dios, totalmente ajenos a su dependencia en Él.  Por lo tanto, Dios los abandonó a su suerte y mandó el diluvio. ¡Esto demostró cuan indefensos estaban sin Dios!

7. EXPRESIONES DE SOBERBIA. La soberbia se puede presentar con muchas máscaras y disfraces. Mencionaremos sólo algunas:  La altanería, la arrogancia y la vanidad son manifestaciones de soberbia.  El alardear, presumir o ser ostentoso expiden también el mal olor de la soberbia. Hacer menos a los demás, degradar o sentirse superior a alguien son claras manifestaciones de este pecado capital.  El no querer buscar ayuda o consejo, molestarse, irritarse y enojarse al ser corregido e incluso buscar la perfección en todo y en todos son manifestaciones claras de la soberbia.  

8. HUMILDAD. La virtud opuesta es la humildad.  Jesús es el ejemplo sublime de la humildad.  Él dijo: “Soy manso y humilde de corazón.” (Mt 11)   Su vida entera fue una manifestación clara de la humildad; desde su nacimiento en Belén hasta su muerte en la cruz.

TRES DE LOS SIGNOS MÁS CLAROS DE LA HUMILDAD DE JESUS.   

• SU NACIMIENTO. Jesús nació en la pobreza de Belén. Jesús, al igual que María y José, fueron rechazados.  Esta sí que es humildad – no había lugar para ellos en la posada – la Sagrada Familia se resignó a este rechazo, ¡a que otros fueran preferidos antes que ellos!
• SU PASIÓN. Cada elemento de la pasión y sufrimiento de Jesús fueron una humillación. Medite especialmente la coronación de espinas y todo lo que se desarrolla en torno a esta escena.

• SU PRESENCIA EN LA EUCARISTIA, LA MISA Y EL SANTÍSIMO SACRAMENTO. ¡Que indescriptible humildad! Muchos dejan de asistir a la Santa Misa, se olvidan de Jesús, muchos no hacen una genuflexión frente a Él en el Tabernáculo, ¡que humillación! Peor aún, muchos reciben a Jesús en la Santa Eucaristía estando en pecado mortal, crucificándolo una y otra vez. ¡Y Jesús permanece en silencio!

• Aunque duela, una forma de acabar con nuestro orgullo desmesurado y crecer en la humildad es a través de las humillaciones que Dios permite que nos lleguen. La próxima vez que nos encontremos con una humillación, aceptémosla para asemejarnos más a Jesús – Jesús es manso y humilde de corazón.

9. Hable con Jesús, con María y luego con San José… ¡pídales que le ayuden a aceptar las humillaciones que se presenten en su camino así como ellos lo hicieron!

“Jesús, manso y humilde de Corazón, Haced mi corazón semejante al vuestro.”