Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Ene 17 2022

LECTURAS DEL DIA | 17 DE ENERO 2022

Memoria de San Antonio, abad

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

LUNES 17 DE ENERO Mc. 2, 18-22 «¿Pueden los invitados a la boda ayunar mientras el novio está con ellos?»

Encontramos al Esposo en las páginas de los Evangelios. Recibimos al Esposo en cada Santa Comunión. Lo adoramos expuesto en el Santísimo Sacramento. Nos encontraremos con Él cara a cara cuando entremos en el cielo. 

Algunos pocos tienen la bendición de cerrar los ojos en la tierra y abrirlos en el Cielo para ser recibidos en los brazos de su Amado Señor y Salvador Jesús. Otros pasaremos un tiempo en el Purgatorio y ¿quién estará allí para visitarnos y darnos un poco de alivio? Nuestra amorosa Madre María.

¡María, la humilde esclava del Señor! «El más grande entre vosotros será vuestro servidor. Porque los que se enaltecen serán humillados, y los que se humillan serán enaltecidos». ¡Hoy veamos cómo El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo exaltaron a María, la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y nuestra Madre amorosa! 

MARÍA COMO REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA por el P. Ed Broom, OMV

Cuando Cristóbal Colón acudió a la Reina Isabela para viajar al Nuevo Mundo, la poderosa Reina le dotó de tres regalos, tres poderosos medios de transporte, enormes barcos: la Nina, la Pinta y la Santa María.

La Reina tenía poder, prestigio y recursos económicos casi ilimitados, y decidió de buen grado regalar al navegante y su tripulación tres enormes naves para facilitar el largo viaje a lo que se consideraba el «Nuevo Mundo».

La última de las naves fue bautizada en realidad en honor a la persona que queremos honrar de manera especial en nuestra exposición -Santa María-Santa María-, es decir, María, la Madre de Dios.

Los títulos dados a María, la Madre de Dios, son muchos. Como un diamante expuesto al sol, a través del reflejo emanan e irradian del diamante varios colores, así sucede con los títulos marianos. Cada título refleja alguna gloria resplandeciente de María. En palabras de San Luis de Montfort María es la Hija de Dios Padre, es la Madre de Dios Hijo y es la Esposa Mística del Espíritu Santo. Además, María es la Obra Maestra de la creación de Dios.

Uno de los títulos más exaltados y sublimes dados a María es el de MARÍA REINA. Ahora bien, si una Reina terrenal, como la de la Reina Isabel, pudo enriquecer a Colón con tres majestuosas y poderosas naves para cruzar al Nuevo Mundo, cuánto más poderosa es María, que es la Reina del Cielo y de la tierra, la Reina de todo el universo.

En las tradicionales letanías de la Virgen, entre los muchos títulos bíblicos, místicos y poéticos que se atribuyen a María, se encuentran los siguientes  relacionados con su condición de Reina. Y son muchos, manifestando la diversidad, multiplicidad y riqueza de la relación de María con los ángeles como su Reina. En las letanías tradicionales hay doce en total… Son los siguientes:

1. Reina de los ángeles; 2. Reina de los patriarcas; 3. Reina de los profetas; 4. Reina de los apóstoles; 5. Reina de los mártires; 6. Reina de los confesores; 7. Reina de las vírgenes; 8. Reina de todos los santos; 9. Reina concebida sin pecado original; 10. Reina asunta al cielo; 11. Reina del santísimo Rosario; 12. Reina de la paz. Se podrían añadir otras dos: Reina, belleza del Carmelo, y Reina de todos nuestros corazones.

Sin duda, la condición de Reina de María es universal, omnipresente, extensa y ciertamente sublime. Meditemos brevemente sobre estos títulos marianos relacionados con María como REINA. Seamos muy conscientes del inmenso poder que María tiene en el cielo, en la tierra y en la amplia extensión del mundo, en el tiempo y extendiéndose hasta la eternidad.

1. REINA DE LOS ÁNGELES.  Contempla el Cielo y todos los ángeles, desde los simples ángeles, los coros de ángeles, hasta el más alto rango de ángeles, los Serafines, honrando a María como su Reina por toda la eternidad.

2. REINA DE LOS PATRIARCAS.   Por la palabra Patriarca se entiende nuestros Padres espirituales… María es Reina incluso de nuestros Padres espirituales. En el Antiguo Testamento serían Abraham, Isaac y Jacob. San José es efectivamente un Padre espiritual. También, en la Patrística, tenemos a los Padres de la Iglesia entre los que estarían: San Ambrosio, San Agustín, San Jerónimo y San Gregorio Magno. Estos grandes hombres de Dios elevan su mirada a María y la honran como su Reina.

3. REINA DE LOS PROFETAS.  Por Profeta se entiende la persona que predica la Palabra de Dios. En el Antiguo Testamento, Elías sería uno de los más destacados. Juan el Bautista, que fue santificado en el vientre de su madre por la palabra de María y la presencia de Jesús encarnado en su seno, fue el más grande de todos los Profetas. María enseña a los Profetas a predicar con la palabra, pero también con el ejemplo de su vida.

4. REINA DE LOS APÓSTOLES.  Jesús eligió a los Apóstoles como sus amigos íntimos y predicadores del mensaje evangélico. Jesús ascendería al cielo, pero dejaría a su Madre María para que rezara, además de asistir, acompañar, apoyar y fortalecer a los Apóstoles en su labor de salvación de las almas. Ahora los Apóstoles en el Cielo contemplan a María como su Reina, a quien honran con la mayor reverencia y amor.

5. REINA DE LOS MÁRTIRES.  María no derramó su sangre como lo hizo Jesús en el Calvario, pero María sufrió intensamente en su alma. Cuando la lanza atravesó el costado y el Corazón de Jesús, del que brotó sangre y agua, esa lanza atravesó espiritualmente hasta lo más profundo, el Corazón de María. Por eso, según San Alfonso, María recibe el título de Mártir. Lo que Jesús sufrió en su Cuerpo; María lo sufrió en lo más profundo de su alma.

6. REINA DE LOS CONFESORES.  Por confesor no se entiende simplemente el sacerdote que escucha las confesiones y reconcilia a los pecadores, sino que un confesor es una persona que confiesa valientemente su fe con palabras y obras. La Virgen como Reina inspira a los hombres y mujeres de todas las edades a ser valientes confesores de su fe, incluso a los niños, como vemos en los niños de Fátima y en Santa Bernardita de Lourdes.

7. LA REINA DE LAS VÍRGENES  La historia de la vida de los santos señala con toda claridad que para alcanzar una vida de gran pureza, la presencia de María con sus poderosas oraciones e intercesión es una fuerza motivadora clave. Santa Faustina fue dotada con el don de la castidad perfecta al darle Jesús la faja de la pureza, pero sólo después de que esta santa hubiera estado rogando a María durante mucho tiempo por este gran don. María, Reina de las Vírgenes, puede ayudarnos a vivir la Bienaventuranza: «Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios». (Mt 5,8)

8. REINA DE TODOS LOS SANTOS  Santo Domingo Savio, después de haber muerto e ido al cielo, se le apareció a San Juan Bosco y le dijo que su mayor alegría mientras estuvo en la tierra fue su gran y tierno amor por la Santísima Virgen María. El joven santo exhortó a Bosco a promover el amor a María por todas partes.

9. REINA CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL.  Entre los muchos privilegios concedidos a María está el de su Inmaculada Concepción. Es decir: María fue concebida en el seno de su madre, Santa Ana, sin la mancha del pecado original. Como escribió el poeta inglés Wordsworth (aunque no era católico), «María es el alarde solitario de nuestra naturaleza manchada». Quienes se acercan a María como Reina, se alejan del veneno del pecado: ¡el único y verdadero mal del mundo! 

10. REINA ASUNTA AL CIELO.  Otro de los dogmas y privilegios marianos es el de la Asunción de María al Cielo, que la Iglesia celebra cada año el 15 de agosto. ¿Su significado? Al final de la peregrinación terrenal de María en la tierra, ésta fue llevada al Cielo en cuerpo y alma por el poder de Dios. Este título anima a todos los dedicados y consagrados a María a respetar sus cuerpos como templos del Espíritu Santo y a utilizarlos, no para el pecado, sino para glorificar y alabar a Dios, y para salvar almas.

11. REINA DEL SANTÍSIMO ROSARIO.  Cuando Nuestra Señora se apareció a los niños de Fátima -Lucía, Francisco y Jacinta- seis veces consecutivas, cada vez les dijo que continuaran rezando el Santo Rosario todos los días. Ella nos dio su título en Fátima como NUESTRA SEÑORA ¡¡¡DEL ROSARIO!!! Cada Rosario rezado es una corona colocada en la cabeza de María.

12. REINA DE LA PAZ.  Una vez más, Nuestra Señora se apareció en Fátima durante la Primera Guerra Mundial. Ella dijo inequívocamente que la guerra es una consecuencia del pecado. Que para detener las guerras tendríamos que esforzarnos por dejar de pecar y rezar más, especialmente el Santo Rosario. En las palabras inmortales del sacerdote del Rosario, el Ven. Padre Patrick Peyton: «La familia que reza, unida, permanece unida» y «Un mundo en oración es un mundo en paz». 

En conclusión, un Rey o Reina terrenal tiene mucho poder. Este poder se extiende a la economía, el entorno social, la familia, las artes y la música, la literatura y la poesía, así como la defensa militar. La Reina Isabel legó a Colón tres enormes y majestuosas naves para navegar hacia el Nuevo Mundo.

En el ámbito espiritual, María tiene muchos y hermosos títulos, como se reza en sus letanías. Su poder, su dominio, su presencia, su aura majestuosa no tienen comparación con ningún rey o reina terrenal. En efecto, es la Hija de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa Mística del Espíritu Santo. Ella es el Tabernáculo viviente de la Santísima Trinidad. Dios no puede negar nada a María, Reina y Madre, nada en absoluto. Incluso todos los demonios del infierno tiemblan simplemente ante el Santo Nombre de María. 

Resolvamos, pues, formar el hábito de rezar con fervor las Letanías de la Santísima Virgen María, y centrémonos a veces en las diversas invocaciones a María como REINA. 

Oremos: 

Que María, que es la Belleza del Carmelo, extasíe nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras almas con su belleza y su gracia. Y pidamos la gracia muy especial de que María sea la Reina de todos los corazones, pero muy especialmente, la Reina de tu corazón y de mi corazón.

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Ene 16 2022

LECTURAS DEL DIA | 16 DE ENERO 2022

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

DOMINGO 16 DE ENERO Jn. 2, 1-11 «Su madre dijo a los servidores: «Haced lo que El os diga»».

Para toda nuestra vida, éste es el mejor consejo posible de nuestra Santísima Madre María respecto a su Hijo Jesús: «Haced lo que Él os diga».

Este fue el primer milagro realizado por Jesús, que dijo a su Madre: «Todavía no ha llegado mi hora». Aunque no se pronunciaron palabras, María sabía que Él no rechazaría esta petición de caridad. El Padre Ed abre este pasaje clave de la Escritura con las últimas palabras de María registradas en los Evangelios.

MARÍA Y LA FIESTA DE LA BODA DE CANA por el Padre Ed Broom, OMV    

Trata de imaginar ahora que estás en una fiesta de bodas en Caná. Estás presente con Jesús, María y algunos de los Apóstoles.

El ambiente es festivo, alegre y pacífico como puedes imaginar en la mayoría de las bodas. Los novios se aman de verdad y esperan y rezan por lo mejor para su futuro. Los novios conocen a la Virgen, a su Hijo Jesús y a algunos de los amigos de Jesús, los Apóstoles, y podemos imaginar que están allí para compartir la alegría del banquete de bodas.

Luego, en medio de la alegría, hay una crisis en la boda que nos hablará a todos los que hemos asistido a una boda. El vino era un elemento clave de la celebración bodas, pero por alguna razón el se acabó. En efecto, sería muy embarazoso que los amigos y familiares se presentaran a la celebración y que la pareja no pudiera ofrecerles al menos una pequeña copa de vino.

Siendo muy consciente del ambiente, de la celebración, de la situación y de la vergüenza resultante, la Virgen reacciona para ayudar. La Virgen desea la alegría y la felicidad de esta pareja en el día de su boda y tratará de asegurarla. María se dirige a Jesús y le dice que no tienen más vino. Jesús responde diciendo que aún no ha llegado su hora. María y Jesús están unidos en todo momento y circunstancia, en corazón, mente y alma. María se dirige a los camareros y les dice: «Haced lo que Él os diga». Estas fueron las últimas palabras que se registran de María en los Evangelios, en toda la Sagrada Escritura. Podemos decir, sin lugar a dudas, que estas palabras contienen el mejor consejo de todo el mundo. María le decía al mozo, como al mundo entero, que obedeciera a Jesús en todo.

¡Un primer milagro gozoso!

Como resultado de la poderosa intercesión de María, Jesús realiza su primer milagro público en las Bodas de Caná, evitando así una situación muy embarazosa en el día de la boda de esta joven pareja.

Los Apóstoles son testigos de ello y su fe en Jesús crece.

Profundicemos ahora en este misterio del primer milagro público de Jesús, por intercesión de María, y dejemos que Dios hable a nuestros propios corazones, mentes y almas. Pidamos la gracia de conocer a Jesús, amar a Jesús y seguir a Jesús más de cerca a través de la presencia e intercesión de María, la Madre de Dios y nuestra querida Madre. Para ayudar, nos gustaría ofrecer cinco sugerencias para la meditación sobre María, Nuestro Señor, y este milagro en Caná y lo que podemos aprender de este maravilloso episodio en las escrituras.

1. María nos lleva a Jesús.

Aprendemos una lección muy clara en las Bodas de Caná: María nos lleva a Jesús. Nunca hubo nadie en la tierra tan cerca de Jesús como María. Por eso, si quiero acercarme a Jesús, conocerlo mejor, amarlo más ardientemente y seguirlo más de cerca, debo dirigirme a María. Habla con María con mucho amor y confianza, y pídele la gracia de conocer mejor a Jesús. María implora la intercesión de Jesús, y luego dirige a otros a seguir a Nuestro Señor, para que puedan seguir experimentando la alegría.

2. María nos consigue la alegría.

El banquete de bodas fue una ocasión de alegría y María estuvo allí. María quiere que estés alegre en esta vida y siempre alegre en el cielo. La verdadera alegría viene de compartir nuestra vida con Jesús y María. Todas las personas del mundo quieren ser felices, pero muchas no lo son porque buscan la felicidad en los lugares equivocados: a menudo en el pecado, separados de Jesús y María.

3. María nos ayuda a resolver nuestros problemas.

En las Bodas de Caná se produjo un grave problema: se acabó el vino. Fue gracias a la intercesión de María ante Jesús que este problema se resolvió, rápida y fácilmente. Nuestra vida está llena de problemas, desde el principio hasta el final. A menudo, cuando tratamos de resolver nuestros problemas por nuestra cuenta, nuestros problemas empeoran cada vez más. Nuestros problemas se convierten en una bola de nieve o nos enredamos en ellos.

Uno de los títulos de María es Desatador de nudos. Nudos, aquí, significa problemas. Todos tenemos problemas con nudos en nuestras vidas. La Virgen puede ayudarnos, desea sinceramente ayudarnos, pero espera que se lo pidamos. ¿Qué tipo de problemas podemos tener? Muchos. Algunos de ellos pueden ser los tuyos: problemas dentro de tu familia o con la familia extensa, problemas en el trabajo con un jefe o un compañero, dolores de cabeza financieros, tal vez incluso un problema de salud -el tuyo o el de un miembro de la familia-. Mira tu vida y pídele a la Virgen que te ayude a ver el problema más grande que estás viviendo en este momento. Habla con la Virgen sobre esto. Por su intercesión, Jesús convirtió el agua en vino en Caná. Ella puede interceder por ti ante Jesús para que convierta tu agua (problema) en vino (una solución al problema).

4. Los milagros pueden ocurrir.

Este fue el primer milagro que realizó Jesús y fue gracias a la presencia e intercesión de María. Gracias a este poderoso milagro, la fe de los Apóstoles en Jesús se fortaleció. Pídele a la Virgen que fortalezca tu propia fe en Jesús cada día. La fe es creer en Jesús realmente presente en nuestras vidas sin verlo. Reza para que nunca pierdas la fe. Reza para que crezcas en tu fe cada día. Reza para tener la gracia de poder compartir tu fe con otros que han perdido su fe o que nunca la han tenido. ¡Una de las mejores maneras de crecer en nuestra fe es compartirla generosamente con otros!

5. El matrimonio y el noviazgo

Este pasaje bíblico tuvo lugar en el contexto de un matrimonio. El Ven. Arzobispo Fulton J. Sheen escribió un libro llamado «Tres para casarse» – ¡un gran libro para leer si estás contemplando la vida matrimonial e incluso si ya estás casado! Si estás casado, no te sorprendas si a veces descubres que tu amor disminuye. Acude a María. Ella le pedirá a Jesús que esté presente en su matrimonio y convierta su agua en vino, para que su amor mutuo crezca y siga creciendo con el paso de los años. Si eres soltero y te sientes llamado a la vida matrimonial, es muy importante que reces para que Dios te ayude a elegir a la persona adecuada, una que comparta tu vida contigo y te ayude a llegar al cielo. Esta será, con mucho, la decisión más importante de toda tu vida. 

Ahora imagina que estás sentado frente a Jesús y María en este maravilloso banquete de bodas. Contempla los ojos, los rostros y la belleza de Jesús y María. Para los que están casados, pedid a María y a Jesús la gracia de vivir vuestra vocación matrimonial con gran amor a Dios, al otro y a los hijos que Dios os envíe. Si todavía estáis discerniendo vuestra vocación, pedid a María y a Jesús la gracia de saber cuál es vuestra vocación en la vida y de seguirla fielmente hasta que lleguéis sanos y salvos al cielo. Amén. 

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Ene 15 2022

LECTURAS DEL DIA | 15 DE ENERO 2022

Sábado de la I semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

SÁBADO 15 DE ENERO Mc. 2, 13-17 «Los que están bien no necesitan médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».

El sábado es el día reservado para mostrar nuestro amor y devoción a María. Todo lo que Jesús sufrió en su cuerpo para reparar nuestros pecados, María lo sufrió en su Corazón Inmaculado por amor a nosotros. ¡El Padre Ed nos da una poderosa meditación para expresar nuestro amor por nuestra amada Madre!

CONSOLANDO EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA por el P. Ed Broom, OMV

Después de Jesús, nadie nos ama más que María en su purísimo Corazón Inmaculado. Además, con la excepción de los sufrimientos de Jesús, no hay nadie en la tierra que haya sufrido más que María.

LOS SIETE DOLORES DE MARÍA  La Iglesia nos invita a contemplar la Pasión de Jesús a través de los ojos y el Corazón de María. Clásicamente, existen los Siete Dolores de María. Especialmente los franciscanos tienen un carisma para promover esta poderosa devoción. Estos siete dolores comienzan cuando Jesús es un pequeño bebé en los brazos de María, hasta el Cuerpo flagelado, ensangrentado y atravesado por la espada de Jesús en los brazos de María al pie de la cruz, si se quiere, la Piedad de Miguel Ángel. Seguido de la sepultura de Jesús. 

LA LISTA CRONOLÓGICA DE LOS DOLORES DE MARÍA  La siguiente es una lista ordenada y cronológica de los Siete Dolores de María, desde la Infancia de Jesús hasta su muerte y puesta en los brazos de María, concluyendo con su entierro.

Profecía de Simeón-¡Una espada atravesará tu corazón! Huida a Egipto-Herodes en persecución para matar al Niño Jesús.

Jesús perdido en el Templo: el dolor de María al perder a Jesús durante tres días.

María se encuentra con Jesús en el camino del Calvario-Los ojos de María se encuentran con los ojos de Jesús mientras lleva su cruz al Calvario. 

Crucifixión de Jesús-María está al pie de la cruz presenciando la crucifixión de su amado Hijo.

Bajada de Jesús a los brazos de María: el cuerpo sin vida de Jesús, ya muerto, es bajado a los brazos de su madre, María.

Entierro de Jesús-Separación de Jesús y su madre María. 

En cada uno de estos Siete Dolores de María, se nos invita a entrar en la mente, el alma y el Corazón de María para experimentar al menos parte del dolor de María, y luego consolarla. Si amamos de verdad a una persona, queremos compartir nuestra vida con ella, en los buenos y en los malos momentos, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte nos separe (promesas de matrimonio). Nuestro amor a Jesús y a María debe trascender con creces nuestro amor a nivel humano y natural. Como lo expresa el Cantar de los Cantares:  El amor es más fuerte que la muerte.

Por eso, vamos a ofrecer algunos medios concretos con los que podemos contemplar los dolores de María y al mismo tiempo ofrecerle nuestro consuelo. El amante se alegra con el amado pero también está dispuesto a llorar y sufrir con los dolores y las penas del amado.

1.  LA PROFECÍA DE SIMEÓN.  «Una espada de dolor atravesará tu corazón para que se revelen los pensamientos de muchos». 

Una forma concreta de consolar al Corazón de María en esta contemplación sería confesarse en honor a María. Las poderosas oraciones y la presencia de María te alcanzarán la gracia de examinar tu conciencia y revelar tus más íntimos secretos de conciencia al sacerdote, que representa a Jesús. El resultado final será la absolución, el perdón y el renacimiento a una vida de gracia. María, cuyo título es la llena de gracia, se alegra cada vez que abres tu mente, tu corazón y tu alma a la Misericordia de Jesús en la Confesión.

2.  LA HUIDA A EGIPTO.  «San José se levantó y tomando a la Madre y al Niño huyó a Egipto». 

¿Cómo puedes consolar al Corazón de María en esta dolorosa pena? Todos vivimos en un combate espiritual perpetuo, en una guerra espiritual. Puedes consolar al Corazón de María imitando al buen San José en la huida del mal moral -llamado tentación de pecado-. Cuando tengas la tentación de pecar, corre a María; échate en los brazos de María; busca refugio en el Corazón Inmaculado de María. ¡Ella es tu refugio seguro!

3.  PERDER Y ENCONTRAR A JESÚS EN EL TEMPLO  Después de tres días de dolorosa búsqueda, María y San José encuentran a Jesús en el templo escuchando y enseñando a los maestros judíos. 

¿Cuál puede ser una aplicación concreta de este tercer dolor de María? Muchas madres y padres en los últimos cincuenta años han perdido a sus hijos espiritualmente. Es decir, a pesar de los duros esfuerzos de los padres, los hijos siguen alejándose de la fe, dejan de asistir al Santo Sacrificio de la Misa y, lo que es peor, eligen voluntariamente un estilo de vida pecaminoso. Al igual que Jesús se perdió y María sufrió dolores atroces, los padres sufren intensamente ante la pérdida moral y espiritual de sus hijos, a los que tanto quieren. Al igual que Santa Mónica y la eventual conversión de San Agustín, por qué no rezar, y rezar, y sobre todo muchos Rosarios para que sus hijos e hijas pródigos perdidos y errantes, esas ovejas perdidas del redil, vuelvan. En otras palabras, a través del Santo Rosario, coloca a estos hijos en el Corazón de María Santisima.

4.  JESÚS ENCUENTRA A MARÍA EN EL CAMINO DE LA CRUZ  

Cuando Jesús sube al Calvario camino de su crucifixión, se encuentra con su Madre María. Una manera concreta de consolar a María es imitando a Jesús al llevar sus cruces. Sin embargo, con esta importante estipulación: comparte tus cruces con María primero. La sola presencia de María contemplando a Jesús con la cruz a cuestas, consoló a Jesús. Profundiza en tu corazón para identificar tu cruz más grande, así como las más pequeñas. Luego, lleva estas cruces al Corazón Doloroso e Inmaculado de María. Imitando a un niño pequeño en brazos de su madre, habla con María sobre estas cruces. Ella está muy interesada en ayudarte a llevar tus cruces con fe, confianza y amor. A menudo, tus cruces parecen abrumadoras; son demasiado pesadas, espinosas y astilladas para llevarlas porque intentas llevarlas tú solo, sin invitar a María a que te ayude. Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque con tu santa cruz has redimido al mundo.

5.  JESÚS SUFRE Y MUERE EN LA CRUZ, CON MARÍA AL PIE DE LA CRUZ.  

En este dolorosísimo misterio de la crucifixión, la pasión, el sufrimiento y la muerte de Jesús, María, nuestra Señora de los Dolores, estuvo presente todo el tiempo. Jesús habló desde la cruz a Juan y a María: «‘Mujer, he aquí a tu hijo; hijo, he aquí a tu madre’. Desde entonces, el discípulo la acogió en su casa». (Jn 19,26-27) En ese momento Jesús entregó a María -en la persona de San Juan- al mundo como Madre espiritual universal, como Madre tuya. ¿Tu manera de consolar a María en este misterio? Imitar a San Juan Diego y al niño de la película Marcelino, pan y vino. ¿De qué manera? Muy sencillo: sé como un niño pequeño y cuéntale a María todo lo que pasa en tu vida. Confía totalmente y sin reservas en la Presencia Maternal y en el Corazón de tu amada Madre Maria.

6.  JESÚS EN BRAZOS DE MARÍA.  

El artista Miguel Ángel lo representó magistralmente en la famosa Pieta. El productor de cine, Mel Gibson, lo presentó en la película La Pasión de Cristo de una manera muy poderosa y conmovedora. ¿Cómo podemos consolar al Corazón de María? Amar a Jesús es amar a María; ¡son inseparables! El Cuerpo sufriente de Jesús está presente en su Cuerpo Místico, la Iglesia. El Cuerpo de Cristo viene a nosotros, de manera muy poderosa y especial, en el mayor de los Sacramentos, la Santísima Eucaristía, en el contexto del Santo Sacrificio de la Misa. El mayor gesto que podemos hacer sobre la faz de la tierra es recibir a Jesús, el Hijo de María, en la Sagrada Comunión. Por lo tanto, una forma magnífica de consolar al Corazón de María es rezar para recibir a Jesús en la Santa Comunión a través del purísimo e Inmaculado Corazón de María. Nadie recibió a Jesús con mayor amor que el Corazón Inmaculado de María.

7.  JESÚS ARREBATADO A MARÍA Y ENTERRADO EN EL SEPULCRO  

En este último de los siete dolores, asistimos a la separación de Jesús y María cuando Jesús es colocado en el sepulcro y enterrado. Sin duda, una de las mejores maneras de consolar y alegrar al Corazón Doloroso e Inmaculado de María es rogarle la gracia de morir diariamente al pecado, el mayor mal que existe. Luego, lo más importante, pedirle a María la gracia de una muerte santa y feliz. Rezando constantemente a María el Ave María y el Santo Rosario, con la ayuda de María nos preparamos para el momento más importante de nuestra vida: ¡el momento de nuestra muerte! Esto determinará nuestro destino eterno: la salvación eterna o la pérdida eterna. Confiamos en que a través de las oraciones de María alcanzaremos la salvación eterna. Que esta sea nuestra oración cada noche, y en el momento de nuestra muerte:  

Jesús, María y José, os doy mi corazón y mi alma. Jesús, María y José, haz que mi corazón sea como el tuyo. Jesús, María y José, ayúdame en mi última agonía. Jesús, María y José, exhala mi alma hacia ti. Oh Sacramento santísimo, oh Sacramento divino, toda la alabanza y toda la acción de gracias sean en todo momento tuyas. Amen.

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Ene 14 2022

SAMUEL Y EL DANO DE LA DESOBEDIENCIA

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El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), cariñosamente conocido como el Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El Padre Broom presenta con regularidad diversos temas en EL SEMBRADOR TV y Radio e organiza e imparte un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com

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Ene 14 2022

LECTURAS DEL DIA | 14 DE ENERO 2022

Viernes de la I Semana del Tiempo ordinario

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

VIERNES, 14 DE ENERO Mc. 2, 1-12 «Vinieron a traerle un paralítico llevado por cuatro hombres. Al no poder acercarse a Jesús a causa de la multitud, abrieron el techo sobre él. Después de abrirlo, bajaron la camilla sobre la que estaba acostado el paralítico».

Seguimos con el tema del pecado en el Evangelio de hoy. Cuatro hombres hacen un gran esfuerzo para llevar a un paralítico ante Jesús. ¿Cuáles son las primeras palabras que dice Jesús? «Hijo, tus pecados están perdonados». La enfermedad del cuerpo, en sí misma, no nos envía al infierno, pero la enfermedad del alma, si no se cura, sí puede enviarnos al infierno. Un ciego pidió una vez al Padre Pío que le curara de su ceguera. El Santo dijo que podía hacerlo, pero que si el hombre se curaba de su ceguera, ¡perdería su alma para toda la eternidad! 

CURACIÓN DEL PARALÍTICO: ¡¡¡JESÚS VINO A CURAR!!! Por el P. Ed Broom, OMV

Herido, con cicatrices, paralizado, dolorido y cojeando: ¡todas las palabras que nos describen a ti y a mí en nuestro estado espiritual del alma! Todos estamos heridos debido al Pecado Original, y también debido al pecado personal. ¡Buenas noticias! Hay un «Sanador» y su nombre es Jesús. ¡Acudamos a su presencia y poder sanadores! 

1. ¡LA PARALÍTICA!  Primero, cada uno de nosotros tiene que reconocer: «¡Yo soy ese paralítico!». El pecado es una forma de «parálisis moral». Desde la concepción y el nacimiento hasta ahora, nuestras almas experimentan una parálisis. ¡Pero hay buenas noticias! ¡Hay un sanador!

2. ¡LOS CAMILLEROS!  Recuerda cuántos «camilleros» ha enviado Dios a tu vida para llevarte a Jesús, el Sanador. Recuerda la película de tu vida y ve a esas personas providenciales -llámalas buenos samaritanos- que Dios puso en tu camino y que dieron lugar a tu encuentro con Jesús el Sanador. Da las gracias. 

(Detente ahora, tómate un tiempo para mirar atrás en tu vida y recordar a esas personas que te ayudaron a llegar a donde estás hoy en tu camino espiritual. Agradece a Dios y reza una oración por ellos).

3. ¡PACIENCIA, PERSISTENCIA, PERSEVERANCIA Y PODER!  El lugar donde Jesús enseñaba estaba lleno. ¡Pero estos amigos no se rindieron! Aprendamos a no rendirnos. Recordemos las palabras de Knute Rockne: «Cuando las cosas se ponen dificiles, los fuertes se ponen en marcha». Jesús lo confirmó: «Por tu paciencia, salvarás tu alma». (Lc 21,19)

4. ¡CREATIVIDAD / INGENIO!  ¡Wow! Subiendo al tejado y bajando al hombre por el techo en una camilla. ¡Qué admirable su perseverancia, pero también su creatividad! Donde hay voluntad, hay un camino. Para encontrar a Jesús, ¡ningún sacrificio debe ser demasiado grande!

5. ¡ORDEN ADECUADO DE LOS VALORES!  Jesús cura primero sus pecados: «Tus pecados están perdonados». En su vida, su alma tiene un valor infinito. ¡Su alma vale más que todo el universo creado! (Santo Tomás de Aquino) ¡Ustedes fueron redimidos no con sangre de machos cabríos ni de terneros, ni con plata ni con oro, sino con la Sangre del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo! (1 Pe 1,18-19)

6. CRÍTICAS A JESÚS.  ¡Se critica a Jesús! Aprendamos a controlar nuestra lengua. Recuerda las palabras de Santiago: «Debemos ser lentos para hablar y rápidos para escuchar». (St 1,19) ¡Lee Santiago, capítulo 3,1-12 sobre los peligros de los pecados de la lengua! 

7.  SANACIÓN  «¡Levántate, toma tu camilla y vete a casa!» ¡Pidamos a Jesús que nos sane de nuestra parálisis! ¡Recurramos a la Confesión que nos sana de nuestra parálisis espiritual para poder caminar, correr y volar alto tras Jesús! El cristiano está hecho para volar alto en la atmósfera espiritual del amor y la santidad de Dios. Señor, ¡¡¡danos esas alas!!!

8.  ¡PELIGROS!  ¿Qué personas, lugares y cosas nos han llevado al estado de parálisis del pecado en el pasado? ¡Hagamos el firme propósito de evitarlos ahora y que la gracia de Dios nos asista!

9. ¡HUMANIDAD PARALIZADA!  Después de que te hayas curado, pon en la «alfombra» -el altar en la Santa Misa- a todos los que conozcas y ames que, efectivamente, están paralizados en el pecado, pero están demasiado ciegos para admitirlo. O simplemente prefieren la enfermedad a la salud. Con el sacerdote, elevad a estos seres queridos a lo alto durante la Consagración en la Misa. Es el mismo Jesús sanador que está presente y es capaz de sanarlos, ¡al igual que a nosotros! 

10.  MARÍA, ¡SALUD DE LOS ENFERMOS!  En Lourdes, Francia, se producen cada año muchos milagros de curación. Las aguas milagrosas han curado innumerables cuerpos enfermos. Sin embargo, las curaciones más numerosas se producen a primera hora de la tarde, cuando Jesús Sacramentado es expuesto en la custodia y llevado en procesión. Que las oraciones de María, «Salud de los enfermos», vengan en nuestro auxilio para que Jesús nos sane en cuerpo, mente, corazón y alma. Así podremos ser un sanador herido para curar a la humanidad herida en este mundo herido.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

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