Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Mar 05 2022

LECTURAS DEL DIA | 5 DE MARZO 2022

Sábado después de ceniza

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

SÁBADO 5 DE MARZO Lc. 5, 27-32 «Los sanos no necesitan médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos al arrepentimiento, sino a los pecadores».

Nosotros somos los enfermos que necesitamos desesperadamente un médico. Jesús nos dio a su Madre para que aprendiéramos a vivir y a amar como ella. María, auxilio de los cristianos, ¡ayúdanos!!!

¡APRENDAMOS A VIVIR Y A AMAR A TRAVÉS DE MARÍA! Por el P. Ed Broom, OMV

María es el camino más rápido, más corto y más fácil para llegar a Jesús. Podemos llamarla el atajo. Todos estamos llamados a la santidad, es decir, a ser santos. Jesús dijo: «Sed santos como vuestro Padre celestial es santo». ¡Esto es un mandato! Por lo tanto, la Santa Madre de Dios, María Santísima, puede ayudarnos en nuestra alegre búsqueda de la santidad que termina en el cielo.

EL SANTÍSIMO ROSARIO.  Uno de los instrumentos más eficaces, o incluso podríamos llamarlo arma espiritual, que debemos utilizar para librar el buen combate y correr la buena carrera para alcanzar la victoria y el premio de la vida eterna es el SANTÍSIMO ROSARIO. A lo largo de los siglos, los santos y los papas han animado vivamente a los fieles a rezar el Rosario y a confiar en la poderosísima intercesión de María.  La oración de San Bernardo encierra esta verdad en la famosa oración mariana El Acordaos, con estas palabras Nunca se supo que alguien que huyera a tu protección quedara sin ayuda.

MISTERIOS DE LA ALEGRÍA, MISTERIOS DEL AMOR:  En este breve ensayo nos centraremos en cómo podemos aprender a vivir para amar a Dios y ser verdaderamente felices, ofreciendo unas breves sugerencias tomadas de los cinco Misterios Gozosos del Santísimo Rosario de la Santísima Virgen María. El Rosario es una mina de oro espiritual en la que podemos profundizar.

LA ANUNCIACIÓN (Lc 1, 26-38).  María se encuentra con Dios a través de su mensajero angélico, el arcángel Gabriel. Ofrecemos tres preciosas perlas para espigar y pulir de este profundo encuentro.

1) ESCUCHAR Y HABLAR CON DIOS.  María nos enseña la importancia del silencio en nuestras vidas. María nos enseña la importancia de escuchar a Dios, especialmente a través de la Palabra de Dios. María nos enseña la importancia de hablar con Dios, es decir, la importancia real de la oración, de hablar con Dios con fervor y devoción desde lo más profundo de nuestro corazón. ¡María me enseña a rezar!

2) DECIR «SÍ» A DIOS: LA CLAVE DE LA FELICIDAD.  Todos tenemos libertad para elegir entre el bien y el mal; podemos usar o abusar de nuestra libertad.  María dijo SÍ a Dios con estas palabras: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. (Lc 1,38) Esta es una verdad universal: todos queremos ser felices en este mundo y siempre. ¿Por qué, entonces, tantas personas hoy quieren ser felices pero andan con una cara triste que muestran al mundo entero? La razón es muy clara: le dicen NO a Dios. La Virgen nos enseña la verdadera libertad y la clave de la verdadera alegría: ¡aprender a decir SÍ a Dios! A partir de hoy, por intercesión de María, aprendamos a decir Sí a Dios.

3) MARÍA ENSEÑA A RECIBIR A JESÚS EN NUESTRO CORAZÓN.  Diciendo SÍ a Dios, María concibió a Jesús en su purísimo vientre y en las profundidades de su purísimo e Inmaculado Corazón. San Juan Pablo II hace un hermoso paralelismo entre el SÍ de María a Dios y nuestro AMÉN cuando recibimos a Jesús en la Santa Comunión. El resultado final del SÍ de María y nuestro AMÉN en la Sagrada Comunión es la recepción de Jesús en nuestros corazones. Pidamos por la intercesión de María para que digamos SÍ a Dios y recibamos a Jesús con amor ardiente en nuestros corazones en la Santa Comunión.

LA VISTITA DE MARÍA A ELIZABETH (Lc 1,39-56).  Al igual que la Anunciación, este Misterio es rico en enseñanzas y en crecimiento en santidad para nosotros si hablamos con María y tratamos de imitarla. Tomemos tres lecciones.

1) EVITAR LA PEREZA.  Una vez que María supo cuál era la voluntad de Dios, no esperó, ni postergó, ni dejó para mañana. Por el contrario, se apresuró. Evitemos la pereza en todo momento, lugar y circunstancia. El proverbio es muy cierto: «La ociosidad es el taller del diablo».

2) SALUDAR CON ALEGRÍA.  Aprendamos de María a no esperar a que los demás nos saluden, sino a saludar PRIMERO y con ALEGRÍA. Esto es humildad y caridad, es decir, poner a los demás en primer lugar y valorarlos por su dignidad innata.

3) EL SERVICIO ES NUESTRA FUENTE DE ALEGRÍA.  María fue a visitar a su prima anciana, Santa Isabel, que estaba embarazada en su vejez, para estar al servicio de su prima en sus necesidades. San Pablo nos enseña: Hay más alegría en dar que en recibir. (Hechos: 20:35) Santa Madre Teresa de Calcuta decía: «Debemos aprender a dar hasta que nos duela. A partir de hoy hagamos un propósito firme: Buscaré oportunidades para servir a los demás a imitación de María que fue a visitar y servir a Santa Isabel. Si lo hacemos, experimentaremos una profunda alegría en nuestro corazón y en nuestra alma.

EL NACIMIENTO DE JESÚS EN BELÉN (Lc 2,1-7).  En este misterio celebramos el cumpleaños más importante de la historia del mundo: el nacimiento de Jesús, que llamamos NAVIDAD. El nacimiento de Jesús separó la división del tiempo en años B.C. y A.D. Las lecciones que María puede enseñarnos son innumerables.  Nosotros ofreceremos tres.

1) LA VIDA ES UN VIAJE.  María hizo un largo viaje y llegó a su destino, Belén. Nuestra vida es un viaje hacia el cielo. Pidamos a María, a San José y, por supuesto, a Jesús que nos acompañen en cada paso del camino en medio de las pruebas y sufrimientos de la vida en nuestro viaje hacia nuestro destino final, ¡el CIELO!

2) ACEPTAR LAS PRUEBAS Y EL RECHAZO.  María experimentó muchas pruebas, contradicciones y sufrimientos en su vida, pero confió aún más en Dios. Al llegar, experimentó el rechazo: ¡No había sitio para ellos en la posada! Cuando experimentamos pruebas, sufrimientos y rechazos en nuestra vida, debemos correr a María y buscar refugio. ¡Corazón Inmaculado de María sé mi refugio seguro!

3) LA POBREZA.  María y la Sagrada Familia eligieron experimentar y vivir una vida de pobreza. Uno de los mayores obstáculos de la sociedad moderna es el MATERIALISMO, es decir, estar demasiado apegado a las cosas materiales. Si se quiere: Nuestras posesiones pueden poseernos. Jesús nació de la Santísima Virgen María en un pobre, frío, húmedo y maloliente establo (refugio de animales) en Belén. María, por favor, enséñame que la verdadera felicidad no viene de poseer cosas, sino de dejar que Dios me posea.

LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO (Lc 2,22-40)  Cuando Jesús tenía sólo 40 días, fue presentado en el Templo por manos de la Santísima Virgen María y del buen San José. Una vez más, vamos a ofrecer tres maravillosas lecciones de este cuarto Misterio Gozoso.

1) OBEDIENCIA.  María y San José obedecieron a Dios presentando a su hijo primogénito en el Templo de Jerusalén, tal y como prescribía la Ley Mosaica. Si realmente queremos experimentar la alegría en lo más profundo de nuestras almas, debemos aprender a imitar a María en la virtud de la obediencia. Los habitantes del mundo moderno desean con demasiada frecuencia seguir su propia voluntad, lo que conduce a la tristeza y a la destrucción final. Que, como María, aprendamos a obedecer la Palabra de Dios, la Iglesia y sus enseñanzas magisteriales con una conciencia bien formada.

2) LUZ PARA TODO EL MUNDO.  Jesús en brazos de María es presentado al anciano Simeón que llama a Jesús LUMEN GENTIUM-Luz para el Pueblo. María nos enseña que Jesús debe ser nuestra verdadera y desbordante Luz. María, Madre mía, dame ojos para percibir la Luz de Jesús en el mundo, en mi vida y en todas las circunstancias de mi vida.

3) LA ESPADA DEL DOLOR. La Profecía de Simeón implicaba anunciar que Jesús sería un signo de contradicción, y que una espada de dolor penetraría en el corazón de María. El significado puede ser difícil de entender para nosotros, y posiblemente aún más difícil de poner en práctica: el valor del sufrimiento. Debemos aprender a ofrecer nuestros sufrimientos a los 

Corazones de Jesús y de María, para que estos sufrimientos tengan un valor infinito. Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque con tu santa cruz has redimido al mundo».

EL ENCUENTRO DE JESÚS EN EL TEMPLO (Lc 2,41-51).  En este quinto y último Misterio Gozoso está presente un dolor oculto, pero una gran alegría. La pena, por supuesto, es que María y José pierden a Jesús durante tres largos días. Su alegría es encontrar a Jesús. Hay mucho que meditar en este Misterio. Sin embargo, ¡daremos tres pepitas de oro!

1) MUCHOS PADRES PIERDEN A SUS HIJOS.  Hoy en día muchos padres pueden identificarse muy fácilmente con este Misterio porque pierden a sus hijos en el sentido de que sus hijos ya no practican su fe. Esto atraviesa el corazón de los padres. María nos enseña a no perder la esperanza, sino a perseguir a nuestros hijos mediante la oración, la paciencia y la confianza en que encontrarán el camino de vuelta a Dios. Santa Mónica lo hizo y su hijo, el hijo pródigo errante del siglo V, se convirtió en el gran SAN AGUSTÍN.

2) JESÚS Y MARÍA COMO NUESTROS MAESTROS.  Después de tres largos días de dolorosa búsqueda, la Virgen encontró por fin a su Hijo, Jesús. ¿Dónde estaba? Jesús estaba en el Templo enseñando a los ancianos. Entre las numerosas lecciones que podemos recoger está la siguiente: Jesús y María deben ser nuestros Maestros. ¡FORMACIÓN PERMANENTE! Una de las principales luchas y fracasos de muchos adultos es su falta de voluntad de estudiar para crecer en su fe; así se quedan estancados y anquilosados en su fe. Jesús y María nos enseñan la obligación primordial que tienen los padres de transmitir su fe a los hijos. Sin embargo, ¡no se puede dar lo que no se tiene! Pidamos a la Virgen la gracia de desear realmente aprender mejor nuestra fe para ser mejores maestros de nuestros hijos.

3) MARÍA REFLEXIONA EN SU CORAZÓN.  Al encontrar a Jesús, María y José se alegraron aunque no entendieron bien las palabras de Jesús: «¿No sabíais que tenía que estar en la casa de mi Padre?» (Lc 2,49) María meditaba estas cosas en su Corazón Inmaculado. María nos enseña a todos la importancia de rezar, meditar y ponderar en nuestro corazón la Palabra de Dios, las circunstancias de nuestra vida, incluso las sorpresas y contradicciones que todos encontramos con frecuencia. Oremos a María y supliquémosle a menudo que nos alcance un corazón contemplativo. Pidamos a la Virgen la gracia de percibir la obra de Dios en nosotros, pues en Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

CONCLUSIÓN. Esperamos y rezamos para que todos comprendan la llamada a la ALEGRÍA en nuestras vidas. Esta alegría se puede aprender a través de la vida, las palabras y el ejemplo de la Santísima Virgen María, especialmente a través de los misterios del Rosario, empezando por los MISTERIOS DE LA ALEGRÍA. La Virgen enseña esta lección en su Magnificat: Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador. (Lc 1, 47) Invocando a María aprendemos que la verdadera alegría viene de una unión más profunda con Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 04 2022

LECTURAS DEL DIA | 4 DE MARZO 2022

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

VIERNES, 4 de marzo Mt. 9, 14-15 Isaías 58, 6-8 …

Este, más bien, es el ayuno que deseo:

                        liberar a los atados injustamente,

                        desatar las correas del yugo;

liberar a los oprimidos

                        rompiendo todo yugo;

compartiendo el pan con los hambrientos

                        albergando a los oprimidos y a los desamparados;

Vistiendo al desnudo cuando lo veas,

                        y no dar la espalda a los tuyos.

Entonces tu luz brotará como la aurora

                        y tu herida será rápidamente curada;

Tu reivindicación irá delante de ti,

SERVIR ES REINAR; REINAR ES SERVIR por el P. Ed Broom, OMV

Estamos construyendo sobre la sólida estructura de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, Principio y Fundamento: Hemos sido creados para alabar a Dios, reverenciar a Dios y servir a Dios, y por este medio salvar nuestra alma. Jesús deja muy claro en Mt 25,31-46 que todo lo que hagamos al más pequeño de nuestros hermanos, se lo hacemos a Él. En otras palabras, Principio y fundamento nos desafía a salir de nuestra zona de confort, a dejar nuestra manta de seguridad, a salir de la barca al agua fría a la orden del Señor para poder servir de verdad. Que María, la humilde sierva del Señor, nos ayude en nuestra verdadera vocación -la vocación que lleva al cielo-, la vocación de auténtico servicio.

REFERENCIAS BÍBLICAS SOBRE LA LLAMADA VOCACIONAL AL SERVICIO.

SATANÁS: LA ANTÍTESIS DEL SERVICIO.  

Hay que decir que Satanás/Lucifer levantó su voz en un clarín de rebeldía contra la voluntad de Dios Todopoderoso con el rotundo NO a obedecer a Dios-¡NO SERVIREMOS!!! No serviré a Dios. A partir de esto se desató una batalla contra los ángeles que debido a su propia voluntad y determinación decidieron que no servirían a Dios, ni obedecerían a Dios ni se someterían a su santa voluntad. Dios convocó a San Miguel Arcángel, el Príncipe de las Huestes Celestiales, cuyo nombre significa quien es semejante a Dios. Esos ángeles rebeldes, transformados en horrendos y espantosos demonios, fueron expulsados del cielo y arrojados al pozo de fuego del infierno. (Leer Apocalipsis 12 e Isaías 14:12-15-la Caída de los Ángeles) En resumen, todas las tragedias comenzaron, y aún comienzan, cuando se falla en servir a Dios, se falla en obedecer a Dios, se falla en someter la propia voluntad a la voluntad de nuestro Señor, Dios, Padre y Creador. A veces, debido a la concupiscencia y a los efectos del Pecado Original, luchamos dentro de nuestro propio corazón dividido para someter nuestra voluntad en obediencia y servicio a nuestro Padre Celestial.

EL SÍ DE NUESTRA SEÑORA A DIOS Y AL SERVICIO  

No puede haber un contraste más marcado y significativo que el NO SERVIAM de Lucifer/Satán y el SÍ de la Santísima Virgen María. Escuchando la invitación del Arcángel Gabriel a obedecer a Dios, a someter su voluntad a la voluntad de Dios y a servir a Dios, María da su total consentimiento a la voluntad del Padre Celestial y se convierte, entre sus muchos y hermosos títulos, en la HUMANA SERVIDORA DEL SEÑOR. El SÍ de María a Dios para ser su sierva en todo tiempo y lugar transformó radicalmente el mundo. María dijo a Dios por intermediación del Arcángel Gabriel: «He aquí la esclava (la sierva) del Señor, hágase en mí según tu voluntad». (Lc 1,38) Como resultado del SÍ de María «La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros». (Jn 1,14) A nosotros nos corresponde, a imitación de María y de su poderosa intercesión, dar nuestro SÍ a Dios en el servicio; si lo hacemos, estaremos viviendo verdaderamente el Principio y el Fundamento en nuestras vidas en el ámbito de la llamada universal al servicio. ¡Que el ejemplo y las oraciones de María vengan en nuestra ayuda!

SIRVIENDO DE DOS MANERAS COMPLEMENTARIAS: MARTHA Y MARÍA (Lc 10,38-42)

A veces Jesús se detenía en Betania para visitar a tres de sus buenos amigos, dos hermanas y su hermano: María, Marta y Lázaro. Jesús disfrutaba enormemente de su amistad. En una ocasión, Jesús estaba en su casa de Betania, un pueblo cercano a la ciudad de Jerusalén, y María y Marta estaban presentes ante Jesús, pero de dos maneras distintas. Marta estaba ocupada con los detalles de la hospitalidad; podemos imaginar: la limpieza, la preparación de la comida, la mesa, etc. María estaba simplemente sentada a los pies de Jesús. ¿Qué estaba haciendo? Escuchando las palabras de Jesús, hablando con él, posiblemente haciendo algunas preguntas, mirando a Jesús y simplemente amando al Señor como su Mejor Amigo. Tensa, nerviosa y algo frustrada, Marta le dice a Jesús que le diga a María que la ayude. Pero Jesús sale en defensa de María con estas palabras «Marta, Marta, estás preocupada por muchas cosas; María, por su parte, ha elegido lo único necesario y no se verá privada de ello».  

Con respecto a nuestra llamada a servir en nuestra consideración de Principio y Fundamento, este pasaje con María y Marta nos enseña una lección muy importante: como Marta estamos llamados a servir a Jesús y a servir a los demás, ¡¡¡muy cierto!!! ¡Sin embargo, debemos tener mucho cuidado para no caer en la herejía moderna del Activismo, o como lo llamó San Juan Pablo II el Horizontalismo, o como lo llamó el Papa León XIII el Americanismo, o si se quiere, el peligro de transformarse en el llamado Workaholic! Debemos servir a nuestros hermanos y hermanas. Sin embargo, nunca debemos anteponer el servirlos a dar a Dios nuestras primicias, a dar a Dios lo mejor de nosotros, a dar a Dios todo. En este mismo capítulo Lucas 10, un hombre le pregunta a Jesús cuál es el mayor de todos los mandamientos y la respuesta (Del Gran Shema del Antiguo Testamento): «Debes amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, tu mente, tu alma y tus fuerzas… y luego amar a tu prójimo como a ti mismo». (Lc 10:27) En resumen, a medida que profundizamos en el Principio y el Fundamento en nuestras vidas, deberíamos hacer un examen de conciencia, dar un paso atrás y examinar nuestras vidas para ver si tenemos un poco de Marta en nuestras vidas, ¡la tendencia del Activismo/Horizontalismo/Workaholic! Si es así, estamos definitivamente llamados a servir a nuestros hermanos y hermanas, pero siempre poniendo a Dios en primer lugar en el centro de nuestras vidas. ¡Recuerda que, como criaturas de Dios, estamos llamados primero a alabar a Dios y luego viene nuestra actitud de servicio!

MATEO 25:31-46… NUESTRO JUICIO FINAL SOBRE EL AMOR Y EL SERVICIO. ¿CÓMO TE IRÁ?

Una vez más, profundizando en el tema del servicio, visitamos y meditamos sobre la última Parábola que Jesús nos da en el Evangelio de Mateo- «La Parábola del Juicio Final». El Pastor separará las cabras de las ovejas, las cabras a la izquierda y las ovejas a la derecha, los condenados y los salvados. Nuestro juicio final y nuestro destino eterno dependerán de nuestro amor a Dios manifestado por el amor que mostremos hacia nuestros hermanos necesitados. Jesús no pudo hablar con mayor claridad: «Todo lo que hagáis al más pequeño de vuestros hermanos, a mí me lo hacéis». (Mt 25,40) Examina tu Principio y Fundamento, y el término clave de esta meditación SERVICIO relacionado con la forma en que estás viviendo las clásicas Obras Corporales de Misericordia. ¿Cómo te va? Para Jesús, el amor y el servicio son casi intercambiables. ¡Examina tu vida!

1. «TUVE HAMBRE Y ME DISTE DE COMER…» ¿Has dado de comer al hambriento en tu casa, o fuera de ella, o en cualquier lugar donde haya habido oportunidad? Santa Madre Teresa, San Vicente de Paúl, Santa Catalina Drexel, San Alberto Hurtado, San Juan Bosco, San José Cottolengo y un sinfín de santos vieron a Jesús en los hambrientos. Vivir el Principio y la Fundación sobre el SERVICIO ¿cómo se puede alimentar a los hambrientos?

2. «TUVE SED Y ME DISTE DE BEBER…»  Desde la cruz Jesús gritó: «¡Tengo sed!» En el pozo, Jesús pidió a la samaritana: «¡Dame de beber!» En la parábola de Dives y Lázaro (Lc 16,19-31), el hombre rico, Dives, no dio de comer ni de beber al hombre pobre, Lázaro, y en consecuencia Dives sufrió la pérdida de su alma. ¿Cómo puedes vivir el Principio y el Fundamento y el Servicio saciando la sed de los que te rodean? Inscritas encima de los altares en las paredes de las Hermanas de la Madre Teresa, Las Misioneras de la Caridad, están las palabras que Jesús pronunció desde la cruz ¡Tengo sed!

3. ESTABA DESNUDO Y ME VESTISTEIS.  Desnudo puede interpretarse como carente o necesitado de algo. Muchos carecen de dignidad, de respeto, de atención, de preocupación, de compasión, de alguien con quien hablar, de aprendizaje/educación, de doctrina/catecismo, de conocimiento de la fe. Y, literalmente, hay personas que carecen de comida, ropa y alojamiento adecuados. ¿Cuál es tu respuesta al grito de Jesús en los pobres del mundo? ¿Cómo puedes SERVIR a los desnudos? Recuerda que la conversión de San Martín de Tours fue provocada por un soldado romano que cortó y compartió su capa con un pobre hombre semidesnudo y tembloroso que yacía en el duro y frío suelo. Ora sobre esto: ¡¡¡cómo puedes aliviar la situación de los muchos desnudos del mundo; esto también es vivir el Principio y el Fundamento y nuestra vocación o llamada a SERVIR!!!

4. UN EXTRANJERO Y ME ACOGISTEIS  Jesús, María y San José eran extranjeros; eran exiliados e inmigrantes. Muchos de nosotros somos inmigrantes o venimos de padres o familiares que fueron inmigrantes. Recuerda la Regla de Oro y la llamada a vivir el Principio y el Fundamento en el SERVICIO… «¡Haz a los demás lo que quieres que los demás te hagan a ti!» (Mt 7,12) Jesús está presente en estas personas: los solitarios, los pobres, los abandonados, los olvidados, los condenados al ostracismo, los insultados, los marginados, los inmigrantes, los sin techo, los incomprendidos, los sordos y los mudos… Recuerda las palabras de Jesús, nuestro Señor, Dios y Salvador: «El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a SERVIR y a dar su vida en rescate por muchos». (Mt 20-28) Recuerda: seremos juzgados por la forma en que tratemos y sirvamos a los demás a imitación del Señor Jesús, nuestro modelo.

5. ESTUVE ENFERMO Y ME VISITASTEIS  Todos sabemos por experiencia personal lo difícil que es realmente sufrir. Todos sabemos por experiencia lo difícil que es estar enfermo. Muchos de nosotros sabemos lo duro que es pasar tiempo, días o quizás semanas en la cama de un Hospital. Pero al mismo tiempo todos sabemos lo consolador, reconfortante, alentador y solidario que es cuando Dios ha puesto en nuestro camino a un buen samaritano para ayudarnos en nuestra enfermedad. Una palabra amable, un gesto de bienvenida, una sonrisa cálida, una mano extendida, un apretón de manos, un abrazo cálido, una oración ferviente: todos estos son gestos que pueden elevarnos desde el valle de lágrimas y la oscuridad hasta la cima de la montaña de la esperanza. Al atender a los enfermos estamos viviendo el Principio y la Fundación en el ámbito del SERVICIO. «Servir es reinar y reinar es servir».

6. ESTUVE EN LA CÁRCEL Y VINISTE A VISITARME.  El Venerable Arzobispo Fulton Sheen en una ocasión hizo una visita a una Prisión. Tuvo la oportunidad de hablar con cerca de 1000 reclusos. Hizo este sorprendente comentario: «Todos somos prisioneros de una manera u otra. La única diferencia entre vosotros, presos, y yo es que a vosotros os han cogido y a mí no».   Lo que el santo arzobispo estaba diciendo realmente es el hecho de que todos somos pecadores, todos somos a veces prisioneros de nuestras propias esclavitudes morales. El hecho de que no estemos encarcelados en alguna cárcel del condado es la gracia de Dios. San Felipe Neri al ver a un hombre tirado en las cunetas de Roma comentó: «Ahí voy a salvar la gracia de Dios». Todos somos capaces del más atroz de los crímenes, comentaba Santa Teresita, la Pequeña Flor, si la gracia de Dios no nos sostuviera, apoyara y protegiera. Santa Teresita también comentó con gran humildad: «La única razón por la que no cometí el más atroz de los crímenes fue porque Dios me despejó el camino». Da un paso atrás y mira tu vida, tu entorno social, las personas que Dios ha puesto en tu camino, y pide la gracia de reconocer a los que realmente están en la PRISIÓN… Quizás conozcas a alguien que es esclavo de algún vicio: La bebida, el porno, las drogas, el juego y los casinos, las compras compulsivas. Estos son los prisioneros modernos, son prisioneros y esclavos de sus propias pasiones, de sus propios pecados. Con respecto al Principio y al Fundamento y una vez más al Servicio, ¿qué puedes hacer para ayudar a estas personas? ¿Qué puedes hacer para liberar a los cautivos?

Que Nuestro Señor Jesús, la Santísima Virgen María y los santos nos ayuden a mirar en nuestras vidas y a tomar conciencia de las muchas oportunidades que Dios nos ofrece para servirle, en aquellos con los que nos encontramos, con los que vivimos, con los que trabajamos, con los que chocamos. Estas personas son realmente Jesús disfrazado.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 03 2022

LECTURAS DEL DIA | 3 DE MARZO 2022

Jueves después de ceniza

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES, 3 de marzo Lc 9, 22-25 «El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día y me siga.»

¡¡¡Hoy el P. Ed nos muestra por qué queremos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz cada día y seguir a Jesús!!!

AMISTAD CON CRISTO JESÚS por el P. Ed Broom, OMV

Cuando llegué a Buenos Aires, Argentina, en 1986, poco después de mi ordenación de manos del Santo Papa Juan Pablo II, contemplé un retrato convincente de Jesús. Era una imagen de su Sagrado Corazón, con llamas de fuego que irradiaban de su Corazón. Sin embargo, lo que más me cautivó en ese momento, fueron seis palabras en español que han sido casi un lema de mi vida como católico, religioso y sacerdote, y seguidor de Cristo. Estas palabras eran: «Jesús, el Amigo que nunca falla».

Los nombres cristológicos son muchos: El Buen Pastor, el Pan de Vida, el Camino, la Verdad y la Vida, el Alfa y la Omega, el Señor, Dios, el Salvador, el Redentor, así como Cordero de Dios, Hijo del Hombre e Hijo de Dios. Cada uno de estos nombres, como un precioso diamante expuesto al sol a través de un proceso llamado refracción, refleja un destello diferente de la majestuosidad, grandeza y belleza de Jesús, el Hijo del Dios vivo.

Sin embargo, todavía hay otro título que me ha cautivado durante muchos años y espero que cautive tu corazón y es Jesús, el Amigo que nunca nos falla.

El Jueves Santo, mientras Jesús estaba sentado en la Última Cena, a punto de entregar a toda la humanidad hasta el final de los tiempos dos dones extraordinarios -los llamamos Sacramentos-, el Orden Sagrado y la Santísima Eucaristía, también llamó a los Apóstoles, y a cada uno de nosotros, con un nombre especial: «¡Os llamo amigos!». En este momento tan importante de su vida, poco antes de ser crucificado por amor a ti y a mí, llamó a los Apóstoles y a nosotros sus íntimos Amigos.

Nuestra religión católica-cristiana tiene reglas, preceptos, órdenes, prohibiciones, decretos y mandatos, esto no lo podemos negar. Los Diez Mandamientos forman parte de nuestro depósito de fe. Sin embargo, si limitamos nuestra fe católica a nada más que una serie de reglas, preceptos y mandamientos que obedecer, entonces hemos perdido el tren, hemos errado el camino al centrarnos en algo muy importante, pero no en lo más importante y esencial. 

La esencia del catolicismo es una relación de amor. Es una relación profunda, dinámica y creciente con tres Personas Divinas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

La segunda Persona de la Santísima Trinidad es Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre. Vino al mundo para salvarnos. Pero Jesús también vino al mundo para establecer una Amistad profunda, dinámica y permanente con todos y cada uno de nosotros.

La Biblia dice que encontrar un verdadero amigo es un tesoro. Incluso podríamos llamarlo la perla de precio infinito que deberíamos estar dispuestos a dar todo lo demás para adquirir. De todos los amigos que pueden existir en este mundo, la amistad con Jesús es, con mucho, la mejor. En el cuadro del Sagrado Corazón, Él es el Amigo que nunca nos fallará en el tiempo y por toda la eternidad. Incluso el mejor de los amigos está destinado a fallar al otro tarde o temprano. Pero Jesús nunca nos fallará. Nosotros sí le fallamos, pero Él nunca nos fallará, ¡nunca! 

Por eso, una de las mejores motivaciones para que nos esforcemos enérgicamente en observar los Diez Mandamientos es por la sencilla razón de desear establecer, cultivar y crecer en una dinámica de Amistad con Jesús.

El venerable arzobispo Fulton J. Sheen acuñó una de las mejores definiciones de pecado que existen: «El pecado es herir a quien amas». Es cierto que el pecado es romper uno de los Mandamientos. Sin embargo, por encima de la mera ruptura de uno de los Mandamientos, al pecar gravemente estamos rompiendo el Corazón de Jesús, que nos amó, y nos sigue amando tanto, que murió en la cruz para demostrar Su amor y Amistad por toda la humanidad, y por cada uno de nosotros individualmente.

Si fueras la única persona en todo el universo creado, tu Amigo Fiel, Jesús, todavía habría venido al mundo predicando, enseñando y exorcizando demonios, pero especialmente esto: Habría sufrido todos los tormentos de Su Pasión, desde la Agonía en el Huerto hasta Su crucifixión en la cruz, hasta el derramamiento de Su última gota de Sangre cuando la lanza atravesó Su Sagrado Corazón. Todo esto Jesús, tu mejor Amigo, lo sufrió voluntariamente por amor a ti para ser tu Mejor Amigo en el tiempo y por toda la eternidad.

Por eso, cuando hacemos el examen de conciencia repasando los Diez Mandamientos, por qué no adoptar un enfoque nuevo y fresco en la preparación de la Confesión. ¡Y es simplemente esto! Reconoce que tus pecados, además de quebrantar los Mandamientos, hieren especialmente a quien te ama y quiere ser amado por ti.

El pecado es decir «no» al amor de Jesús, nuestro Señor y Salvador, que está locamente enamorado de ti y tiene un deseo ardiente de que correspondas a su amor. Más aún, al pecar estás rompiendo el Corazón de tu Mejor Amigo. Al hacer una buena confesión, estás curando esa herida en Su Sagrado Corazón y restaurando tu amistad con el Amigo que nunca te fallará, que no terminará en la tumba, sino que durará para siempre en la eternidad, en el cielo.

Por lo tanto, al decir «no» al pecado, en realidad estás diciendo «sí» al amor de Dios y «sí» a una profunda y creciente Amistad con Jesús.

Aceptémoslo, si pecar es simplemente romper un conjunto de reglas frías e impersonales, entonces lo más probable es que volvamos a pecar. Sin embargo, si vemos el pecado bajo una luz personal, hiriendo a nuestro mejor Amigo, hiriendo Su Corazón, entonces nos detendremos y pensaremos, y renunciaremos a esta tentación de pecar.

Que la Virgen y el buen San José recen por nosotros. Ellos fueron los que más amaron a Jesús, tuvieron la más profunda amistad con Él en la tierra, y ahora y por toda la eternidad son los amados de Jesús.

Oremos. Jesús, María y José, os doy mi corazón y mi alma. Jesús, María y José, haz que mi corazón sea como el tuyo. Jesús María y José, ayúdame en mi última agonía. Jesús, María y José, te exhalo mi alma. Oh Sacramento santísimo, oh Sacramento divino, toda alabanza y toda acción de gracias sean en todo momento tuyas. Jesús, sé mi mejor amigo ahora, mañana y por toda la eternidad. Amén.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 02 2022

LAS ULTIMAS COSAS | EJERCICIOS ESPIRITUALES | MEDITACIONES | SEMANA 3

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Mar 02 2022

LECTURAS DEL DIA | 2 DE MARZO 2022

Miércoles de Ceniza

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MIÉRCOLES, 2 de marzo Mt 6, 1-6, 16-18 Jesús dijo a sus discípulos: «Tened cuidado de no hacer obras justas para que la gente las vea; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial».

Rezamos con este artículo hace menos de un mes. ¡Qué tal si hacemos de esto una propuesta cuaresmal para rogar sincera y fervientemente a Jesús que haga nuestro corazón más parecido al suyo creciendo en humildad usando la hoja de ruta del P. Ed!

JESÚS MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN, HAZ QUE MI CORAZÓN SEA COMO EL TUYO… por el P. Ed Broom, OMV

«Jesús manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo». Aunque corta en palabras y en extensión, esta es una de las oraciones más conocidas dirigidas al Sacratísimo Corazón de Jesús. La oración puede ser elevada al Señor Jesús y contemplada en su Sagrado Corazón, en cualquier momento, en cualquier lugar, en cualquier circunstancia, e independientemente de nuestros estados de ánimo, sean buenos o malos.

Por sorprendente que parezca, sólo una vez el Señor Jesús describe las características de su Sacratísimo Corazón, que se encuentra en el Evangelio de San Mateo. El Señor dice: «Venid a mí todos los que encontráis la vida pesada y yo os haré descansar. Llevad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón…» (Mt 11,28-30)

Como cristianos bautizados, todos nosotros, independientemente de la edad, la cultura, las circunstancias de vida e incluso nuestra vida pasada, tenemos el reto de seguir las huellas de Cristo; si se quiere, la imitación de Cristo.

De todas las virtudes que Jesús predicó, practicó y vivió en grado sumo, la caridad ocupa el primer lugar. Sin embargo, la virtud de la humildad ocupa un lugar muy destacado en la vida de Cristo. La humildad debe ser una virtud que caracterice nuestro modelo de vida.

¿Qué es la humildad? La virtud de la humildad no es fácil de definir, y mucho menos de practicar. Una definición de trabajo para la humildad podría ser la siguiente: «Una persona humilde reconoce que todo el bien que ha hecho y que hará viene de Dios. Por el contrario, la persona humilde reconoce que todo el mal que ha hecho es obra suya». Santa Teresa de Ávila llega a definir la humildad en una palabra: ¡Verdad! ¡La humildad es la verdad de lo que somos, de lo que hacemos y de lo que Dios ve en nosotros! Santa Teresa de Ávila nos recordará que la humildad es caminar en la verdad.

San Agustín, el Doctor de la Gracia citado en el Catecismo de la Iglesia Católica, dice lo siguiente sobre la humildad «Si me conociera a mí mismo, te conocería a ti, Señor. Sólo cuando el ser humano reconozca su naturaleza caida, se convertirá en receptor dispuesto, alegre y agradecido de la Buena Noticia». (CCC # 2540)

Incluso la más grande de la creación de Dios, la Santísima Virgen María, dotada de tantas gracias, reconoció que todo lo que tenía era un puro don de Dios. En su Magnificat, María proclama: «Mi alma proclama la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador. El Todopoderoso ha hecho grandes cosas por mí y su nombre es santo….» (Lc 1,47.49) María atribuye todo el bien que tiene y ha hecho a la bondad de Dios mismo.

Por lo tanto, dado que la virtud de la humildad tiene efectos tan poderosos en las personas que la abrazan y la practican, así como en las que están en contacto con quienes son verdaderamente humildes de corazón, expongamos las formas en que podemos alcanzar la virtud de la humildad.

HOJA DE RUTA Y SEÑALIZACIÓN DE LA VIRTUD DE LA HUMILDAD…

1. PEDIR LA GRACIA.  

San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales nos invita constantemente a imitar a los mendigos. Es decir: pidamos la gracia para alcanzar la virtud de la humildad. El ciego Bartimeo pidió la vista; pidamos nosotros la humildad.

2. ACEPTAR LAS CORRECCIONES.  

Aunque realmente vaya a contracorriente. A ninguno de nosotros nos gusta recibir correcciones, en teología llamadas correcciones fraternas, debido a nuestro orgullo inherente. Sin embargo, cuando Dios permite que alguien nos corrija, en lugar de erizarnos y ponernos a la defensiva, o incluso atacar a esa persona, debemos escuchar con humildad y esforzarnos por corregir dentro de nosotros lo que necesita ser corregido, y aceptar sumisamente a la persona que nos ha hecho la corrección. ¡Ouch!

3. DIRECCIÓN ESPIRITUAL.  

Nadie puede dirigirse a sí mismo adecuadamente por la sencilla razón de que todos tenemos puntos ciegos. Por eso Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola y muchos otros santos insisten en el carácter indispensable de tener un director espiritual que nos allane el camino y nos ayude a atravesar los valles serpenteantes, las zarzas, los matorrales y los baches del camino al cielo. La humildad exige que sometamos nuestro juicio a alguien con más experiencia en la vida espiritual, es decir, a un buen director espiritual.

4. CONFESOR.  

Algo relacionado con la Dirección Espiritual es el de tener un Confesor estable al que podamos desnudar nuestra conciencia y el estado de nuestra alma. También debemos someternos con humilde obediencia a los consejos de nuestro confesor. Estos son peldaños para crecer en humildad.

5. ACEPTAR LOS CONSEJOS.  

Si nuestro propósito en la vida es tomar nuestras propias decisiones en todo momento y lugar, sin consultar a otros para obtener consejos frecuentes y útiles, entonces estamos preparando el camino para caer en muchas trampas y tal vez incluso en el precipicio. Aceptar el consejo de los demás no es fácil, pero a menudo es útil e incluso necesario para crecer en la verdad y la humildad.

6. ACEPTAR LAS HUMILLACIONES.  

La mayoría de nosotros se estremecerá ante la mera idea de lo siguiente, pero es un medio seguro para crecer en humildad: aceptar humildemente las humillaciones cuando Dios permite que nos visiten. Vendrán, ¡no hay duda! Sin embargo, aceptarlas exige la gracia de Dios, así como nuestra aceptación de la gracia de Dios que viene con las humillaciones.

7. SERVICIO HUMILDE HACIA LOS DEMÁS.  

En la Última Cena, Jesús no sólo sirvió a los Apóstoles, sino que también se arrodilló, se ciñó una toalla y les lavó humildemente los pies. Esta era la tarea de un esclavo en la época de Jesús. Una vez que nos pongamos no al frente, sino en la parte de atrás listos y dispuestos a servir a los demás, entonces habremos dado pasos agigantados en el avance de la virtud de la humildad.

8. LA TENTACIÓN DEL ORGULLO: RECORDAR NUESTROS FRACASOS PASADOS.  

El diablo nunca se va de vacaciones y a menudo intentará hincharnos de orgullo. Un remedio muy eficaz cuando los vientos del orgullo azotan la puerta de nuestro corazón es recordar las muchas veces que hemos caído moralmente, que hemos pecado gravemente, y que Dios nos ha perdonado tan rápida y misericordiosamente. Cuando nos sintamos tentados a elevarnos en el orgullo, debemos recordar nuestra propia miseria moral y esto nos mantendrá en la humildad.

9. CONTEMPLAR LA VIDA DE CRISTO: NUESTRO CAMINO, VERDAD Y VIDA   El Venerable Arzobispo Fulton J. Sheen ha predicado sobre la humildad de Cristo en tres aspectos diferentes de su Vida y Presencia. La vida de Cristo puede servirnos verdaderamente de modelo, pero sobre todo en el ámbito de la virtud de la humildad. A continuación se presentan los tres aspectos o dimensiones diferentes de la humildad en la Vida de Cristo.

a) LA ENCARNACIÓN.  Con esto se quiere decir que Jesucristo, Hijo de Dios vivo, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, se hizo realmente hombre. Esto sí que fue una enorme humillación: el rebajamiento de sí mismo por amor a nosotros.

b) LA PASIÓN DE CRISTO.  Sheen, con su típica elocuencia, predica sobre la asombrosa humildad de Cristo, manifestada con asombrosa claridad en todas las dimensiones de su Pasión: la agonía en el huerto, la flagelación en el pilar, la flagelación con espinas, la carga de la cruz, la amarga crucifixión, los insultos que le lanzaron en la cruz hasta su último aliento. Todos los aspectos y detalles de la Pasión de Jesús reflejaron la más profunda humildad.

c) LA PRESENCIA REAL DE JESÚS EN EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA Y EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.  Una manifestación de humildad aún más grande, extendida y universal, está relacionada con la PRESENCIA REAL de Jesús en el Santo Sacrificio de la Misa y el Santísimo Sacramento. Cuántas veces se ofrece la Misa los domingos y un gran número de católicos decide no acudir. Luego están los que asisten y no prestan atención a lo que sucede en la Misa. Peor aún, hay católicos que asisten a la Misa pero reciben la Sagrada Comunión indignamente en estado de pecado mortal. Finalmente, hay Iglesias, Capillas y Santuarios donde Jesús está verdaderamente presente en estos lugares sagrados pero nadie viene, ni siquiera para hacer una corta visita. Esto no sólo es doloroso para Jesús, sino también muy humillante. Jesús se somete voluntariamente a esta humillación por amor a nosotros, y como ejemplo para nosotros de la virtud de la humildad.

10. LA CONFESIÓN SACRAMENTAL FRECUENTE.  

Por último, hay que mencionar que la práctica bien preparada y asidua de la confesión frecuente puede ser definitivamente un trampolín para lanzarnos al profundo océano de la humildad. Tener que examinar nuestra conciencia y reconocer nuestros pecados ya es suficientemente humillante. Sin embargo, acudir al sacerdote -cara a cara o detrás de la pantalla- y admitir nuestros fallos morales es duro. Pero, al mismo tiempo, es un camino seguro para crecer en humildad.

En conclusión, amigos en Jesús y María, la virtud de la humildad es indispensable en nuestro camino al Cielo. Ciertamente, en el infierno están Satanás, los demonios y todos los que murieron imbuidos de orgullo, el vicio opuesto a la virtud de la humildad. Mientras que en el Cielo sólo están los que abrazaron la humildad. En verdad, reconocieron la grandeza de Dios, su total dependencia de Dios y su gratitud a Dios por todas sus abundantes Gracias y Dones. Terminemos nuestro esfuerzo por la humildad meditando las palabras de San Pedro: «Revestíos de humildad unos con otros, porque Dios se opone a los soberbios, pero da la gracia a los humildes».  (I Pedro: 5,5) ¡Que la Virgen, la humilde sierva del Señor, nos alcance un corazón verdaderamente humilde, un espíritu humilde y un estilo de vida humilde!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

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