Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

  • LECTURAS DEL DIA
  • ARTICULOS
  • Audios
  • MINI CATECISMO
  • Videos
  • P. Escobita
    • P. Escobita
    • San Pedro Chanel
  • English

Mar 17 2022

LECTURAS DEL DIA | 17 DE MARZO 2022

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES, 17 de marzo Lc. 16,19-31 «Abraham le respondió: «Hijo mío, acuérdate de que tú recibiste lo bueno durante tu vida, mientras que Lázaro también recibió lo malo; pero ahora él es consolado, mientras que tú eres atormentado».

EL HOMBRE RICO Y LÁZARO: LA VERGÜENZA por el P. Ed Broom, OMV

Erich Fromm, un psicólogo moderno acuñó esta máxima inmortal: «Si eres lo que tienes y pierdes lo que tienes, ¿quién eres?» El mejor grupo de rock n’ roll de la historia, The Beatles, compuso una canción: «El dinero no puede comprarme el amor». Otro ha ofrecido esta perla de sabiduría: «¡Tus posesiones te poseen!» La Biblia, la Palabra de Dios, expresa la misma verdad de forma sucinta: «¡El amor al dinero es la raíz de todos los males!» (1Tim: 6-10) La codicia, a veces llamada avaricia, es uno de los siete pecados capitales. ¡En este breve ensayo nos gustaría definir la Avaricia, explicar su origen y describir los pasos prácticos para superar esta actitud interior que debe ser superada si uno desea realmente alcanzar una vida cristiana plenamente desarrollada!

ORIGEN La Avaricia es uno de los siete Pecados Capitales, y al igual que los otros seis, su origen se remonta a nuestros primeros padres cuando cometieron el primer pecado, conocido como Pecado Original. Este pecado tuvo repercusiones universales sobre la totalidad de la raza humana. Es como un tsunami de inmoralidad, desencadenado por dos personas pero que influye en todos los miembros de la raza humana (excepto Jesús y María). El Doctor Angélico, Tomás de Aquino, lo llama «concupiscencia» – ¡la tendencia interior, la proclividad o la inclinación que nos tira o arrastra hacia el mal o el pecado!

DEFINICIÓN La codicia es el deseo desordenado de cosas materiales. El libro del Génesis nos recuerda constantemente que toda la creación es buena. El mal no se encuentra en la realidad de la creación, sino en el deseo desordenado del corazón humano por ella.

En realidad, dos de los Diez Mandamientos se refieren directamente a la Avaricia: el 7º y el 10º: «No robarás». (7º); «No codiciarás los bienes de tu prójimo». (10º).

Un joven rico que conocía los Diez Mandamientos se acercó a Jesús y le preguntó al Señor el camino hacia la vida eterna. Jesús le dijo que obedeciera los Diez Mandamientos; esto afirmó con orgullo que lo había hecho. Entonces Jesús lo miró con amor y lo desafió: «Si quieres ser perfecto, ve a vender lo que tienes, dáselo a los pobres y luego ven a seguirme». (Mt 19,21) El rostro del joven se desplomó y dejó al Señor triste. ¿La razón? Tenía muchas posesiones y estaba demasiado apegado a ellas, prefiriéndolas a la Persona de Jesucristo. Nunca más aparece en los Evangelios.

En una sociedad con sobreabundancia de cosas, apegarse desmesuradamente puede suceder casi imperceptiblemente, ¡como una rana que hierve lentamente en la bañera mientras el agua se calienta hasta el punto de ebullición!

Judas Iscariote se enamoró del dinero y se desenamoró de Jesucristo. Ananías y Safira, que encontramos en los Hechos de los Apóstoles, un matrimonio infectado por la avaricia, fueron fulminados por mentir a San Pedro. Pero la causa fundamental era su codicia, su insaciable deseo de «cosas».

Una parábola sorprendente, relacionada con los peligros de la avaricia, es la de Lázaro y el hombre rico (Lc 16,19-31) El pobre Lázaro yace frente a la puerta del hombre rico día y noche. Su cuerpo lleno de llagas, muerto de hambre, hasta los perros se acercan a lamer sus llagas. ¡Qué estado tan lamentable! Por el contrario, el hombre rico, vestido de fina púrpura, festeja suntuosamente en la mesa todos los días. Ni una sola vez levanta la mano para ofrecerle a Lázaro siquiera un trozo de pan.

Después de su muerte, el Rico se encuentra en el pozo del infierno en tortura anhelando una gota de agua para refrescar su lengua de los tormentos ardientes. El pobre, Lázaro, descansa en el cielo en el seno del Padre Abraham.

¿Cuál fue la razón principal de la pérdida eterna del hombre rico? No fue por algo que hizo, el pecado de obra; más bien, fue lo que dejó de hacer, el pecado de omisión. Su avaricia lo cegó totalmente ante el pobre hombre que estaba fuera de su puerta, Lázaro, que en realidad era Jesucristo disfrazado. Jesús dijo: «Tuve hambre y no me diste de comer; tuve sed y no me diste de beber. Todo lo que no hicisteis al más pequeño de mis hermanos, a mí no me lo hicisteis». (Mt 25,45)

¿Cómo podemos entonces vencer el pecado de la avaricia que puede estar acechando o escondiéndose en el fondo de nuestra alma? ¡Demos algunos pasos o consejos concretos para ganar la batalla!

1. ADMITIRLO Y CONFESARLO  Si a través de un minucioso examen de conciencia y de la consulta con tu Director Espiritual o Confesor has detectado que la avaricia es un insidioso gusano que roe tu vida interior, admítelo, confiésalo y pide que te cure. Jesús es el «Médico Espiritual» de nuestra alma. ¡Él ha venido a curar las heridas de nuestros pecados!

2. MEDITAR EN LA VIDA DE CRISTO  Una meditación constante y profunda sobre la vida de Jesús puede ayudar a transformar nuestra perspectiva espiritual, nuestra visión de la vida, de la realidad material y de la actitud de nuestro corazón. Sigue este breve esbozo de su vida: nacido en el establo de Belén de padres pobres, años de trabajo como carpintero, 40 días y 40 noches en el desierto ayunando de toda comida y bebida, tres años sin nadie que lo albergue permanentemente, «Las zorras tienen sus madrigueras y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza» (Mt 8: 20), despojado de sus vestiduras y azotado, clavado en la cruz y abandonado por casi todo el mundo, muriendo y entregando hasta la última gota de su Preciosa Sangre, y finalmente siendo enterrado en un sepulcro prestado, todo esto es un resumen de la 

¡vida de Jesucristo, el Hijo del Dios vivo!

3. ¡MEDITA EN LAS ÚLTIMAS COSAS!  Un día moriré, seré juzgado por Jesús, y me espera el cielo o el infierno. Mirando mis muchas posesiones, ¿son un peldaño o un obstáculo hacia el cielo para mí por toda la eternidad? El hombre más rico del mundo y el más pobre acabarán en el mismo lugar: ¡a dos metros bajo tierra! San Francisco de Borja, S.J., el antiguo Duque de Gandhi, admiraba a la hermosa Reina que murió repentinamente. ¡Tras el féretro de la Reina, la tapa se abrió y Francisco vio el rostro de esta bellísima mujer siendo devorado por los gusanos! Meditando sobre la realidad transitoria de la belleza y la riqueza, Francisco dejó todo para entrar en la vida religiosa, convirtiéndose en jesuita y sacerdote, ¡y luego en un gran santo!

4. ¡APRENDER A DAR GENEROSAMENTE!  ¡San Pablo nos desafía a dar! «¡Hay más alegría en dar que en recibir!» (Hechos 20:35) La Beata Madre Teresa de Calcuta, que lo dio todo para seguir a Jesús en el servicio a los más pobres, afirmaba: «¡Da hasta que te duela!». La Madre Teresa, una de las más grandes santas modernas, deseó durante toda su vida saciar la sed de Jesús sirviendo a los más pobres entre los pobres. Para ella, Jesús estaba realmente presente en el «angustioso disfraz de los pobres».

5. NO TE PREOCUPES SINO CONFÍA EN EL CUIDADO PROVIDENCIAL DE DIOS  En el Sermón de la Montaña, Jesús nos advierte que no nos preocupemos, especialmente por las cosas materiales, la comida o el vestido. Mira las aves del cielo y los lirios del campo. Dios vela por ellos. La clave son estas palabras de Jesús: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará». (Mt 6,33) Si recibes a Jesús en la Sagrada Comunión, entonces sí que eres el más rico de todos. ¡Tener a Dios viviendo en lo más profundo de tu alma es ya vivir el Reino de Dios que está realmente dentro! Recuerda: «Si Dios está con nosotros, ¿quién puede estar contra nosotros?» (Rom 8:31) Recuerda el Salmo 23: «El Señor es mi pastor, ¡nada me faltará!»

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 16 2022

LECTURAS DEL DIA | 16 DE MARZO 2022

Miércoles de la II semana de Cuaresma

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MIÉRCOLES, 16 de marzo Mt. 20, 17-28 «El que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor, el que quiera ser grande entre vosotros será vuestro esclavo».

Después de Jesús, no tenemos mejor modelo a seguir para amar y servir a los demás que nuestra Santísima Madre. «Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador

porque se ha fijado en la humildad de su sierva». (Lc 1, 46-48)

APRENDAMOS A VIVIR Y A AMAR A TRAVÉS DE MARÍA Por el P. Ed Broom, OMV

María es el camino más rápido, más corto y más fácil para llegar a Jesús. Podemos llamarla el atajo. Todos estamos llamados a la santidad, es decir, a ser santos. Jesús dijo: «Sed santos como vuestro Padre celestial es santo». ¡Esto es un mandato! Por lo tanto, la Santa Madre de Dios, María Santísima, puede ayudarnos en nuestra búsqueda gozosa de la santidad que termina en el cielo.

EL SANTÍSIMO ROSARIO.  Uno de los instrumentos más eficaces, o incluso podríamos llamarlo arma espiritual, que debemos utilizar para librar el buen combate y correr la buena carrera para alcanzar la victoria y el premio de la vida eterna es el SANTÍSIMO ROSARIO. A lo largo de los siglos, los santos y los papas han animado vivamente a los fieles a rezar el Rosario y a confiar en la poderosísima intercesión de María. La oración de San Bernardo resume esta verdad en la famosa oración mariana, El Memorare, con estas palabras: «Jamás se supo que nadie que huyera a tu protección, implorara nuestra ayuda o buscara tu intercesión quedara sin ayuda».

MISTERIOS GOSOZOS, MISTERIOS DEL AMOR  En este breve ensayo nos centraremos en cómo podemos aprender a vivir para amar a Dios y ser verdaderamente felices, ofreciendo unas breves sugerencias tomadas de los cinco Misterios Gosozos del Santísimo Rosario de la Santísima Virgen María. El Rosario es una mina de oro espiritual en la que podemos profundizar.

LA ANUNCIACIÓN (Lc 1, 26-38).  María se encuentra con Dios a través de su mensajero angélico, el arcángel Gabriel. Ofrecemos tres preciosas perlas para espigar y pulir de este profundo encuentro.

1. ESCUCHAR Y HABLAR CON DIOS  María nos enseña la importancia del silencio en nuestra vida. María nos enseña la importancia de escuchar a Dios, especialmente a través de la Palabra de Dios. María nos enseña la importancia de hablar con Dios, es decir, la importancia real de la oración, de hablar con Dios con fervor y devoción desde lo más profundo de nuestro corazón. ¡María me enseña a rezar!

2. DECIR «SÍ» A DIOS: LA CLAVE DE LA FELICIDAD  Todos tenemos libertad para 

elegir entre el bien y el mal; podemos usar o abusar de nuestra libertad.  María dijo SÍ a Dios 

con estas palabras: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. (Lc 1,38) Esta es una verdad universal: todos queremos ser felices en este mundo y siempre. ¿Por qué, entonces, tanta gente hoy quiere ser feliz pero anda con una cara triste que muestra al mundo entero? La razón es muy clara: le dicen NO a Dios. La Virgen nos enseña la verdadera libertad y la clave de la verdadera alegría: ¡aprender a decir SÍ a Dios! A partir de hoy, por intercesión de María, aprendamos a decir SÍ a Dios.

3. MARÍA NOS ENSEÑA A RECIBIR A JESÚS EN NUESTRO CORAZÓN.  Diciendo SÍ a Dios, María concibió a Jesús en su purísimo vientre y en las profundidades de su purísimo e Inmaculado Corazón. San Juan Pablo II hace un hermoso paralelismo entre el SÍ de María a Dios y nuestro AMÉN cuando recibimos a Jesús en la Santa Comunión. El resultado final del SÍ de María y nuestro AMÉN en la Sagrada Comunión es la recepción de Jesús en nuestros corazones. Pidamos por la intercesión de María que digamos SÍ a Dios y recibamos a Jesús con amor ardiente en nuestros corazones en la Santa Comunión.

LA VISTITA DE MARÍA A ELIZABETH (Lc 1,39-56).  Al igual que la Anunciación, este Misterio es rico en enseñanzas y en crecimiento en santidad para nosotros si hablamos con María y tratamos de imitarla. Tomemos tres lecciones.

1. EVITAR LA PEREZA.  Una vez que María supo cuál era la voluntad de Dios, no esperó, ni postergó, ni lo dejó para mañana. Por el contrario, se apresuró. Evitemos la pereza en todo momento, lugar y circunstancia. El proverbio es muy cierto: «La ociosidad es el taller del diablo».

2. SALUDAR CON ALEGRÍA.  Aprendamos de María a no esperar a que los demás nos saluden, sino a saludar PRIMERO y con ALEGRÍA. Esto es humildad y caridad, es decir, poner a los demás en primer lugar y valorarlos por su dignidad innata.

3.  EL SERVICIO ES NUESTRA FUENTE DE ALEGRÍA.  María fue a visitar a su prima anciana, Santa Isabel, que estaba embarazada en su vejez, para estar al servicio de su prima en su necesidad. San Pablo nos enseña: Hay más alegría en dar que en recibir. Santa Madre Teresa de Calcuta decía: «Debemos aprender a dar hasta que nos duela». A partir de hoy hagamos un propósito firme: Buscaré oportunidades para servir a los demás, a imitación de María, que se apresuró a visitar y servir a Santa Isabel. Si lo hacemos, experimentaremos una profunda alegría en nuestro corazón y en nuestra alma.

EL NACIMIENTO DE JESÚS EN BELÉN (Lc 2,1-7).  En este misterio, celebramos el cumpleaños más importante de la historia del mundo, el nacimiento de Jesús que llamamos Navidad. El nacimiento de Jesús separó la división del tiempo en años B.C. y A.D. Las lecciones que María puede enseñarnos son innumerables. Nosotros ofreceremos tres.

1. LA VIDA ES UN VIAJE.  María emprendió un largo viaje y llegó a su destino, 

Belén. Nuestra vida es un viaje hacia el cielo. Pidamos a María, a San José y, por supuesto, a Jesús que nos acompañen en cada paso del camino en medio de las pruebas y sufrimientos de la vida en nuestro viaje hacia nuestro destino final, ¡el CIELO!

2. ACEPTAR LAS PRUEBAS Y EL RECHAZO.  María experimentó muchas pruebas, contradicciones y sufrimientos en su vida, pero confió aún más en Dios. Al llegar, experimentó el rechazo: ¡No había sitio para ellos en la posada! Cuando experimentamos pruebas, sufrimientos y rechazos en nuestra vida, debemos correr a María y buscar refugio. Corazón Inmaculado de María, ¡sé mi refugio seguro!

3. LA POBREZA.  María y la Sagrada Familia eligieron experimentar y vivir una vida de pobreza. Uno de los mayores obstáculos de la sociedad moderna es el MATERIALISMO, es decir, estar demasiado apegado a las cosas materiales. Si se quiere: Nuestras posesiones pueden poseernos. Jesús nació de la Santísima Virgen María en un pobre, frío, húmedo y maloliente establo (refugio de animales) en Belén. María, por favor, enséñame que la verdadera felicidad no viene de poseer cosas, sino de dejar que Dios me posea.

LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO (Lc 2,22-40)  Cuando Jesús tenía sólo 40 días, fue presentado en el Templo por manos de la Santísima Virgen María y del buen San José. Una vez más, vamos a ofrecer tres maravillosas lecciones de este cuarto Misterio Gozoso.

1. OBEDIENCIA.  María y San José obedecieron a Dios presentando a su hijo primogénito en el Templo de Jerusalén, tal y como prescribía la Ley mosaica. Si realmente queremos experimentar la alegría en lo más profundo de nuestras almas, debemos aprender a imitar a María en la virtud de la obediencia. Los habitantes del mundo moderno desean con demasiada frecuencia seguir su propia voluntad, lo que conduce a la tristeza y a la destrucción final. Que, como María, aprendamos a obedecer la Palabra de Dios, así como la Iglesia y sus enseñanzas magisteriales con una conciencia bien formada.

2. LUZ PARA TODO EL MUNDO.  Jesús en brazos de María es presentado al anciano Simeón que llama a Jesús LUMEN GENTIUM-Luz para el Pueblo. María nos enseña que Jesús debe ser nuestra verdadera y desbordante Luz. María, Madre mía, dame ojos para percibir la Luz de Jesús en el mundo, en mi vida y en todas las circunstancias de mi vida.

3. LA ESPADA DEL DOLOR La Profecía de Simeón implicaba anunciar que Jesús sería un signo de contradicción, y que una espada de dolor penetraría en el corazón de María. El significado puede ser difícil de entender para nosotros, y posiblemente aún más difícil de poner en práctica: el valor del sufrimiento. Debemos aprender a ofrecer nuestros sufrimientos a los 

Corazones de Jesús y de María, para que estos sufrimientos tengan un valor infinito en la salvación de las almas. Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque por tu santa cruz has redimido al mundo».

EL ENCUENTRO DE JESÚS EN EL TEMPLO (Lc 2,41-51).  En este quinto y último Misterio Gozoso está presente un dolor oculto, pero una gran alegría. La pena, por supuesto, es que María y José pierden a Jesús durante tres largos días. Su alegría es encontrar a Jesús. Hay mucho que meditar en este Misterio. Sin embargo, ¡daremos tres pepitas de oro!

1. MUCHOS PADRES PIERDEN A SUS HIJOS.  Hoy en día muchos padres pueden identificarse muy fácilmente con este Misterio porque pierden a sus hijos en el sentido de que sus hijos ya no practican su fe. Esto atraviesa el corazón de los padres. María nos enseña a no perder la esperanza, sino a perseguir a nuestros hijos con la oración. 

2. MARÍA ES EL CAMINO MÁS RÁPIDO, MÁS CORTO Y MÁS FÁCIL PARA LLEGAR A JESÚS. ¡Podemos llamarla el atajo! Todos estamos llamados a la santidad, es decir, a ser santos. Jesús dijo: «Sed santos como vuestro Padre celestial es santo». ¡Esto es un mandato! Por lo tanto, la Santa Madre de Dios, María Santísima puede ayudarnos en nuestra alegre búsqueda de la santidad que termina en el cielo.

3. EL SANTÍSIMO ROSARIO.  Uno de los instrumentos más eficaces, o incluso podríamos llamarlo arma espiritual, que debemos utilizar para librar el buen combate y correr la buena carrera para alcanzar la victoria y el premio de la vida eterna es el SANTÍSIMO ROSARIO. A lo largo de los siglos, los santos y los papas han animado vivamente a los fieles a rezar el Rosario y a confiar en la poderosísima intercesión de María. La oración de San Bernardo resume esta verdad en la famosa oración mariana El Memorare, con estas palabras Nunca se supo que nadie que huyera a tu protección, implorara tu ayuda o buscara tu intercesión quedara sin ella» Amén.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 15 2022

LA CONFESION Y LA MISERICORDIA | EJERCICIOS ESPIRITUALES | SEMANA 5

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Mar 15 2022

LECTURAS DEL DIA | 15 DE MARZO 2022

Martes de la II semana de Cuaresma

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MARTES, 15 de marzo Mt. 23,1-12 «El más grande entre vosotros debe ser vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, pero el que se humilla será enaltecido».

Ser humilde, ser siervo no es algo natural para nosotros. Si somos sinceros, ¡es un sufrimiento! Queremos ser reconocidos y apreciados. Pero ese no es el camino de Dios, al menos no en esta vida, a menos que seas un gran santo como la Madre Teresa. ¡Para la mayoría de nosotros «…quien se humilla será exaltado» pero en la otra vida!

¡EL SUFRIMIENTO! ¡¡¡PUEDE HACERNOS MEJORES O AMARGOS!!!

Es duro sufrir, a ninguno de nosotros nos gusta realmente, ¡ni buscamos el sufrimiento! ¡Sin embargo, siendo humanos, el sufrimiento es inevitable e imprevisible! Joven o viejo, hombre o mujer, pobre o rico, a tiempo y fuera de tiempo, hay una constante: la difícil y exigente realidad del sufrimiento humano.

Según Aristóteles y Santo Tomás de Aquino -el más grande filósofo griego y el más grande teólogo y pensador católico- el sufrimiento no es bueno ni malo; es neutro, podríamos decir. Todo depende del modo en que percibimos el sufrimiento y reaccionamos ante él. En una palabra, el sufrimiento puede hacernos mejores o amargos. El sufrimiento puede aplastarnos o santificarnos.

EL VALOR POSITIVO Y EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO. Si sufrimos al margen de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, entonces, sin duda alguna, el sufrimiento nos amargará, nos hará sentir resentidos, enfadados y nos llevará finalmente a la depresión. Sin embargo, en el otro lado de la moneda, si podemos mirar a Jesús y su sufrimiento, especialmente al contemplar a Jesús clavado y colgado en la cruz, entonces nuestra perspectiva y realidad cambia dramática e inmediatamente. Jesús mismo eligió salvar y redimir al mundo por medio del sufrimiento, por medio de Su Pasión, por medio de Su crucifixión, por medio de Su muerte lenta y atroz aquel primer Viernes Santo. En otras palabras, fue a través del sufrimiento de Jesús y el profuso derramamiento de Su Preciosa Sangre que Jesús quiso salvar al mundo entero de la condenación y abrir las puertas del Cielo. Por eso, el gran San Francisco de Asís rezó la corta pero ferviente oración «Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque por tu santa cruz has redimido al mundo».

EL SUFRIMIENTO DE JESÚS Y NOSOTROS La realidad del sufrimiento de Jesús debe aplicarse a ti y a mí. Como se ha dicho antes, todos tenemos que sufrir; es parte de la situación y condición humana como resultado del pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva, y del Pecado Original. Sin embargo, la clave es ésta: debemos aprender a santificar nuestros sufrimientos mediante la unión con el sufrimiento de Jesús. Sí, Sólo en la medida en que unimos nuestra vida y nuestros sufrimientos con el sufrimiento de Jesús en la cruz, nuestros sufrimientos tienen verdadero valor salvífico y redentor. De nuevo, el sufrimiento puede hacernos mejores o amargos.

¿CÓMO SUFRIR CON JESÚS?  La siguiente pregunta que sigue necesariamente es 

¿CÓMO podemos sufrir con Jesús? No es una tarea fácil. Debemos pedir la gracia; necesitamos urgentemente la gracia de Dios. Para no ser demasiado simplistas, nos gustaría ofrecer un camino relativamente corto. Estos son los pasos.

1. CONOCIMIENTO Y CONCIENCIA.  El primer paso es que tenemos que conocer o ser conscientes de la realidad del sufrimiento en el mundo en el que vivimos, pero aún más importante, de los sufrimientos que estamos atravesando en el plano personal e individual.

2. PEDIR LA GRACIA.  El siguiente paso para santificar nuestros sufrimientos es el de convertirnos en mendigos. El gran San Agustín afirma: «Todos somos mendigos ante Dios». Eso significa que estamos constantemente necesitados de la gracia de Dios, de su ayuda sobrenatural. Sin Dios no podemos hacer nada, pero con Dios todo es posible. Por lo tanto, debemos suplicar al Señor -como el ciego Bartimeo- la gracia de reconocer nuestros sufrimientos y la gracia de sufrir de forma agradable a Dios.

3. NO TE QUEJES NI RECHACES.  Cuando seas visitado por el sufrimiento, evita quejarte y enfadarte por la perspectiva de este sufrimiento en tu vida, ¡y mucho menos rechazarlo! En las visitas a Hospitales, Asilos y casas de ancianos y enfermos, ¡cuánto sufrimiento se desperdicia en realidad! Qué vergüenza y desgracia: ¡cuánto sufrimiento desperdiciado! 

4. ACEPTAR.  Lo que debe seguir al sufrimiento es la realidad de ACEPTAR el sufrimiento. Cuando nos acosa una cruz, nos corresponde reconocer el sufrimiento lo antes posible y aceptarlo. Esta es la clave de la victoria: reconocer el sufrimiento y aceptarlo rápidamente. Pedir la gracia y estar abiertos al Espíritu Santo. ¡Hay una razón muy importante para que la aceptemos! 

5. OFRECERLO.  Muchos de nosotros fuimos criados en el pasado con una buena educación de nuestros padres, y de las Hermanas en la escuela católica, que nos enseñaron este axioma espiritual de una palabras: ¡OFRECERLO! Puede sonar como un cliché o incluso un tópico piadoso, pero si se entiende de verdad, es cualquier cosa menos un cliché, un tópico o un dicho piadoso sobreutilizado.

6. OFRECER LA CRUZ.  El verdadero significado e interpretación de este axioma está relacionado con la cruz y con la Persona que sufrió en la cruz: Nuestro Señor y Dios, Nuestro Salvador y Redentor, Jesucristo. En resumen, estamos llamados a aceptar y ofrecer nuestros sufrimientos a Jesús, uniendo así nuestros sufrimientos a su sufrimiento en la cruz. Si esto se hace con pureza de intención, ¡los sufrimientos que padecemos adquieren un valor infinito! 

7. ¿CÓMO HACERLO?  Simplemente mira a la cruz y mientras contemplas las heridas abiertas de Jesús en sus manos, pies y costado abierto, dile a Jesús: «Señor Jesús, mientras contemplo tu sufrimiento por amor a mí, ofrezco mis sufrimientos por amor a ti y por la salvación de las almas». Con estas o parecidas palabras, tus sufrimientos te transforman a ti, y a cualquiera que lo haga, en una pequeña Alma-Víctima que sufre con Jesús por el motivo por el que vino a la tierra, la salvación de los pobres pecadores.

8. LA PASIÓN DE JESÚS Y LA TUYA.  San Pablo afirma: «Yo lleno lo que falta de la Pasión de Cristo». (Col 1,24) ¿Cómo se puede entender y aplicar este versículo paulino? Sencillamente, reconociendo, aceptando, ofreciendo y uniendo tus sufrimientos a los de Jesús en la cruz. Es más que cierto que Jesús es el único Salvador del mundo. Sin embargo, Jesús quiere que las almas generosas colaboren con Él: que recen, trabajen y sufran con Él por la salvación del mayor número de almas posible. Recuerda el lema de San Juan Bosco: «Dame almas y llévate todo lo demás».

9. LA CRUZ, EL CALVARIO Y EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA  Sin embargo, hay que afirmar con toda claridad que nuestra unión más eficaz con Jesús es a través del Santo Sacrificio de la Misa. Como señala el Venerable Fulton J. Sheen, en cada misa está presente el sacrificio de Jesús en el Calvario. Por supuesto, se trata de una realidad invisible, pero efectivamente una realidad. En cada misa, el sacrificio del Viernes Santo y la pasión, el sufrimiento y la muerte de Jesús están presentes. Jesús está ofreciendo Su Preciosa Sangre a Dios Padre para la salvación de la humanidad, así como de cada alma individualmente. Dicho esto, debemos unir nuestros sufrimientos a la cruz y a la Pasión de Jesús presente en cada Santa Misa, para que Él pueda ofrecer nuestros sufrimientos con los suyos al Padre. En efecto, en cada Misa, el Calvario y los frutos del Calvario están presentes y disponibles para todos. De esta manera, nuestros sufrimientos se vuelven eficaces más allá de la comprensión.

NUESTRA SEÑORA Y NUESTRO SUFRIMIENTO  Nuestra exhortación sobre el sufrimiento estaría incompleta si no introdujéramos en la escena a María, Nuestra Señora de los Dolores. Durante la Misa, entregad vuestros sufrimientos a María. María es hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa Mística del Espíritu Santo. Ponedlos en sus manos y en su Corazón Doloroso e Inmaculado. Que María los coloque en el altar durante la Misa. ¡¡¡Cuando Jesús verdaderamente presente en la Hostia Consagrada es elevado -María ofrece tus sufrimientos al sufrimiento de Jesús en la cruz, Jesús a su vez presenta tus sufrimientos con los suyos al Padre Eterno, y como resultado tus sufrimientos tienen un valor infinito!!!

¡En conclusión el sufrimiento te hará mejor o te amargará! Si puedes aprender a sufrir con Jesús y María, unir tus sufrimientos a Jesús en la cruz, unir tus sufrimientos a través de María a Jesús verdaderamente presente en el Santo Sacrificio de la Misa en el momento de la Consagración, entonces tus sufrimientos tendrán un valor infinito, y con San Pablo verdaderamente «llenarás lo que falta a la Pasión de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo.» (Col 1,24) Oremos con el gran místico, estigmatizado y amante de la cruz, San Francisco de Asís: Te adoramos, oh Cristo, y te alabamos, porque con tu cruz has redimido al mundo».

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 14 2022

EL SACRAMENTO DE LA CONFESION |CATECISMO PARA ADULTOS

http://media.blubrry.com/amdg_es/p/fatherbroom.com/es/wp-content/media/sites/3/mp3/DS252962-Done-Cut-last-part.mp3

Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar

Suscríbete: Apple Podcasts | RSS

El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), cariñosamente conocido como el Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. El Padre Broom presenta con regularidad diversos temas en EL SEMBRADOR TV y Radio e organiza e imparte un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: Podcast

  • « Previous Page
  • 1
  • …
  • 171
  • 172
  • 173
  • 174
  • 175
  • …
  • 1473
  • Next Page »

© Copyright 2016 Oblates of the Virgin Mary · All Rights Reserved