Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Mar 25 2022

LECTURAS DEL DIA | 25 DE MARZO 2022

Solemnidad de la Anunciación del Señor

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

VIERNES, 25 de marzo Lc. 1, 26-38 SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR «He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra».

Citando al Venerable Arzobispo Fulton Sheen, el P. Ed describe a Nuestra Madre Santísima como la primera y perfecta seguidora de Cristo en estas pocas palabras: «Primero ven, luego ve». 

La Virgen estaba en oración cuando el Arcángel Gabriel se le acercó diciendo: «Salve, llena de gracia. El Señor está contigo». Una vez que María dio su fiat, su «Sí» a convertirse en la Madre de Dios, el Arcángel la dejó. 

El versículo siguiente dice: «En aquel momento, María se preparó y se dirigió a toda prisa a una ciudad de la región montañosa de Judea, donde entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel».

Estamos llamados a seguir el ejemplo de María. Primero venir a Jesús en nuestra Hora Santa de cada día, luego ir al servicio de los demás según nuestras diferentes vocaciones, recordando siempre que la caridad empieza en casa.

Parte 1: Sobre la Anunciación y el «fiat» de María… por San Bernardo de Claraval

Parte 2: 10 BELLEZAS SOBRE LA ANUNCIACIÓN Y LA VISITACIÓN por el P. Ed Broom, OMV

PARTE 1: Sobre la Anunciación y el «fiat» de María… por San Bernardo de Claraval

Has oído, oh Virgen, que concebirás y darás a luz un hijo; has oído que no será por el hombre, sino por el Espíritu Santo. El ángel espera una respuesta; es hora de que vuelva a Dios, que lo ha enviado. También nosotros esperamos, oh Señora, tu palabra de compasión; la sentencia de condena pesa sobre nosotros. 

Te ofrecemos el precio de nuestra salvación. Seremos liberados de inmediato si tú lo permites. En la eterna Palabra de Dios todos hemos llegado a ser, y he aquí que morimos. En su breve respuesta vamos a ser rehechos para ser devueltos a la vida. 

El triste Adán con su dolorida familia te lo pide, oh Virgen amorosa, en su destierro del Paraíso. Te lo pide Abraham, te lo pide David. Todos los demás santos patriarcas, tus antepasados, te lo piden, mientras habitan en el país de la sombra de la muerte. Esto es lo que espera toda la tierra, postrada a tus pies. Tiene razón al hacerlo, pues de tu palabra depende el consuelo de los desdichados, el rescate de los cautivos, la libertad de los condenados, es más, la salvación de todos los hijos de Adán, de toda tu raza. 

Responde pronto, oh Virgen. Responde apresuradamente al ángel, o mejor dicho, a través del ángel, al Señor. Responde con una palabra, recibe la Palabra de Dios. Di tu palabra, concibe la Palabra divina. Respira una palabra pasajera, abraza la Palabra eterna. 

¿Por qué te demoras, por qué tienes miedo? Cree, alaba y recibe. Que la humildad sea 

audaz, que la modestia sea confiada. No es hora de que la sencillez virginal olvide la prudencia. Sólo en este asunto, oh Virgen prudente, no temas ser presuntuosa. Aunque el silencio modesto es agradable, ahora es más necesario el discurso obediente. Abre tu corazón a la fe, oh Virgen bendita, tus labios a la alabanza, tu vientre al Creador. Mira, el deseado de todas las naciones está a tu puerta, llamando para entrar. Si pasara de largo por tu retraso, con dolor empezarías a buscarlo de nuevo, a Aquel a quien tu alma ama. Levántate, apresúrate, abre. Levántate con fe, apresúrate con devoción, abre con alabanza y acción de gracias. He aquí la esclava del Señor, dice, hágase en mí según tu palabra.

PARTE 2: 10 BELLEZAS SOBRE LA ANUNCIACIÓN Y LA VISITACIÓN por el P. Ed Broom, OMV

María es modelo, maestra, guía, inspiración, vida, dulzura y esperanza para todos los que levantan sus ojos hacia ella con amor.  En la hermosa oración de San Bernardo, el Memorare, rezamos con confianza «Acuérdate, oh bondadosa Virgen María, que nunca se supo que alguien que huyera a tu protección quedara sin ayuda».

1. CONEXIÓN ENTRE LA ANUNCIACIÓN Y LA VISITACIÓN  La última parte del misterio anterior -la Anunciación/Encarnación- termina con el «Fiat» de María, es decir, el Sí de María a Dios. Las palabras exactas son: «He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra». En ese momento tuvo lugar uno de los momentos más sublimes de la historia del mundo: la Encarnación del Hijo de Dios. Es decir, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad descendió de su trono celestial y se encarnó (se hizo hombre) en el seno purísimo de la Virgen María. ¡Con asombro, adoramos humildemente este sublime misterio!

2. COMUNIÓN Y CARIDAD FRATERNA.  María no guardó para sí el «Don» de Jesús, sino que se apresuró a compartirlo con los demás. Emprendió un viaje de 80 kilómetros, subiendo a Ain Karim para visitar a su prima Isabel y ayudarla en su necesidad. ¡El Papa Benedicto XVI en su Exhortación Apostólica «Sacramentum Caritatis» insiste en que la Misa y la Sagrada Comunión deben transformarnos en ardientes misioneros que lleven la Buena Noticia de Jesús a todo el mundo!

3. EN HASTA.  María no procrastinó, ni pospuso, ni retrasó, ni puso excusas, ni racionalizó, ni justificó el aplazamiento de su viaje, sino que siguió la inspiración del Espíritu Santo y se puso en marcha inmediatamente. ¡Lección! Al recibir buenas inspiraciones del Espíritu Santo, ¡debemos ser dóciles y prontos para responder!

4. VIAJAR CON MARÍA Y HABLAR CON ELLA.  Entra en una escena contemplativa ignaciana e imagina que viajas con María. Fíjate en su alegría, en su paso rápido, en su conciencia de Jesús dentro de ella, su determinación de llevar a cabo la voluntad de Dios a pesar de los posibles obstáculos: todo esto conforma tu largo viaje a Ain Karim con María. Admira su majestuosidad, pero también inspírate en su humildad y sencillez. Durante este largo viaje juntos, abre tu corazón y háblale a María de lo que pasa en tu vida. ¿Por qué no le cuentas incluso lo que más te pesa en el corazón? ¡María es la mejor de las oyentes!

5. PROCESIÓN EUCARÍSTICA.  Recuerda. El pequeño Jesús ya está presente en el vientre de María. Por lo tanto, mientras viajas recuerda que ésta es una «Procesión Eucarística» – ¡una procesión del Corpus Christi! María siempre quiere acercarnos a Jesús.  Sus últimas palabras en las bodas de Caná fueron: «¡Haced lo que Él os diga!» (Jn. 2:5) ¡Un gran consejo! ¡Pide la gracia de tener más fe, amor y devoción hacia Jesús realmente presente en la Eucaristía!

6. ¡ALEGRÍA!  Este es el 2º Misterio Gozoso. Estar con Jesús y María es nuestra verdadera y auténtica fuente de alegría. El cántico de María, su Magnificat, subraya esta verdad: «¡Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador!» (Lc. 1, 46-47) Ojalá busquemos siempre la alegría en esta auténtica fuente: ¡JESÚS, EL SEÑOR!

7.  SALUDO:  Lo más probable es que María saludara a Isabel con el típico saludo judío, SHALOM- ¡la paz sea contigo! Nuestros hogares, familias, comunidades, parroquias, grupos y actividades, deberían caracterizarse por una atmósfera de «Shalom». Hay que crear un ambiente cálido, acogedor y atractivo. Una nota esencial de la eficacia apostólica es la de crear este ambiente cálido y acogedor. ¡María nos lo enseña con su saludo!

8. EL NIÑO JUAN SALTA DE ALEGRÍA  Al oír el saludo de María, el niño Juan salta de alegría en el vientre de Santa Isabel. ¿Qué ocurre aquí? Incluso antes de nacer, Jesús actúa como Redentor al liberar a su primo Juan del vínculo del Pecado Original.  ¡Mensaje! El contacto con Jesús y María a través de la oración servirá, sin duda, como un poderoso medio para disminuir el poder del pecado sobre nosotros, y eventualmente romper la fuerza vinculante y la esclavitud del pecado en nuestras vidas. El pecado es realmente una esclavitud; Jesús y María vinieron a darnos la verdadera libertad, la libertad de los hijos e hijas de Dios. «Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti».

9.  ¡PASAJE PRO-VIDA «POR EXCELENCIA»!  Estas dos mujeres en la sociedad moderna podrían ser candidatas al aborto. ¿Por qué? Una era muy joven, María; mientras que, la otra era muy mayor, Isabel. Sin embargo, ¡ambas mujeres tenían una confianza infinita en la Divina Providencia de Dios! Gracias a esta confianza, Isabel dio a luz al gran San Juan Bautista, y María dio a luz a Jesús, el Hijo de Dios. En todo momento, en nuestra meditación del misterio de La Visitación, seamos defensores acérrimos de la vida humana, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. ¡Dios es el autor y el origen de la vida y sólo Él tiene el derecho de tomar la vida para sí mismo! 

10.  MARÍA Y EL SERVICIO ACTIVO  El amor a Dios no puede limitarse a las palabras, sino que debe manifestarse en las acciones, en el servicio, en ver a Jesús realmente presente en los demás. María no sólo saludó a Isabel, sino que sirvió activamente a su prima anciana y embarazada en su necesidad. Con un poco de imaginación -contemplación ignaciana- podemos imaginar a María y acompañarla en el servicio activo. 

¿Cuáles podrían ser algunas de las actividades que María realizó con alegría y amor? Caminar hasta el pozo para conseguir agua – ¡entonces no había agua corriente! Barrer el polvo y la suciedad de su humilde hogar-¡no había aspiradoras hace 2000 años! Lavar y colgar la ropa para que se secara – no había lavadoras ni secadoras caras para acelerar el trabajo. Cocinar y hornear para preparar las comidas, poner la mesa, lavar los platos y limpiar la cocina después de comer: ¡no había Burger King, Pizza-Hut o KFC para llevar! ¡Tampoco había refrigeradores desbordados que había que vaciar de los residuos cada semana!  

Todas estas humildes tareas domésticas las habría realizado María con gran amor y atención para ayudar a su prima Isabel. ¡Recuerda! La santidad no depende de la grandeza del acto, sino del gran amor que acompaña cada acción, aunque parezca pequeña e insignificante a los ojos del mundo. El secreto de la santidad es hacer las cosas ordinarias de la vida cotidiana con un amor extraordinario. ¡Eso es la santidad!

En conclusión, contemplemos la vida, las palabras, los gestos y las acciones de María, santísima, especialmente en el Misterio de la Visitación, para que también nosotros nos convirtamos en contemplativos en la acción, sirviendo a nuestros hermanos, ¡que son realmente Jesucristo!  

«Todo lo que hagáis al más pequeño de mis hermanos, a mí me lo hacéis». (Mt. 24,45)

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 24 2022

LECTURAS DEL DIA | 24 DE MARZO 2022

Jueves de la III semana de Cuaresma

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

JUEVES, 24 de marzo Lc. 11, 14-23 «Ahora mismo, dice el Señor, vuelve a mí con todo tu corazón, porque soy clemente y misericordioso».  

Primera parte: JESÚS SE DESPLAZA PARA INUNDARTE DE MISERICORDIA

Segunda parte: Vivir su misericordia en la vida cotidiana con Santa Faustina Kowalska. 

PRIMERA PARTE: JESÚS ANHELA INUNDARTE DE MISERICORDIA Por el P. Ed Broom, OMV

El mayor atributo del Sagrado Corazón de Jesús es su misericordia. Él anhela inundarnos en todo momento, en todo lugar y en toda circunstancia con su infinita misericordia. Es como un fuego que todo lo consume en lo más profundo de Su ser, en Su Sagrado Corazón, y sufre una angustia indecible hasta que se derrama en abundancia. Jesús mismo gritó: «He venido a echar fuego en la tierra, y no estaré tranquilo hasta que ese fuego se encienda».

Por tanto, aprovechemos esta reserva infinita de gracia, este fuego que está consumiendo el Corazón de Jesús, esta reserva infinita de misericordia, y al hacerlo, ¡consolamos al Sagrado Corazón de Jesús! En este breve ensayo queremos ofrecer para su lectura y meditación cinco formas sencillas y concretas de sumergirse y sumergir a los demás en el abismo infinito, en el océano infinito de la misericordia del Corazón de Jesús, Nuestro Señor, Dios, Salvador y Amigo.  No olvides nunca que quienes viven y promueven la misericordia de Jesús la recibirán en abundancia en el momento de su partida de esta vida a la otra.

1. CONFIANZA.  Confiemos en Jesús en todo momento, en todo lugar, en toda circunstancia, en todos los acontecimientos a nivel mundial, nacional y en nuestra propia vida personal. Cuando estemos tentados a dudar, elevemos nuestra mente a Jesús y recemos con todo nuestro corazón estas palabras que están inscritas en la parte inferior del cuadro de la imagen de la Divina Misericordia: ¡JESÚS, CONFÍO EN TI! Que repitamos estas palabras con frecuencia y fervor hasta que la duda se disipe y se desvanezca en el aire.

2. IMITAR.  Jesús dijo: «Sed misericordiosos como vuestro Padre Celestial es misericordioso». (Lc. 6:36) El amor lleva a imitar a la persona que amamos. Si realmente nuestro amor por Jesús es sincero, entonces nos esforzaremos por imitarlo en todos los atributos, pero muy especialmente en el más sublime y noble de sus atributos: el de su infinita misericordia. ¿Cómo? Cuando somos ofendidos por otros -especialmente en el contexto de nuestra propia familia- debemos practicar la misericordia mediante el perdón, ¡y el perdón inmediato! La demora en perdonar a quienes nos hieren es una victoria para el demonio, a quien le encanta echar combustible a las llamas de nuestros resentimientos, ¡convirtiendo una chispa de ira en un mar de rabia!

3. PROMOVER.  Ahora es el momento en que los verdaderos Apóstoles de la Divina Misericordia deben salir a la superficie y propagarse como un incendio. ¿Por qué no aceptar el reto ahora mismo de convertirse en un verdadero Apóstol de la Divina Misericordia buscando cada ocasión para difundir y propagar la misericordia que rebosa del Corazón de Cristo? ¿Cuáles son algunas de las formas en que uno puede promover la Divina Misericordia? 

Hay muchas, pero algunas son dignas de ser sugeridas:

LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA Reza diariamente la Coronilla de la Divina Misericordia. Esfuércese por conseguir que el mayor número posible de personas rece la Coronilla. Es corta, fácil de aprender y fácil de rezar.

TARJETAS SAGRADAS. Compra un paquete de 1000 estampas de la Divina Misericordia que expliquen en el reverso cómo rezar la Coronilla de la Divina Misericordia y distribúyelas por todas partes.

LOS MORIBUNDOS Y LA DIVINA MISERICORDIA.  Esfuérzate por rezar lo más a menudo posible la Coronilla de la Divina Misericordia por los que están en su última agonía, los que están a punto de morir. El Padre Eterno, contemplando las Sagradas Llagas de Jesús, tendrá misericordia de esas almas que están a punto de pasar de esta vida al juicio y a su destino eterno.

HORA DE LA MISERICORDIA. A las 15:00 horas, que es la hora de la Misericordia, detente aunque sea un breve momento y únete a la agonía de Jesús en la cruz, y ruega que se salven todos los que mueran en ese momento y durante el resto del día. Unirse a la Pasión y a la última agonía de Jesús es un momento preciosísimo y eficaz para implorar la conversión y la salvación de los pobres pecadores. ¡Un alma vale más que todo el universo creado!

ENTRONIZAR Y HONRAR LA IMAGEN Jesús desea ser conocido y amado de muchas maneras. Sin embargo, Jesús anhela ser conocido y amado a través del cuadro de la Divina Misericordia. Quiere que la imagen sea venerada públicamente en las iglesias en todo momento, pero especialmente el domingo de la Divina Misericordia, el domingo siguiente al de Pascua. ¡También quiere que la imagen sea entronizada y venerada en tu propia casa!

4. LA DIVINA MISERICORDIA Y DOS SANTOS: JUAN PABLO II Y SANTA FAUSTINA.      Conozcamos el mensaje de la Divina Misericordia, ante todo, a través de la Biblia, la Palabra de Dios. Pero también, profundicemos en el mensaje de la Divina Misericordia leyendo y meditando sobre los dos grandes santos que promovieron la Divina Misericordia: el Papa San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska. Se recomienda encarecidamente la Encíclica del Papa Juan Pablo II Dives Misericordia—Dios es rico en misericordia. Se trata de una obra maestra literaria y espiritual que comenta la Misericordia de Dios manifestada a través de «La Parábola del Hijo Pródigo» -incluso podríamos atrevernos a llamarla «La Parábola del Padre Misericordioso».  Luego, por supuesto, no podemos recomendar demasiado, Diario–Misericordia divina en mi alma de Santa María Faustina Kowalska. Esta obra maestra espiritual pasará probablemente a ser una de las mayores obras espirituales, místicas y teológicas de la historia del catolicismo. Es una obra imprescindible para su lectura y meditación. ¡Resuélvete ahora a leer un número del Diario cada día!

5. MARÍA MADRE DE LA MISERICORDIA: NUESTRA VIDA, NUESTRA DULZURA Y NUESTRA ESPERANZA  

Por último, para apoyar y fortalecer nuestro viaje hacia las profundidades de la Misericordia de Dios, invitamos a todos a adquirir y leer con gran humildad, docilidad y apertura de corazón, la obra maestra espiritual del gran Doctor de la Iglesia, San Alfonso de Ligorio, Las Glorias de María. Una de las mayores obras maestras marianas, Las Glorias de María toma la oración «La Salve Reina» que se reza al final del Santo Rosario, y explica con el más mínimo detalle cada palabra del Ave Santa Reina. San Alfonso recoge una gran cantidad de fuentes para rendir homenaje a la Virgen, como Reina, Madre y Madre de la Misericordia. El santo cita la Biblia, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, a los Padres y Doctores de la Iglesia, a otros santos -hombres y mujeres-, todo con el fin de retratar a la Virgen en la dimensión más sublime de su tierna misericordia; ésta se manifiesta especialmente en su amor y ternura hacia los pecadores, e incluso hacia los más miserables. Otro libro del que podemos cosechar grandes bendiciones leyendo un breve capítulo al día en tan sólo 15 minutos. ¡Hágalo!

PARTE 2: ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSO… Diario de Santa Faustina #163… ¡Pidamos la gracia de poner en práctica y vivir esta oración diariamente!

¡Oh Santísima Trinidad! Tantas veces como respiro, tantas veces como late mi corazón, tantas veces como late mi sangre en mi cuerpo, tantas mil veces quiero glorificar Tu misericordia.

Quiero transformarme completamente en Tu misericordia y ser Tu reflejo vivo, oh Señor. Que el mayor de todos los atributos divinos, el de Tu insondable misericordia, pase a través de mi corazón y de mi alma al prójimo.

Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que nunca sospeche ni juzgue por las apariencias, sino que busque lo que es bello en el alma de mi prójimo y acuda en su ayuda.

Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos, para que preste atención a las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.

Ayúdame, Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que nunca hable negativamente de mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos.

Ayúdame, Señor, a que mis manos sean misericordiosas y estén llenas de buenas obras, para que sólo haga el bien a mi prójimo y tome sobre mí las tareas más difíciles y penosas.

Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos, para que me apresure a asistir a mi prójimo, 

superando mi propia fatiga y cansancio. Mi verdadero descanso está en el servicio al prójimo.

Ayúdame, Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo mismo pueda sentir todos los sufrimientos de mi prójimo. No negaré mi corazón a nadie. Seré sincero incluso con aquellos que sé, abusarán de mi bondad. Y me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mi propio sufrimiento en silencio. Que Tu misericordia, oh Señor, descanse sobre mí.

Tú mismo me mandas ejercer los tres grados de misericordia. El primero: el acto de misericordia, de cualquier tipo. El segundo: la palabra de misericordia – si no puedo realizar una obra de misericordia, ayudaré con mis palabras. La tercera: la oración – si no puedo mostrar misericordia con hechos o palabras, siempre puedo hacerlo con la oración. Mi oración llega incluso donde no puedo llegar físicamente.

Oh, Jesús mío, transfórmame en Ti mismo, porque Tú puedes hacer todas las cosas.

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 23 2022

EL LLAMAMIENTO DEL REY | EJERCICIOS ESPIRITUALES | SEMANA 6

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Mar 23 2022

LECTURAS DEL DIA | 23 DE MARZO 2022

Miércoles de la III semana de Cuaresma

«Para cosas más grandes has nacido». (Ven. Madre Luisita)

MIÉRCOLES, 23 de marzo Mt. 5, 17-19 «Quien obedezca y enseñe estos mandamientos será llamado el mayor en el Reino de los cielos».  

San Ignacio de Loyola: «La obediencia es nada menos que un holocausto. En ella nos ofrecemos por completo, sin excluir ninguna parte de nosotros mismos, en el fuego de nuestro amor a nuestro Creador y Señor a manos de sus ministros. Por la obediencia uno deja de lado todo lo que es, se despoja de todo lo que tiene, para ser poseído y gobernado por la Divina Providencia.»    

COMBATE ESPIRITUAL: ARMAS EN TU ARSENAL por el P. Ed Broom, OMV

La palabra de Dios nos enseña que nuestra vida en la tierra es una guerra y el Señor nos recuerda que si hemos decidido seguirle, debemos estar preparados para el combate. El Sacramento de la Confirmación fortalece los Dones del Espíritu Santo dentro de nuestras almas y nos transforma en «Soldados de Cristo Rey». Con los mártires cristeros de México, nuestro grito de guerra debe ser «Viva Cristo Rey».

El demonio existe, tiene una inteligencia aguda (de manera perversa), es sumamente astuto y taimado, y trabaja constantemente y es persistente en sus tentaciones. Sin embargo, Dios, María, los ángeles y los santos son mucho más poderosos que el diablo.

Hay que evitar dos extremos con respecto al diablo. Son las advertencias del Siervo de Dios Pablo VI. El primer extremo a evitar es negar que el diablo exista. En efecto, ésta es una de las tácticas del demonio. Por otra parte, nunca debemos dar demasiada importancia al diablo. Los alarmistas temerosos hablan más del poder del diablo que de la Omnipotencia de Dios mismo. Evitemos los dos extremos.

ARMAS ESPIRITUALES PARA VENCER AL DIABLO… VIGILANCIA.

Permanece despierto y reza para no ser puesto a prueba y vencido por las tentaciones del diablo. La razón precisa de la caída de los Apóstoles, abandonando a Jesús en el Huerto, fue que no estuvieron vigilantes en la oración.

NÓMBRALO Y RECLÁMALO.

Cuando surge la tentación, es sumamente útil admitir sencillamente y con mucha calma: «¡Me tienta el diablo, el enemigo de Dios!». Nómbralo. ¡Reclámalo! ¡Y luego domínalo! Descubrir al enemigo que ataca es la mitad de la batalla. La ignorancia de la presencia del enemigo puede aumentar su poder sobre nosotros.

EVITAR LA OCASIÓN CERCANA DEL PECADO.

A menudo somos tentados porque nos colocamos en la ocasión cercana del pecado. Recuerda los numerosos proverbios. «¡No juegues con fuego!»… «¡El que juega en el peligro, perecerá en el peligro!». … «¡El que camina sobre hielo delgado se caerá!» Una de las razones por las que Eva comió del fruto prohibido fue por la sencilla razón de que estaba cerca del árbol del que Dios le dijo que no comiera. ¿Por qué se acercó a ese árbol para empezar?

ESTADO DE DESOLACIÓN.

En este estado, San Ignacio nos arma con cuatro armas clave: más oración, más meditación, examinar tu conciencia (para ver por qué estás en desolación) y, finalmente, aplicarte a alguna penitencia adecuada. ¡Algunos demonios sólo se expulsan con la oración y la penitencia!

SACRAMENTALES.

El uso adecuado de los Sacramentales puede resultar muy eficaz para luchar contra el demonio, y especialmente tres: el Escapulario de Nuestra Señora del Carmen, la Medalla de San Benito y, por último, el Agua Bendita. Santa Teresa de Ávila insiste en utilizar el Agua Bendita para expulsar al demonio de nuestra presencia. ¿Por qué? El demonio está hinchado de orgullo y el agua bendita es pequeña y discreta; el demonio la odia y no la soporta. Los exorcistas recurren al agua bendita por esta razón.

DARDOS DE FUEGO QUE PENETRAN EN EL CIELO.

Cuando el enemigo nos ataca, es muy recomendable ofrecer oraciones cortas y fervientes: dardos ardientes que son sumamente eficaces para poner en fuga al demonio. Algunos ejemplos de estas cortas pero poderosas oraciones podrían ser: Jesús, confío en ti… Señor, sálvame… Señor, ven a rescatarme… ¡Dulce Corazón de María, sé mi salvación! Y, por supuesto, invocar con fe y confianza el nombre de San José, ¡conocido como el Terror de los demonios!

RECHAZAR INMEDIATAMENTE.

Parte del problema en el combate espiritual es nuestro rechazo, a veces lento, aletargado y anémico, de las tentaciones. La gracia de Dios prevalece cuando pedimos la gracia de rechazar las tentaciones de manera varonil y contundente desde el principio. Dicho esto, con frecuencia las tentaciones se apoderan de nosotros porque entretienen las ideas nefastas del diablo. Una vez que la cola del diablo entra, ¡es difícil echarlo! 

LA PEREZA.

En una ocasión en el Diario La Divina Misericordia en mi Alma de Santa Faustina, el diablo rondaba por los pasillos del convento buscando frenéticamente a quien tentar. Santa Faustina detuvo al demonio y le dijo, por obediencia a Jesús, que le dijera cuál era el mayor peligro para las monjas. De mala gana, el demonio respondió: ¡almas perezosas e indolentes!

Todos hemos oído el proverbio: «¡La ociosidad es el taller del diablo!». Esto significa que si no tenemos nada que hacer, el diablo nos dará mucho que hacer. El gran San Juan Bosco temía mortalmente las vacaciones de sus muchachos del Oratorio. ¿Por qué? ¡Demasiado tiempo libre da plena entrada y reinado al diablo en la vida de los jóvenes! ¡Cuántas veces hemos pecado precedidos de momentos, horas o incluso días de indolencia y pereza!

Nuestra filosofía debería ser la de San Alberto Hurtado: «Hay dos lugares para descansar: el cementerio y el cielo». El presente es el momento de trabajar nuestra salvación con temor y temblor. Que el lema de San Benito sea el nuestro: Ora et Labora-Oración y Trabajo.

JESÚS EN EL DESIERTO COMO EJEMPLO SUPREMO: SUS TRES ARMAS.

Por supuesto, el mejor ejemplo para todos es Jesús, que dijo: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». (Jn 14,6)

Al final de los cuarenta días en el desierto, el diablo vino a tentarle. Jesús venció con fuerza y facilidad al diablo utilizando tres armas que debemos aprender a usar: la oración, el ayuno y la Palabra de Dios, la Biblia.

Jesús tuvo una prolongada experiencia de oración en el desierto que incluyó cuarenta días de ayuno – no comió nada. Finalmente, el diablo tentó a Jesús utilizando la Palabra de Dios, la Biblia, que Jesús mismo utilizó como una flecha afilada para pinchar los esfuerzos de Satanás. La oración ferviente y prolongada, la abnegación constante y la familiaridad con la Palabra de Dios -meditándola y poniéndola en práctica- son armas eficaces para combatir y vencer a Satanás.   

APERTURA CON TU DIRECTOR ESPIRITUAL

Una vez más, el Maestro, San Ignacio, viene al rescate. En la 13ª Regla del Discernimiento de Espíritus, Ignacio nos advierte que al diablo le gusta el secreto. Cuando nos encontramos en un estado de desolación, el diablo nos aconseja mantenerlo en secreto, guardarlo para nosotros mismos. En cambio, abrirse a un Director Espiritual puede vencer la tentación y disipar la desolación. A modo de ejemplo, callar es como tener un corte o una herida que se deja sin atender. Hasta que no se exponga esa herida a la luz del sol y se le aplique un desinfectante, y un vendaje para protegerla, no sólo no sanará la herida, sino que se infectará aún más y correrá el peligro de gangrena, o peor aún, de amputación.

Una vez que la tentación se revela a un Director Espiritual capaz, a menudo se vence. Abrumada por la tentación, la duda y la confusión poco antes de hacer sus votos, Santa Teresa estuvo tentada de abandonar el convento. Se abrió a su maestra de novicias y a su superiora y les reveló su estado de ánimo. Casi inmediatamente la tentación desapareció, hizo sus votos y se convirtió en una de las mayores santas modernas. ¿Qué habría pasado si, siguiendo los consejos del diablo, hubiera mantenido en secreto su estado de ánimo y hubiera actuado en consecuencia? Sin duda, no tendríamos a Santa Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia.

SAN MIGUEL ARCÁNGEL.

En nuestra batalla con Satanás, debemos utilizar todas las armas de nuestro arsenal. Dios eligió a San Miguel Arcángel como el ángel fiel, el Príncipe de la Hueste Celestial, para arrojar al infierno a Satanás y a los demás ángeles rebeldes. San Miguel, cuyo nombre significa «que es semejante a Dios», es tan poderoso ahora como lo fue en el pasado.

En medio de una tormenta de tentaciones, por qué no elevar tu corazón a San Miguel e invocarlo. Puedes rezar la famosa oración «San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla…». (ver más abajo) ¡O simplemente suplicar su intercesión! Su ayuda desde las alturas del cielo te ayudará a ser el vencedor en tu combate con el diablo.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestra protección contra la maldad y las asechanzas del Diablo. Que Dios lo reprenda, te lo pedimos humildemente, y haz, oh Príncipe de los ejércitos celestiales, con el poder de Dios, arrojar al infierno a Satanás, y a todos los espíritus malignos, que merodean por el mundo buscando la ruina de las almas. Amén. 

MARÍA SANTÍSIMA.

En general, el pueblo mexicano tiene una gran devoción a María, especialmente bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe. Sin embargo, en Guadalajara, México, además de venerar a María, Nuestra Señora de Guadalupe como Patrona de México y América, la honran con otro título:  «¡La General del ejercito!».

En nuestra batalla contra la antigua serpiente, Génesis 3:15 honra a la mujer que aplasta la cabeza de la serpiente con su curación. «Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre su descendencia y la tuya; él te golpeará la cabeza, mientras tú le golpeas el talón». (Gn. 3:15). En efecto, la antigua serpiente, el demonio, puede golpearnos con su fea lengua y escupir veneno, pero cuando depositamos nuestra confianza en María, ella aplastará su fea cabeza.

¡Viva Cristo Rey! ¡Viva María Reina! ¡Viva Jesús y María!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: LECTURAS DEL DIA

Mar 22 2022

LECTURAS DEL DIA | 22 DE MARZO 2022

Martes de la III semana de Cuaresma

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