Fe puede mover montañas. Señor, yo creo, pero ayuda mi falta de creencia. Oh tu, de poca fe por qué dudas! Si tuvieras la fe del tamaño de un grano de mostaza, podría decirle al árbol que sea arrancado y arrojado al mar, si sólo creen! Todos estos son versos cortos recopilados de la Biblia, que probablemente hemos escuchado muchas veces. ¿Por qué es que nuestra fe vacila, titubea, y a veces simplemente se hunde? ¡La razón es simple! Fe debe ser entendida, apreciada, practicada, cultivada y defendida contra los muchos enemigos. Puntos de reflexión sobre la fe!
3. EJERCER SU FE. Similar a cualquier regalo natural y talento, música, escribir, hablar en público, deporte, levantar pesas, la fe debe ejercerse. Si no, la fe se vuelve débil, enfermiza e incluso, se puede perder! ¿Cuántos de nosotros conocemos parientes y amigos, que una vez practican su fe, pero ahora incluso no creen! Estar agradecidos! Podría ser tu o yo!
4. FORMAS CONCRETAS DE EJERCITAR Y PRÁCTICAR DE LA FE. Haciendo la señal de la Cruz despacio lentamente y creyendo, da como resultado mayor fe, en el misterio más grande de fe: la Santísima Trinidad. Una genuflexión es un gesto corporal/cuerpo hecho delante del Santísimo Sacramento, manifestando la creencia de que Jesús esta verdaderamente «Presente» en el Santísimo Sacramento. Un «Amén» rotundo en la oración y al recibir la Santa Comunión, una vez más es un acto de fe. En definitiva, ser más consciente de los simples actos de fe, hechos diariamente!