porque verán a Dios». (Mt. 5:8). San Pablo nos recuerda de nuestra
dignidad, «Tu cuerpo es templo del Espíritu Santo; glorifiquen a Dios en
sus cuerpos». Nuestra Señora de Fátima en 1917 habló sobre la virtud
de la pureza de tres maneras diferentes: la modestia, la perdición eterna y la
institución de la familia. La madre de Dios, quien se apareció seis veces
a los pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco,¡les reveló un mensaje que
impactaría al mundo entero!
niños una visión gráfica del infierno. Ella imploró a los niños que
rezaran el Rosario y que ofrecieran sacrificios – muchas almas se pierden
porque no hay nadie que ofrezca sacrificios por ellas. Luego tristemente dijo
que la mayoría de las almas se pierden por toda la eternidad a causa de los
pecados contra los sexto y noveno mandamiento — es decir, los pecados cometidos
contra la virtud de la pureza.
modas inmodestas entrarían al mundo que ofenden gravemente al Señor. Si
María dijo esto al principio del siglo pasado, ¿qué se puede decir de hoy día? ¡La
inmodestia se ha esparcido ampliamente en todo el mundo: desde la televisión,
el cine, la internet, los anuncios, hasta el vestir en general!
muchos matrimonios no eran buenos, no agradaban a Dios. Ella no da la
razón expresamente, pero nos podemos suponer que una de las razones principales
es el pecado de la impureza antes del matrimonio, en el matrimonio— a detrimento
de los niños y la protección de la familia.
consecuencia del pecado original. Primero, una breve definición de la
lujuria. Es el deseo desordenado
de el placer sexual. La sexualidad tiene su lugar apropiado, su propósito
y bendición. ¿Dónde, cuándo y con qué
intención? La sexualidad es bendecida por Dios, sólo en el contexto del
sacramento del matrimonio entre hombre y mujer, con el fin de una entrega mutua
(El Don de Si Mismo, del Papa JPII) y
con la intención de estar abierto a la vida o la procreación de hijos. ¡La definición no es nada complicada! Sin embargo, sin la gracia de Dios, ¡es imposible
vivir!
pureza se puede lograr con auto-maestria o autocontrol. No es una virtud
que se logra de la noche a la mañana, pero debe lograrse sobre todo con la
gracia de Dios y la nuestra colaboración con su ayuda!
místicos y prácticos que se deben emplear para alcanzar la virtud de la pureza
y vivir la bienaventuranza: «Bienaventurados los puros de corazón, porque
verán a Dios». (Mt 5:8).
y el perdón, son virtudes sobrenaturales — es decir, la pureza es una virtud
que trasciende nuestra fuerza natural.
En otras palabras, necesitamos la ayuda de Dios a través de la
gracia. Por lo tanto, debemos pedir la
virtud de la pureza humildemente y constantemente. «Pide y se te
dará; busca y encontrarás; llama y se te abrirá la puerta.» (Mt.7:7) Agustín dice que todos somos mendigos ante
Dios. ¡Por qué no pedir pureza de
corazón, de mente, de alma, de cuerpo e incluso de intención!
un llamado a la oración — en cada una de las seis apariciones ella insiste en
el Rosario. También exhortó a los tres
pastorcitos que ofrecieran sacrificios que eran de mucho agrado a Dios.
Penitencia, mortificación, abnegación, a veces ayunos – todos sirven para frenar nuestra naturaleza
sensual y animal. Si no frenamos y
vencemos la carne, entonces nos convertiremos en esclavos de ella.
todos los vicios!» ¡Si no tenemos nada que hacer entonces el diablo
nos dará mucho que hacer y nos lo pintará color de rosa! Analizando nuestra vida, podemos ver un
denominador común: ¡si no tenemos nada que hacer, llega la tentación y después
la caída! Una clara ilustración bíblica es la caída del rey David.
David lo tenía todo – ¡increíble talento, era poeta, místico, escribió
los salmos, músico, guerrero exitoso y era rey de Israel! Pero tenía una debilidad: hay que llamarlo su
«Kryptonita»! Él no salió a la batalla por pereza. Con mucho tiempo libre, una larga siesta y la
indiscreción de sus ojos, el rey David codicia a Betsabé, comete adulterio con
ella y acaba asesinando a su marido Urías! Para evitar cualquier
problema nuestro lema debería ser el lema benedictino: «Ora y
Labora!»— es decir, «Ora y Trabaja!»
En el sacramento de la es confesión, la especifica gracia sacramental
que se recibe es la sanación. Jesús es el «médico
divino», él puede sanar toda la persona, cuerpo y alma. La práctica
de la confesión frecuente es de valor infinito. Sirve como medicina para el alma; ¡medicina curativa o medicina preventiva! ¡Inténtelo y ve los resultados!
nos vemos bombardeados con muchas imágenes impuras e indecentes: la televisión,
el internet, las películas, carteleras, periódicos y revistas, inmodestia en el
vestir, etc.. «Los ojos son el espejo del alma». Hoy más que nunca,¡debemos de guardar recato
de los ojos! Recuerde el pecado de
David. ¡El santo, Job, hizo un pacto! El pacto fue: ¡él no vería
mal a una doncella! ¿Por qué no hacer lo que hizo el piadoso Job, ¡hacer
un pacto para que los ojos solamente contemplen la belleza de la creación de
Dios! «Bienaventurados los limpios
de corazón porque verán a Dios!» (Mt 5:8)
debe ser de nada que trate con la impureza.
En un escrito sobre la vida de San Juan Bosco se comenta que cuando él
fue joven, algunos hombres mayores habían dicho algo impuro. ¡Muchos años después el Santo lamentaba que él
no podría borrar lo dicho de su memoria!
Recuerde la advertencia de Jesús: «el día del juicio tendremos que
dar cuenta por todas y cada una de las palabra que pronunciamos.»
insiste en el autoconocimiento.
Uno de los motivos principales del examen diario es para ver la
presencia de Dios en nuestras vidas, y también para descubrir nuestras
debilidades que conducen a la caída. En
el transcurso del día, hay momentos de debilidad. Haga en este momento un rápido examen, vea la
hora, el lugar y las circunstancias en las que — en el pasado — ha caído en
la impureza. ¡Utilice este
autoconocimiento como una valiosa herramienta para evitar futuras caídas!
Un famoso historiador escribió una vez: «Quien no conoce la
historia, está condenado a repetir los mismos errores». De igual modo, podemos decir lo mismo de la ausencia
del autoanálisis en el área de la pureza, el no conocerse puede causar una
caída el día de mañana! El filósofo griego dijo, ¡una vida que no se
examina es una vida que no vale vivir!
El no dormir, la falta de ejercicio, malos hábitos alimenticios y la
tensión y la frustración de la vida cotidiana, a menudo agrava el apetito
sexual y ¡fácilmente puede causar una caída! El cuerpo se debe de
respetar porque es templo del Espíritu Santo, especialmente en la pureza, salud
e higiene!
CRISTO. Es de suma importancia recibir el Cuerpo y Sangre de Cristo en el
sacramento de la Eucaristía, con fervor, frecuencia y fe, para alcanzar la
virtud de la pureza. ¡Reflexione sobre
esta profunda verdad! Al recibir la
Santa Comunión, la Sangre Preciosa y Pura de Cristo entra en tu cuerpo, tu
mente, tu corazón, incluso circula por tus mismas venas. ¡Qué mejor manera de alcanzar
la pureza que Jesús mismo tome posesión de todo su ser!
Diario de Misericordia en Mi Alma de Santa Faustina Kowalska, hay una
anécdota de cierre que queda perfectamente en nuestro tema sobre la pureza.
Jesús se le aparece en toda su gloria y le pone en su cintura un cinturón
dorado. Desde ese momento le da el don
de perfecta castidad. Ya no experimentó
inquietudes de la carne (la concupiscencia); aún más, ¡de allí en adelante ella
nunca experimentó impureza de pensamiento! Faustina dijo que ella le
había estado pidiendo a la Santísima Virgen esta gracia de perfecta castidad
por mucho tiempo. Que la Inmaculada Concepción, el Inmaculado Corazón de
María, la Virgen de vírgenes, María nuestra madre y reina, nos alcance pureza
de mente, corazón, cuerpo, alma e intención para que podamos vivir la
bienaventuranza, «Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a
Dios.» (Mt
5:8)