de Avila dice que la oración es apartar un tiempo en silencio para hablar con
el Amigo que yo sé que me ama. Después
de Dios la persona con quien más deberíamos querer hablar es la Santísima
Virgen María – María anhela que todos sus hijos e hijas cultiven un diálogo
frecuente, ferviente y filial con ella.
en cualquier amistad, la amistad florece cuando se cultiva por medio del
diálogo, las visitas y un creciente conocimiento con el querido amigo. En la última cena Jesús les llamó amigos as
sus Apóstoles. La relación entre María y
Dios es esta: María es la Hija del Padre, Madre del Hijo y Esposa Mística del
Espíritu Santo.
nosotros es nuestra vida, nuestra dulzura y nuestra esperanza. Ella es nuestra Reina y amiga, pero ante todo
es nuestra madre.
¿Qué medios
específicos podríamos poner en práctica para cimentar una relación creciente
con María? Esta intimidad con María, la Madre de Dios y Madre nuestra,
dará lugar a innumerables bendiciones en esta vida, y procurará la salvación
eterna.
las oraciones y el diálogo para acrecentar esta estrecha relación con María son
incontables. Depende de cada persona
sumergirse en este abismo insondable de diálogo con la »Obra Maestra de la creación» (San Luis de
Montfort). ¡Empecemos!
SALVE MARÍA. De todas las oraciones a María, la oración que Ella más ama
es el Ave María. Una vez santa Gertrudis Magna vio a Jesús en el cielo
contando monedas de oro. Fascinada, le
preguntó a Jesús qué significaba cuando Él depositaba una resplandeciente
moneda de oro al montón. Jesús
inmediatamente le responde que cada vez que ella rezaba un Ave María con amor y
devoción Él depositaba otra moneda de oro que le esperaba por toda la
eternidad. ¿Quieres ser multimillonario en el cielo? ¡Reza el Ave
María con amor y devoción!
2. EL ANGELUS. Reza el Angelus tres veces al día: a las 9:00 de la mañana, 12 del medio día y 6:00 de la tarde. Esta oración y devoción Mariana nos ayuda a santificar la mañana, la tarde y la noche con la memoria del papel de María en la encarnación del Hijo de Dios y el Misterio Pascual, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús—los momentos claves de nuestra salvación.
REGINA / DIOS TE SALVE. Es una oración maravillosa que oramos después de
Rosario. Esta oración trae a la mente la maravillosa verdad de que María
es nuestra Reina Celestial; llena de misericordia, «Dios te salve, Reina y
Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra». También en medio de las batallas de la vida,
nuestras tristezas y dolores, María siempre está presente para ayudarnos. Por cierto lea las GLORIAS DE MARÍA,
escrito por el Doctor de la Iglesia, San Alfonso María de Ligorio, es una
publicación de hermosos comentarios, con pasajes bíblicos y refranes tomados de
las vidas de los Santos y la aplicación de coloridas historias del poder y la
presencia de María.
(Memorare). Esta oración atribuida a San Bernardo de Claraval ha sido
amada por muchos por más de 1500 años. Cuando San Francisco de Sales se
encontraba en una etapa muy oscura de su vida en donde por poco se da a la
desesperación, se arrodilló en la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria y
rezó Acordaos a nuestra Señora y
inmediatamente esta nube o manto de desesperación desapareció. El joven Francisco venció la tentación y
llegó a ser sacerdote, obispo, talentoso escritor y santo. Si no hubiese sido por la intercesión de la
Santísima Virgen María y la oración Acordaos,
tal vez Francisco nunca hubiese vencido este diablo de la desesperación.
PRAESIDIUM. Es la oración más antigua
que conocemos dirigida a la Madre de Dios.
El descubrimiento del papiro con la oración «Sub tuum Praesidium» se
hizo en Egipto y data cerca de 250 d.C.
La oración es corta pero densa en contenido. «Bajo tu amparo
nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre
Virgen, gloriosa y bendita!» En la
historia de la Iglesia cuando la barca de Pedro, que es la Iglesia se ha
encontrado en medio de terribles tormentas y tempestades a punto de volcarse y
hundirse, es por medio de la intercesión de María y la invocación con fe de la
Iglesia que la Iglesia se salva. El
fundador de los Oblatos de la Virgen María, el venerable P. Bruno Lanteri
señaló que las grandes herejías de la iglesia fueron vencidas por de la
intercesión de María, «Vencedora de todas las herejías». Es Ella quien aplasta la horrible cabeza de
la serpiente como fue profetizado en el Proto-Evangelium. «Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre su descendencia y la tuya. Te aplastará la cabeza con su talón.»
(Gen 3:15)
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. Una de las mejores formas de honrar a una
persona es resaltar sus virtudes o hermosas cualidades. Dicho esto, una
de las oraciones más bellas que se pueden hacer para honrar a María es «La
Letanía de María». Hay muchas, pero la más famosa es la
«Letanía de Loreto». Es una oración larga pero hermosa
compuesta por una cadena de poéticas frases bíblicas o refranes honrando las
virtudes de María. Muchas son tomadas
del Antiguo Testamento; otras del Nuevo Testamento y otros del arte y tesoro de
los santos. Tradicionalmente se reza la
letanía después del Santo Rosario, pero se puede rezar en cualquier momento o
lugar. María nuestra Madre Celestial se alegra cuando alzamos el corazón
para honrarla.
MARÍA. La naturaleza de una novena es simplemente rezar por nueve días
consecutivos. La novena puede ser a un
santo, o antes de un determinado día de fiesta o solemnidad, como Navidad o
Pascua o incluso como preparación para la solemnidad del Sagrado Corazón de
Jesús. En el diario de santa Faustina Kowlaska, la Santa frecuentemente
hacía una novena antes de solemnidades Marianas, específicamente la Asunción de
María a los cielos y la Inmaculada Concepción.
¿Cómo la hacía santa Faustina?
¡No se alarmen! Por cada día de la novena antes de la fiesta
Mariana, Faustina rezaba 1000 Ave Marías. Con cada Ave María, la Virgen
se regocijaba inmensamente. Bueno, esto no significa que en cada novena
en honor a la Santísima Virgen debemos rezar 1000 Ave Marías, pero podemos
escoger otra oración Mariana. ¿Por qué no rezar el Santo Rosario en familia, en
la iglesia o con amigos por nueve días consecutivos.
MARÍA POR LOS DIFUNTOS. Siguiendo con la idea de una novena, por qué no
formar un «Grupo de Duelo» en la iglesia y rezar el Santo Rosario por
los difuntos por nueve días. Aplique esta Regla de Oro para usted
mismo. Estoy seguro que usted igualmente
desearía una novena de rosarios por su alma inmortal cuando muera. Es gran «Seguro contra fuego» por
no decir más. María tiene gran amor por todos, pero especialmente por las
pobres almas que sufren en el Purgatorio, María está esperando nuestras
oraciones.
MARÍA EN LA MISA Y SANTA COMUNIÓN. María estaba al pie de la Cruz en el
Calvario. (Stabat Mater). Como sacerdote, María ofreció a Jesús, la
Víctima sin mancha, al Padre para la salvación del mundo. El beato papa
Juan Pablo II hizo esta observación detallista. El «sí» de
María en la Anunciación se puede comparar con nuestro «amén» al
recibir la Sagrada Comunión en la Misa. ¿Por qué la comparación?
¡Muy sencillo! El «sí» de
María al Arcángel Gabriel resultó en la entrada de Jesús l Corazón Inmaculado
de María. En forma paralela, nuestro
«amén» en el momento de la Comunión resulta en la Encarnación
Eucarística de Jesús en nuestro corazón y nuestra alma. ¿Por qué no pedirle a
María la gracia de hacer Comuniones más fervientes? Nunca nadie ha recibido a Jesús en su corazón
con mayor fe, esperanza y amor que María.
ROSARIO. Relacionado con el Ave María—recitado 50 veces — es la
oración favorita de la Santísima Virgen María. En 1917, nuestra Señora
de Fátima se apareció a tres pastorcitos seis veces. En cada aparición
nuestra Señora dejó un mensaje diferente.
Sin embargo, cada una de las seis veces también repitió el mismo mensaje
y ese mensaje fue, ¡RECEN EL ROSARIO! Si una madre le repite lo mismo a sus hijos
una y otra vez, es porque cree que es importante. Si nuestra Madre celestial repitió el mensaje
seis veces, entonces ha de ser de suma importancia: una cuestión de vida eterna
o muerte. Una sugerencia concreta: recen el Rosario en familia,
especialmente en el mes de octubre, que es el mes del Rosario. Si es posible, recen el Rosario antes de la
cena, que sea el padre de la familia quien lo dirija, tengan hermosas imágenes
de Jesús y María y los rosarios listos en la canasta y velas encendidas.
Si se hace, innumerables bendiciones descenderán sobre la familia y el mundo
entero. Recuerde las palabras inmortales del sacerdote del Rosario, el P.
Patrick Peyton: «La familia que reza unida, permanece unida», «Un mundo en oración es un mundo en
paz». ¡Que nuestra Señora llene de
alegría, amor y armonía a nuestras familias y que alcance la paz a nuestro
mundo!