Como
seguidores de Cristo tenemos una doble ciudadanía: nuestro hogar terrenal (que
es sólo temporal) y nuestro hogar celestial en donde viviremos con Dios por
toda la eternidad. Deberíamos
esforzarnos por ser buenos ciudadanos de ambos reinos.
cuando se presenta el tiempo de las elecciones, debemos tener un criterio
Cristiano para dar nuestro voto correctamente. Votar es un privilegio y
un deber. Sin embargo, nuestro voto no
debe de basarse en criterios subjetivos, mundanos y ambiguos, sino en un
criterio basado en la verdad, en promover el
bien común de ambos la persona y la sociedad en su conjunto.
esto implica una conciencia bien formada. Cada persona nace con una
conciencia en la que debe rechazar todo lo que es malo y seguir lo que es
bueno. Sin embargo debido al
secularismo, materialismo, hedonismo, agnosticismo e incluso el ateísmo, no
siempre se ve la verdad con claridad.
objetiva y absoluta existe. Jesús mismo dijo «Yo soy el Camino, la
VERDAD y la Vida». La verdad se puede encontrar en Jesucristo, en su
Cuerpo Místico, la Iglesia, a través de las enseñanzas del Magisterio de la
Iglesia presidida por el Vicario de Cristo, el Santo Padre, el Papa. Por
lo tanto, nuestra conciencia y motivación al votar por algún candidato deben
ser guiada a la luz de las enseñanzas de Jesucristo y Su Iglesia.
simple y fácil de recordar para elegir entre candidatos políticos es esta
palabra que contiene dos sílabas y 5 siglas — C.E.S.A.R. Cada sigla
representa lo que se denomina como los «No-negociables»— es decir
que estas acciones por sí mismas son intrínsecamente malas, gravemente
pecaminosas y ofensivas a Dios el Creador, perjudicial para la persona y en
contra del bien común de la sociedad.
¡Debemos de fijar como objetivo
«CESAR» la promoción y realidad de estas 5 prácticas
intrínsecamente malas!
La persona humana no debe llegar a existir a través de la
ingeniería biológica en un laboratorio científico en donde se une el material
procreador de alguna mujer anónima y algún hombre anónimo, esperando los
mejores resultados. ¡No! El ser humano debe entrar en existencia a
través del abrazo amoroso y mutuo del hombre y la mujer, esposo y esposa,
casados por medio del Sacramento del Matrimonio, del cual resulta la concepción
de un ser humano con un alma inmortal y ¡un destino eterno! El fin no justifica los medios.
Toda vida humana es preciosa porque viene de Dios y es uno de los dones
más preciados que Dios ha dado. Dios da la vida y sólo Dios tienen
derecho de quitar la vida. La eutanasia, también llamada «matar por
misericordia» propone acabar con la vida de quien ante los ojos del mundo
ya no puede aportar algo al mundo o no sea productivo. Según la filosofía
de la eutanasia, personas que padecen de las siguientes condiciones
económicamente graves y degenerativas merecen la terminación y extinción de su
vida — la enfermedad de Alzheimer o
Parkinson a etapas avanzadas o el diálisis prolongado. El Utilitarismo,
una filosofía propuesta por John Stuart Mill y Jeremy Bentham en el siglo XIX,
mantiene que el valor de la vida humana se mide en proporción directa a la
prosperidad y la riqueza económica de la
persona. Por lo cual, personas con
enfermedades, personas mayores y enfermas, personas con retrasados mentales
carecen de cualquier valor intrínseco real. Este falso sistema
filosófico es tan contrario al Evangelio. ¿Quiénes eran los favoritos de
Jesús? Los ciegos, los enfermos, los inválidos, los leprosos, los paralíticos,
los sordos y los mudos. Por cierto,
Jesús no era un rico multimillonario. Cada ser humano es poseedor de un
valor propio e intrínseco por ser creado por Dios, por su mera existencia, por
ser creado a imagen y semejanza de Dios y por ser destinado a la gloria eterna.
futuro de la sociedad depende de la célula básica, primaria y fundamental o la
«pequeña-sociedad» que llamamos la familia. El Beato Papa Juan Pablo II declaró que la
familia es la célula básica de la sociedad y que la sociedad depende de la
solidez de la familia. Una auténtica familia se compone del hombre y la
mujer, esposo y esposa, casados con el Sacramento del matrimonio con el fin de
procrear a hijos y criarlos como nobles ciudadanos de este mundo y del reino de
los cielos. No se puede llamar o considerar una familia a dos mujeres
viviendo juntas o a dos hombres viviendo juntos, y mucho menos si adoptaran a
un niño. En el principio Dios creo al hombre y la mujer y por eso el hombre
dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y lo que Dios ha unido que
no lo separe el hombre. Dios creo a «Adán y Eva» y no
«¡Adán y Estevan!»
La postura y la motivación de todo seguidor de Cristo al dar su voto
debe de ser fundada sobre el criterio principal de la vida humana desde su
concepción. El aborto es quitarle la vida a un niño inocente. Otras palabras para esta realidad atroz
son: asesinato, matar e
infanticidio. El momento más triste en
la historia de los Estados Unidos de Norte América fue el 22 de enero de 1973
con la decisión de la Corte Suprema, el caso Roe vs. Wade, en donde se legalizó la matanza de bebés inocentes
desde el primer al noveno meses de gestación– el aborto. Cerca de 52
millones de bebés han sido asesinados. Es difícil computar las estadísticas con exactitud pero son más de 1
millón al año, aproximadamente 4000 cada día y cada 20 segundos muere un
bebé. Ninguno de nosotros querrá
presentarse para ser juzgado el día del juicio ante Jesús con las manos, mente,
corazón conciencia y alma llenos de sangre de bebés inocentes. ¡Por amor
a Dios, a tu familia, a la nación y tu salvación eterna, vota para defender a
los no nacidos! Recuerda las palabras de los padres fundadores de esta
nación en la Constitución : «Cada ser humano está dotado de derechos
inalienables — el derecho a la vida,
la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Dios es la fuente y el origen de vida y sólo Él tiene el derecho de
quitar a la vida.
EXPERIMENTACIÓN DE CÉLULAS EMBRIONARIAS. El crear a un bebé en un
laboratorio científico va contra la ley natura y la ley divina.
Reiteramos: el medio por el cual la vida humana debe llegar a la
existencia es a través del abrazo mutuo y cariñoso del hombre y la mujer,
marido y mujer en el acto conyugal, de donde se logra la concepción y desde ese
mismo instante Dios Todopoderoso infunde un alma inmortal. Tales brebajes antinaturales como: la
donación de óvulos y esperma, la fusión y la concepción, la congelación o
refrigeración de los embriones o cigotos, el determinar qué bebé debería
implantarse y cuales se deberían descartar —
todo esto es una ofensa gravísima a Dios el Creador, al igual que una
ofensa a la dignidad de la persona humana.
conclusión, lleve consigo este guía moral cuando acuda a votar — las siglas C.E.S.A.R.— que representan
nuestro deseo que todas estas prácticas intrínsecamente inmorales sean
eliminadas de la faz de la tierra — los «No-negociables».
¡Cese al fuego, que estos males morales cesen de existir!
sea el voto decisivo para promover el Evangelio de la vida y acabar con la
cultura de la muerte. Que Nuestra Señora
quien dijo «sí» a la vida interceda por nosotros, nuestras familias,
nuestro país y la salvación del mundo. «Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.