¡La Cuaresma comienza con el Miércoles de
Ceniza! En la Misa, del Miércoles de
Ceniza, el Evangelio nos presenta pasos prácticos para que la Cuaresma sea un
tiempo fructífero y eficaz en auto conocimiento, amor a Cristo y conversión de
vida.
Montaña. La iglesia toma dos partes del
capítulo 6 de san Mateo, que son: Mt 6:1-6 y Mt 6: 16-18. En estos versículos, la Iglesia esboza tres
prácticas específicas que debemos poner en práctica con generosidad. Porque de ponerlos en práctica, los frutos
recibidos en esta Cuaresma serán abundantes, anhelando que esta Cuaresma sea la
más fructífera, y luego culmine con el triunfo de la Resurrección del Señor el
día de Pascua! El clave para vivir
intensamente la alegría de Cristo resucitado el día domingo de Pascua es vivir
intensamente la temporada de Cuaresma.
La Cuaresma es un extraordinario don que la Iglesia nos ofrece cada
año. O si le parece esta comparación, el
secreto del éxito de una fiesta, ¡es la preparación previa!
exhorta a emprender tres prácticas específicas. Si se llevan a cabo seriamente
estas tres prácticas, nos conducirán a una verdadera «metanoia» —
¡una verdadera conversión de mente, voluntad, corazón, cuerpo y vida!
¡Generosidad! La clave es, un corazón
dispuesto y generoso.
oración, el ayuno y la limosna. El
propósito de este breve ensayo es presentar cinco sugerencias para cada
práctica (oración, ayuno y limosna), con el deseo que usted acoja por lo menos
una de cada categoría. Pida al Espíritu
Santo que le ilumine, que ilumine su intelecto y fortalezca su voluntad, para
que elija la mejor práctica, y para que obre con una determina determinación
(santa Teresa de Ávila). Después de
haberse decidido, presénteselo a su confesor o director espiritual, para que
ratifique y afirme su decisión. Nuestro
obrar tienen mucho más mérito cuando se hace bajo obediencia. Esto se ve
constantemente en las vidas de los santos, especialmente en el Diario: La Divina Misericordia en mi Alma,
en la persona de santa Faustina Kowalska.
Jesús mismo dijo: «Prefiero obediencia que sacrificio». ¡Empecemos!
generosos en la oración, empezamos por meditar una enseñanza sublime de san
Pedro de Alcántara, sobre los frutos de una fuerte vida de oración. Él dice:
«En la oración mental, el
alma se purifica de sus pecados, se alimentada en la caridad, se confirma
en la fe y se fortalece en la esperanza; la mente se expande, los
afectos se intensifican, el corazón se purifica, la verdad se revela; la
tentación se vense, tristeza se disipa; los facultades son renovados; las
fuerzas que decaen vitalizadas; la tibieza cesa; los escombros de los vicios
desaparecen. De la oración mental
emanan, como vivo resplandor, los anhelos del cielo que el alma percibe cuando
inflamada con el fuego del amor divino. Sublime es la excelencia de la oración
mental; grandes son sus privilegios; a la oración mental se abre el cielo; a la
oración mental se manifiestan los secretos celestiales y el oído de Dios está
siempre atento.»
podemos implementar para vivir una Cuaresma de abundante frutos
1. Meditación diaria de la Palabra de Dios
— Una y otra vez, los santos, los
Doctores de la Iglesia, y los documentos de la Iglesia nos exhortan a que
leamos y meditemos la Biblia, la Palabra viva de Dios. San Jerónimo nos recuerda, «Ignorancia
de la Sagrada Escritura es ignorancia de Cristo». ¡No podemos amar a quien no conocemos! Haga tiempo para meditar la Palabra de Dios,
encuentre un lugar y tenga buena voluntad.
María es nuestro ejemplo. En el
Evangelio de san Lucas, vemos dos veces que María guardaba y meditaba las cosas
en su corazón. ¡Que María sea nuestro
modelo, guía e inspiración!
2. Visitas
al Santísimo — Jesús anhela tu
amistad. El Papa Benedicto XVI en su
carta apostólica, «Porta Fidei» (Puerta de la fe) insiste en que
lleguemos a conocer a Jesús de manera íntima y personal – de la misma manera
que dos amigos se visitan con frecuencia y se se llegan a conocer. Jesús debe ser tu «mejor amigo». Visitarlo y hablar con Él. ¡Cuéntale todo lo que está sucediendo en tu
vida! Tome como ejemplo la película, Marcelino Pan y Vino, y la profunda y
creciente amistad entre el pequeño niño huérfano y Jesús. ¡Usted puede ser el
pequeño «Marcelino»!
3. Lectio-Divina
— El Santo Padre Benedicto XVI, en su
Exhortación Apostólica Verbum Domini (sobre La Palabra de Dios), sugiere otra
forma de orar llamada «Lectio Divina». Él delinea pasos específicos en este
método/proceso.
atención a lo que lee, medite con esta disposición de corazón: «Habla
Señor que tu siervo escucha.»
b) Meditatio
— Considere el texto lentamente,
piense con reflexión, guárdelo en su corazón, rumie al palabra (La vaca rumia
cuando mastica su comida, masticando por segunda vez).
— Use su imaginación al orar. Imagínese
que está presente a la escena. Los Ejercicios
Espirituales de san Ignacio denominan esto como «Composición de
Lugar». ¡Usted está verdaderamente
presente con Jesús en la escena!
— Abra su corazón, emprenda un coloquio, un diálogo con Dios sobre el texto.
e) Accio
— La oración debe conducir a la acción.
Sois llamado a ser contemplativos en acción, igual que la Santísima
Virgen María, quien meditó la palabra en su corazón y después salió para
compartir a Jesús con santa Isabel y san Juan Bautista.
— Si en verdad estamos orando bien y uniéndonos con Dios, entonces habrá una
transformación de vida, tanto que, como san Pablo, podremos decir: «Ya no soy yo quien vive, sino Cristo
quien vive en mí».
4. El
Santo Sacrificio de la Misa — En verdad, la oración más sublime y eficaz
en el universo es, el Santo Sacrificio de la Misa, vivida plenamente,
activamente y conscientemente – ¡La Misa culmina cuando se recibe la Sagrada
Comunión, que es el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo! Ninguna otra oración supera o se puede
compara con la Santa Misa y la Sagrada Comunión. Por lo tanto, por qué no proponerse durante
la temporada santa de Cuaresma, asistir diariamente a Misa, ¡y traiga consigo a
su familia!; y si no es posible todos los días, por lo menos varios días
durante la semana. ¡Nunca se arrepentirá
de esta práctica, en el tiempo y la eternidad!
5. Santo
Rosario — Nuestra Señora de Fátima se apareció a los niños seis veces en
Fátima. En cada aparición, pedía que se
rezara el Santo Rosario. El Beato Papa
Juan Pablo II, en su documento sobre la Virgen María y el Rosario, imploró que
mundo rezara el Rosario, por dos intenciones en particular: La paz del mundo y
la salvación de la familia. Recuerde las
palabras del sacerdote del Rosario, el P. Patrick Peyton: «» Un mundo
en oración es un mundo en paz» y «La familia que reza unida,
permanece unida.»
cinco sugerencias sobre el tema de la oración.
La oración es indispensable para nuestra santificación, conversión,
perseverancia y nuestra salvación y la del mundo entero. Seamos generosos con
Dios, que Dios es infinitamente más generosa con nosotros!