Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Espiritualidad Católica Ignaciana y Mariana

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Sep 03 2013

ATRAVESANDO UN CAMPO MINADO DE ÍDOLOS

»Si no adoramos al verdadero Dios, acabaremos
por adorar a un dios falso.» afirma santo Tomás de Aquino.  ¡Cierto!  Un ÍDOLO es un dios falso.

UN ÍDOLO es toda persona, objeto o lugar que colocamos por encima de Dios.  Dios es un Dios celoso, no quiere segundo lugar sino el primer lugar, por encima de toda persona, objeto, idea o lugar.

MOISÉS.   Después de recibir los diez Mandamientos de Dios, Moisés desciende de la montaña y encuentra al pueblo adorando a un ídolo, un
dios falso, un becerro de oro.  Lleno de ira, Moisés rompe las tablas de la ley, derrumba el becerro de
oro, lo pulveriza y arroja el polvo al agua.

Como en los días de Moisés, hoy también se forman y levantan becerros de oro que son
públicamente el objeto de culto. 
Imposible contar todos los ídolos, ¡pero señalaremos tres!

Claro, hoy nadie fundiría oro para levantar un ídolo como
aquel becerro adorado por los israelitas, pero sí existen otros becerros, otros idolos que usurpan el lugar que solo le
pertenece al Señor.  En nuestro tiempo, ya no son ídolos de fundición, sino a veces
de carne y hueso.
1.  MATERIALISMO. ¿Cuántos no han puesto lo
material por encima Dios? 
El beato Papa Juan Pablo II nos dice cuál es el debido orden de las cosas:
«Es más importante ser que tener, y del ser es que se logra hacer.  El psicólogo-escritor moderno
Erich Fromm lo describe así: «Si eres lo que tienes y pierdes lo que
tienes, ¿entonces quién eres?» 
Leemos en el Evangelio, que el hombre rico de la parábola perdió su
alma, no tanto por lo que hizo, sino por lo que dejó de hacer.  ¿Por qué? 
Sus posesiones le cegaron, de forma que no pudo ver a Jesús presente en la persona de
Lázaro, en la persona del pobre y el olvidado. (LC 16: 19-31)  Nuestro nuevo Papa Francisco, quien tomó el
nombre de san Francisco de Asís, demuestra un estilo de vida de sincera
humildad, desprendimiento y pobreza evangélica.   ¡Gracias a Dios!  Esa fue la enseñanza de Jesús, en una de las
bienaventuranzas, »Bienaventurados los pobres de espiritu, porque de ellos es el Reino de
los Cielos.»
(Mt 5:3)  Para
contrarrestar el ídolo del materialismo, analicemos honestamente nuestra vida,
¿tenemos «demasiado»? ¿Vivimos con sobreabundancia?  ¿Nuestro guardarropas está que estalla?  ¿Nuestra nevera está siempre llena, acabamos
por tirar comida?  ¡Que desperdicio!  Retemonos, ¿cómo puedo dar a los pobres y
necesitados?  ¿De qué forma concreta
puedo manifestar mi solidaridad con ellos? 
No olvidemos lo que dice Jesús: «En verdad os digo que cuanto
hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo
hicisteis.»
(Mt 25,40)           

2.  CONSUMISMO.  
Estrechamente ligado con el ídolo del materialismo está el
«consumismo».  Este dicho
moderno resume lo que es el consumismo: «Salir de compras hasta que el
cuerpo aguante».  En Estados Unidos,
el conocido Viernes Negro (en inglés Black Friday) es el día que inaugura la
temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas
tiendas.  En las afueras de las tiendas,
esperan cientos de personas, que incluso guardan lugar toda la noche, ¡esperan
para estar entre los primeros en comprar!  
Hace unos años sucedió una tragedia en Nueva York.  Era el día del famoso Viernes Negro, las
puertas de Wal-Mart abrían para empezar las compras, la gente como una
estampida de búfalos, desenfrenados, furiosos, desesperados y frenéticos y
entran al Wal-Mart para comprar. 
Arrollaron y mataron a uno de los empleados de Wal-Mart.  Sucedió entonces, que el encargado cerró la
tienda por el duelo de haber perdido a uno de sus empleados.  Pero las cosas no se quedaron así.  Afuera los consumidores estallaban de rabia
por no poder entrar a comprar.  Dicen que
una imagen vale más que mil palabras, ¡qué podríamos decir de esta escena!  Vemos claramente en dónde esta el corazón de
muchos.  Parece ser más importante el
objeto que la persona.  El CONSUMISMO
ocupa el primer lugar para muchos.  Como
discípulos de Jesús, Nuestro Señor y Salvador, creemos firmemente que el valor
innato del ser humano supera el valor de todo el universo creado.  En verdad, toda la creación es un regalo de
Dios al hombre, para que el hombre alcance la vida eterna.

3.  MEDIOS DE COMUNICACION ELECTRONICOS.  Por supuesto, todo lo que Dios creo es
»bueno».  En los últimos veinticinco
años, ha habido una explosión de aparatos electrónicos que han cambiando el
mundo de forma radical.  La televisión,
la computadora, el internet, teléfonos Black-berries, I-PAD, I-PHONE, Kindle,
teléfono móvil/smart phone, programas de transmisión simultánea, SKYPE –  estos medios de comunicación son de gran
utilidad para dar a conocer el Evangelio y los valores cristianos.  Pero no ignoremos los peligros que también
abarcan.  La pornografía se ha convertido
en la más fuerte adicción en el país.  Un
sinnúmero de personas esclavos de fuertes adiciones, y la situación va de mal
en peor.  La comunicación entre esposos,
entre padres e hijos, ha sido grandemente afectada.  En gran parte debido al uso desordenado y
excesivo del juegos y aparatos electrónicos. 
Una escena que tristemente se ve muy a menudo es la familia sentada
viendo televisión, todos juntos aparentemente. 
¿Pero en realidad existe esa cercanía entre ellos?  Papá viendo televisión, mamá ocupada mandando
un correo electrónico, Margarita (la hija mayor) con los auriculares puestos,
Guillermo texteando a mil por hora, y la mascota »Campeón» con la patita
pegándole a un aparato electrónico.  Esta
escena causa gracia, pero también nos lamentamos porque sabemos que en cierto
sentido, esto es lo que se vive en casa. 

CONCLUSIÓN:  ¡EL RETO ES NUESTRO!   Hemos enumerado tres ídolos modernos, dioses
modernos, que miles de personas han entronizado como dioses,  ¡IDOLATRIA! 
Pero hay otro camino que podemos emprender.  De forma consciente y deliberada, pongamos a
Dios, a Jesucristo, Nuestro Salvador y Señor, como el centro de nuestra
vida.  Esto se debe hacer de forma
concreta y deliberada.  Porque tentaciones
son muchas, y vienen en todo momento y a cada rato, por lo tanto, el propósito
de seguir a Cristo lo debemos hacer todos los días. 
Para preparar el
camino e iluminar nuestras mentes, concluimos con unos versículos del
Evangelio.  Solo así podremos ser Cristo
céntricos y contra culturales.  Jesús nos
enseña el más grande Mandamiento: «Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es
el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.  El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» (Mc 12:29-31)  Tengamos presente estas palabras de Jesús al
comienzo de cada día, y al final del dáa, hagamos un examen de conciencia de
nuestra fidelidad.  Que Nuestra Señora,
Madre del buen consejo, nos alcance la gracia de evitar estos ídolos modernos y
arraigarnos en Jesús, el Hijo de Dios, el Camino, la Verdad y la Vida.
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Sep 01 2013

¿CUÁL ES EL SENTIDO DE LA VIDA?

Todos de alguna
forma, acogen una filosofía de vida, ya sea explícita o
implícitamente.  Este concepto se puede
expresar a través de una variedad de preguntas, ¿por
qué fui creado? ¿qué es la vida?  ¿cuál es el significado de todo esto?
etcétera.

Bien, ¿POR QUÉ FUIMOS CREADOS? – Dios nos creó sólo por amor.  ¿HACIA DONDE VAMOS? – ¡Nuestro destino es el cielo!  ¿CON QUIÉN ESTAREMOS? – ¡Con Dios por toda la
entendida!  ¿CUÁNDO? – Desde este mismo instante, porque Jesús dijo, el
reino de Dios está dentro.  ¿CÓMO LO LOGRO? – ¡Siga este corto catequesis para formar una auténtica filosofía de vida!

Toda persona demuestra su filosofía de vida a través de las decisiones que toma y las cosas que
hace.  Porque los hechos reflejan lo que el corazón guarda, aunque primero se engendra en la mente.

El viejo adagio, »El
hombre es lo que come» tiene algo de cierto.  Pero tiene más resonancia, »El hombre es lo que piensa».  Paralelamente, hay otro refrán que dice:  »El pensamiento engendra la obra.»  Primero se produce una idea, y la idea se
concretiza en obras.

SAN AGUSTÍN.  San Agustín fue uno de los más grandes
pensadores en la historia.  En los primeros años de su vida, tuvo una filosofía motivada y arraigada en el placer.  Así lo confiesa en su obra clásica Confesiones, donde relata que por treinta años fue esclavo de su propia concupiscencia.

Con su conversión,
deja atrás los deseos de la carne y Jesús se convierte en el centro, el propósito, la motivación y el gran anhelo de su vida. 
En Confesiones, vemos su corazón sediento de Dios, cuando dice: «Nos has hecho, Señor para ti y
nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti».

En otro
pasaje de gran profundidad, san Agustín nos exhorta e invita a que elijamos cuidadosamente nuestra filosofía de
vida: «Todos estamos hechos para amar, pero elijamos sabiamente el objeto
de nuestro amor, y amémoslo entonces con todo el corazón.»

Filosofías hay muchas, pero no todas son ciertas.  El
hedonismo, el materialismo, el consumismo, el agnosticismo, el ateísmo, el reincarnacionismo,
el nihilismo, la nueva era, el racionalismo, el estoicismo – todas son filosofías de vida, pero son filosofias que llevan a un callejón sin salida.

CATEQUESIS SOBRE PRINCIPIO Y FUNDAMENTO.

Una verdad catequética fundamental que todos deberían conocer y acoger como filosofía de vida es: «Estamos aquí para conocer a Dios, amar
a Dios, servir a Dios e ir al cielo por toda la eternidad».
Que esta verdad
catequética, sencilla pero de gran profundidad, rija y motive nuestra
vida y nuestras obras.

Si sabemos a dónde
vamos, podemos dedicar toda nuestra fuerza de voluntad para llegar ahí.

De lo contrario,
seremos como nave sin puerto, flecha sin blanco, pollo sin cabeza, cachorros
siguiendo cualquier cosa o el niño que corre tras su propia sombra para nunca
alcanzarla.

¿Qué podemos hacer
para vivir una filosofía cristiana?  
He aquí cuatro sugerencias prácticas para iniciar el ascenso que conduce a la
felicidad eterna.

1.  ¡CONOCER A
DIOS!  Es imposible amar lo que no se
conoce.  Forme el hábito de meditar algún pasaje de
los Evangelios.  Incluso podría meditar
el Evangelio del día señalado por el ciclo litúrgico.  Podría usar la publicación Magnificat que da la lectura
diaria.  Antes de comenzar su meditación,
pida al Espíritu Santo que le disponga para su encuentro con la Persona de
Jesús y para conocer los sentimientos del Sagrado Corazon Jesús.

2.  ¡AMAR A
DIOS!  El más grande de los mandamientos
se puede resumir en una palabra: 
¡AMOR!  En los Evangelios, leemos que en una ocasión, un
escriba responde a Jesús con gran certaza diciendo: 
»Amar al Señor tu Dios con todo el corazón, con todo el alma, con toda
la mente, con todas las fuerzas, y al prójimo como a nosotros mismos»
(Lc
10:27)    Jesús aprueba de sus palabras.

Cuando Jesús le preguntó a
santo Tomás de Aquino, qué deseaba, el
Doctor Angelical respondió: »Señor, te pido me concedas la gracia de amarte
más y más cada día.»
 

En los Ejercicios
Espirituales de san Ignacio de Loyola, la gracia más añorada es – »La gracia de conocer íntimamente a Jesús
para más amarlo y mejor seguirlo.»

Una sugerencia
práctica para alcanzar el amor de Cristo es la Santísima Eucaristía.  Después de comulgar, hable con el Señor,
dígale a Jesús que lo ama, y cuanto desea amarlo más y más cada día, y que
como María Santísima desea morir de amor.

3.  ¡SERVIR A DIOS!  Para que el amor sea auténtico, debe
concretizarse en hechos.  Lea Mateo 25: 31-46, la Parábola del juicio
final.  Hemos delineado un propósito de
vida, que si se lleva acabo, nos conducirá a la patria celestial.  Jesús nos da con gran detalle
las obras de misericordia corporales: 
Dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo,
posada al peregrino y visitar al enfermo y los encarcelados.  Para entender estas obras, es necesario entender que
cuando hacemos por el más pequeño, lo hicimos a Jesús.  La beata Madre Teresa de Calcuta decía:  »Reconozcamos a Jesús en el sufrido disfraz de
los pobres.»
   Jesús no está muy lejos
de nosotros, igual de cerca que el necesitado.  Que Nuestra Señora, quien sirvió a santa
Isabel, nos alcance la gracia de ver a Jesús en nuestro prójimo.  (Lea Lucas 1:39-45 — La Visitación de María
Santísima s su prima santa Isabel, el segundo misterio Gozoso)

4.  DICHA CELESTIAL.  Como punto de motivación, tengamos siempre
presente el cielo, para así crecer cada vez más en conocimiento, amor y
servicio a Dios.  Cada día, debemos
reflexionar y guardar en en corazón la realidad del cielo. 
»Ni ojo vio, ni oído oyó, ni por la mente humana han pasado, las cosas que
Dios ha preparado para los que lo aman.» –
dice san Pablo. 
Soportar las pruebas, penas y cruces en el caminar de la vida, en verdad
no es nada en comparación al gozo, la paz, la felicidad y el amor que viviremos
en el cielo.  Es más, el cielo perdura
por los siglos de los siglos.  Que
Nuestra Señora, Puerta del cielo, ¡nos alcance un anhelo ardiente de nuestra
patria celestial!

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ago 28 2013

¿Qué sentido tiene el sufrimiento?

La muerte de cuna de
un recién nacido, una familia muere trágicamente en una autopista a causa de un
conductor tomado, una pareja de recién casados fallece en un accidente de
avión — ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

¿Por qué sufren
personas inocentes?  ¿Tiene sentido?  En estas tragedias, ¿en dónde está Dios?  ¿Dónde está?

Tarde o temprano la
desgracia visita a todos.  ¡Ésta es
la condición humana!

No hay respuesta
fácil o capaz de descifrar el misterio del sufrimiento humano.  Un «misterio», es precisamente eso, es algo oculto e incompresible.  Y así es, el
misterio de nuestro Dios.

El Cristianismo no
elimina el sufrimiento humano, pero ofrece la mejor explicación  del sufrimiento.  Todo sufrimiento, ya sea moral, espiritual,
psicológico, físico, emocional, social o económico, provienen de la realidad
del Pecado Original.  El sufrimiento
entró al mundo por el pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva.  Sin embargo, Dios siempre puede sacar de él
un bien mayor.  De hecho, Dios así lo
hizo, enviando a su Hijo Jesucristo para salvarnos.  ¡Jesús nos enseña el verdadero significado
del sufrimiento!

La Palabra de Dios
dice, »Jesús pasó haciendo el bien.» 
Lea los Evangelios.  Jesús sanó a
los enfermos, curó a los leprosos, dio la vista a los ciegos, oído a los
sordos, habla a los mudos y sanó a los paralíticos.  Y no sólo eso, en tres ocasiones, resucitó a
tres muertos.

El tierno Corazón de
Jesús se compadeció de todo sufrimiento. 
Tomó a los niños entre sus brazos y los bendijo.  ¡Jesús es Bondad!  Toda su vida fue dar de sí mismo — incluso
hasta derramar toda su Sangre Preciosa.


¿Cómo terminó la
vida de Jesús?  Cuando la vida no parece
tener sentido, cuando el sufrimiento llega a su puerta, cuando la desgracia le
encuentre desprevenido, la única respuesta, la única Verdad es Jesús, el Hijo
de Dios vivo.

LA CRUZ.  Todos tenemos nuestra cruz que cargar, la cruz
que Dios desde toda la eternidad nos ha preparado.  Nadie puede escapar de ésta realidad. 

CRUZ ANTE NUESTROS
OJOS.   Todos deben tener un crucifijo o
una cruz para contemplar.  Se encuentran
en el arte clásico, una gran variedad de crucifijos.  Adquiera uno que le hable al corazón y
colóquelo en la pared de su habitación. Preferible conseguir un crucifijo con
el «corpus», el cuerpo, la efigie de Cristo crucificado

ARTE.  Quizás prefiera una representación artística
de Jesús en la cruz.  Las
representaciones varían.  Podría ser
Jesús mirando tiernamente a su Madre o a san Juan, su discípulo amado.  O, Jesús alzando la mirada, viendo con
misericordia al ladrón arrepentido, abriéndole las puertas del cielo en esos
últimos momentos.

O quizás podría ser Jesús,
dando su último suspiro antes de entregar su Espíritu al Padre celestial.  Otra representación podría ser, Jesús quien
ya expiró, su cuerpo descansando en el sueño de la muerte, después de haber
dado todo — el que es inocente sufriendo por los culpables.

CONTEMPLE A JESÚS EN
LA CRUZ.  Cuando usted esté pasando por momentos de oscuridad y
de dolor, contemple a Jesús en la cruz. 
El valor de esta contemplación es incalculable.  Antes de retirarse cada noche, pase unos
momentos contemplando a Jesús en la cruz. 
Bese sus llagas.  Dígale que lo ama,
agradézcale por haber sufrido por usted.  ¡Haga esto fielmente todos los días!

Sucedió una vez, que
la madre de san Juan Bosco tuvo un día sumamente pesado en el oratorio.  Los jóvenes del oratorio estaban volviéndola
loca.  Ya no podía más.  Empacó su maleta para regresar a casa, hogar
dulce hogar.  Pero antes de irse, quiso
despedirse de su hijo, el P. Juan Bosco. 
Él a su vez, movido por el Espíritu Santo, la tomo del brazo, y sin
decir una palabra, con el dedo le dirigió la mirada al crucifijo.  Mamá Margarita, contemplo fijamente a Jesús
en agonía, colgando de la cruz.  Mamá
Margarita regresó a su habitación, sacó sus pertenencias de la maleta, y
permaneció con su hijo, ayudándole a hacer la voluntad de Dios entre muchachos
juguetones y muchas veces rebeles.  Así
pasó sus días hasta que Dios la llamó. 
¿Qué fue lo que le hizo cambiar de parecer a Margarita Bosco?  Fue contemplar la mirada de Cristo en la
cruz.


En conclusión, el
sufrimiento en si no tiene valor positivo. 
Pero a la vez, tiene un valor salvífico incalculable si lo vemos a la
luz de la cruz, lo unimos a la cruz, con Él quien cuelga de la
cruz.

En verdad, son
muchos los misterios que la vida nos presenta, entre ellos, el sufrimiento
humano.  Cuán grande es el desperdicio de
sufrimiento, tanto de parte de jóvenes y de los no tan jóvenes, dejando en su
camino sólo seres tristemente amagados. 
Pero esto sucede, por la sencilla razón de que no se entiende la cruz, porque no
unimos nuestra cruz a la cruz de Nuestro Señor crucificado.  San Francisco de Asís, llevó en su cuerpo las
estigmas de la crucifixión de Cristo. 
Concluyamos con una oración a san Francisco de Asís, quien supo, más que
nadie, lo que significa la cruz.  »Te
adoramos Cristo y te glorificamos, porque por tu santa cruz redimiste al
mundo.»
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ago 26 2013

ACTITUD DE PERPETUA GRATITUD

¿Padece usted del
mal más común?  ¿De QUEJUMBRITIS?   Siempre quejándose:  ¡Que calor hace!  ¡Qué frió hace!  ¡Estas personas me están volviendo loco!  ¿Por qué me tocó este escritorio, qué familia
tengo, por qué tengo tantos problemas de salud? 
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? 
¡Pobre de mí!   Cómo me gusta que
me pobreteen, »¡pobre de mí»!  ¡Siempre
esperando el aguacero el día de la fiesta!  
Si sólo hubiese nacido en otro siglo, en otro país y en otras
circunstancias.  ¡Los judíos también se quejaron
en el desierto porque estaban hartos de su ración diaria de maná!   ¿Busco yo razones para quejarme siempre de
alguien, de algo o de alguna circunstancia? 
¡Que Dios nos conceda una verdadera conversión de corazón!

LA LUCHAR CONTRA EL NEGATIVISMO.  Si somos discípulos de Jesús, debemos luchar
enérgicamente contra el negativismo y contra el mal de QUEJUMBRITIS.

Shakespeare lo
expresó asi: «Mucho más doloroso que la mordedura de
serpiente es la ingratitud de un hijo». 
Otro poeta compuso esta frase: «¡Me quejaba porque no tenía zapatos
hasta que conocí a alguien sin pies!» 
En las Escrituras, vemos el asombro de Jesús cuando sólo uno de
diez leprosos que fueron sanados, regreso a dar
gracias (Lc 17:11-19).

Luchemos por no ser
quejumbrosos, cultivemos una actitud de gratitud.  De sobra son las razones para estar agradecidos, ¡pero enumeraremos sólo cinco!

Primero, ¡LA
VIDA!  De gracias a Dios por su
vida.  Agradezca a Dios que por bondad le
ha dado la vida, pero sobre todo, la vida sobrenatural mediante el Sacramento del Bautismo.  Mediante este sacramento somos imbuido de vida sobrenatural y unión con Dios, Dios quien ES
vida.  Mediante el Sacramento del
bautismo nos convertimos en hijos de Dios Padre, hermanos de Jesús el Señor y
amigos íntimo del Espíritu Santo. Señor,
¡te alabo y agradezco!


Segundo, LA
EUCARISTÍA.  La palabra
«Eucaristía» viene del griego y significa «acción de
gracias». ¿Cuán agradecidos deberíamos estar que creemos en la Presencia
Real de Jesús en la Misa, en la Santa Comunión y presente esperándonos en el
Tabernáculo.  «Vengan a mí los que
estáis cansados y yo os daré descanso…»
(Mt 11:28-32).

Tercero,
¡MISERICORDIA!  «Dad
gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.»
 
En una mundo despiadado donde se vive «ojo por ojo» y »diente
por diente», donde la misericordia se evapora rápidamente, sabemos y creemos que
nuestro Dios es un Dios misericordioso.  Como señala el salmista: «Nuestro
Dios es lento a la ira y rico en misericordia».
   Aunque caigamos, sabemos que los brazos del
Padre (Lc 15:11-32, El Hijo Pródigo) están siempre abiertos para recibirnos, en
un instante, tan pronto digamos, «Dios mío, misericordia!»  Como san Pablo tan claramente nos recuerda:
«Donde abunda el pecado, sobreabunda la misericordia de Dios.»

Cuarto, ESPÍRITU
SANTO.   Muchos son los nombres sublimes
del Espíritu Santo: el Santificador, el Consejero, el Consolador, el Paráclito,
el Don de dones, el Soplo de Dios, el amor entre el Padre y el Hijo, el Dedo de
Dios y el dulce Huésped del alma.  Si vivimos en estado de gracia santificante, la Santísima Trinidad mora en
nosotros, el Padre, el Hijo y Espíritu Santo. 
Siendo esta la realidad, en cualquier momento, podemos entrar en nuestra
alma y emprender un dialogo con el Espíritu Santo.  ¡El Espíritu Santo debe ser tu mejor Amigo!

Quinto,
MARÍA NUESTRA MADRE.  San Juan Diego
tenía una gran pena: su tío Juan Bernardino estaba muriendo.  Cuando iba en camino a México en búsqueda de
un sacerdote, Nuestra Señora de Guadalupe lo detuvo y disipa todos sus temores
y ansiedades con estas palabras: «¡No temas!  ¿No soy yo tu madre?  Te tengo en el cruzar de mis
brazos…»   Alegraos y demos
gracias a Dios por el gran don de María. Recuerde siempre que María es vuestra
Madre, pero en particular en momentos de prueba, que ella le tiene en el cruzar
de sus brazos.  Ella os tiene en el hueco
de su regazo, en su Inmaculado Corazón.  «Dad
gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia.»

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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

Ago 26 2013

¿CONFUSIÓN RESPECTO A LA CONFESIÓN?

El pecado entró al
mundo debido al pecado de nuestros primeros padres, Adán y Eva.  Entre los efectos negativos está el
oscurecimiento del intelecto y la confusión.

Con la construcción
de la torre de Babel, más confusión entró al mundo.  Esta vez, con la confusión de
idiomas.  Todos hablaban sin entenderse, dejando en su paso sólo incomprensión.

RELATIVISMO
MORAL.  Hoy muchos rechazan la autoridad
moral de la Iglesia, el Magisterio y el Papa; abriéndole el paso al relativismo moral y a más confusión.

Esta corta exposición responde a otra crisis: la pérdida del sentido del pecado, la falta
de formación de la conciencia y el gran descenso en la recepción del Sacramento de
la confesión.  Con qué resonancia suenan
las imperecederas palabras del papa Pío XII: «El pecado del siglo es la
pérdida del sentido del pecado».  
Abordemos, entonces, el tema de la confesión y los argumentos en defensa de
tan gran Sacramento.
TÍPICAS PROTESTAS CONTRA EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN.

1. «ES UNA
INVENCIÓN DEL HOMBRE, ¿EN QUÉ PARTE DE LA BIBLIA SE ENCUENTRA?»  ¡Incorrecto! 
No es una invención del hombre.  Jesús, el Hijo de Dios, el Médico divino  instituyó
este gran Sacramento (Jn 20, 21-23).  Jesús
sopló sobre sus Apóstoles y les dijo:  «Recibid el Espíritu Santo.  A quienes perdonéis los pecados, les quedan
perdonados; a quién se los retengáis, les quedan retenidos.» 
Jesús en efecto perdona, pero mediante la
persona del sacerdote. 

2.  »SIEMPRE CONFIESO LO MISMO.»  Quizás sea cierto, pero a Dios gracias, no
está cometiendo otros pecados.  Para
recibir los sacramentos y recibir mayores gracias, es necesario entender un elemento
clave de teología Sacramental.  El
concepto de »disposición a la gracia»; se reciben gracias según la
disposición de la persona.  Entre mayor sea la
disposición del alma a Dios, mayor la gracia recibida.  Quizás sí esté cometiendo los mismos pecados,
pero con menos gravedad y menos frecuencia! 
¡Bravo!  Hay mejoría.  Esto es el Principio de Gradualidad-  con la gracia de Dios, gradualmente la gravedad del pecado va en descenso y con menos frecuencia.  Los Italianos tienen un dicho:  »Roma no fue fatto en un giorno.»  »Roma no se construyo en un día», e igual no
podemos ser santos ¡de la noche a la mañana! 
Esto sería querer una espiritualidad de »micro-ondas», querer ser
santo en un instante.  ¡Pero no es así de
fácil!

3.  »EL SACERDOTE NO ME ENTENDERÁ.»  El sacerdote actúa en persona de Cristo.  Él ha recibido el sacramento de la Orden Sacerdotal.  Él es médico del
alma.  Escribe santa Faustina en su
diario, que en una ocasión, después de haber ido a confesarse, salió del
confesionario en un estado de confusión. 
Jesús le reveló, que no había rezado por el sacerdote antes de entrar al
confesionario.  Acostumbre rezar por él
antes de entrar al confesionario, podría incluso rezar a su ángel de la
guarda.  ¡Todo marchará más suavemente!

4.  »SE ME OLVIDAN MIS PECADOS; LA MENTE SE ME
PONE EN BLANCO.»  Usted no es ni la primera
ni la última persona a quién esto le pasa. 
Le ofrezco este consejo.  Anote
sus pecados en una hoja de papel como ayudamemoría.  ¡Si lo hace, no habrá forma de olvidar!

5.  »SE ME TRABA LA LENGUA Y ME QUEDO
MUDO.»  Rece al Espíritu Santo.  El día de Pentecostés, el Espíritu Santo dio a los Apóstoles el don de la palabra – en particular a Pedro, quién había negado a Jesús tres
veces.  El Espíritu Santo nos da la gracia de honestidad, sinceridad y nos da luces para poder expresar nuestros más íntimos
pensamientos y por supuesto, nuestros pecados. 

6.  »VERGÜENZA»  Cuando se comente un pecado no da vergüenza. 
Es interesante lo que el diablo hace por obstaculizar nuestra
salvación e impedir que recibamos la gracia de Dios. 
Cuando pecamos, el diablo nos quita toda vergüenza.  Sin embargo, cuando se trata de confesar
nuestros pecados, el diablo nos llena de una vergüenza que nos paraliza.  ¡Pidale al Señor fuerza interior!

7.  »El SACERDOTE LO DIVULGARÁ!»  ¡No es cierto!  Al contrario, el sacerdote está obligado
a mantener secreto sin excepción, lo que se llama «sigilo
sacramental».  Todo lo que el penitente confiesa queda
«sellado» por el sacramento. 
Concretamente, esto significa que el sacerdote nunca puede revelar
pecados confesados, aún cuando le cueste su propia vida.  En la historia de la Iglesia han
habido sacerdotes quienes han muerto mártires por defender el sello de la
confesión.  Entre los más reconocidos
está SAN JUAN NEPOMUCENE.

8.  «¡MAÑANA!»  Entre las grandes victorias del diablo está convencernos que tenemos larga vida por delante y que podemos dejar la
confesión para mañana.  PREGUNTA:  Si su casa se
estuviese quemando ¿se quedaría usted sin hacer nada?  Si su hijo sin querer se envenena, ¿se quedaría usted de manos cruzadas?  Si pisase un clavo oxidado, ¿lo dejaría usted así hasta mañana?  ¡Claro que no!  Estas situaciones requieren de atención
inmediata, porque de lo contrario habrá graves o fatales consecuencias. De la
misma manera, si cometemos algun pecado mortal, debemos reconciliarnos con Dios
cuanto antes.  El beato Papa Juan Pablo
II llama al pecado mortal «suicidio moral».  No debemos jugar a la ruleta rusa con la salvación de nuestra alma. 
Sólo vivimos una vez y tenemos una sola alma que salvar.  Nuestro objetivo principal es ¡la
salvación de nuestra alma!

9.  «¡NO ME SE LOS MANDAMIENTOS!»  El éxito de una buena confesión depende de la
preparación previa.  Hasta se podría
decir, que el noventa y nueve por ciento de una buena confesión se logra con la
preparación que se hace antes de entrar al confesionario.  Consiga un manual de examen de
conciencia que de una explicación clara de los diez mandamientos.  Vea el Manual de examen de consciencia que publiqué.

10.  «SIEMPRE SE ME OLVIDAN LOS PASOS PARA HACER UNA BUENA CONFESIÓN.» 
Bueno, trate de memorizarlos.  Los
pasos son sencillos:              

    1.  Examen de Conciencia.

    2.  Pena por nuestros pecados.
    3.  Firme propósito de enmienda.
    4.  Confesión de los pecados al sacerdote.
    5.  Cumplir la penitencia.

Hemos dado las
objeciones más comunes a la confesión. 
Ahora como punto de motivación, se enumeraran los frutos que se reciben
de hacer una buena confesión.  Estos
frutos están disponibles para su libre tomar.

1.  AMISTAD CON JESÚS.  El pecado mortal rompe la amistad con Jesus,
pero después de una confesion sacramental, la amistad se restaura!

2.  AUMENTA LA GRACIA SANTIFICANTE.  Cada vez que
hacemos una buena confesión, ¡crecemos en gracia santificante!

3.  HUMILDAD.  Requiere humildad para ir a confesarse.  Jesús ama un corazón humilde. 

4.  ESCUDO CONTRA EL DEMONIO.  El diablo está constantemente atacándonos con
dardos de fuego.  La confesión sirve
como un escudo de protección contra las asechanzas del diablo.

5.  MEDICINA PREVENTIVA.  Aun cuando el penitente confiesa pecados
veniales, la confesión sirve como medicina espiritual preventiave a futuras
enfermedades morales.  Porque en verdad el
pecado es enfermedad del alma.

6.   GRACIA QUE SANA.  En la Sagrada Comunión la gracia sacramental
recibida es alimentación espiritual.  En
el Sacramento de la confesión, la gracia recibida es sanación del alma
enferma.  ¡Jesús vino a sanar a los que sufren de lepra del cuerpo y alma.

7.  COMUNIONES FERVIENTES.  San Ignacio dice que hay una estrecha
relación entre el Sacramento de la confesión y la Santa Comunión.  La confesión purifica el alma y la dispone
para recibir a Jesús con mayor pureza y amor. 

8.  PAZ EN EL ALMA.  El pecado roba la paz interior.  Una confesión bien hecha restaura la paz en
el alma.   De esta forma seremos un «shalom» andando –  ¡la paz sea
con vosotros!

9.  AUTO CONOCIMIENTO.  Cuando somos honestos con nuestro confesor, ponemos atencion y buscamos consejo, crecemos en auto
conocimiento.  En la vida espiritual, ¡es
indispensable conocernos a nosotros mismos para crecer en santidad!

10.  CIELO. 
La confesión frecuente nos libra del pecado, nos libra de vicios y forma
en nosotros de forma permanente, una actitud de humildad, contrición y
arrepentimiento.   Esta disposición del
alma agrada a Dios, y Él estará listo para acogernos en el cielo como al hijo
prodigo. 
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Written by Fr. Ed Broom, OMV · Categorized: ARTICULOS

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