La bondad de Dios no tiene límites. Generosos dones, dones y más dones expresa la naturaleza misma de nuestro Dios amoroso y bondadoso. Cuenta tus beneficios y bendiciones y luego agradece y alaba a nuestro amoroso Dios. Esto debería hacerse a diario.
Tu cuerpo, tu mente, tus afectos, tu alma: todos son regalos de Dios. Alabad al Señor. Los Sacramentos, la Iglesia, la Eucaristía -el Pan de Vida-, tu ángel de la guarda, tus amigos los santos, la Santísima Virgen María que es tu amorosa Madre Celestial, y la promesa de la vida eterna en el Cielo. Alabad y dad gracias al Señor, dador de todos los dones sublimes. San Ignacio nos recuerda también que cuanto más agradezcamos a Dios por sus muchos dones, más nos colmará de más y mayores regalos.
LA CUARESMA COMO REGALO. Lo más probable es que nunca hayas dedicado mucho tiempo a reflexionar y dar gracias a Dios por los dones presentes en los tiempos litúrgicos, y más concretamente por el don anual del tiempo de Cuaresma. Si ese es el caso, ahora es el momento de abundar en el agradecimiento a Dios por el Regalo del Tiempo de Cuaresma. En palabras del salmista «Dad gracias al Señor porque es bueno; su amor es eterno». (Sal. 136:1)
Cada año, normalmente a partir de febrero, comienza la Cuaresma. El sacerdote se viste con el color litúrgico de la púrpura. La penitencia y la llamada a la conversión de la vida marcan todo el tiempo. El primer día de la Cuaresma es el Miércoles de Ceniza, que marca el tono de la temporada. La ceniza se impone con una de las dos frases que son bíblicas. «Conviértanse y crean en el Evangelio». (Mc. 1:15) O «Recuerda que eres polvo y al polvo volverás». (Gn. 3,19) La Iglesia anuncia el toque de atención a la conversión, además de señalar nuestra mortalidad: un día todos moriremos y compareceremos ante el Tribunal de Dios.
EVANGELIO PARA EL MIÉRCOLES DE CENIZA: 3 PRÁCTICAS PARA LLEGAR A LA CONVERSIÓN.
El Evangelio de la Misa del Miércoles de Ceniza marca el tono de la Cuaresma. Jesús nos ofrece tres caminos concretos para llegar a la conversión de nuestras vidas y terminarlas muriendo en estado de gracia y así alcanzar nuestra meta: ¡el Cielo!
Expresado en un patrón tridimensional podríamos decir: ¡debemos subir, entrar y salir! Subir: mediante una vida de oración más intensa. Entrar -conversión a través de la penitencia o la mortificación. Salir: mediante la limosna o una vida activa de caridad para vivir las Obras de Misericordia Corporales y Espirituales. Si nos esforzamos por vivir estas tres dimensiones en nuestra vida espiritual, sin duda llegaremos a una conversión más profunda del corazón, a una verdadera conversión de la vida, a una profunda aversión al pecado y a un mayor amor a Jesucristo.
Por lo tanto, esforcémonos por comprender que la Cuaresma es realmente un gran Don de las manos y del Corazón amoroso del Señor Jesús a su Iglesia, y a todos y cada uno de nosotros individualmente. Con el corazón abierto, reconozcamos el regalo, recibamos el regalo y vivamos el regalo.
FORMAS DE ACEPTAR Y VIVIR LA CUARESMA.
- ¡¡¡REZA, REZA, REZA!!! Aumenta y fortalece tu vida de oración personal. En efecto, lo que el aire es para nuestros pulmones, la oración es para nuestra alma. ¡¡¡Poca oración o una vida de oración débil tiene como resultado la sequedad de nuestros pulmones espirituales y la muerte segura!!!
- ¿CÓMO REZAR? Hay innumerables maneras, pero vamos a ofrecer una lista que usted puede elegir y poner en práctica, entendiendo que tenemos que actuar en estas buenas propuestas y no sólo crear castillos en el aire y seguir los deseos. La siguiente es una larga lista de oraciones que puedes emprender. Si ya haces algunas de ellas, ¡añade más para la Cuaresma!
- LECTURA BÍBLICA DIARIA: Utilizando estos cinco pasos clásicos de la Lectio Divina: Lectio (Leer), Meditatio (Meditar), Contemplatio (Contemplar), Oracio (Orar), Accio (Actuar).
- HORA SANTA. Utiliza tu lectura diaria de la Biblia con la Lectio Divina para dar al Señor una Hora Santa de oración ininterrumpida cada día durante cuarenta días. El Ven. Fulton Sheen acuñó esto como «La Hora de Poder». De hecho, ¡fue para Sheen que tocó la vida de millones de personas!
- EXAMEN DIARIO. Dedica diez minutos todos los días, a la hora que prefieras, y repasa tu jornada agradeciendo al Señor los dones del día y pidiendo perdón por los fallos, con el firme propósito de reformar tu vida al día siguiente.
- EL SANTÍSIMO ROSARIO. Durante el tiempo santo de la Cuaresma, acostúmbrate a rezar el Rosario diariamente. Si es posible, reza el Rosario en familia. Recuerda las palabras del sacerdote del Rosario, el Ven. Padre Patrick Peyton: «La familia que reza unida, permanece unida» y «Un mundo en oración es un mundo en paz». Por cierto, si es posible, vean la película/documental ¡Reza! La vida del Padre Patrick Peyton.
- SANTA MISA. La mayor oración es, sin duda, el Santo Sacrificio de la Misa. Si es posible, procure ir a misa y comulgar diariamente. La Eucaristía-Jesús, el Pan de Vida, transformará tu vida y te ayudará a llegar a una profunda conversión del corazón.
- CAMINO DE LA CRUZ. Lo más apropiado en Cuaresma es hacer el Vía Crucis. Durante las catorce estaciones pasa de una a otra contemplando el amor que Jesús te tiene personalmente al sufrir su Pasión y muerte por amor a ti y a la salvación de tu alma inmortal.
- LITURGIA DE LAS HORAS. Aprende a rezar la Liturgia de las Horas que es el culto público de la Iglesia. En la revista Magnificat tienes la oración de la mañana (Laudes) y la de la tarde (Vísperas). La mayoría de estas oraciones están tomadas de los Salmos, el Libro Oficial de Oración de la Biblia.
- LA BENDICION DE LA MEZA. Si no tiene ya la costumbre, comience la hora de la comida con una breve oración para agradecer a Dios el regalo de una comida sana y abundante. Muchos no pueden hacer esto porque no tendrán comida para comer o dar a sus hijos hoy.
- LA ORACIÓN DEL ÁNGELUS. En Cuaresma puedes intercalar tu día con la oración rezando el Ángelus tres veces al día: 9:00 a.m., 12:00 a.m. y 6:00 p.m. ¡Suplica a María que bendiga tus mañanas, tardes y noches!
- VER LA PELÍCULA LA PASIÓN DE CRISTO. Si la edad es apropiada, vea la película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo. Sin embargo, en lugar de verla como una mera interpretación de Hollywood, véala como una oración, como una contemplación, ¡para amar más al Señor Jesús! ¡Él sufrió toda su Pasión por amor a ti! ¿Qué escenas te han conmovido más?
3. SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. Durante la Cuaresma haz la mejor confesión de tu vida. De hecho, éste es realmente el Sacramento y el encuentro con Cristo donde realmente puede tener lugar una profunda conversión.
4. LEER LA PASIÓN DOLOROSA. En Cuaresma se puede sacar mucho fruto de la lectura espiritual, muy especialmente de la Pasión Dolorosa de la Beata Ana Catalina Emmerich.
- AYUNO DE LA LENGUA. Durante los cuarenta días de Cuaresma evita cualquier palabra que pueda herir a algún miembro de tu familia. Dos reglas pueden ser de gran ayuda: Primera: Piensa antes de hablar. Segunda: Haz y di a los demás lo que te gustaría que hicieran y dijeran contigo.
- EL AYUNO DE COMIDA. Elige al menos una cosa de la mesa que te guste comer y renuncia a ella durante la Cuaresma. Hazlo por amor a Jesús, y por la salvación de las almas inmortales, así como por tu propia conversión.
- FORMA DE PENITENCIA: MEJORA TU ÉTICA DE TRABAJO Una penitencia/caridad muy eficaz puede ser simplemente mejorar tu ética de trabajo. Esto puede ser el trabajo fuera de casa o dentro de casa. Empieza tu trabajo a tiempo y sé ordenado, sistemático y metódico. Evita tomar atajos y hacer un trabajo chapucero. Recuerda las palabras de San Pablo: «Ya sea que comas o bebas, o cualquier cosa que hagas, hazlo todo para la gloria de Dios». (1 Cor. 10:31) Sigue los pasos de Santa Teresita, la Pequeña Flor. «La santidad consiste en hacer las cosas ordinarias de la vida diaria con un amor extraordinario».
- LIMOSNA. Reza al Espíritu Santo para que ilumine tu mente sobre cómo puedes ayudar a los pobres de una u otra manera. No olvides nunca las palabras de Jesús: «Tuve hambre, sed, desnudez, fui extranjero, estuve enfermo o en la cárcel… todo lo que hicisteis por el más pequeño de mis hermanos, eso hicisteis por mí». (Mt. 25: 31-46)
- LA CARIDAD EMPIEZA EN CASA. Quizá la mejor manera de vivir la limosna o la caridad sea en casa. Cada día esfuérzate -durante los cuarenta días de la Cuaresma- en hacer un acto de caridad o un acto de bondad para algún miembro de tu familia. Este gesto es muy agradable a Dios y puede fortalecer los lazos de amor en la familia.
UNA CUARESMA MARIANA…
- NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES. Que esta Cuaresma sea una Cuaresma profundamente mariana. Contemplemos los Siete Dolores de la Santísima Virgen María.
En conclusión, amigos en Jesús y María, abundemos en una actitud desbordante de gratitud de alabanza y acción de gracias hacia nuestro Dios amoroso. En efecto, qué bueno es Dios en sus innumerables dones que ha concedido al mundo y a cada uno de nosotros individualmente.
Por tanto, reconozcamos el don de la Cuaresma. Recibámoslo y aceptémoslo como un regalo extraordinario. Pero luego, ¡vivamos este don! Si lo hacemos, nuestras vidas se convertirán y nuestro amor a Dios crecerá, florecerá, florecerá y se desbordará hacia el mundo entero. ¡Que la Virgen nos consiga un corazón verdaderamente agradecido!