Puede ser que para usted, que está enamorado de la belleza, la fuerza, la elegancia y la sencillez del Rosario, haya pensado que los 15 Misterios del Rosario (el Gozoso, el Doloroso y el Glorioso) parecían estar incompletos. O sea, que era como si faltara el proverbial eslabón en la totalidad de los Misterios del Rosario. Siento casi instintivamente que los Misterios saltan desde la cueva de Belén hasta la Cruz del Calvario, pero qué pasa con esos tres años clave de la Vida de Jesús que llamamos «La Vida Pública». En el esquema clásico del Rosario no se decía nada.
De hecho, en los cuatro Evangelios probablemente cerca del 75% de los Evangelios relatan los tres Años de la Vida Pública de Jesús. Las abundantes enseñanzas de Jesús, los innumerables milagros e incluso los exorcismos de los espíritus malignos no tenían ninguna mención en las tres series del Rosario.
Gracias a Dios, uno de los Papas más marianos, San Juan Pablo II, que inició su pontificado con su lema o emblema «Totuus, Tuus, Ego sum» -tomado de San Luis de Montfort, el santo de la consagración a Jesús por María-, intervino con una novedad en el Rosario. Añadió la nueva serie que se llama Misterios luminosos o, si se quiere, Misterios de luz. (Rosarium Virginus Mariae sobre el Santo Rosario, 16 de octubre de 2002)
De hecho, los Misterios Luminosos completan ese eslabón perdido. Ya no es de Belén al Calvario, este salto cuántico. Más bien tenemos cinco joyas espirituales que llamamos Misterios en los que meditamos y contemplamos el corazón de la Vida Pública de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. San Ignacio en los Ejercicios Espirituales, al meditar sobre la Vida Pública de Cristo, nos invita a pedir esta gracia especial: el conocimiento íntimo de Jesús para que le amemos más ardientemente y le sigamos más de cerca. Esta podría ser una gracia especial que suplicamos humildemente al contemplar los Misterios de la Luz.
Esta breve reflexión tiene por objeto ayudarnos a implorar gracias especiales a María, la Llena de Gracia, mientras contemplamos los Misterios Luminosos del Santísimo Rosario.
Para empezar, vamos a enumerar por orden los Misterios Luminosos del Santísimo Rosario, tal y como los propuso el Gran Papa Juan Pablo II. Aquí están:
1) El Bautismo de Jesús en el río Jordán por Juan el Bautista.
2) El primer milagro público de Jesús en las bodas de Caná.
3) La Proclamación del Reino / Llamada a la conversión.
4) La Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor.
5) La Institución de la Eucaristía y del Sacerdocio-Santo Orden.
Por lo tanto, presentaremos cada uno de los cinco Misterios Luminosos del Santísimo Rosario de la Santísima Virgen María y un fruto que podemos pedir humildemente. Por la palabra fruto se entiende una virtud o una gracia específica que podemos pedir. Jesús nos invita:
«Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá la puerta» (Mt. 7,7).