y la pasión del corazón humano de recibir grandes reconocimientos o galardones
por sus logros! En la industria del cine el premio Emmy, el Premio Pulitzer,
la medalla de oro para el mejor deportista en las Olimpiadas, el premio
otorgado al mejor alumno de la clase «Summa Cum Laude» y por supuesto
el Premio Nobel de la Paz, y claro los trofeos de La Serie Mundial, La Copa
Stanley y el Súper Tazón (Super Bowl) para los campeones del año. ¡Qué honor tan estupendo se le otorga a la
persona o equipo que logra tal victoria o espléndida presentación! Es
parte de la condición humana, anhelar algún reconocimiento, incluso aunque
fuera algo tan simple como una «Medalla de Mérito» otorgado a un Cub
Scout o una Girl Scout.
en la tierra desearía ganar—«¡El Premio Piedra de Molino!» En verdad este premio lo promete Jesús mismo.
Este premio se alcanza no por buena conducta sino por mala conducta moral
que deja huellas feas en otros especialmente en los pequeños e inocentes. Medite las palabras de Jesús: «Cosas que
causan pecado inevitablemente ocurrirán, pero ¡ay de aquel que las ocasiona.
Sería mejor para él que se le pusiera una piedra de molino alrededor del cuello
y se arrojara al mar en vez de que cause a uno de estos pequeños a pecar.
» (LC. 17:1 – 2). Se explicará esto más gráficamente.
redonda sólida o rueda de concreto que gira en un molino para moler el trigo o
el maíz y produce harina. Una piedra de molino común y corriente es
circular: mide de 8 a 10 pies de altura y 1 a 2 pies de ancho. Un
promedio de peso de 1.500 libras. Hay un agujero en el centro en donde
atraviesa la cadena. La cadena se coloca al rededor del cuello de una
persona y ambos se arrojan al mar. Este
es el Premio Piedra de Molino otorgado a aquel que causa a un pequeño a que
peque ya sea directamente o por el mal ejemplo. ¿El Señor es suficientemente
claro? Él no quiere que demos escándalo o que causemos que otros pequen. «Esa
persona» a quien nosotros causemos que peque, o a quien le damos un
ejemplo del pecado (escándalo), esa persona es a quien Jesús llama «un
pequeño«. ¡El Premio Piedra de Molino!
escándalo como: «cualquier acción u
omisión, aunque no necesariamente sea pecado en sí, que probablemente induzca a
otro a hacer algo moralmente malo. Escándalo directo, también llamado
diabólico, tiene la intención deliberada de inducir a otro a pecar. El escándalo indirecto es cuando una persona
hace algo que él o ella prevé (probabilidad) causará la caída del prójimo al
pecado… en Latin «scandalum», piedra de tropiezo. (Tomado del
Diccionario Católico de Bolsillo, P. John Hardon, S.J. página 397).
maneras en que podemos ser responsables de escándalo y posiblemente estar en
línea para ganar el «Premio Piedra de Molino»
soy cristiano pero mi estilo de vida contradice la fe que profeso con mis
labios por un estilo de vida contrario. Los argentinos tienen un dicho,
«Escribir con la mano y borrar con el codo.» Los ejemplos son incontables, pero hoy en día
más que nunca la COHABITACIÓN — es decir, vivir juntos antes de recibir el
sacramento del Matrimonio. Los niños nacen y estos padres están dando mal
ejemplo público — empezando a su propios hijos — escándalo, es una piedra de
tropiezo para todos. Aunque hoy en día es muy común, esto no significa
que la mayoría dicta y determina la rectitud moral. Jesús no estableció
una democracia, o la ley de la mayoría, sino dijo «Si me amas, guarda mis
mandamientos.»
a mi alrededor sin corregirlo. El filósofo político Edmund Burke declaró
sin rodeos: «Para que el mal triunfe es suficiente que el hombre bueno no
haga nada». En el acto penitencial
de la Misa, pedimos perdón por nuestros pecados de pensamiento, palabra, obra y
OMISIÓN. La omisión, como la tolerancia, significa simplemente no hacer
lo que debemos hacer. Una vez más abundan los ejemplos. Los padres que permiten que sus hijas vistan
de de forma inmodesta, y así provocando y tentando a que los hombres las miren
con lujuria — ¡el Premio Piedra de Molino!
Padres que permiten que su hijo viva con su novia en la casa y con sus
hermanos menores presente — ¡el Premio Piedra de Molino! Los padres que
permiten que su hijo «Gay» traiga a casa su supuesto
«amante», escandalizando a los hermanos y hermanas más jóvenes —
¡el Premio Piedra de Molino! ¡Es cierto que al intervenir y corregir
estas acciones inmorales causará tensión, discusión, tal vez incluso guerras! Sin
embargo, es mejor luchar por la verdad ahora que ser echado al fuego que nunca
se apaga.
NO CATEQUIZAR A MIS HIJOS. En los últimos años—desde el
Vaticano II, que fue hace 50 años — en muchos lugares el catequesis ha sido
pobre, pero en particular en la formación continua y permanente de los adultos.
El documento de la Iglesia, el Catecismo de la Iglesia Católica, declara
por acuerdo unánime que los principales educadores de los niños son sus propios
padres. Por lo tanto, es el deber moral de los padres aceptar y procurar
la seria obligación de trabajar en su propia formación permanente en la fe,
para su propio enriquecimiento personal, y también para el beneficio y el
crecimiento en la fe de sus hijos. Cuando los padres descuidan bautizar a
sus hijos a una edad temprana — dentro de las primeras semanas del nacimiento
(según el derecho canónico), padres que no enseñan a sus hijos a orar, padres
que postergan la preparación catequética
del sacramento de la Confesión, la Comunión y la Confirmación — ¡esta OMISIÓN
es el equivalente de ponerse en fila para recibir ese espantoso galardón, el
Premio Piedra de Molino!
IMPORTA POCO. Uno de los mejores y más claros ejemplos de esto sería la
actitud que muchos tienen a la Santa Misa. ¿Con qué frecuencia pasa que
los padres frívolamente, despreocupados, o apáticos dejan para otro día la Misa
del Domingo cuando surge algo de último momento o incluso dejan de ir por
falsos pretextos. !Estos son algunos pretextos! «Tenemos visita de
fuera y tenemos que atenderlos. O tal vez «que día tan agradable hoy: buen
día para un picnic familiar para unir a la familia.» Otro,
«¡hemos trabajado duro durante toda la semana, merecemos un día libre y
una larga siesta!» Las mentiras descaradas de los padres y el
descuido de la Misa en frente de sus hijos allana el camino para la eventual
pérdida de la fe de sus hijos, la apatía o incluso la amargura hacia Dios y un
estilo de vida inmoral. El cardenal Ratzinger, hoy el Papa Benedicto XVI,
señaló que nuestra vida sacramental tiene una influencia vinculante a nuestro
estilo de vida moral / inmoral. ¡Sin el
flujo abundantemente de la gracia sacramental, especialmente la gracia del
sacramento de la Eucaristía y la Confesión, las tentaciones del mundo, la carne
y el diablo pueden aplastar y hacer polvo a los jóvenes!
El objetivo del lenguaje hablado o de la comunicación es el comunicar la verdad
con amor. Padres que disparan palabras
vulgares, que cuentan chistes sucios, que permiten imágenes indecentes en su
casa, o peor aun que usan el nombre del Señor en vano—todo esto es colocar
piedras de tropiezo o escándalos enfrente de sus hijos. ¡De nuevo
poniéndose en posición para posiblemente recibir le Premio Piedra de Molino!
nunca debemos perder la esperanza y caer en desesperación. Al contrario, el atributo más grande de Dios
es su infinita misericordia. «Dios
es lento a la ira y rico y pronto a la misericordia». En cuanto
nuestro corazón suplica por el perdón y la misericordia, Dios perdona en un
instante. Como dice san Pablo, «Donde abunda el pecado, sobreabunda
el amor misericordioso de Dios.»
posibles escándalos que hemos dado, debemos admitirlos y confesarlos al Señor y
al sacerdote en la confesión. Hagamos un
decidido esfuerzo para corregir nuestro comportamiento. ¡Oremos con fervor,
hagamos penitencia y esforcémonos en este momento en adelante para ser una luz
que brilla con el buen ejemplo a nuestros hijos en el hogar, en público a
dondequiera que Dios nos envíe y a todo el mundo! María, Estrella de la Mañana, Estrella del
Mar, Estrella de la Nueva Evangelización, ruega por nosotros—Tú que siempre
nos diriges a Jesús quien es el Camino, la Verdad y la Vida.
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