- AMISTAD CON JESUS. La noche de la Ultima Cena Jesús dijo: “Yo los llamo Amigos…”(Jn. 15) ¡Jesús en este momento te dice estas palabras a ti! Jesús tiene sed de ti; ¡de una íntima amistad contigo! No permitas que el pecado se interponga; el pecado venial enfría la amistad con Jesús; el pecado mortal la quebranta. La Biblia nos habla del hombre que halló la perla preciosa, ¡esta perla preciosa es – ¡AMISTAD con Jesús! Jesús es el Amigo que nunca falla.
- RECONOZCAMOS LA SUMA GRAVEDAD DEL PECADO. El Papa – San Juan Pablo II – en Reconciliación y Penitencia – señala cinco efectos del pecado: 1) Teológico—el pecado ofende a Dios; 2) Personal—el pecado ofende y nos daña nosotros mismos; es suicido moral; 3) Social—el pecado lastima a otros. El poeta inglés dice: Nadie es una isla, completo en si mismo. 4) Eclesial—el pecado daña a la Iglesia que es Madre y Maestra, y finalmente; 5) Cósmico: el pecado daña al universo. Para comprender un poco más lo que el pecado hace al alma, consideremos esta analogía: Lo que el veneno es para el cuerpo, el pecado es para el alma.
- NECESITAD DE LA ORACION. El gran Doctor de la Iglesia, San Alfonso, dice: “Quien reza mucho se salva; quien no reza se condena; quien reza poco pone en peligro su salvación.” San Agustín también lo afirma con estas poéticas palabras: Quien reza bien, vive bien; quien vive bien, muere bien; aquel que muere bien, ¡todo está bien!” Lo que el aire es para los pulmones, la oración es para el alma! La persona que reza con fervor y frecuencia tiene una vida espiritual sana, fuerte y robusta! Meditemos el ejemplo de Nuestro Salvador el huerto de los Olivos, mientras Jesús rezaba con fervor, los Apóstoles dormían; y sabemos lo que aconteció! (Mt 26:36-46)
- EL AYUNO. Jesús dijo: Algunos demonios no salen sino por oración y ayuno. La Cuaresma es temporada penitencial, debemos practicar alguna forma de sacrificio. Ya que mediante ella, logramos dominar el cuerpo y las pasiones desordenadas. La vida espiritual se rige por esta ley: O dominamos al cuerpo y sus pasiones y experimentaremos la libertad del espíritu; ¡o las pasiones nos dominarán y acabaremos esclavos! Hoy hay muchos que viven con cadenas y ataduras, viven esclavos – adictos –de sus pasiones. ¡Cristo vino para darnos libertad!
- ORDEN, CONSTANCIA Y RECTITUD DE INTENCION EN EL TRABAJO. Los grandes maestros de la vida espiritual afirman y identifican el valor del TRABAJO para la vida espiritual. Cuan cierto es el dicho que dice: “La vagancia es la madre de todos los vicios.” Y otro: “La mente ociosa es el taller del diablo.” San Juan Bosco, el gran educador de los jóvenes, al volver las vacaciones, lamentaba y lloraba, porque sus jóvenes tendrían demasiado tanto tiempo libre; él decía que el tiempo de vacaciones era la “vendimia o la cosecha del diablo.” Existe otra expresión típica entre los judíos muy propicia para nuestro tema: “El padre que no ensena a su hijo a trabajar lo ensena a ser ladrón.” San Buenaventura, Doctor de la Iglesia y amigo de santo Tomás de Aquino decía: “Cuando uno trabaja hay un diablo cerca; pero cuando no trabaja un ejército de diablos lo asecha.” En una palabra: si no tenemos nada que hacer, el diablo nos dará mucho que hacer. Por último, tengamos rectitud y pureza de intención y trabajemos para Dios para salvar nuestra alma. El lema de san Benito era ORA Y LABORA—que es latín por orar y trabajar!
- EVITAR LAS OCASIONES DEL PECADO. Hay otro dicho muy cierto: “Aquel que juego con fuego se quema.” Y también: “Aquel que camina sobre un cerro resbaloso caerá.” El Antiguo Testamento dice: “Aquel que juega en peligro perecerá en peligro.” En la práctica, para evitar el pecado, debemos divisar y discernir por la ventana de nuestra vida cuáles los peligros. Debemos estar alertas y reconocer las ocasiones próximas del pecado, por ejemplo, podría ser alguna persona, lugar, cosa, o circunstancia; podría ser nuestro entorno social o un mundo de ideas y filosofías falsas. Es nuestro deber alejarnos de todo lo que pueda llevar al pecado! San Pablo nos advierte: “¡El que cree que está firme, tenga cuidado, no seas que caiga!”
- CONFESION Y DIRECCION ESPIRITUAL. La Confesión es indispensable en la lucha contra el pecado; es uno de los siete Sacramentos y es sacramento de sanación. Tengamos muy presente, que un SACRAMENTO es un encuentro directo y personal con Jesús, Hijo único de Dios Padre y Salvador nuestro. El efecto específico de la Confesión es la sanación del alma; el alma herida por el veneno del pecado es sanada. La Confesión sirve de dos maneras: 1) Sana después de la herida del pecado y 2) Sirve como medicina preventiva. Por lo tanto, en nuestra lucha contra el pecado necesitamos urgentemente el Sacramento de la Confesión. Hermosas son las palabras: “Tus pecados te son perdonados: puedes ir en paz.”
- SEA ALEGRE. El diablo se goza cuando ve una alma triste. San Ignacio de Loyola habla de la dinámica que utiliza: al ver que el alma está en un estado de desolación, ataca en el punto débil para hacerle caer en pecado.(Regla de Discernimiento, # 14: Ejercicios Espirituales de S. Ignacio de Loyola). Desolación significa sentirse triste o deprimido, desanimado o sin ánimo, sin fuerza espiritual, o con un deseo de tirar la toalla y abandonar la lucha contra el diablo y el pecado. En tiempo de desolación debemos traer a la memoria todos los beneficios y favores que Dios nos ha concedido y debemos darle gracias. El agradecimiento y la alegría van juntos, y son un medio poderoso para salir de la desolación y la tristeza y para evitar las flechas focosas del diablo.
- LA EUCARISTIA: EL PAN DE VIDA, EL PAN DE LOS FUERTES. No cabe la menor duda que el medio más eficaz en nuestra lucha contra del pecado es la frecuente y fervorosa recepción de la Eucaristía – que es – el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El gran santo y confesor, san Juan Bosco, insistía que sus jóvenes comulgaran con la mayor frecuencia posible para dominar sus pasiones y para que sus pasiones no los dominara a ellos! Cada vez que comulgamos recibimos un trasplante de Corazón; ¡recibimos el Sagrado Corazón de Jesús en la Santa Comunión! Por la tanto, todas las virtudes que necesitamos en nuestras vidas, están presentes en cada Hostia consagrada; ¡la Hostia consagrada es Jesús! Una excelente práctica para superar y vencer nuestros pecados es – la Santa Misa y la Santa Comunión – cada día si es posible. ¡El gesto más grande y noble que el ser humano puede hacer es recibir la Santa Comunión!
- LA VIRGIN MARIA—¡LA INMACULADA! La experiencia muestra en las vidas de los santos, que amar, confiar y tener una filial devoción a la S.S. Virgen María es el medio más eficaz para lograr la victoria sobre el diablo, la carne y el mundo. Había una vez un hombre muy letrado, muy espiritual y muy buen cristiano pero no católico – que cada vez que iba a la librería para comprar un libro no resistía la tentación de ir al rincón a donde se encontraban las revistas pornográficas. Pero resulta que el Rosario llegó a su vida. Después de rezarlo, ¡algo curioso pasó! Al regresar un día a una librería que tenía estas revistas malas, nunca más sintió el deseo ni la atracción de verlas. Fue mediante la intercesión de la Virgen María que pudo vencer este pecado. ¡Así será en nuestras vidas! Cuando nos asalte cualquier tentación, acudamos a la Virgen Santa, a la Inmaculada, a la Madre de Dios. Ella con su pie aplastara a la cabeza de la serpiente—el diablo—y la victoria sobre el pecado será realidad!
CONCLUSION. Nuestra vida espiritual es un combatimiento espiritual y lo será hasta la muerte. Luchemos contra el pecado, ¡nuestro principal enemigo! Los tres enemigos de la vida espiritual son: la carne, el diablo y el mundo. La lucha es fuerte y hasta la muerte. Sin embargo, si caminamos con Jesús, María, la Iglesia y los Sacramentos y tenemos una vida de oración constante y ferviente, vamos a ganar la batalla y conseguir la corona de la gloria, el Reino de los cielos. Dice San Alberto Hurtado, S.J. : “Hay dos lugares para descansar: el cementerio y el cielo.” Ahora trabajamos con Dios para salvar nuestras almas y las almas de nuestros hijos. ¡Luego podemos descansar para toda la eternidad! Que La Virgen María nos ayude!
El padre Ed Broom, OMV (Oblato de la Virgen María), conocido también como Padre Escobita, fue ordenado sacerdote por san Juan Pablo II en 1986. Es asistente del párroco en la Iglesia de San Pedro Chanel en Hawaiian Gardens (California). Allí imparte retiros, da los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, organiza y dirige su propio programa de radio y televisión en Guadalupe Radio –Barriendo Conciencias, y da un curso de preparación a los fieles en diversas parroquias de la archidiócesis de Los Ángeles para la Consagración total a Jesús mediante María. Para leer artículos o escuchar audios en inglés o en español, por favor vaya a www.fatherbroom.com
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