El Santificador, el Paráclito, el Dedo de Dios, el Maestro Interior, el Don de los Dones, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el vínculo de Amor que une al Padre y al Hijo, el Auxiliador, el Abogado, el Amigo Intimo: son títulos dados a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo.
Al llegar San Pablo a Éfeso en su viaje misionero, preguntó a ciertas personas si habían recibido el Espíritu Santo. La respuesta de ellos se entiende fácilmente a la luz de la realidad actual en cuanto al desconocimiento de la fe y del Espíritu Santo en general: «Ni siquiera sabíamos que existía el Espíritu Santo». (Hechos 19: 1-8)
Nunca hemos vivido en un mundo con tanta información, pero, al mismo tiempo, nunca hemos vivido en un mundo con una confusión tan grande -¡efecto del pecado y de la Torre de Babel!Por eso queremos compartir algo sobre cómo podemos crecer en nuestro conocimiento, amor y amistad con el Espíritu Santo, al que el Catecismo de la Iglesia Católica llama «el don de los dones». Recibamos este Don en lo más íntimo de nuestros corazones, mentes, almas y entendimientos y permitamos que Él nos inunde con Su Presencia y tome plena posesión de nuestros. El regalo es un obsequio y puede ser recibido o rechazado con total libertad. Abramos todo nuestro ser para recibir el mayor de los regalos, Dios mismo.Esperamos que estas pequeñas sugerencias puedan ser de gran ayuda para acercaros más al Espíritu Santo. Esté presto y dispuesto a compartir el conocimiento que ha recibido gratuitamente. Si hemos recibido gratuitamente, ¡debemos dar gratuitamente! A continuación se presentan diez breves puntos o ideas para aumentar tu conocimiento, amor y docilidad al Espíritu Santo.ORACIÓN. Nunca permitas que pase un día sin decir al menos una breve oración al Espíritu Santo. Aquí hay una corta que puede ser memorizada fácilmente: «Ven Espíritu Santo, ven por el Corazón de María». Reza esta oración con frecuencia y con mucha fe y amor. En consecuencia, el Espíritu Santo será más activo en tu vida.
LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES. Lea el libro de la Biblia que viene después del Evangelio de San Juan atribuido a San Lucas, los Hechos de los Apóstoles. A este libro se le ha llegado a llamar «El Evangelio del Espíritu Santo». Preste atención a las numerosas veces que se menciona al Espíritu Santo en esta obra maestra de la espiritualidad. Observe también las diferentes formas en que el Espíritu Santo actúa en la Iglesia primitiva. Incluso puedes subrayar con tu lápiz el número de veces que se menciona al Espíritu Santo en los Hechos de los Apóstoles. Deja que el Espíritu Santo entre más plenamente en tu vida meditando la Palabra de Dios.
SÍMBOLOS. Familiarízace con los distintos símbolos que la Iglesia ha dado para un mayor conocimiento del Espíritu Santo. El Catecismo de la Iglesia Católica proporciona varios de ellos: Fuego, Nube, Paloma, Viento, Agua, Aceite, Sello, Dedo, Lámpara. Los símbolos son realidades físicas que a su vez señalan una realidad espiritual más profunda. (CIC 694-701)
LEER SOBRE EL ESPÍRITU SANTO. Entre los libros que recomiendo se encuentra «En la escuela del Espíritu Santo», escrito por Jacques Philippe. Una breve pero magnífica obra maestra sobre el tema del Espíritu Santo, Philippe nos invita a seguir el camino de la santidad por la sencilla vía que consiste en ser dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo. El Espíritu Santo, el Santificador, quiere hacernos santos, si le dejamos actuar libremente en nuestras vidas.