Todo lo creado por Dios en el mundo es bueno. Después de crear, en el libro del Génesis, Dios dice que era bueno. Las estrellas, la luna, la tierra, los mares, los animales, la noche y la luz: todo lo que Dios creó era y es bueno.
Ahora bien, la cumbre o ápice de la creación fue cuando Dios decidió crear al hombre y a la mujer y los creó a su imagen y semejanza. De todo lo que Dios creó, las personas humanas, el hombre y la mujer, son lo más grande del mundo natural. Tanto es así que Dios creó a todos los demás seres subordinados a las personas humanas, el hombre y la mujer. Además, Dios creó a todos los demás seres inferiores como medio para ayudar al hombre y a la mujer a llegar a su destino final, que es la dicha eterna del Cielo.
Por lo tanto, toda la realidad creada fue creada por Dios para que las personas humanas -hombre y mujer- pudieran utilizar la creación como una escalera para ascender al Cielo. En pocas palabras, el hombre y la mujer deben utilizar la creación para su propio fin y propósito a fin de llegar al Cielo, y no abusar de la realidad creada.
Nunca hemos vivido en un mundo con tanta información. Con el uso adecuado de Internet, podemos aprender sobre casi cualquier cosa en cuestión de pocos segundos. Sin embargo, también hay que decir que nunca hemos vivido en un mundo con tanta confusión
Por eso, este breve artículo presentará una explicación clara y concisa de la identidad, el propósito y el destino de las personas humanas. Debemos saber de dónde venimos, quiénes somos y hacia dónde nos dirigimos en nuestra corta estancia terrenal. La claridad del propósito, la identidad y el destino es indispensable para las personas humanas.
- LA CREACIÓN ES BUENA. Como ya hemos dicho, todo lo que sale de la mano creadora de Dios es bueno, desde lo más sencillo de la creación hasta lo más elevado: las personas humanas: el hombre y la mujer. El mal proviene del abuso de los dones buenos de Dios; ¡a esto lo llamamos pecado!