LOS MISTERIOS DE LUZ | EJERCICIOS ESPIRITUALES | 30 MAYO 2020

La siguiente serie de contemplaciones serán sobre la vida pública de Jesús:

     LOS MISTERIOS LUMINOSOS –¡LOS MISTERIOS DE LUZ!

GRACIAS A PEDIR:

• Conocer más íntimamente a Jesús, para amarle más ardientemente, y seguirle.
• Tener una profunda y permanente amistad con Jesús.

CONTEMPLACIÓN:  Con los ojos de la imaginación forme parte de cada escena con Jesús, María y los Apóstoles…  ¿Qué hacen?  ¿Qué dicen? ¿En qué parte de la escena está usted?  ¿Jesús se dirige a usted?  ¿Habla usted con Jesús?

1. EL BAUTISMO DE JESÚS EN EL JORDÁN.  (Mt 3, 13-17)

2. LA AUTO REVELACIÓN DE JESÚS EN LAS BODAS DE CANA.  (Jn 2, 1-11)

3. EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS INVITANDO A LA CONVERSIÓN.  (Mc 2:3-12)

 4. LA TRANSFIGURACIÓN.  (Mt 17, 1-8)

 5. LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA.  (Mt 26, 26-32)

 6. LA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES / JESÚS CAMINA SOBRE EL AGUA.  (Jn 6, 1-21) (Jesús manifiesta su poder sobre la naturaleza, preparándolos para el milagro de la Eucaristía.)

 7. EL DISCURSO DEL PAN DE VIDA.  (Jn 6, 22-71)

 

DIEZ SUGERENCIAS PRÁCTICAS:

 1. ¡MAGNANIMIDAD!    Sea generoso con Dios.  ¡Dios no se deja ganar en generosidad!

 2. SEQUEDAD EN LA ORACIÓN…  La aridez es parte del camino de la oración.  ¡Todos los santos han pasado por ella!   ¡SIGA REZANDO!   Hay más crecimiento y se ganan mayores gracias en tiempos difíciles que en tiempos buenos.  Ponga atención a los frutos de la oración durante el día, tal como mayor paciencia o amabilidad.

3. CONTEMPLACIÓN Ignaciana…  Todos los relatos de los milagros de Jesús se prestan a la contemplación – si hasta ahora no lo ha hecho, ¡inténtelo! 

4. SILENCIO…  Es necesario guarder silencio exterior para pasar al silencio interior, pasar de la dispersión al recogimiento en presencia de Dios en quién vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

5. ADEMÁS DE LA HORA SANTA…  Enriqueza su vida espiritual diariamente con la Santa Misa y la Santa Comunión (si es posible), el Rosario, otras devociones y oraciones vocales, y la confesión frecuente – por lo menos una vez al mes.  Es buena práctica tener un mismo confesor.

6. EL EXAMEN DIARIO…   Haga su examen de conciencia por solo 10 o 15 minutos todos los días.   ¡Sea fiel a su examen de conciencia!

7. MARÍA…  Contemple a Jesús con los ojos de María quién ponderó la Palabra de Dios en su Inmaculado Corazón.  Pida a la Virgen María que interceda por usted y lo acompañe en la oración.

8. PERSEVERANCIA…   ¡Corra la buena carrera hasta cruzar la linea de meta!

9. ¡Dios aún tiene muchas GRACIAS para darle!

10. RECEMOS los unos por los otros.

 GRACIA A PEDIR:

• Conocer más íntimamente a Jesús, para amarle más ardientemente, y seguirle.
• Tener una amistad profunda y permanente con Jesús.

PRIMER DÍA:  EL BAUTISMO DEL SEÑOR…  Mt 3, 13-17

1. UNA SEMANA INSPIRADORA Y HERMOSA: ¡JESUCRISTO!  ¡Qué alentadora, inspiradora y maravillosa semana!   Jesús es el centro y el enfoque principal de las meditaciones de toda la semana.  Pero igual Jesús debe ser el centro y el enfoque principal de toda nuestra vida en el tiempo y la eternidad.  Esta es la gracia que pediremos en el transcurso de la semana.  Hagamos también esta nuestra oración todos los días de nuestra vida.  Gracia a pedir: CONOCER íntimament a Jesús, para AMARLO más ardientemente y SEGUIRLE.  Queremos que Jesús sea el Principio y Fundamento de nuestros pensamientos, deseos, decisiones, acciones y de toda nuestra vida.  Nuestra fe católica es precisamente eso, conocer y amar más a Jesús – es un catolicismo profundamente personal.  Pidamos a la Virgen María que nos alcance esta gracia.

2. ¡ENTRE Y MEDITE LAS SIGUIENTES ESCENAS CONTEMPLATIVAS!  Jesús pasa los últimos momentos con su amadísima Madre.  ¿Cómo fueron estos últimos momentos que pasaron juntos?  Quizás compartieron una última comida o una taza de café.  ¿Cómo pasaron estos últimos momentos?  ¿Qué hicieron?  Qué se dijeron en esta última conversación en la pequeña casa de Nazaret.  Usted está con ellos compartiendo este momento.  Escuche sus palabras, viva este momento con ellos y entre en diálogo.  REMEMOREN.  Las buenas familias cuando se reunen, recuerdan los buenos tiempos que han pasado juntos.  Imagine a Jesús y María recordando los momentos que pasaron con san José.  Recuerdan cómo trabajaba fuertemente y recuerdan su gozosa presencia y su paz.  Quizás Nuestra Señora comparte con usted su vida hasta el momento que nace Jesús en Belén, le comparte su gozo al nacimiento de su Hijo y las penas que sufrieron.  Hágase presente en esta escena.  Ahora vea a Jesús y a María a los ojos y contemple el esplendor, la majestad, la hermosura, la inocencia y la humildad que radía de sus rostros.  Jesús tiene que partir.  Saboree estos últimos momentos de Jesús y María en la pequeña casa de Nazaret!

3. SU SALIDA.  Imagine la despedida y partida de Jesús.  Jesús se despide de quien más ama – de su Santísima Madre María.  La besa en la frente, la bendice y pide que rece por Él.  Ahora vea como Jesús deja a su Madre.  Vea también a María en esta dificil, pero necesaria partida.  Cuando Jesús sale de la casa de Nazaret, María no despega la mirada de Él.  Vea los ojos de María que se llenan de lágrimas.  Los ojos de María están fijos en Jesús.  Nosotros deberíamos hacer lo mismo.  Nunca debemos dejar de vista a Jesús.  María ve la figura de su amadísimo Hijo hasta que poco a poco desaparece en el horizonte.  Aunque sus ojos no lo ven, su imagen esta grabada en su Corazón Inmaculado.  Acompañe a María, no se vaya de su lado, hable con Ella, consuélela en este momento.  ¡Prometa a María su amistad y su presencia!

4. EL RIO JORDÁN.  Imagine y contemple la escena en el rio Jordán.  Vea hasta donde se extiende el rio, de qué color es el agua, ¡toque el agua!  ¿Está tibia o fria?  Vea la escena.  Hay una multitude de gente.  ¿Por qué?  Porque la santidad atrae.  Hay un hombre santo entre ellos – JUAN EL BAUTISTA.  Porque en verdad la santidad es como un imán.  La santidad atrae.  Todos han llegado al rio Jordán para conocer a este hombre santo, para escucharlo y conocer su mensaje, que por cierto, es un mensaje fuerte.  El pueblo está listo para una metanoia, una conversión.  

5. ESPERANDO EN FILA.  Hay una larga fila de personas que esperan.  Sí, todos esperan a san Juan Bautista, quieren ser bautizados por él en el rio Jordán.  Usted también toma su lugar en fila, y espera el encuentro con ‟el Bautista”.  Lo más impresionante de esta escena es que Jesús mismo esta en fila, esperando pacientemente con todos.  Poco a poco la fila avanza, y Jesús se acerca más y más para ser bautizado por su primo Juan.  Por qué no toma su lugar en fila a lado de Jesús.  Espere pacientemente con Él.  Bien, ahora le hago esta pregunta a usted, haga un examen de conciencia – ¿Es usted paciente en las pruebas?  ¿Tiene usted paciencia con los demás?  ¿Tiene paciencia con su familia?  ¿Consigo mismo?  ¿Es paciente con Dios?  Responda a estas preguntas en oración.  Mire y contemple la infinita paciencia de Jesús.

6. EL ENCUENTRO ENTRE EL BAUTISTA Y JESÚS.  Jesús por fin llega a donde se encuentra Juan.  Quizás Jesús esperó horas.  ¡Pero ha llegado!  El encuentro entre los dos hombres más humildes se desenlaza…  Juan de primero se resiste y dice que él debería ser bautizado por Jesús.  Pero Jesús insiste en que su primo lo bautice a Él.  En este momento Juan no contradice a Jesús y lo bautiza.  Deténgase por un momento, y haga un examen de conciencia: ¿Soy obediente a Dios quien me habla mediante las enseñanzas de la Iglesia, los diez Mandamientos, mis superiores, mi confesor o director espiritual?  ¿O soy voluntarioso y me dejo llevar por la soberbia?

7. EL BAUTISMO DE JESÚS Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD.  En el bautizo de Jesús hay una manifestación clara del más grande misterio de nuestra fe católica – el misterio de la Santísima Trinidad.  Se escucha la voz del Padre de lo alto.  La presencia del Espíritu Santo se hace presente mediante el símbolo de la paloma que desciende del cielo.  Y Jesús mismo desciende en las aguas del rio Jordán para ser bautizado por Juan.  Le presento una importante pregunta teologal para su meditación.  ¿Con cuál de las tres personas de la Santísima Trinidad siente más cercanía?  ¿Con cuál de las tres Personas de la Santísima Trinidad se siente más distante?  Por último, ¿cómo podría fortalecer su unión con las tres Personas de la Santísima Trinidad?  En esta meditación, entre en un triple coloquio (hable con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo).  Hable con Jesús sobre la escena que acaba de contemplar, quizás podría hablar con Él sobre su propio bautismo.  Entre en diálogo con Dios Padre y al concluir, reze un Padre Nuestro.  Hable también con el ‟Dulce Huesped del Alma”, el ESPÍRITU SANTO.  ¡Y no olvide a María quién es la ‟Hija de Dios”, la ‟Madre del Hijo”, y la ‟Esposa Mística del Espíritu Santo!”

8. SU PROPIO BAUTISMO.  Por qué no, rememore su propio bautismo, el bautismo de sus hijos y el bautismo de sus ahijados.  Que su corazón se desborde de gracias a Dios por el incredible don recibido que aunque no somos merecedores, hemos recibido gratuitamente de Nuestro Padre amoroso. ‟Demos gracias al Señor porque es bueno: porque es eternal su misericordia.”

9. DONES.  Evoque ahora a la memoria los dones que Dios le ha concedido desde el momento de su bautismo.  Dé gracias al Señor por ellos.  Enumeraremos las bendiciones.  1) En el momento mismo que las aguas del bautismo se vierten sobre nosotros, nos hacemos hijos de Dios; 2) Hermanos de Jesucristo; 3) Amigos del Espíritu Santo; 4) Con el bautismo recibimos las tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad; 5) Recibimos las virtudes cardinales o morales que son cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; 6) Recibimos los seite dones del Espíritu Santo.  En el bautismo nos incorporamos al Cuerpo Místico de Cristo, nos hacemos hijos o hijas de María, quien es Madre de la Iglesia.  El exorcismo simple se reza en el rito del bautismo.  Por último, por el bautismo podemos ser herederos del reino de Dios si conservamos en nosotros la gracia santificante.  Pase un tiempo en oración, dando gracias a Dios por su propio bautismo.

10. PREPÁRESE PARA LA BATALLA.  Después de su bautizo, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para entrar en batalla contra Satanás y ser tentado.  ¡El bautismo no es simplemente un acontesimiento social-sacramental en donde se hace fiesta y se come!  Mas bien, es un Sacramento en donde se nos reta a seguir al Señor hacia el desierto para entrar en batalla mortal contra nuestro archienemigo, ¡el diablo!  El que es discípulo de Cristo, está en constante combate.  Somos llamados a usar nuestras armas espirituales para luchar y ganar la batalla para el Rey Eterno y Señor del Universo, Jesús.